˖🌹 ❝O24 | 𝑹𝒆𝒄𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂𝒓❞

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—¿Tenemos algún plan para cuando lleguemos? —pregunta Carlos hacia sus amigos mientras veían como se iban acercando poco a poco al reino de DunBroch.

—¿Intentar hablar con Agatha cuenta como parte del plan? —pregunta Jay en respuesta sin estar muy seguro de lo que harán.

—El plan, chicos, es que nos encontremos con Agatha para intentar hablar con ella, intentar descubrir la verdad sobre su compromiso con Callum Macintosh y lograr que ella regrese con nosotros a Auradon —explica Evie con una emocionada sonrisa en su rostro.

—¿Y si no sale bien? —pregunta Jay, pero se queja de dolor luego de sentir un duro golpe por parte de Mal.

El castaño tiene intenciones de reclamar por el golpe, pero Mal le señala a Ben que se encontraba un tanto alejado de ellos, aunque podía escuchar la conversación que todos tenían.

—Aceptaremos su decisión y dejaremos que siga su vida aquí —responde Ben sin alguna emoción en su voz, su vista se mantenía perdida en el castillo que se veía a lo lejos y al cual se acercaban cada vez más.

Evie ve preocupada al joven rey de Auradon y no evita dirigir su mirada hacia sus amigos, Mal y Jay simplemente levantaron los hombros sin tener idea de qué hacer con Ben, pero Carlos se mostró igual de preocupado que la peliazul.

—Intentemos mantenernos positivos —pide Evie mientras ponía una mano en el hombro de Ben que regresó a verla—. Vamos a recuperarla, sin importar lo que pase.

Ben le da una ligera sonrisa a la villana que también sonrió, la peliazul lo abraza por los hombros para intentar animarlo e intenta que los pensamientos negativos desaparezcan de su cabeza, Carlos se les uno a los pocos segundos, pero Mal y Jay mantuvieron sus distancias para evitar arruinar el momento entre los tres amigos.


—Maudie, que bueno que te veo —dice Mérida tras encontrarse con la mujer que le dio una amable sonrisa—. Quería pedirte si podías prepararme dos tazas de té y si podías llevarlas a la habitación de mi hija, pasaré la tarde con ella.

—Por supuesto que sí, majestad —asegura Maudie sin dejar de sonreír—. Se prepararon los postres favoritos de la princesa Agatha, les serviré unos cuantos para que así puedan disfrutar mejor de su té y tal vez sirvan para que ella se anime un poco.

—Muchas gracias, Maudie —agradece la pelirroja, haciendo una ligera reverencia ante Maudie que hizo lo miso segundos antes.

La mujer se apresura para caminar hacia la cocina por lo que le pidió Mérida, mientras que esta soltó un largo suspiro y comenzó a jugar con el anillo que tenía en uno de sus dedos.

—¡Majestad! ¡Majestad! —grita un guardia, alertando a Mérida que regresó a verlo inmediatamente—. Al parecer ha llegado un barco desconocido al puerto del reino, dicen conocer a la princesa Agatha.

—¿Conocen a mi hija? —pregunta Mérida y ve como el guardia asintió con velocidad—. Llévame al puerto, inmediatamente, pero no dejes que mis padres se enteren de esto.

El guardia duda unos cuantos segundos hasta que asintió con velocidad y comenzó su camino junto a Mérida que intentaba no mostrarse nerviosa.

—¡Oiga! —se queja Mal luego de ser empujada por un guardia del reino de DunBroch.

—¿Sus modales aquí es ser agresivos con los visitantes? —pregunta Jay con sarcasmo, intentando soltarse del agarre de otro guardia, pero este era mucho más alto y fuerte que él.

—¡No sea tan agresivo! ¡Mi brazo! —grita Carlos asustado por la musculatura que tenía el guardia que lo sostenía.

—No se atrevan a ponerme una mano encima —advierte Evie duramente hacia otros dos guardias que detuvieron sus intenciones de agarrarla—. Puedo caminar yo sola, no necesito de dos gorilas sin modales que me lleven.

—Suéltenlos —ordena Mérida con seriedad hacia los guardias que regresaron sus miradas hacia ella—. ¿Así tratan al actual rey de los Estados Unidos de Auradon junto a su consejeros reales? ¡He dicho que los suelten!

Carlos mira a sus amigos todavía más asustado por el tono de voz que utilizó la madre de Agatha para gritar las últimas palabras de la oración.

—Creo que ya sabemos de dónde Agatha sacó su carácter —susurra Jay hacia sus amigos, tras soltarse bruscamente de los guardias.

—Pueden retirarse, yo me haré cargo personalmente de ellos —asegura Mérida, recibiendo varias reverencia por parte de los hombres.

Ben no evita ponerse nervioso tras tener la mirada de Mérida sobre él, pero todos esos nervios desaparecen tras ver como la mujer sonrió emocionada.

Mérida se apresura para acercarse a Ben y lo abraza con tanta emoción que logró sorprender a los hijos de los villanos que veían la escena en silencio.

—Me alegra tanto volver a verte, Ben —asegura Mérida, alejándose del mencionado para poder verlo fijamente.

—Igual a mí me alegra verla otra vez, princesa Mérida —responde Ben con educación haciendo una ligera reverencia ante la mujer que le sonrió.

—Chicos —saluda Mérida a todos los hijos de villanos que le sonrieron inmediatamente a la pelirroja—. Oh, Evie.

La peliazul se acerca a Mérida para abrazarla emocionada por tener la oportunidad de volver a verse, la madre de Agatha también abraza por turnos a los demás chicos que correspondieron su muestra de afecto.

—Lamentamos mucho el llegar de imprevisto, pero es algo importante —explica Ben, luego de que la madre de Agatha se alejara de Mal—. Y creo que se da una idea de la razón por la que estamos aquí, necesito verlo.

—Me imagino y me alegra mucho que hayan llegado —asegura Mérida—. Son justo lo que Agatha necesita para poder tomar una decisión, antes de que sea demasiado tarde gracias a mi madre. Síganme, les explicaré todo lo más rápido que pueda.

Mérida comienza a caminar siendo seguidos por todo el grupo de amigos que miraba a su alrededor sorprendidos, la vista de DunBroch era preciosa ya que se basaba en un amplio bosque frondoso y un clima bastante fresco.

Ben fija su mirada en el gran castillo y no evita ponerse nervioso ya que esta muy cerca de su pelirroja, el joven rey juega con el anillo que tiene en su dedo anular izquierdo e intenta darse valor mientras seguía caminando junto a sus amigos.


—Mamá, creí que tomaríamos el té en mi habitación —comenta Agatha sin dejar de seguir a su madre por uno de los extensos pasillos del castillo—. ¿Por qué vamos a la biblioteca?

—Pensé que tal vez podríamos leer un rato para pasar el tiempo, a ti te encanta leer —recuerda Mérida sin conseguir que su hija se diera cuenta de lo emocionada que estaba—. Además, ahí nadie nos molestará.

—¿Con nadie te refieres a la abuela? —pregunta Agatha con diversión, antes de reírse junto a su madre que asintió lentamente.

—Básicamente —responde Mérida, deteniéndose justo enfrente de la puerta que daba hacia la biblioteca—. Entra tú primero.

Agatha frunce el ceño por las últimas palabras de su madre, pero aún así le hace caso sin tener idea sobre lo que Mérida estaba planeando.

Cuando la pelirroja menor se encontraba dentro de la biblioteca, Mérida se encargó de cerrar la puerta con velocidad y ponerle llave desde afuera.

—¿Mamá? —pregunta Agatha, regresando su mirada hacia la puerta de la biblioteca—. ¡¿Mamá?! ¡Oye! ¡No es divertido! ¡Abre la puerta!

Mérida intenta contener sus carcajadas mientras escuchaba los gritos de su hija junto con los golpes que le daba a la puerta.

—¡Mamá! —se queja Agatha con fuerza, comenzando a sonrojarse por la molestia que sentía—. ¡¿Qué no tienes nada mejor que hacen que andar molestándome?! ¡Se supone que eres mi madre!

Agatha pone los ojos en blanco y se da la vuelta para entrar mucho más a la gran biblioteca del castillo, la pelirroja mira a su alrededor hasta que su mirada se detiene en lo que parecía una silueta en medio de la habitación.

—¿Hola? —pregunta Agatha con desconfianza, sin reconocer el rostro de la persona que se mantenía escondido entre las sombras.

Agatha detiene sus pasos de golpe tras poder reconocer el rostro del chico que caminó lentamente hacia ella, la princesa contiene la respiración y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas luego de ver el rostro de Ben.

—¿B-Ben? ¿Qué e-es...? —Agatha no puede terminar de preguntar ya que vio como el castaño se comenzó a acercar a ella con seguridad.

La pelirroja tiene intenciones de decir algo, pero Ben la interrumpe tomándola de las mejillas con delicadeza y besándola con necesidad. 

Agatha se mantiene quieta unos cuantos segundos, intentando procesar lo que estaba ocurriendo, hasta que cerró los ojos y correspondió el necesitado beso que Ben había comenzando.

La princesa enreda sus brazos en el cuello del joven rey y suelta un bajo jadeo tras sentir como este la tomó con fuerza de las caderas para pegarla a su cuerpo, Agatha comienza a jugar con el cabello de Ben mientras que este subió una de sus manos por toda la espalda de la chica hasta llegar a su nuca.

Ben hace que Agatha comience a retroceder hasta que pegó la espalda de su pelirroja contra uno de las tantas estanterías de la gran biblioteca.

La respiración de ambos herederos a la corona se encontraba acelerada, sus corazones palpitaban con velocidad y sus manos hormigueaban por todas las sensaciones que recorrían sus cuerpos. Por la emoción que sentían tras volver a verse por largas semanas.

Agatha no evita soltar un bajo gemido tras sentir una ligera mordida en su labio inferior por parte de Ben que fue alejándose de ella lentamente.

—¿Qué e-estas haciendo a-aquí? —pregunta Agatha con dificultad—. ¿Cómo es que...?

Ben se niega a escuchar todas las preguntas que tendría su princesa y vuelve a besarla con necesidad una vez más, necesitaba sentirla cerca un poco más para poder sentirse tranquilo, para poder calmar su ansiedad por haberla tenido lejos tanto tiempo.

—Vine por ti —dice Ben con un tono de voz diferente que hizo que las mejillas de Agatha tomaran un ligero color carmesí—. Vine a recuperarte, Agatha.

La seguridad de las palabras del castaño consiguiendo que la mente de la mencionada quedara en blanco por varios segundos, Agatha cierra los ojos y vuelve a corresponder el necesitado beso que Ben dejaba en sus labios una vez más.

La pelirroja pasa sus manos por el pecho del joven rey de Auradon sintiendo como el corazón de ese se encontraba acelerado.

—Lamento tanto lo que pasó —se disculpa Ben tras alejarse de los labios de su pelirroja que intentó recuperar la respiración—. No debí de tratarte de esa manera cuando estabas siendo sincera conmigo, no hay día que no me arrepienta por haberte dicho todas esas palabras.

Ambos jóvenes se miraron fijamente por varios segundos, en los ojos de Ben de reflejaba la culpa y la desesperación, mientras que en los ojos de Agatha se reflejaba el amor que sentía por el castaño, aunque ella no se diera cuenta.

—Por favor, vuelve conmigo Aggie —suplica Ben en un susurro, tomando la mano derecha de la mencionada que se encontraba en su pecho.

Agatha baja la mirada hacia su mano y se da cuenta de como Ben dejó sobre la palma de su mano el anillo que le pertenecía al castaño, el primer anillo que le dio hace varios meses atrás.

—Aunque q-quiera irme, este es m-mi hogar —explica Agatha por lo bajo, intentando no derramar las lágrimas que tenía contenidas—. Tengo v-varias responsabilidades aquí, hay muchas c-cosas en riesgo, mi pueblo me n-necesita y mi abuela...

Agatha no puede terminar de hablar ya que Ben la interrumpió tomándola de las mejillas con delicadeza y dejando un casto beso en sus labios.

—A los dos nos separan muchas cosas, la corona de nuestros reinos es una de ellas, pero estoy dispuesto a lo que sea con tal de que te quedes a mi lado —asegura Ben mirando fijamente a la pelirroja que se veía abrumada—. No me importa causar una guerra con tal de que pueda tenerte conmigo, Agatha.

Los ojos de ambos mostraron un breve destello dorado luego de que se miraran fijamente, Ben se inclina para juntar su frente con la de Agatha, la cual cerró sus ojos fuertemente y pasó su mano libre por la espalda del joven rey.

Te amo, Agatha —susurra Ben logrando que la pelirroja soltara un bajo sollozos—. Ya no puedo imaginar mi vida sin ti, te amo más que a mi vida.

Agatha abraza por el cuello de Ben sin soltar el anillo que este le dio, comienza a jugar con su cabello castaño con su mano izquierda mientras intentaba controlar sus lágrimas.

—¿Tú no me amas? —pregunta Ben en un susurro, alejándose un poco de Agatha para verla fijamente.

La pelirroja inclina su cabeza hacia un costado mientras la manos de Ben tomaron su cintura con delicadeza, Agatha dirige su mano izquierda hacia la mejilla del joven rey para comenzar a acariciarla lentamente.

Te amo, Ben —afirma la princesa en un susurro, sintiendo un peso menos en su corazón tras poder decir esas palabras—. Te amo tanto que...

Ben no deja que su pelirroja siga hablando ya que volvió a besarla, Agatha corresponde el beso mientras derramaba varias lágrimas.

Sus cuerpos se acercaron todavía más por la necesidad que tenían de sentirse cerca, Agatha por fin había revelado sus verdaderos sentimientos hacia Ben, esos que había estado evitando y ocultando durante todo el tiempo que estuvieron juntos en Auradon.

Esos sentimientos que eran correspondidos, pero que podían causar una guerra entre los reinos de ambos jóvenes amantes.


Lamento mucho las constantes desapariciones que tengo en está historia, pero es que me encuentro mucho más enfocada en el fanfic que tengo de Edward Cullen ya que se acerca su final :3

Me sorprende mucho el hecho de que pasando dos días de la publicación de algún capítulo en este fanfic, no tardan en llegar -por lo menos- a las quinientas vistas, por no decir que a las mil vistas ;-;

Muchísimas gracias por tomarse el tiempo para leer esta historia pese a que aveces se me olvida actualizar T^T

¿Qué les pareció el capítulo, hermosas personitas? ¿Les gustó? ¿No les gustó? ¿Qué creen que sucederá en el próximo capítulo ahora que Ben y todos los demás se encuentren en DunBroch con Agatha? ¿No creen que ya fue mucha felicidad para ellos?

Quiero leer sus teorías acerca del próximo capítulo y la opinión que tienen sobre este en particular, me encanta leer sus comentarios :3

Oficialmente solo faltan cinco capítulos para que este segundo acto llegue a su fin T^T

En fin, espero que el capítulo de este día les haya gustado y que haya servido para que me perdonaran por mi inactividad :'v

No se olviden de votar y de comentar qué les pareció, tampoco se olviden de cuidarse en donde sea que se encuentren y de que los amo con todo mi corazón❤️

🌹𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀🌹


Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.


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