Pov Narradora Omnisciente.

Habían pasado algunos meses desde que el rubio había quedado en coma, la familia había decidió no desconectarlo aún. Todavía tenían una pequeña esperanza de que reaccionará y todo volviera hacer lo que era antes.

No está de más decir que todo el que conocía a el omega estaba devastado, empezando obviamente con la familia del chico, su padre y su madre, no podían asimilar que esto estuviera pasando y mucho menos a su hijo único.

Tenemos al moreno, el predestinado del omega. Desde ese día no volvió hacer el mismo, empezó a estudiar en casa, no salía con sus amigos, ni familia y en sus tiempos libres estaba en el hospital, esperando a que el rubio abriese por fin sus ojos.

No podemos olvidar a sus mejores amigos, Park JiMin, el omega pelirosa y Kim TaeHyung, el alfa de sonrisa cuadrada.
El omega menor había sido internado en un hospital psiquiátrico, ya que le habían detectado que el pequeño sufría esquizofrenia.
El alfa... Tampoco iba muy bien después de lo que paso con SeokJin. Había empezado a descuidar sus estudios y su omega se había ido a Irlanda, por obligación de sus padres.

Nadie estaba bien.

—SeokJin —llamo el peligris al omega que estaba acostado en la cama —Por favor despierta, hermoso —rogó tomando sus manos y compararlas con las del contraria —¿Recuerdas cuando te gustaba comparar tus manos con las mías? —preguntó con un tono melancólico mientras una traicionera lagrima bajaba por su rostro —Y cuando te fijabas que la mía era más grande... Se te escapaba un puchero —dijo bajando la mirada y soltando las manos del contrario—.

—¿R-recuerdas nuestra primera cita? —preguntó con un leve tartamudeo debido a el nudo en su garganta —Y-yonGi y JiMin la organizaron... N-nunca voy a olvidar eso —soltó caminando por la habitación —Cuando te ponías celoso... Tus chistes malos... Tu risa tan tuya... Las noches que hacíamos el amor... Las mañanas de mimos... Los besos en el parque —enumeró soltando en llanto—.

—L-las madrugadas... En las que no P-podíamos dormir —dijo posando sus manos en su cara tratando de secar las lagrimas que seguían bajando —Cuando cantabas bajito... N-nunca te lo dije, tu voz es P-perfecta amor —soltó mirando el exterior desde la ventana —¿Recuerdas nuestro P-primer beso? —preguntó esperando que alguien le respondiese pero no fue así —Fue en tú departamento, después de que YoonGi llegará a ver a JiMin —explico tomado la chaqueta que estaba en el piso—.

—Se terminó el turno de visita —dijo acercándose al rubio y pasar sus manos suavemente en el rostro del omega —M-me gustaría quedarme más tiempo, amor —dijo besando suavemente la mejilla del contrario —Pero, reglas son reglas....Po-por favor mañana, abre tus H-hermosos ojitos —suplico dejando un pequeño beso en los labios del omega, para luego ponerse su chaqueta he irse—.

Mañana será otro día, es lo que decía el alfa mientras caminaba a su hogar.

—¡Déjenme salir! —suplico el pequeño de mejillas regordetas —¡Mi Hyung me necesita! —espetó tirando algunas cosas de su habitación—.

—¿Otra vez tú Park? —preguntó con sarcasmo un médico de turno nocturno —Ya sabes que no vas a salir, hermoso —dijo para luego acercarse al pelirosa y tocar un poco sus caderas—.

—¡Déjame! ¡Por favor! ¡Suéltame! —grito con todas sus fuerzas el omega —¡Hyung! ¡Ayuda! ¡Hyung! —suplico tratando de zafarse del médico—.

—¡Te dije que no! —espetó sujetando al omega con fuerza —Voy a divertirme un rato, precioso —dijo inyectando una sustancia en el brazo del pequeño —Dulces sueños, hermoso —dijo antes de empezar a desabrochar un botón de su pantalón—.

No se sabía quien sufría más, si el alfa peligris que tenía que ver a SeokJin conectado a tantas máquinas a diario, o el omega pelirosa que pasaba tantas cosas en ese hospital a diario.

Pero en definitivas... Nadie estaba bien.

[...CONTINUARÁ...]

Llore escribiendo la parte de NamJoon.
Se me hizo el corazón chiquito 😢🎀
¡No puedo creer que falte tan poco!
Luego entenderán a lo que refiero

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