❃ ❝O43 | 𝑬𝒔𝒄𝒆𝒏𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝑪𝒓𝒊𝒎𝒆𝒏❞

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—Dios santo, callen a esa rubia —ordena Clay frustrado escuchando las suplicas de ayuda de Amelia.

—Tú querías que estuviera aquí, ahora soporta cada uno de sus gritos —recomienda Andrea cruzándose de brazos intentando ignorar los gritos de Amelia.

—Ve a ponerle algo en la boca para callarla —ordena Clay hacia Marco que intentaba desayunar tranquilo junto a su esposa.

—¿Y yo por qué? —pregunta Marco molesto, ya que odiaba que lo interrumpieran mientras desayuna—. Tú querías a las dos, ahí las tienes, ahora hazte cargo.

Clay gruñe molesto antes de levantarse de la mesa para caminar hacia la parte trasera del café de los Allen, el vampiro abre la oficina de Andrea y levanta parte de la alfombra en donde se encuentra una pequeña puerta que daba hacia el sótano del restaurante.

—A-Amelia, por f-favor —suplica Layla en un susurro estando completamente mareada, el no haber comido nada hace semanas, el abuso que ha tenido Marco con ella y en especial el drenado de sangre que le hace Clay la tiene débil.

—¡Ayuda! ¡Por favor! —sigue gritando Amelia mientras se movía con brusquedad de un lado a otro, ella de verdad quería salir de ahí junto a su amiga pese a que se encontraba igual de golpeada que ella.

—No v-vas a conseguir n-nada, t-te van a l-lastimar —susurra Layla asustada sin abrir los ojos para ver a su mejor amiga.

—¡¿Tanto te cuesta guardar silencio?! —grita Clay al terminar de bajar las escaleras y llegar con las dos chicas.

Layla se mantiene con los ojos cerrados media inconsciente mientras que Amelia dirigió su mirada hacia Clay que se acercaba a ella lentamente.

—¿Tanto te cuesta entender que no me voy a detener hasta salir de este maldito lugar junto con mi amiga? —pregunta Amelia con sarcasmo sin dejar de moverse bruscamente de un lado a otro.

—Eres demasiado ingenua, pequeña rubia —asegura Clay agachándose para quedar a la altura del rostro de Amelia que lo veía con odio—. Gastas tu voz en intentar que alguien te escuche, Valeria ya entendió lo que tiene que hacer para salir viva de aquí.

—Ella no es Valeria, es Layla —recuerda Amelia negando ligeramente—. ¿Crees que quitarle hasta la última gota de sangre es vivir?

—El chico Cullen de seguro se vuelve loco por ti, no lo culpo —asegura Clay con una sonrisa burlona analizando una vez más el cuerpo de Amelia—. A ninguno de los dos, al chico Cullen y al chico Hale.

Clay se levanta sin dejar de ver a Amelia, el vampiro se da la vuelta para caminar hacia Layla que abrió sus ojos lentamente.

—No te preocupes Valeria, ya falta poco para que se termine el proceso —asegura Clay viendo la bolsa de sangre casi llena.

Clay se agacha tomando con cuidado el rostro herido de Layla que se quejó ligeramente por todos los golpes que tenía en su rostro.

—¡No la toques! ¡Quítale las manos de encima! —ordena Amelia viendo como Clay pasaba sus dedos por los labios secos de Layla.

—Que lastima —susurra Clay antes de alejarse de Layla para tomar dos de las bolsas de sangre que había obtenido de la castaña la noche anterior y parte de esa mañana—. ¡Marco!

El hombre de aleja de su mujer para bajar hacia el sótano en donde se encuentran su hija adoptiva y Amelia.

—Ya sabes que hacer, calla a la rubia y termina de descargar tu odio con tu hija —ordena Clay hacia el hombre antes de subir las escaleras del sótano.

—No, n-no —susurra Layla sintiendo sus ojos llenos de lágrimas y como temblaba ligeramente por el miedo al ver la sonrisa de Marco en su rostro.


—¿Ideas? —pregunta Emmett viendo el café de los Allen cerrado desde donde se encontraban.

—¿Por qué tenemos que idear un plan? —pregunta Rosalie con sarcasmo tras llegar con sus hermanos, Alice había llevado las pruebas a su hogar para que no les pasaran nada—. Solo entremos y las sacamos de ahí.

—Tenemos que esperar a los policías —recuerda Edward viendo como la madre adoptiva de Layla se encontraba en el restaurante.

—Ellos no harán nada más que estorbar, estamos perdiendo tiempo —asegura Jasper nervioso moviendo sus dedos constantemente.

—¡Déjala! ¡Marco! ¡Ya, déjala! —todos los vampiros se tensaron al poder escuchar los gritos de Amelia en el interior del café.

—¡Jasper! ¡Edward! —gritan Rosalie y Emmett al momento de ver como estos desaparecieron de sus lados para correr hacia la entrada el café.

—Llama a la policía —ordena Rosalie hacia Emmett que frunció el ceño antes de que viera como su hermana corrió hacia sus hermanos.

—¡¿Por qué siempre me dejan al final de todo?! —grita Emmett antes de sacar su teléfono para llamar a la policía.

—Tiene que ser una broma —susurra Andrea viendo como Jasper se acercaba al café junto con sus hermanos—. ¡Marco! ¡Tenemos que irnos!

Jasper sonríe ligeramente antes de acercarse a la puerta del café para patearla con fuerza consiguiendo romper uno de los cristales.

—¡Marco! —grita Andrea antes de correr hacia su oficina tras ver como Jasper metió una mano por la ventana rota para quitar el seguro de la puerta.

Rosalie y Edward rompen el candado de la puerta antes de que los tres entraran al café.

—Tú cierra todo el restaurante para que no se escapen, activa la alarma —ordena Jasper hacia Rosalie que asintió con velocidad antes de que se separara de ellos.

Jasper y Edward corren por donde se fue Andrea, los dos se detienen enfrente de la puerta de la oficina de la mujer que se encontraba cerrada con seguro.

—¿¡Y qué querías que hiciera!? —grita Andrea hacia su esposo que se encontraba igual de nervioso que ella—. ¡Son tres y puede que ya le hayan avisado a la policía!

—¡Pudiste...! —Marco no puede terminar de hablar, ya que un fuerte golpe en la puerta de la oficina los interrumpió.

Los dos retroceden asustados al momento de ver como Jasper rompió la puerta con una sola patada y entró a la oficina junto con Edward.

—Debieron de mejorar su seguridad —dice Edward sin alguna emoción en su voz viendo como el matrimonio se tomó de las manos con fuerza.

Jasper inspecciona la oficina rápidamente antes de que su mirada se detuviera en la alfombra del lugar, el rubio dirige su mirada hacia el matrimonio que se mantenía callado.

Jasper toma la alfombra y la arranca con fuerza dejando ver la pequeña puerta que daba al sótano del restaurante.

—Ustedes tienen algo con los sótanos —dice Jasper abriendo la puerta con brusquedad dejando ver algunas escaleras que daban hacia el fondo de la habitación—. No dejes que se vayan, pero déjalos conscientes.

—¿Qué? —pregunta Andrea en un susurro tomando con fuerza el brazo de su esposo que tragaba saliva nervioso.

—Yo me encargaré de ellos antes de que llegue la policía —dice Jasper sin dejar de ver al matrimonio con una expresión neutra en su rostro.

Jasper baja las escaleras con velocidad logrando entrar al sótano, el rubio detuvo sus pasos de golpe al momento de reconocer dos largas cabelleras de diferentes colores.

—Layla, Amelia —habla el rubio viendo a las dos chicas, la castaña se encontraba tirada en el suelo mientras que la rubia lo veía con esperanza y se movía de un lado a otro.

Amelia tenía la boca tapada con un pedazo de tela, habían varias lágrimas en su rostro y no dejaba de moverse de un lado a otro.

Jasper tiene intenciones de acercarse a ellas sin ser consciente de que Amelia intentaba avisarle de algo, ya que comenzó a gritar pese a la tela que cubría su boca.

—No cambiaste nada, viejo amigo —Jasper detiene sus pasos una vez más al escuchar una voz masculina en algún lado de la habitación.

—Puedo decirte lo mismo, Clay —asegura Jasper viendo con odio al hombre que apareció lentamente de entre las sombras con una sonrisa burlona en su rostro.

—Hola Jazz —saluda el vampiro de ojos rojos con burla dándose cuenta de como el rubio cerraba sus manos con fuerza.

—¿Ahora te relacionas con los humanos? ¿Esos que siempre despreciaste? —pregunta Jasper con sarcasmo caminando lentamente hacia su antiguo amigo que se mantuvo sonriendo.

—También puedo preguntarte lo mismo, volviste a caer por una débil humana —responde Clay dirigiendo su mirada hacia Layla que se mantenía en el suelo—. Una triste humana que no sabe defenderse a sí misma.

—¿Por qué regresaste? —pregunta Jasper dirigiendo su mirada rápidamente hacia Amelia que negaba asustada.

—Tú me debes algo, me quitaste a la mujer que más amaba —recuerda Clay con odio sin alejar su mirada de Jasper que se mantuvo callado.

Layla abre los ojos lentamente despertando de su inconsciencia, parpadea agotada antes de enfocar su mirada en Amelia que intentaba hablar, Layla frunce el ceño ligeramente antes de dirigir su mirada hacia Clay.

—Porque tú me quitaste a mi familia, mataste a Valeria y a mi hijo —recuerda Jasper con rencor recordando a esas dos personas que formaban parte de su pasado—. Estamos a mano.

Amelia deja de intentar gritar al escuchar las palabras de Jasper, Layla cierra los ojos fuertemente soltando varias lágrimas tras poder ver a su rubio y no evitó sentir una presión en su pecho al escuchar sus palabras.

—Claro que no, yo jamás maté a Valeria —miente Clay viendo como Jasper sonrió con burla.

—¿En serio? —pregunta Jasper con sarcasmo—. Ella y mi hijo tenían tu inicial en sus brazos, drenaste hasta la última gota de su sangre.

—María mató a Valeria, yo me encargué de tu hijo —admite Clay sin tener que seguir ocultándolo, después de todo Jasper, ya lo sabía.

—¿Y todavía crees que María no merecía morir? —pregunta Jasper molesto dando un paso hacia Clay—. Los dos me quitaron a mi familia, me quitaron a lo que más amaba.

—Y es algo que volvería a hacer sin dudar —responde Clay molesto dando un paso hacia Jasper que se mantuvo mirándolo con odio—. María siempre te prefirió a ti, sin importar cuál fue tu pasado y con quién estabas casado, te convirtió.

—Yo jamás le pedí que me convirtiera, hubiera deseado morir antes de convertirme en lo que soy —asegura Jasper sin dudar ignorando el hecho de que Layla se encontraba escuchándolo atentamente.

—Pues hoy cumpliré tu deseo —responde Clay con una sonrisa antes de correr hacia Jasper con intención de atacarlo.

Jasper toma con fuerza el cuello de Clay logrando detener su intención de golpearlo, lo lanza lejos de él sin algún tipo de culpa.

—¡Edward! —grita Jasper mientras caminaba hacia Clay que se levantaba con velocidad.

Los dos vampiros comienzan a pelear con agilidad bajo la mirada de las dos mejores amigas que se encontraban heridas, Amelia se remueve con fuerza intentando liberarse de las cadenas que la sostenían.

Edward baja las escaleras con velocidad tras entregarle a la policía al matrimonio Allen que se negaba a ser llevados a la comisaría, el vampiro mira a su hermano menor pelear con agilidad con un vampiro desconocido para él antes de que dirigiera su mirada hacia Amelia que comenzó a llorar con desesperación al verlo.

—¡Amelia! —Edward corre hacia la rubia que se mantuvo llorando desconsolada y agotada.

Edward le quita la tela de la boca a Amelia logrado escuchar los sollozos de esta, el cobrizo analiza la manera en que se encuentra amarrada su rubia antes de maldecir por lo bajo.

—L-Layla, ella... —la rubia no puede terminar la oración, ya que Edward rompió las cadenas que la sostenían sin ningún esfuerzo—. Tú e-eres...

—Tenemos que salir de aquí —dice Edward hacia la chica que temblaba de miedo sintiéndose mareada y aturdida.

Edward termina de liberar a Amelia antes de cubrirla con su chaqueta, ya que se encontraba en ropa interior, el cobrizo se aleja de la rubia para correr hacia Layla que intentaba mantenerse consciente.

—Layla, ¿puedes oírme? —pregunta Edward quitándole las cadenas a su cuñada con fuerza—. Layla, no cierres los ojos.

Edward toma con cuidado a Layla y la recarga en sus piernas, el chico la sacude ligeramente antes de bajar su mirada hacia su abdomen.

—No, Layla —susurra Edward asustado al el gran moretón que tenía su cuñada en su abdomen, eso daba a entender que tenía una hemorragia interna.

—Debí de haberte matado junto con María cuando tenía la oportunidad —dice Jasper estrellando con fuerza a Clay contra una de las paredes del sótano.

—¡Rosalie! —grita Edward con fuerza hacia su hermana que se hacía paso entre los policías.

—No creo que sea prudente entrar, ¿no deberían de vigilar que las ambulancias lleguen? —pregunta Emmett deteniendo a un grupo de policías que tenía intenciones de bajar al sótano.

Rosalie baja al sótano y detiene sus pasos al momento de ver a Jasper pelear con agilidad con un vampiro que ella desconocía, la rubia corre hacia Amelia que lloraba asustada viendo a Layla.

—Tienes que salir de aquí Amelia, vamos —dice Rosalie hacia la humana que se negaba a alejarse de su mejor amiga.

—No v-voy a dejarla —asegura Amelia tomando con fuerza la mano de Layla que se mantenía inconsciente.

Rosalie maldice antes de hincarse junto a Edward para revisar el pulso de su cuñada, la vampira mira a Edward que se encontraba mirando preocupado a Layla.

—Tenemos que llevarla a un hospital, ahora —ordena Rosalie tras revisar brevemente a Layla y recordar las breves clases que Cassie les dio a todos por si ocurría una emergencia.

Los dos vampiros dirigen sus miradas hacia Jasper que se mantuvo peleando con Clay, el rubio arranca uno de los brazos de Clay consiguiendo que este soltara un fuerte grito.

—J-Jas... Jasper —susurra Layla tras poder reaccionar débilmente sin conseguir que el aire llegue a sus pulmones correctamente.

El rubio consigue hacer arrodillar a Clay que se quejaba con agonía al no tener una extremidad.

—J-Jazz~ —susurra Layla una vez más antes de comenzar a toser consiguiendo escupir sangre.

—¡Jasper! —grita Rosalie intentando hacer reaccionar a su hermano que terminó de arrancarle el segundo brazo a Clay que volvió a gritar con fuerza.

Edward cubre los ojos de Layla mientras que Rosalie hizo lo mismo con Amelia que no dejaba de llorar asustada.

—María me escogía a mí porque yo sí sabía pelear bien —asegura Jasper tomando con fuerza los costados de la cabeza de Clay—. Mataste a Valeria, mataste a mi hijo y tocaste a mi mujer, no voy a cometer el mismo error dos veces.

Jasper mantiene su mirada en Clay que comenzó a gritar al momento en que el rubio tuvo la intención de quitarle la cabeza, Rosalie aleja la mirada al momento en que Jasper le arrancó la cabeza a Clay antes de tirarlo al suelo.

—¡Emmett! —hablan Rosalie y Edward a su hermano más fuerte que se encontraba vigilando la entrada del sótano.

Jasper se aleja de Clay lentamente sintiendo una presión menos en su pecho, había podido vengar la muerte de su primera esposa y de su hijo, ya no quedaba ninguna huella de su pasado que lo atormentara más.

Jasper reacciona al escuchar a Layla toser con fuerza y a Amelia sollozar asustada por ella ya que volvió a escupir sangre.

—Layla —susurra Jasper corriendo hacia la castaña que intentaba mantenerse consciente unos cuantos minutos más, quería ver una última vez a su rubio.

Edward deja que su hermano sostenga a Layla con cuidado, el rubio pega a su chica a su pecho mientras que tomaba una de sus manos para besarla constantemente.

—Lo siento, perdóname —se disculpa Jasper inmediatamente al ver fijamente a su castaña que sonrió ligeramente hacia él, sin querer mostrar el rastro de sangre que había en su boca

—S-Sabía que v-vendrías por mí —susurra Layla con dificultad acariciando con lentitud la mejilla de Jasper.

Edward se acerca a Amelia para hacer que se levante y salir con ella del sótano para llevarla hacia las ambulancias que estaban fuera del café, Rosalie y Emmett se encargaron del cuerpo de Clay sacándolo de una segunda puerta que tenía el sótano hacia el bosque, tenían que quemar su cuerpo para que no quedará ningún rastro.

—Debí de ser más rápido, perdóname, amor mío —suplica Jasper en un susurro alejando varios mechones de cabello del rostro de Layla que negó ligeramente.

—Hiciste l-lo que pudiste, no t-te disculpes, rubio —pide Layla antes de quejarse de dolor por una fuerte presión en su abdomen.

—Vas a estar bien, los paramédicos estarán aquí en un momento —intenta asegurar Jasper dirigiendo su mirada hacia las escaleras que bajaban hacia donde se encontraban—. Solo resiste un poco más, mi amor.

—No c-creo poder s-soportar más —admite Layla derramando varias lágrimas que asustaron a Jasper.

—No digas eso, Layla —habla Jasper con fuerza al ver que su chica quería cerrar los ojos—. Mírame, no cierres los ojos, Layla.

—Al f-final pude t-tener lo que más d-deseaba —habla Layla mirando a un punto muerto del techo con una pequeña sonrisa en su rostro y con varias lágrimas deslizándose por sus mejillas—. P-Pude conocer a mi único a-amor.

—Layla —susurra Jasper asustado pegando todavía más a su pecho a la castaña que cerró los ojos para soltar varias lágrimas.

—T-Tú fuiste y s-siempre serás mi único a-amor, Jasper Hale —asegura Layla acercando su mano a la mejilla de Jasper para dejar una corta caricia.

Jasper toma la mano de Layla mientras cierra los ojos fuertemente, el chico besa los nudillos de su pareja constantemente antes de sentir como Layla perdió la poca fuerza que tenía.

—¿Layla? —pregunta Jasper en un susurro viendo fijamente a su castaña que había cerrado los ojos, de su boca salía un rastro de sangre y al costado de sus ojos se deslizaban varias lágrimas—. Cariño, oye...

Jasper suelta la mano de Layla para intentar hacerla reaccionar, pero ve como esta misma mano cayó hacia un costado sin mostrar algún signo de vida.

—No, mi amor —susurra Jasper escondiendo su rostro en el pecho de Layla que no reaccionaba—. No te vayas, por favor.

Rosalie y Emmett entran nuevamente al sótano tras deshacerse del cuerpo de Clay, los dos detienen sus pasos al ver a Jasper escondido en el pecho de Layla.

—¡No pueden pasar! ¡Por favor retrocedan! —ordenan varios oficiales hacia la gente que quería ver lo que estaba pasando en el café de los Allen.

Dos policías se encargaron de poner una cinta amarilla especial para marcar que era una zona restringida, ahora el café era una escena del crimen.

—No... No me dejes —suplica Jasper en un susurro alejándose del pecho de Layla para verla fijamente, se inclina para dejar un corto beso en su frente antes de abrazarla una vez más sin querer alejarse de ella.

Rosalie cubre su boca mientras que Emmett alejó la mirada, los dos vampiros se mantuvieron callados escuchando las suplicas de Jasper hacia Layla para que regresara con él.



Como me dolió escribir el final del capítulo, el escribir capítulos tristes con canciones tristes es mi pasión, me gusta sufrir inconscientemente.

Lo lamento mucho, hermosas personitas :c

Espero que les haya gustado el capítulo, ¿se esperaban que Jasper tuvo un hijo con Valeria?

En los próximos capítulos se explicarán varias cosas del pasado de Jasper que espero que las sorprendan, son cosas demasiados serias que además relacionan a Layla (ignorando el hecho de que se casó con uno de sus antepasados).

Nos vemos en una próxima actualización hermosas personitas, no se olviden de votar y de comentar qué les pareció el capítulo <3

También quería desearles un Feliz Año Nuevo, de verdad que todos sus propósitos se cumplan y que todo lo que le pidan al universo se los otorgue

Habrá un pequeño maratón por el inicio del Año Nuevo, así que este capítulo llega a más de veinte votos y a más de veinte comentarios (sin ser de la misma persona) publicaré la siguiente parte sin falta, de todas maneras no tengo mucho que hace mientras estoy con mi familia xD.

Los amo❤️

🥂Maratón 1/-🥂

☕𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀☕


Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.


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