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—¿Qué haces aquí? —pregunta Layla confundida tras alejarse de Amelia que frunció el ceño ligeramente.

—¿No me extrañabas, maldita? —pregunta Amelia indignada antes de ver como Layla sonrió con emoción, por fin dándose cuenta de lo que pasaba.

—¡Claro que te extrañaba! —asegura Layla antes de abrazar con fuerza a Amelia que no evitó reírse dulcemente—. Me hacías mucha falta.

Algunos clientes miraban la escena confundidos, pero no tardaban en regresar sus miradas hacia su desayunos o a sus familias. Los Cullen se mantuvieron mirando con atención a las dos chicas que se mantuvieron abrazando con emoción.

—Alice —habla Jasper hacia la vampiresa, el rubio se mantuvo mirando a su chica desde lejos junto con sus hermanos.

—Es su mejor amiga, las dos vienen del mismo orfanato —explica Alice mientras hizo una pequeña mueca con sus labios—. A las dos las adoptaron al mismo tiempo, pero no las mismas familias.

—Amelia, ¿qué haces aquí? —pregunta Andrea confundida llegando con ellas, las dos jóvenes se alejaron de la otra y miraron a la mujer.

—Andrea, que gusto me da verte —dice Amelia con una falsa sonrisa sin dejar de tomar el brazo de Layla que se encontraba sonriendo con emoción—. Pues mis padres quisieron cambiar de aires y bueno, les sugerí que viniéramos a Forks con ustedes, ¿no es increíble?

—Por supuesto que sí, es muy... lindo verte aquí —dice Andrea con falsedad recibiendo una sonrisa falsa por parte de Amelia que asintió—. Una visita inesperada.

—El café les quedó maravilloso, Layla me contó algo de sus arreglos, pero se quedó ciertamente corta —asegura Amelia mirando a su alrededor sorprendida y analiza a cada uno de los clientes, la mirada de la rubia se detuvo en una mesa específica.

Amelia frunce el ceño ligeramente analizando a cada uno de los Cullen, su mirada se detiene en Jasper y en Edward antes de que regresara su mirada hacia Andrea sin darle importancia a los chicos.

—Es algo increíble ver las enormes modificaciones que le hicieron al restaurante cuando según ustedes no tenían dinero —comenta Amelia con doble sentido dándose cuenta de que Andrea se puso nerviosa—. En fin, aunque creo que lo recuperaran con las ventas que hacen todos los días.

—Seguro que sí —comenta Andrea jugando con sus dedos nerviosa sin darse cuenta de que las dos jóvenes miraron sus manos por reflejo.

—La mujer esta nerviosa y tensa —asegura Jasper hacia sus hermanos que analizaban a Andrea con detenimiento.

—Le tiene miedo a la mejor amiga de tu chica —asegura Edward hacia Jasper tras leer los pensamientos de la mujer mayor.

—Ella sabe todo lo que hacen, por eso le tienen miedo —explica Alice jugando con agilidad con la pluma que tiene en mano.

—¿Dónde esta Marco? —pregunta Amelia con falsa emoción dirigiendo su mirada hacia la cocina.

—¡Ya está la orden! —grita Marco hacia Layla, pero detuvo sus movimientos al momento de ver a Amelia Beckham junto a su hija adoptiva.

—Hola Marco —saluda Amelia con falsedad al hombre que trago saliva nervioso antes de darle un ligero asentimiento a la chica—. ¿Cómo ha estado la escuela Layla? Perdimos contacto como por dos semanas y no sé nada de ti, ¿qué tal las clases? ¿compraste algo con el sueldo que te dan tus padres?

Layla sonríe al darse cuenta de las intenciones de Amelia, la rubia le da una radiante sonrisa a su amiga antes de guiñarle un ojo discreta.

—¿No Jasper debería de preocuparse? —pregunta Emmett llamando la atención de sus hermanos que regresaron a verlo—. Todas las chicas le guiñan un ojo a tu chica del café, yo estaría preocupado.

—Pues la verdad tuve ciertos problemas con la escuela y no me he podido inscribir —explica Layla dirigiendo su mirada hacia Andrea que se encontraba mirándola fijamente.

—¿En serio? —pregunta Amelia con falsa confusión antes de que asintiera ligeramente—. Podemos ir a inscribirnos juntas, que maravillosa idea.

—Además he ganado mucho dinero por mi trabajo aquí, las propinas son de mucha ayuda —asegura Layla antes de mirar hacia su madre adoptiva que intentaba no verla de mala manera—. ¿Verdad, mamá?

—Sí, claro —miente Andrea rápidamente viendo la radiante sonrisa de Layla—. Mi dulce Layla se esfuerza tanto trabajando, no podríamos permitir que nos ayude sin recibir algo a cambio.

—Okay, creo que ya fueron suficientes miradas —dice Rosalie hacia Edward y Jasper que se mantuvieron mirando a las dos jóvenes—. Las van a espantar si siguen así.

—Shh —dicen los dos vampiros al mismo tiempo sin alejar la mirada de las chicas que se mantuvieron hablando con Andrea.

—¿Tanto dinero ganas? —pregunta Amelia hacia Layla que asintió rápidamente, las dos amigas se sonrieron con complicidad antes de que miraran a Andrea—. Entonces yo podría trabajar contigo aquí, así les quitaría una carga a mis padres y podría tener algo de experiencia.

—No creo que sea una buena idea —interviene Andrea inmediatamente dándose cuenta de como Amelia levantó una ceja incrédula.

—Oh, bueno —dice Amelia fingiendo pena mientras bajaba la mirada—. Supongo que mis padres estarán decepcionados de ver a Layla trabajar sola y sin ayuda.

—¡Estas contratada! —dice Andrea con velocidad mirando hacia su esposo que no dudó en asentir en su dirección, ninguno de los dos quería problemas con Amelia ya que sus padres eran unos abogados muy importantes.

—¡Perfecto! —dice Amelia perdiendo su expresión de pena para tener una radiante sonrisa en su rostro—. ¿Cuándo empiezo?

—Layla te hará tu uniforme, empiezas el Lunes —dice Andrea frustrada sospechando que Amelia disfruta ponerla nerviosa.

—Gracias, Señora Allen —dice Amelia abrazando a Andrea con falsa emoción, la rubia hace que la mujer se de la vuelta para ver a Layla que contenía una sonrisa.

Amelia finge una arcada mientras abraza a Andrea, Layla cubre su boca evitando soltar una carcajada.

—¿No quieres sentarte? —pregunta Layla hacia Amelia, una vez que esta se separó de su madre adoptiva—. Tengo que trabajar un poco, pero podría darte algo de beber antes de que me cuentes todo lo que me perdí al mudarme.

—Claro que sí —dice Amelia acercándose a Layla para tomar su brazo con una radiante sonrisa, las dos chicas caminaron hacia la barra de la cafetería.

Andrea suelta un largo suspiro antes de caminar hacia su oficina, necesitaba un tranquilizante para sus nervios.

Layla detiene sus pasos al momento de ver un pequeño ramo de flores junto a la caja, la chica frunce el ceño y deja que su mejor amiga se siente enfrente de la barra.

—¿Es de quién me hablaste? —pregunta Amelia con una pequeña sonrisa burlona hacia Layla que no pudo evitar sonrojarse considerablemente.

—Te dije —susurra Edward hacia Jasper que no evitó sonreír ciertamente orgulloso por haber causado un sonrojo en Layla.

—Creo que sí —susurra Layla en respuesta antes de revisar la tarjeta que se encuentra entre las hermosas flores, la castaña se mordió el labio inferior sin poder evitarlo—. Sí son de él.

Amelia no evita sonreír con emoción y extender sus manos hacia Layla estando completamente feliz por ella, las dos hablaron unos segundos antes de que Layla dirigiera su mirada hacia la mesa de los Cullen.

Jasper y Layla se ven unos cuantos hasta que los dos se sonrieron, Jasper inclinó su cabeza ligeramente hacia adelante mientras veía como Layla pegó el pequeño ramo de flores a su pecho, evitando dañarlo.

—Tienes muchas cosas que contarme —asegura Amelia mirando hacia el chico que se encontraba mirando a su mejor amiga—. Y quiero que empieces por los integrantes de esa mesa.

Las dos chicas mantuvieron sus miradas en los Cullen, Amelia analizó con detenimiento a Edward antes de que los dos se vieran fijamente, la rubia le dio una coqueta sonrisa antes de alejar su mirada de él.

—¿Cómo haces eso? —pregunta Layla en un susurro dejando el ramo de flores a un lado de la caja con suma delicadeza.

—¿Qué cosa? —pregunta Amelia divertida viendo como Layla anotó unas cuantas cosas en una libreta.

—Embelesar a los hombres, el chico Cullen no deja de verte —admite Layla sin conseguir que Amelia regrese su mirada hacia la mesa.

—¿Cuál de los tres? —pregunta Amelia divertida viendo como Layla negó ligeramente.

—No cambiaste nada —asegura Layla haciendo reír a Amelia que asintió segura—. A quien te comiste con la mirada, era Edward Cullen.

—Edward —repite Amelia en un susurro antes de que negara ligeramente—. Ya sabes lo que quiero, y si tienes algún pastel te lo agradecería.

—En seguida —dice Layla divertida tomando la orden que dejó Marco lista y se alejó de Amelia para seguir con su trabajo.

Amelia sacó su teléfono de su bolso y le envió un mensaje a su madre para dejarla un poco más tranquila, la rubia dirige su mirada hacia la pequeña ventana de la cocina y se encuentra a los Señores Allen mirándola.

Amelia finge una sonrisa y los saluda moviendo sus dedos ligeramente, los Señores Allen le sonríen en respuesta antes de desaparecer.

—Hipócritas —susurra Amelia con saco antes de poner los ojos en blanco y volver a fijar su mirada en su teléfono.

Bueno, creo que ya di una idea de lo que Amelia hará con su llegada, poner un poco de orden en la vida de Layla.

Espero que les haya gustado el capítulo, hermosas personitas <3

No se olviden de comentar qué les pareció, tampoco se les olvide votar, entre más votos y comentarios tenga el capítulo, mayor será la probabilidad de que publique la siguiente parte de la histaria.

Se vienen varias cosas interesantes en la historia así que prepárense.

El atuendo de Amelia se encuentra en multimedia, demasiado sencillo para ella pero poco a poco irá habiendo un cambio en ella, ya entenderán la razón ;)

Por cierto, hoy fue mi primer día en la Universidad y para ser sincera fue demasiado tranquilo, supongo que luego tomará más dificultad... esperemos que no tanta :(

Nos vemos en una próxima actualización, los amo❤️

☕𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀☕

Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.