𝔑𝔦𝔫𝔢𝔱𝔥 ℭ𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯

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Los tres seguíamos en shock, todos nos miraron como si fuéramos raros, aunque siguieron con su trayecto. Jackson se quedó siempre con nosotras hasta que finalizo la clase y se fue a su habitación, dijo que no se sentía muy bien y Tedros lo acompaño, ya que compartían habitación.

Fuimos hacia la clase de la profesora Dovey, era en realidad otra maestra que dictaba dicha clase, pero no pudo asistir.

— No, no, no. Aquí nadie odia, el mal odia.

El Mal ataca. El Bien defiende

El Mal castiga. El Bien perdona

El Mal lástima. El Bien ayuda

El Mal quita. El Bien ofrece

El Mal odia. El Bien ama.

— Chinen, ¿cuándo tiene el Bien de atacar? – pregunto Dovey

— No tiene, el bien solo defiende. Si el bien ataca primero, por definición ya no sería bien.

— Precisamente

— ¿Qué fue lo que le hicieron? - preguntamos ambas a la vez

— ¿Disculpa?

— Gregor reprobó tres veces - dijo Agatha

— Y luego desapareció - complete yo agarrando la mano de Agatha - gritaba de dolor, ¿en qué lo convirtieron?

— Las reglas de la escuela se deben obedecer. — explico la maestra Dovey - Aquí no hay excepciones

— Eso es ridículo - murmuré por lo bajo

— Señoritas. — murmuro nerviosa mirando hacia las demás - Como decía, el mal tiene muchas armas, pero nosotras tenemos animales.

— Esperen, ¿vamos a sacrificar a animales para protegernos? - pregunto Michelle, mientras se paraba angustiada, tenía una gran conexión con los animales.

— Los animales... — dijo angustiada Alex

— No necesariamente, pueden ayudarnos a comunicarnos y tener algunos espías - contestó la profesora Dovey mientras Michelle se volvía a sentar

Todas sonríen emocionadas.

— Animales de la tierra, animales del agua. Y dichos eso, señoritas, hoy les presento, a los peces de los deseos. — explicó la decana Dovey, señalando el lago - Amigos que destellan bajo el agua, que nos entienden y a nuestros más profundos deseos.

— Es porque también eran estudiantes - mencionó Agatha

— Ya basta - respondió con exasperación la decana Dovey - No todos se ganan su propio cuento, pero al menos así pueden ser parte del final feliz del cuento de alguien más

— Pero eso no les da derecho a estar arriesgando sus vidas para cumplir sus expectativas y posiblemente haberles quitado los sueños y anhelos que tenían. — repliqué

— Nosotros les dimos una oportunidad de algo mejor. Ahora, damas, si su deseo es lo bastante fuerte, ellos podrán cumplírselo - explico

La profesora siguió hablando, pero no le pude prestar mucha atención, estaba perdida en mis pensamientos. Teníamos que salir lo antes posible de aquí, mi madre me necesitaba y estaría muy preocupada por mí, al igual que los padres de mis amigas por ellas, sin embargo, tenía que quedarme aún aquí, no podía dejar que esto siga sucediendo y que más personas pasen por lo mismo que paso Gregor, ya no más.

— Señoritas es su turno - nos avisó la maestra Dovey. — Recuerden que es individual, si son ambas sus deseos se pueden confundir.

Ambas nos dirigimos al lago e hicimos caso omiso a la profesora, las dos teníamos el mismo deseo.

— Deseo que todos vayamos a casa, a salvo - susurramos ambas.

En eso siento como los peces forman un remolino alrededor de nuestros dedos, sentía que alguien me agarraba el brazo, miré asustada a Agatha, ella sentía lo mismo.

— ¿Qué están haciendo? Ahora no es momento, deténganse.

— No podemos sacarla - respondió Agatha

— Hay alguien ahí, tenemos que ayudar

— ¡Atrás! ¡Atrás! ¡Atrás!

Al momento de intentar de sacar nuestros brazos, veo que alguien sale del agua y ayudamos a sacarlo. Era una niña.

La sostengo en mis brazos revisando si está bien, en ese momento despertó.

— Hace 100 años que reprobé, 100 años de conceder deseos y ustedes fueron las únicas que desearon liberarme, enviarme a casa. Gracias - suspiró la niña para después desaparecer.

Estábamos tranquilas hasta que viene un ave gigante.

— ¡Corran! ¡Corran!

Ambas intentamos correr, pero no pudimos porque me tropecé con el vestido de Agatha, provocando que ambas cayéramos.

— ¡Agatha, Violet! - grito Alex

— ¡Tienen que escapar! - nos avisó Mich

Intentaba buscar algo con lo que nos podamos defender, pero no había nada, por un momento vi sus ojos y sentí que me decía algo «Ayuda».

— ¿Gregor? - pregunté

— Ay, Gregor - mencionó Aggie

— ¡No! Debes escapar de él - gritó la profesora Dovey

— ¿Quieres que te ayude?

— Pero... No sé cómo lo hice - tartamudeo - Fue... un accidente.

— No sé si podamos hacerlo, aunque lo intentaremos - respondió Agatha

Ambas acercamos nuestras manos hacia Gregor.

— Ya llegué - Tedros había gritado detrás de mí - Tranquila, Violet, Agatha.

Agarré a Agatha, alejándola por impulso cuando vimos como Tedros se impulsó hacia el pecho de Gregor, con Excalibur en mano, le había lanzado la espada.

— ¡No! - gritamos ambas

Lágrimas caían sobre mis mejillas, la única esperanza de salvar a Gregor había sido eliminada, Gregor había muerto. Me paré junto a Agatha y se acerque a Tedros con gran enojo.

— ¿Estás bien? - pregunto mientras se acercaba

En ese momento le di un puñetazo en el ojo izquierdo.

— Pero ¿qué hice?

— ¿Qué hiciste? ¡Era mi amigo! ¡Era Gregor!

— Eso no es posible, las iba a matar, les salvé la vida

Agatha se le acercó y le dio otro puñetazo, pero en la nariz.

— Eres un presuntuoso, ¡lo mataste!

— Olvídate de la oportunidad que tenías y sobre todo, ¡Olvídate de mí!

Quería volver a golpearlo al igual que Aggie, pero todas las chicas nos sujetaron.

— No, no. Tedros las estaba rescatado

— Todas, ¡de regreso al dormitorio, se cancelan las clases el resto del día! - gritó la profesora Dovey

Vi como todos se iban y le lancé una mirada fulminante a Tedros mientras me miraba confundido y con cierta ¿disculpa?

— Gregor... — susurro Agatha mientras vio su cadáver.

— Agatha... — dije abrazándola mientras ambas vimos el cadáver de nuestro amigo.

— Agatha, Violet

— ¡Déjeme! - chilló Agatha - ¿A eso le llama bien?

— ¿Destruir a buenas personas por no cumplir con sus expectativas imposibles? - pregunté enojada con lágrimas aún en mis ojos - ¿Qué tiene eso de bueno?

— Violet, Agatha. Todos tenemos un papel que desempeñar aquí. Con el tiempo, lo entenderán.

— No entenderemos nada.

— Ya le dije, yo no pertenezco aquí - respondió Aggie

— ¿Qué es lo que se te ocurre? A ambas. Érase una vez que el bien era real y sincero. Ahora estamos en la era de la egolatría perfeccionista, pero ustedes usaron su deseo para salvar a aquella pobre niña. — exclamo Dovey

— ¿Recuerdan que les dije que la magia obedece a las emociones? - ambas asentimos - La emoción más poderosa es la empatía y el amor. La pasión que mostraron me dice que ustedes, saben que aquí, es exactamente donde deberían de estar. Son las primeras princesas de verdad que he visto en un largo tiempo.

— Les avisó que recibieron las notas más altas en clase, pero, por haber golpeado a su compañero, tendrán que lavar los trastes de mañana. – explico Dovey, a lo que, en respuesta, ambas asentimos.

En ese momento la profesora se fue mientras las dos fuimos hacia el jardín, juntas, viendo que nos esperaban nuestros nuevos amigos.

⌘ 

Holi, disculpen por la tardanza al subir este cap.

Igualmente gracias por todo el apoyo.

¡Que tengan un feliz Año Nuevo!

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