❁•° C U A R E N T A Y D O S °•❁

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Anteriormente...

—¿Min Ki? Sigo esperando tu respuesta.

El mencionado rápidamente se puso de pie y fue a una de las esquinas de la habitación, en ese momento no quería verlo, ni siquiera quería dar alguna explicación. Era una decisión que lo llego a pensar por mucho tiempo y cuando por fin obtuvo una idea clara no tenía en mente que algo se interpusiera, a pesar de que su madre ha derramado tantas lágrimas, lamentablemente es una situación que ambos conocen perfectamente, una en la cual podrá lloverles tantas oportunidades de trabajo y estudio.

Solo será un proceso difícil en cuanto los primeros días, pero luego de algunos meses estarán como nuevos, tan solo Min Ki tenía la esperanza de que su idea le sirva para borrar todos los errores del pasado.

—Mi madre y yo nos mudaremos.

—¿Qué? ¿Cómo es que..? —El hombre no se lo podía creer, en su cabeza comenzaba a tener varias preguntas, pero lo único que salía de sus labios eran algunas palabras sin sentido.

—Nos iremos lejos, muy, muy lejos —añadió luego de algunos segundos en silencio—. Por lo menos a Han Gil le alegrara la noticia, ¿no crees?

Esta vez lo miró con la misma expresión de un principio, una expresión bañada en la tristeza.

—¿Cuándo se lo dirás?

—No lo haré.

—¿Por qué?

—¿Acaso sigues sin entender que él no me quiere ver? Sus ojos muestran la decepción hacia mí, él quiere que desaparezca de su vida y se lo voy a cumplir. —No se había nado cuenta que el tono de su voz había aumentado, tanto que Jung Hee lo había escuchado desde su habitación. Por parte del peli-negro, sólo lo miraba en completo silencio y con una expresión bastante seria, estaba pensando que sus acciones iban más allá de lo que Han Gil podría soportar.

Porque todo estaba claro.

Han Gil aún se preocupaba por su amigo, por más que lo negara.

—Él lo tiene que saber.

—Algún día pasará, solo hay que esperar que los rumores se esparzan. —Nuevamente se acercó al sillón para tomar sus pertenecías, se colgó la mochila en uno de sus hombros y volvió a mirar a Dong Sun. —Por favor, no le digas nada.

—Min Ki. —Murmuró.

El chico no hizo caso a sus palabras y se acercó a la salida, antes de girar el pomo de la puerta se detuvo y pensó, pensó por algunos segundos. Su cuerpo se giró en dirección al hombre y tragó duro.

—Si me lo permites... quisiera pedirte un último favor. —Nuevamente el silencio reino en el lugar. —Cuida a Han Gil de tipos como yo.

Luego de esto abrió la puerta y salió lo más rápido posible, desde el interior del departamento, el mayor sólo escuchaba como los pasos se iban alejando poco a poco hasta que el silencio era su único acompañante. En ese momento su mente estaba en blanco, no sabía qué hacer. ¿Debería decirle la verdad a Han Gil? ¿O cumplir con la petición de Min Ki?

🗻

Yori miró por última vez a Han Gil y cerró la puerta de la habitación con delicadeza para que el chico no despertara. Esa misma tarde Yori le había contado todo, desde su romance con Dong Sun hasta la noche que lo secuestraron. Cada recuerdo que tenía en su cabeza, cualquier sentimiento, preocupación e ira, se sentía tan agotado y confuso. A pesar de que no eran hermanos de sangre, durante el tiempo que lo lleva conociendo siempre lo trato como su familiar, comenzó a quererlo como si su relación existiera desde que tiene memoria, y ahora que por fin había escuchado la verdad de Han Gil, no sabía cómo ayudarlo, pero tampoco quería contárselo a la abuela sin que ella tuviera otra preocupación.

Sabía que algún día llegaría el momento en el que Han Gil comenzara a recordar todo, pero nunca se imaginó las palabras que le diría para que él fuera capaz de salir adelante, ni siquiera... se imaginó que sería tan difícil todo esto.

Él iría a pedir ayuda sería con una persona que estaría envuelta en la vida pasada de su hermano. Nada más que, Baek Dong Sun.

Tomó sus pertenencias básicas y salió de su hogar en medio de la oscuridad y de los grillos cantar, caminó por varios minutos entre campos de cultivos, caminos de tierra, locales y más hogares, contaba que la posibilidad de encontrarse a un pueblerino eran bajas, pero aun así no fue grosero y deseo una buena noche a las pocas personas que se encontraban en el camino.

Tras un tiempo buscando el número, por fin había dado con él, tocó el timbre y espero a que alguien le abriera. El moreno quien, contaba con su pijama atendió al llamado un poco confundido por la hora, pero su sorpresa se hizo evidente al encontrarse con el hermano de su amigo, saludó y se hizo a un lado para que entrara. El hombre aceptó gustoso y permitió que sus pies se detuvieron cerca de uno de los sillones.

—Lo siento por venir tan tarde, pero me urge hablar con Dong Sun.

—Vaya, en este momento me estoy preguntando qué fue lo que hizo ese mocoso para que todos quieran hablar con él.

—¿Ah? ¿De qué hablas?

—Hoy vino un chico para hablar con él, al parecer no debieron terminar muy bien porque desde que se fue, Dong Sun ha estado muy pensativo.

Así que ese fue el motivo por el cual se fue. —Yori pensó.

—Entiendo...

—Espera un momento, le diré que estas aquí.

El castaño sólo asintió, tras ver como el chico desaparecía por las escaleras se tomó el tiempo de mirar a su alrededor, podía decir que era una sala sencilla, pero bonita. Sin embargo, lo sentía vacía por el siempre hecho de que le faltaba el toque familiar, tal vez una fotografía o recuerdo significativo no estaría mal, pero luego recordó que eran unos visitantes que por simple casualidad uno de ellos se dio cuenta de la existencia de Han Gil.

Escuchó algunos pasos detrás de él y no dudo en girarse, Dong Sun saludó de lejos y Yori sólo se cruzó de brazos un poco pensativo.

—No esperaba su visita, ¿Ha ocurrido algo? Han Gil... ¿Cómo está?

—Él se quedó dormido —contestó. —Desde que te fuiste, él se puso muy mal al punto de llorar casi toda la tarde, como no quedar agotado después de todas las lágrimas que derramó.

—Pero, ¿Por qué?

—Él me conto todo, o más bien lo poco que recuerda... Ya sabes, aquel romance que tuvieron e incluso, el día que desapareció.

Los ojos del menor se abrieron como platos y de sus labios intentó articular una palabra, ¿Era cierto lo que sus oídos habían escuchado? ¿Han Gil había recordado aquella noche? ¿Por qué... por qué no se lo había dicho?

—Desde cuándo... —Tragó duro—. ¿Desde cuándo Han Gil recordó esa noche?

—Desde ayer, al parecer cuando te beso, comenzó a recordar, el shock fue tan grande que por eso se desmayó, ¿extraño no?

—¿Qué quiere decir con eso? —El azabache frunció el ceño.

—¿Por qué recordar una escena tan horrible cuando el momento es tan romántico?

—¿Esta sospechando que soy culpable de todo lo que le ha pasado a Han Gil? ¡¿Yo?! —Gritó. —¿Cómo puede pensar en eso? Nunca sería capaz de hacerle daño a una persona y mucho menos a alguien tan puro como Han Gil.

—No estoy diciendo que tú tengas algo que ver con esto, soy su hermano y seré capaz de defenderlo de cualquier cosa, no permitiré que alguien lo toque, absolutamente nadie.

HyunJack.

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