𝔱𝔴𝔢𝔫𝔱𝔶 𝔬𝔫𝔢 𝔠𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

— ¡Q-q-quédense donde están! - gritó una voz que conocíamos muy bien, Sophie.

Pronto nuestra vieja amiga se acercó a nosotros con la punta de su dedo brillando rosado de terror.

— ¡Alto! ¡Alto allí!

Pasamos detrás del trío de brujas por la niebla verde que hizo.

Todo iba a estar bien, solo teníamos que seguir el plan y esperar que esta vez mi antigua mejor amiga no intentara de matarme.

— Ah - Sophie dejó caer su mano derecha y el brillo desapareció - Eres tú.

— He tenido que traer a unos alumnos nuevos - resopló Hester

— El Director nos envió a darles la bienvenida - añadió Dot

— Dado que, aparentemente, somos las únicas que queremos esta escuela - gruño Anadil, una de sus tres ratitas lucía realmente demacrado, era la que había estado comunicando las cosas con Merlín.

— Quizá necesites otra rata - bromeó Sophie - Escuchen, ¿podemos volver a convocar el Club del Libro después de almorzar? Realmente necesito hablar con ustedes... Un momento ¿Han dicho alumnos nuevos?

Los cuatro salimos por completo de la niebla. Esta vez ya no era pelirrojo ni tenía los ojos azules y estaba pálido como un cadáver. Parecía alguien promedio de Gavaldon, con algunos rizos en el cabello, ahora era un poco más alta que Tedros, porque hice un hechizo de altura.

A mi derecha estaba Tedros, era una chica con hombros anchos, piel bronceada, ojos azules y brillantes, y parecía que se había hecho una decoloración, una muy mala en su lacio y largo cabello. De mujer, seguía siendo muy lindo. Aunque no había dominado del todo la caminata, su forma de caminar era arrogante y altiva, como un troll buscando a alguien que pueda golpear.

A mi izquierda estaban Jackson y Aggie. Aggie lucía similar a uno de nuestros compañeros de Gavaldon, caminaba como si dudara de lo que hacía. A su lado estaba Jackson, era una chica con rasgos delicados, su largo cabello ondulado le llegaba hasta la cintura, parecía y caminaba como una princesa del Bien. Sophie incluso llegó a analizarlo con la mirada.

La rubia pudo notar nuestro nerviosismo, podría jurar que estaba sudando un poco.

— Son admiradores de tu libro de cuentos - murmuró Hester, fulminándonos con la mirada

Nosotros nos quedamos callados, intentado de lucir seguros.

— Pues el Director no me ha informado nada - replicó Sophie - Seguramente habría mencionado sus nombres, como mínimo.

— Soy Essa de Arroyo Sangriento, Insensible Asesina de Siempres - hablo Tedros con la voz más aguda y fina que pudo hacer, pero con un tono presumido.

— Yo soy Eller de la Caída de Matorrales, Asesino de campesinos - me estremecí al mencionar la última parte... no era del todo mentira

— Yo soy Ella de Nunca Jamás, soy una gran admiradora tuya y de tu estilo de moda - dijo dulcemente Jackson, debía de ser actor

— Yo soy Edgar de Nunca Jamás, también soy Asesino.

Tedros trató de tomarme de la mano, pero yo le di un golpe.

— Dos Asesinos... ¿Enamorados? - cuestiono Sophie

— ¿Qué? No, solo es mi prima - hice una cara de disgusto - Somos parte del árbol genealógico del Capitán Garfio.

— Igualmente, ¿desde cuándo la Escuela del Mal acepta alumnos nuevos?

— No tenían edad suficiente para ser elegidos como Nuncas en el primer reclutamiento - interrumpió Anadil

— Deben de ser Asesinos muy buenos si el Director está dispuesto a aceptarlos ahora - dijo Dot

Nuestra mirada se dirigió al anillo de Rafal... estaba en la mano de Sophie, ¿cómo pudo aceptarlo? Cuando ella se dio cuenta de que lo mirábamos, escondió su mano. Necesitaba practicar mi discreción.

— Bueno, como he dicho, el Director no me ha informado sobre los alumnos nuevos, así que deberían consultar con...

— Por supuesto que no te ha mencionado nada - se burló Hester, y pasó junto a Sophie rumbo al castillo, nosotros la seguíamos detrás - Ha traído asesinos externos... no quiere que creas que duda de tu capacidad para matar a Agatha, Violet y Tedros, ¿verdad? Además, seguro que no le caería mal que mataras a Jackson, un reino a la palma de su mano, no le haría ningún daño.

— Como es tu amor verdadero... — dijo Anadil, detrás de Hester

— Y es tu tarea matarlos - concluyo Dot

— En lo personal creo que si los lograras matar - añadió Jackson al último antes de seguir a las brujas junto a nosotros.














◌₊˚⋆

Apenas llegamos al dormitorio, Hester le grito a Tedros, algunas cosas no cambiaban con el tiempo.

— ¡Tedros, imbécil, sin cerebro! ¡¿Por qué trataste de tomarle de la mano a Vi?! ¡Han estado a punto de descubrirnos!

— Sophie... ella estaba con el anillo

— Estaba a punto de abrazarla... — resopló Agatha

— Y lo hubieras hecho. De ninguna manera saldremos vivos de este sitio - se quejó Tedros - ¿Han visto cómo me miraban esos Siempres en el pasillo?

— ¿A ti? Tedros, me miraban a mí - lo corrió Jackson

Algunos Siempres miraban por momentos a Tedros, pero luego se quedaban embobados con Jackson.

— Hemos vuelto a ver a Sophie y aún estamos aquí. Para mí, eso es un avance - opiné mientras paseaba por la habitación, si mal no recuerdo esta era mi antigua habitación y había dejado un libro escondido.

— Tranquilo, hay tantos chicos metidos en este castillo que ya nadie sabes quién es quién - suspiro Hester con ironía

— Estarán a salvo en nuestro cuarto hasta la medianoche - agregó Anadil - Aunque, si Essa sigue hablando con ese acento horrible, yo misma podría degollarla

— ¡Solo así puedo conseguir mi voz aguda! - replico Tedros

— Pareces una lechera del Valle de Cenizas - opinó Dot - A mi padre le gustaban las lecheras, guardaba una en el sótano.

— Me alegro de que mi situación les cause gracia - aun tirando de sus pantalones - ¡Ni siquiera puedo pensar en este estúpido cuerpo! El hechizo que uso Merlín para teñir mi pelo me da mucha picazón

— Te dije que era mejor teñirlo realmente, después de todas las pijamadas obligatorias con Sophie aprendes de esas cosas - suspiré, una vez me tiñeron de rubia también

— Te hubiera hecho caso, como siempre - suspiró - Igualmente, ¿a quién se le ocurrió esos estúpidos nombres? Edgar, Essa, Eller, Ella... TODOS EMPIEZAN CON E, ¿QUÉ TIENEN CON LA E?

— Los nombres han sido idea mía - dijo Dot ofendida - Hester me ha dejado elegirlos con la condición de que fingiera amar este lugar para que no supieran que somos espías del Bien. En primer lugar, Agatha y Vivi son nuestras amigas; en segundo lugar, Aric ha estado a punto de matar a Hester y ahora es Decano; y en tercer lugar, no podemos permitir que el Decano convierta a toda la escuela al Mal. No tiene sentido ser del Mal, si no está el Bien contra quien pelear. La E es una bonita palabra y son nombres poco comunes pero divertidos. Pensé durante todas las clases en el nombre perfecto, para que mi padre no pensara que soy una fracasada, para que no crean que soy una fracasada y creí que por fin estarían orgullosos de mí por hacer un buen trabajo - lloriqueo Dot.

Todos fulminamos con la mirada a Tedros mientras yo me acercaba a Dot para poder consolarla.

— Lo lamento, Dot. Solo estoy estresado por toda esta situación - se disculpó Tedros - Además, no quisiera que algunos de mis amigos me vieran así

— Estoy segura de que te han visto en el pasillo - giré a verlo, era como si ahora todo el enojo que tenía saliera fácilmente, como en el calabozo - Chaddick hasta te ha guiñado el ojo y Nicholas te ha silbado, igual de idiotas que tú.

Parecía que a Tedros le hubiesen dado una bofetada.

— Sabía que ella debía estar en el aquelarre - sonrió Hester

— Por fin ha vuelto el aquelarre, solo falta Michelle

— Aunque aún no eres miembro oficial, por supuesto - aclaró Dot

— ¿Los chicos están hambrientos todo el tiempo? Porque podría comerme esta almohada - se quejó Aggie mientras se echaba en la cama

Dot convirtió la almohada en chocolate, Agatha le sonrió agradeciéndole con la mirada, antes de devorar la almohada.

Tedros se tiró a la cama, agotado mentalmente

— Deja de ver como si ser una chica fuera la peor cosa que te ha pasado en la vida. Sé que no es fácil, pero ya hemos ingresado a la escuela. Ahora solo tenemos que culminar con misiones que Merlín nos ha encomendado. — intente de calmarlo

— Mientras tanto, es hora de que nosotras volvamos. Sophie va a empezar a sospechar algo - repuso Anadil, lanzándole una mirada a Hester

— Te dejaremos aquí con Agatha y volveremos después de cenar. Entonces será cuando comiencen con sus misiones, ¿de acuerdo? - dijo Hester

Tedros no respondió. A lo que Hester alzó su uniforme, mostrando una fea cicatriz rosada sobre su vientre.

— He recibido la agresión del cuchillo de Aric para proteger a tu princesa. Para proteger a tu amor verdadero, Tedros. Ahora es tu turno de probar de que estás hecho.

— Hester... — me quede atónita al ver la cicatriz - No sé cómo-

— Tranquila, cariño. Lo volvería a hacer, pero no hagas que me arrepienta - me sonrió - Ahora necesitamos que trabajen en equipo para rescatar a Sophie y salvar a nuestro mundo.

— Lo haremos - dije con seguridad.













⋆ ˚。⋆୨♡୧⋆ ˚。⋆

Hola, ¿Cómo están?

Renací.

Gracias por todo su apoyo con esta historia, en un inicio no pensé que llegaría a ser tan conocida o que siquiera recibiría tanto apoyo, realmente les agradezco por todo <3333

Hace un año comencé a escribir esta historia  y se cumplió un año desde la publicación. Pronto estaré actualizando nuevos capítulos de la historia de Violet Lightcould. (Solo les advierto que su estabilidad emocional puede terminar)

No se olviden de votar, comentar y tomar agua <3

Los quiero mucho y que el próximo año les vaya mejor :D

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro