˖♡ ❝𝑳𝑨𝑺𝑻 𝑨𝑪𝑻 ━━━ 𝑻𝒉𝒆 𝑫𝒂𝒏𝒄𝒊𝒏𝒈 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆𝒔𝒔❞

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୨🏀୧‿‿୨🩰୧‿‿୨🏀୧

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Cuatro Años Después

—Una cosa es que te haya dicho que tenía unos días libres porque mis exámenes se adelantaron, pero eso no significaba que nos utilizaras de tus esclavos —dice Gyeong-Su con la respiración agitada ya que había cargado varias cosas junto a los demás.

—No son mis esclavos, son mis amigos —corrige Su-hyeok caminando de un lado para el otro intentando que todo estuviera perfecto.

—¿Y qué ganamos nosotros? —pregunta Woo-jin lanzándole una botella de agua a Cheong-San, que se sentó junto a Gyeong-Su en el suelo.

—Que sus chicas no los ahorquen —responde Su-hyeok asegurándose de que todas las velas estuvieran puestas en un buen lugar.

—Un momento, yo no tengo ninguna chica —corrigen Gyeong-Su y Dae-su casi al mismo tiempo.

—Creí que estabas intentando algo con I-sak, Cheong-San consiguió enamorar a On-jo, Woo-jin y Nam-ra son novios, Dae-su... sigue siendo Dae-su —dice Su-hyeok divertido consiguiendo una mala mirada por parte del mencionado.

—Voy a fingir que no me dolió tu comentario —dice Dae-su haciendo reír a sus amigos—. Además, no soy el único soltero del grupo, Joon-young todavía no tiene novia.

—No es cierto, tiene novia hace como cuatro meses —asegura Woo-jin viendo con diversión como su mejor amigo abrió un poco la boda estando indignado.

—¡¿Por eso no vino?! —pregunta Dae-su incrédulo—. Cambió a Su-hyeok por una mujer, yo tuve que hacer un espacio en mi apretada agenda de Idol para poder venir.

—El primero que nos cambió por una chica fue Su-hyeok —recuerda Cheong-San sin dejar de mirar la pantalla de su teléfono ya que se encontraba hablando con su novia.

—Cierto, y ahora será el primer del grupo en ponerse la soga en el cuello —se burla Gyeong-Su consiguiendo una mala mirada por parte del pelinegro.

—Desde el Instituto quise ser el compañero de vida de Ha-neul, ahora que la tengo a mi lado no la dejaré ir de ninguna manera —asegura Su-hyeok ignorando las expresiones de asco de sus amigos.

—Entonces quieres amarrar a Han —se burla Woo-jin antes de esquivar con agilidad la botella de agua vacía que le lanzó Su-hyeok.

—Los dos siguen estando estúpidamente enamorados del otro desde el Instituto —comenta Cheong-San tras apagar su teléfono—. Son igual de melosos y cursis que en la escuela, no cambiaron en nada todos estos años.

—Tú de verdad no tienes ningún aprecio por tu vida, quieres casarte con la hija mayor del coronel Jin del estado de sitio —recuerda Gyeong-Su cruzándose de brazos—. ¿Ya le pediste a tu suegro la mano de Han?

—No —se apresura a decir Su-hyeok demostrando su miedo por el coronel—. Si todo sale bien, cenaremos con ellos mañana y ahí lo haré.

—Si es en la casa del coronel, probablemente te entierre vivo en su patio —se burla Woo-jin y se ríe junto a Dae-su.

—¿Van a seguir burlándose de mí o me ayudarán a terminar de decorar? —pregunta Su-hyeok molesto hacia sus amigos que siguieron riéndose de él.

—Nos burlaremos de ti un poco más y luego te ayudamos a decorar —asegura Gyeong-Su con diversión en su voz.

—Nos burlaremos de él en otro momento, Nam-ra me acaba de enviar un mensaje diciendo que ya vienen en camino —dice Woo-jin preocupado consiguiendo asustar a todos los chicos.

El grupo de amigos comenzó a correr de un lado a otro para intentar terminar de decorar el departamento que Su-hyeok había comprado para Han, era una sorpresa para su aniversario número cinco de noviazgo, pero ahora lo adelantaría ya que es un buen lugar para llevar acabo la sorpresa que tiene para su chica.

—¿Por qué siempre tengo que ser yo el imbécil que haga un camino de flores? —se queja Gyeong-Su intentando tirar lo más "simétrico" posible las flores y que formaran un pasillo hacia el punto en donde sería acabo la gran pregunta.

—Porque eres el único imbécil disponible, los demás están ocupados —responde Su-hyeok con velocidad, encendiendo cada una de las velas con ayuda de Woo-jin.

—¿Preparamos la champagne de una vez? —pregunta Cheong-San desde la cocina del departamento.

—¿No consideraste la posibilidad de que Han te diga que no? —pregunta Dae-su limpiando lo más rápido que puede las múltiples ventanas de la sala.

—Para eso existe el gran balcón y yo compré dos botellas de alcohol, por si Su-hyeok necesitara deprimirse —dice Gyeong-Su ignorando como Su-hyeok regresó a verlo—. ¡Oye, idiota! ¡Me dolió!

—Han me dirá que sí porque los dos queremos casarnos, ya lo hablamos hace tiempo —asegura Su-hyeok intentando que sus nervios no lo traicionen y decida salir corriendo.

—Ya están en el elevador —avisa Cheong-San saliendo de la cocina con velocidad con su teléfono en mano—. ¡¿Y los globos?!

El grupo de amigos siguió corriendo de un lado a otro con desesperación sintiendo la presión cada vez más fuerte, Su-hyeok manda a que sus amigos se escondan en alguna de las habitaciones ya que quería que todo fuera privado entre su novia y él.

—¿Seguras que la fiesta es aquí? —pregunta Han confundida admirando lo que era el pasillo del lujoso edificio.

—Eso decía la invitación —miente On-jo guiando a la castaña junto a I-sak y Nam-ra—. Número dos mil cuatro, aquí es.

—No parece que hubiera una fiesta —comenta Ha-neul con desconfianza viendo como Nam-ra se agacho para buscar algo entre la planta que se encontraba junto a la puerta.

La pelinegra toma la llave del departamento y abre la puerta con agilidad, Han es la primera en pasar al lugar ignorando como sus amigas habían entrado detrás de ella en completo silencio. Nam-ra toma la mano de On-jo y junto con I-sak se encaminan hacia otra habitación del departamento sin que Ha-neul pudiera darse cuenta.

—Perfecto, ahora me dejaron sola —se queja Han en un susurro admirando la decoración de su alrededor.

La chica decide seguir el camino de pétalos de rosas que había en el suelo y mira cada uno de los globos que se encontraban colgando del techo, en el final de su listón se encontraban pegadas algunas fotos que Ha-neul pudo reconocer.

—Oh, Su-hyeokssi —susurra la joven con una sonrisa en su rostro tomando con cuidado la foto en donde se podían apreciar a los dos en su graduación del Instituto Hyosan—. Parece que fue ayer cuando nos graduamos, pero ya pasaron...

—Ya pasaron casi cinco años de eso —habla Su-hyeok consiguiendo que Han regresara su mirada hacia él—. Cinco años que pude compartir a tu lado porque me diste el privilegio de hacerlo, los cinco años más valiosos de mi vida.

Ha-neul se acerca a su novio teniendo su corazón acelerado, toma la mano que Su-hyeok le extiende y ambos se sonrieron sin dejar de mirarse con adoración, seguían mirándose de la misma manera que cuando tenían diecisiete años.

—¿Qué es todo esto? —pregunta Ha-neul emocionada dándose cuenta de la manera que la decoración del suelo había cambiado.

Habían algunas velas encendidas en el suelo, el camino de pétalos no habían cambiado, pero ahora habían diversas flores blancas por cada orilla del lugar.

—¿Tenemos permiso de estar aquí? —pregunta Han con falso miedo haciendo reír a su chico que asintió con una sonrisa—. ¿De quién es este lugar?

—Es nuestro —revela Su-hyeok por fin viendo la sorpresa en el rostro de su novia—. Y-Yo lo compré hace u-unos meses, quería que fuera tu r-regalo de aniversario.

—Pero para nuestro aniversario faltan dos meses —asegura Ha-neul confundida dándose cuenta de la manera en que Su-hyeok tragó saliva nervioso—. Mi amor, ¿qué ocurre?

Han sigue la mirada de Su-hyeok y ve lo que creía que eran las llaves del departamento colgada en uno de los hilos de los globos. Ha-neul decide acercarse para tomarla, ignorando el hecho de que Su-hyeok aprovechó su distracción para hincarse y sacar una pequeña cajita de terciopelo rosa.

—Si es un reglo de aniversario, ¿por qué...? —Ha-neul no puede terminar de hablar ya que regresó su mirada hacia Su-hyeok que se encontraba hincado enfrente de ella.

La castaña deja caer las llaves que tenía en manos al suelo por la impresión, cubre con su mano izquierda su boca por la emoción y la otra fue tomada por Su-hyeok.

—Jin Ha-neul —habla Su-hyeok tras tomar valor y sin dejar de ver fijamente a su novia—. Me enamoré de ti desde el momento en que te vi por primera vez en ese callejón de Hyosan defendiéndote de un grupo de imbécil que intentó abusar de ti, he estado perdidamente enamorado de ti a lo largo de siete años y he podido ser tu novio durante casi cinco, te agradezco el hecho de que hayas podido darme el privilegio de ser tu novio y no dejarme como uno más de todos tus admiradores.

La chica no evita reírse avergonzada por las palabras del pelinegro y se muerde el labio inferior tras poner su mano izquierda en su pecho.

—Han, mi princesa bailarina... —la voz de Su-hyeok no evita romperse por los nervios, pero se recupera y abre con agilidad la cajita de terciopelo que tiene en mano—. ¿Me concederías el honor de ser tu esposo y que compartamos lo que resta de nuestras vidas juntos?

Ha-neul contiene un sollozo al poder apreciar el hermoso anillo de compromiso que Su-hyeok le ofrecía, era de oro y tenía en el centro un diamante de un tamaño considerable que brillaba hermosamente, la argolla era rodeada por pequeños diamantes que lo hacían ver todavía más costoso, hermoso, único y elegante.

Justo como Su-hyeok veía a Ha-neul, alguien hermosa por dentro y por fuera, única, elegante a su manera, pero sobre todo como un bello diamante que estaría dispuesto ha admirar.

—Sí —susurra Han sin pensarlo mucho y derramando las primeras lágrimas de emoción—. Sí quiero compartir mi vida contigo, Lee Su-hyeok. Es lo que más he deseado desde que estamos juntos.

El pelinegro no evita soltar un suspiro aliviado que hizo reír a su ahora prometida, el hecho toma con cuidado el anillo de compromiso, deja la cajita en el suelo para levantarse y quedar enfrente de Ha-neul que no dejaba de sonreír.

Su-hyeok toma con cuidado la mano izquierda de Ha-neul y desliza con delicadeza el anillo de compromiso en su dedo anular izquierdo.

Los dos sonrieron luego de darse cuenta de que el anillo le quedaba perfectamente a la castaña que ya se encontraba mirando fijamente a su prometido.

—Ahora no podrá volver a escapar de mí, futura Señora de Lee —susurra Su-hyeok tras tomar la cintura de su prometida y pegarla a su pecho.

—No es como si quisiera hacerlo, además, usted tampoco podrá escapar de mí —susurra Ha-neul rozando sus labios con los de su futuro esposo—. Será mío lo que resta de su vida.

—Siempre he sido suyo —responde Su-hyeok antes de besar con necesidad a su prometida que no dudó en corresponder el beso.

Ambos se alejaron de los labios del otro al escuchar los gritos emocionados de sus amigos que entraron a la habitación, Ha-neul esconde su rostro en el cuello de Su-hyeok que se aferró a su cintura mientras sonreía y escuchaban todas las felicitaciones de sus amigos.


—No estés nervioso, no es como si nunca hubieras cenado con ellos —comenta Ha-neul divertido hacia su prometido que caminaba a su lado teniendo sus manos entrelazadas.

—Sí, pero está vez es diferente —le recuerda Su-hyeok temeroso—. Voy a pedirle a tu padre tu mano en matrimonio, de por sí temí que me asesinara cuando le pedí su permiso para poder estar contigo, ahora lo hará en serio.

—Cualquiera que te escuche creería que mi papá es un monstruo sin corazón —asegura la castaña reconociendo la puerta del hogar de sus padres.

—Mi cielo, es el comandante del estado de sitio, es un monstruo sin corazón cuando es necesario... y sé que hoy lo será conmigo —susurra Su-hyeok consiguiendo que su futura esposa comenzara a reírse—. ¿Y si mejor nos vamos?

—Ya estamos aquí y no podemos cancelarles a mis padres a la mera hora —le recuerda la castaña tocando el timbre del departamento.

¿Quién es? —se escucha por el micrófono de la cámara de seguridad de la puerta.

—Tu princesa y tu yerno —habla Han con un tono dulce consiguiendo que su padre sonriera al otro lado de la puerta.

Pasen —dice el hombre antes de quitarle el seguro a la puerta y dejar que la joven pareja entrara al lugar.

La futura pareja de casados saluda al coronel con respeto y a su esposa que se acercó a ellos, Su-hyeok le entrega a su suegra los regalos que había comprado para ellos.

—Tengo que ayudar a mi mamá con la cena, aprovecha que mis hermanos están en sus habitaciones jugando y que te quedarás a solas con mi papá —comenta Han en un susurro hacia su prometido que asintió con miedo—. No te hará nada, y si te llega a negar mi mano, estoy dispuesta a escaparme contigo para que podamos casarnos.

Su-hyeok no evita sonreír tras escuchar las palabras de su prometida que le dio una radiante sonrisa, los dos se acercan al otro para besarse cortamente antes de que se separaran.

El padre de Ha-neul había salido al balcón de la sala para poder estar a solas un rato y disfrutar de la vista que tenía su hogar, Su-hyeok toma valor y camina lentamente hacia el balcón en donde se encontraba su suegro.

—Coronel Jin —habla Su-hyeok tras salir del departamento, pero no consiguió que su suegro regresara su mirada hacia él.

—Debo admitir que te tenía poca confianza cuando me pediste permiso para ser el novio de mi hija —habla el hombre con una extraña tranquilidad en su voz—. Creí que lo de ustedes no duraría más de un año, pero me demostraste lo enamorado que estás de mi princesa y de que de verdad la amas más que a tu vida.

—Yo adoro a su hija, Señor Jin —asegura Su-hyeok deseando que el hombre le permita casarse con Ha-neul—. Yo siempre he querido lo mejor para ella, sé que no soy de su agrado y que sigue sin tenerme confianza, pero yo he amado a su hija desde que estábamos en el Instituto.

—No es que no me agrades —admite el hombre tras soltar un largo suspiro—. Tengo miedo de perder a mi hija una vez más, pero que esta vez sea para siempre.

—Yo jamás me interpondría en su relación, Ha-neul siempre quiso tener una familia que la amara y no le exigiera ser perfecta todo el tiempo —explica Su-hyeok dando un paso hacia el hombre—. Cuando usted se contactó con ella luego de la sentencia de los Señores Lee, Han tenía sus dudas sobre querer formar una relación con usted, yo le recomendé que no perdiera la oportunidad que la vida le estaba dando para tener la familia que había deseado, yo no quería seguir viéndola sufrir por los Lee, prefiero mil veces que me hagan daño a mí antes de que toquen tan siquiera un cabello de Ha-neul.

El coronel sonrió ligeramente por las palabras de Su-hyeok y por darse cuenta de que lo decía con sinceridad, el hombre regresa su mirada hacia su yerno que tomó una postura derecha ante él.

—Sé que mi hija será feliz a tu lado, puedo dormir tranquilo sabiendo que un hombre como tú será su esposo —asegura el hombre poniendo una mano sobre el hombro de Su-hyeok que lo vio sorprendido—. El anillo de compromiso que le diste a mi princesa no es nada discreto, pero ella se merece eso y más.

Su-hyeok suelta un suspiro aliviado y sonríe ligeramente.

—Tienes mi permiso y mi bendición para casarte con mi hija, Lee Su-hyeok —acepta el coronel Jin mientras extendía su mano libre hacia el chico—. Solo prométeme que la seguirás cuidando como lo hiciste todo este tiempo, que la harás feliz y que no la lastimarás.

—Se lo juro, Señor Jin —dice Su-hyeok con seguridad y estrecha su mano con el hombre que le dio una ligera sonrisa.

Ha-neul toma la mano de su madre que se encontraba en su hombro y sonríe emocionada al ver como su padre abrazó a Su-hyeok tomándolo por sorpresa.

La joven pareja tenía la aceptación y la bendición de sus padres, ahora tenían que hacer una reunión en donde las dos familias convivieran y se oficializara su compromiso. Algo sencillo, pero muy arriesgado.

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Aunque Su-hyeok y Ha-neul tuvieran sus dudas sobre que la reunión que programaron con sus padres sería exitosa, al final si fue así.

Tanto la familia Jin como la familia Lee quedaron encantados con el otro, congeniaron demasiado bien y dejaron tranquilos a los futuros esposos con respecto a su relación como consuegros.

Ji-Hyun y Sae-bom se encontraban en la sala del departamento de los Lee hablando sobre algunas posibles ideas para la ceremonia de matrimonio de sus hijos, por otro lado, Yi Hyun y el coronel Jin terminaban de preparar la cena conversando un poco sobre la fecha aproximada en que querían que la boda de sus hijos se realizara.

—Me sorprende la facilidad con la que congeniaron, parecen amigos de toda la vida —dice Ha-neul hacia Su-hyeok que se encontraba espiando a sus progenitoras junto a ella.

—No debimos dejar que ellas organizaran la boda, mi mamá es demasiado perfeccionista —asegura Su-hyeok teniendo una idea sobre las ideas que tendría su madre para la ceremonia.

—Yo igual quiero que sea perfecto, solo me casaré una vez —le recuerda Han regresando su mirada hacia él y dándose cuenta de la manera en que sonreía.

—Yo seré el único hombre en tu vida —asegura Su-hyeok en un susurro dejando un rápido beso en los labios de su amada.

—Eso no es cierto, podría venir otro hombre —comenta Ha-neul divertida dejando de espiar a su madre y a su suegra para recargar su espalda en la pared detrás de ella.

Su-hyeok sonríe incrédulo y deja una de sus manos al costado de la cabeza de su prometida, mientras que la otra la dejó en la cintura de la castaña.

—¿Ah, sí? —pregunta el pelinegro con diversión inclinándose para rozar sus labios con los de su futura esposa—. ¿Y quién será ese hombre?

—Nuestro hijo —dice Han con seguridad y enreda sus brazos en el cuello del pelinegro—. Posiblemente tengamos un hijo, más adelante, obviamente.

—¿Quieres que tengamos hijos? —pregunta Su-hyeok sorprendido y teniendo un sonrojo en sus mejillas por las palabras de su prometida.

—¿Tú no? —pregunta Han en respuesta luciendo un poco preocupada.

—No, c-claro que quiero t-tener hijos contigo —asegura Su-hyeok inclinándose para dejar cortos besos en las labios de su futura esposa—. Por Buda, como me encantaría tener un hijos contigo, siempre y cuando tú quieras.

—Claro que lo quiero, pero dentro de algunos años —explica Han dándose cuenta de la manera en que los ojos de Su-hyeok brillaban emocionados—. Tenemos mucho tiempo para poder estar juntos, nadie volverá a separarnos.

—Intentaré hacerte feliz todos los días que estemos juntos, mi princesa bailarina —susurra Su-hyeok para rozar su nariz con la de su castaña—. Pude estar con la chica de mis sueños, con la bailarina estrella del Instituto Hyosan.

—Bueno, yo pude encontrar la felicidad y el amor junto al jugador estrella de básquetbol —responde Ha-neul con el mismo tono de voz y junta sus labios con los de Su-hyeok.

La futura pareja de casados se besó por unos cuantos segundos hasta que escucharon a sus padres hablarles ya que la cena se encontraba lista, los dos se alejan y entran al departamento con sus manos entrelazadas, estando listos para lo que la vida les tenía preparados de ahora en adelante.

Solo que esta vez lo enfrentarían juntos, siendo la bailarina estrella y el jugador de básquetbol.


Y hemos llegado al final de está historia T-T

De verdad espero que les haya gustado este final (algo cagado con las últimas líneas) y en sí toda la historia, la hice con mucho amor a todos ustedes.

Todavía falta el epílogo por lo que me guardaré mis palabras para ese momento ;D

En multimedia se encuentra el anillo de compromiso de mi niña Han y aquí abajo les dejo el vestido que llevó Han para su propuesta de matrimonio, además de una imagen de referencia de cómo fue decorado el departamento por Su-hyeok y sus amigos:

Estoy intentando contener mis palabras para los agradecimientos, pero no creo poder cumplirlo >-<

Les agradezco infinitamente toda la paciencia que me tuvieron para terminar está historia, la manera en que entendieron mis constantes bloqueos y episodios de ansiedad. Sinceramente, no merezco todo el amor que ustedes me han dado desde el inicio de TUD.

Muchas gracias por haber llegado a este punto, si leyendo TUD y terminaron de leer esta rara historia pongan este emoji "🧬".

No se olviden de votar y de comentar qué les pareció el final, de cuidarse mucho y que dentro de poco nos leeremos una última vez en el epílogo, como igual, en los agradecimientos.

Tampoco se olviden de que los amo con todo mi corazón y que espero que les haya gustado esta historia❤️


🩰𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀🩰


Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.


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