༉‧₊˚✧꒰𝓒𝐚𝐩𝐢𝖙𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟕.*・。゚

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❝sentido de justicia❞

❛;los más fuertes a veces deben darle una mano y ser la voz interior que les hace falta a los más débiles. ੭ೃ༉
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Había acabado otro duro día de escuela, pero aún tenía unas cosas mas que hacer antes de llegar a su hogar a descansar y terminar con las tareas de ese día. Los pasillos estaban repletos de vários alumnos que se encontraban felices de por fin estar libres de esa prisión, lo más seguro es que algunos saldrían con sus amigos a pasar el rato. Estando tanta gente merodeando de un lado a otro le fue casi  imposible no escuchar ciertas palabras de un grupo de chicas que llamaron su atención, al parecer eran del tipo que les encantaba esparcir chismes por todo el lugar.

─Dicen que hay un chico que hace peleas clandestinas en las que apuestan mucho dinero. Vários de los participantes son obligados a pelear a la fuerza, la mayoría terminan en el hospital de tantos golpes que reciben ─les contaba con total normalidad a sus amigas, mientras ellas la veían interesadas.

─Si no me equivoco... es de esa pandilla llamada "ToMan" ─contestó la otra llevando su dedo a su mejilla recordando lo que por bocas ajenas le habían contado ese rumor.

─Que horrible, no tiene corazón.

Amaya frunció el ceño al escuchar el nombre de la pandilla de su amigo siendo ensuciado con tales actos tan bajos, nadie en ToMan sería capaz de hacer ese tipo de cosas. Estaba consiente que ya no eran aquel grupito de niños que viajaban en motocicletas a todos lados, la pandilla había crecido al igual que nuevos integrantes se habían unido, algunos llegaban a ser más salvajes que otros, buscando la manera de escalar los eslabones que llegaban a la cima de todos, controlando alcanzar el tan anhelado poder, sin importar los métodos que sean utilizados para conseguir este mismo, por lo tanto, siempre habría una oveja negra en el rebaño que incita a las otras con sus malas intenciones a hacer cosas desagradables.

Entonces el recuerdo de hace dos días; cuando charlaba con su amiga Hinata sobre que su novio siempre estaba herido llegó a su mente. Comenzó a reducir la información que tenía y de a poco todo estaba encajando, un tipo que se quería pasar de listo y sentirse superior a los demas, usando agresión para tenerlos a sus pies y ganar dinero a costa del sufrimiento de otros con tal de salir beneficiado solo por ser parte de ToMan, que ridículo, fue lo que pensó la azabache, estaba molesta, eso no se quedaría así. Nadie tiene derecho a tratar de manera inferior a los demás, mucho menos a hacerlos pasar por humillaciones.

El asunto ya era personal, no se quedaría de brazos cruzados como si nada estuviera pasando, aunque ya había tomado cartas en el asunto desde el momento en que se enteró del pequeño problema, no importaba si conocía a esos chicos, uno de ellos era importante para una de sus mejores amigas y como se prometió a si misma que protegería la felicidad de sus seres queridos, estaba dispuesta a romperle uno o dos huesos al culpable. Sabía cuan importante era la ToMan para sus amigos, sobre todo para Manjiro, no dejaría que su nombre fuera manchado de tal manera. Cuando ya se encontraba afuera sintió como su teléfono comenzaba a sonar adentro del bolsillo del lado derecho de su falda ─idea de  Mitsuya y Yune para guardar cosas─, perfecto, era la llamada que tanto estuvo esperando, sin tartamudear tocó la opción verde de contestar y acercó el celular a su oreja.

May-chan~ ¿Adivina qué bellezas acaban de encontrar la información que necesitabas? ¡Obviamente las increíbles gemelas Fukui!. Estarías perdidas sin nosotras~ ─canturreó con diversión una voz femenina al otro lado de la línea, sacándole una risa a la azabache, ya estaba acostumbrada a ese tipo de cosas por parte de la gemela mayor.

─Deberías saludarla primero y no darle tantos rodeos al asunto ─se escuchó como al fondo otra voz femenina regañaba a su hermana por decir tantas tonterías, a pesar de ella ser menor por cinco minutos, era más responsable y directa que ella.

─May-chan, holaaa ─escuchó como una tercera voz femenina la llamaba, se trataba de Yune, la misma chica que ingenió con ayuda de Mitsuya el bolsillo escondido de su falda.

Yasei y Yasashī Fukui eran un par de gemelas que la azabache conoció cuando tenía 11 años mientras ayudaba a una anciana a buscar a su gato perdido. Ambas niñas vivían en las calles a su suerte, sin alguna familia que las cuidara, educara y sobre todo... que les dieran amor, solamente teniendo la compañía de la otra como refugio, todo eso cambió en el momento que Amaya les ayudo a encontrar un hogar con una familia con ayuda de sus abuelos, allí les brindaban todo lo necesario para vivir. Ambas chicas iban a estar eternamente agradecidas por ese enorme gesto que durante mucho tiempo nadie fue capaz de hacer por ellas. Lo único beneficio que les dejo la calle eran contactos para obtener información. A la misma edad también conoció a Yune Seiko, mientras la defendía de un grupo que intentó sobrepasarse con ella, en cada una de la vida de esas chicas Amaya influyó de manera positiva en ellas.

─Hola a las tres, puedes seguir hablando Sei.

Bueno, después podemos seguir hablando de lo increíble que soy y que todos quisieran tener una hermana como yo. ─todas las presentes voltearon sus ojos con diversión, ya estaban acostumbrados a que la muchacha alardeara sin parar sobre la increíble hermana que era─. Según nuestras fuentes, un tipo llamado Kiyomosa que forma parte de la tercera división liderada por Pah-kun está organizando peleas clandestinas, está ganando muy buen dinero con esto, es más, se consiguió a un grupo de 5 chicos para hacerlos sus propios esclavos y ponerlos a pelear a diario. Pero son un asco peleando por lo que siempre resultan heridos.

─Muchas gracias por investigarlo, las invitaré a un licuado más tarde, es más, tendremos una tarde de chicas. Hace mucho que no tenemos una. ─por dentro estaba muy molesta por no haberse enterado antes de lo que estaba pasando en su propia escuela, bueno, no siempre estaría al tanto de lo que pasa a su alrededor. Escuchó como las demás chicas se alegraban al escuchar que saldrían juntas, cuando se reunían todas siempre quedaba una divertida anécdota que contar.

Mecía su pies que colgaban al estar sentada en una barandilla al frente de una tienda de 24hrs, estaba a la espera de Manjiro y Ken para hablar sobre el tema que la había estado inquietando todo el día, estaba más que segura que ellos dos no estarían conformes con la actitud y atribución que se estaba tomando ese sujeto Kiyomosa. Muchas veces los tres se reunían para discutir temas de este tipo; cuando eran demasiado graves reunían a toda la pandilla para debatir entre todos, otras veces solamente para pasar el rato, Draken en algunas ocasiones sentía que sobraba, pues Manjiro siempre acaparaba toda la atención de Amaya sin querer; cuando estaban juntos el tiempo parecía detenerse por un momento, donde solo ellos dos existían, sin peligros, sin problemas, solo ellos dos y nada más.

─Yaaaa-chiiiin ─apenas vió a la adolescente no dudo ni un segundo en ir corriendo en su dirección, tirarcele encima y abrazarla fuertemente. Amaya ni se inmutó a tal cosa, extendió sus brazos para rodear el cuerpo del chico, recibiendo de manera gustosa el abrazo─. Te extrañaba tanto, han pasado años desde la última vez que estuvimos juntos.

─La vimos ayer ─habló Draken negando con su cabeza la actitud de su mejor amigo, aunque le daba un toque de gracia lo infantil que podía llegar a ser solo para que la azabache le diera atención. El rubio de trenza sospechaba que el más bajo del grupo tenía sentimientos diferentes de amistad con ella, solo que no sé daba cuenta de ello, pero no quería entrometerse en ese tipo de cosas, el amor es demasiado complicado como para que terceros se entrometan, dejaría que él solito diera los siguientes pasos.

─Tambien me alegro de verte Jiro, a ti también Ken. ─en su rostro se había formado una pequeña sonrisa, a la vez que acariciaba el cabello de Mikey; según la azabache era tan suave como el de un bebé, necesitaba saber que shampoo o acondicionador usaba para mantenerlo de esa manera, alguien más que tenía un cabello envidiable era su amigo Baji.

Amaya les pregunto si querían alguna golosina para comer, anteriormente había comprado un par de cosas en la tienda ─entre ellas estaban los bocadillos─ a lo que Draken se negó de manera amable, Manjiro por su lado no se interpuso a que le dieran un delicioso dorayaki que tanto le gustaban, aunque personalmente prefería los que hacía Amaya con su abuela, ya que en cada mordida sentía el amor con el que estaban hechos. Se apoyaron en la barandilla que anteriormente la muchacha estaba sentada, a lo que ella supo que era el momento de que comenzará a hablar.

─Los llame porque tengo un tema importante que hablar con ustedes. Es sobre un chico llamado Kiyomosa, él forma parte de la tercera división y ha estado atormentando a unos chicos de mi institución obligándolos a pelear contra otros en contra de sus voluntades. Sabrá Dios a quiénes más a involucrado. Lo que más me llega a molestar es que hace todo eso en nombre de la Tokyo Manji, se toma atribuciones que no le corresponden, rebajando a la pandilla a lo que los delicuentes sin honor hacen. Se que en la pandilla cada vez se está haciendo más grande; ya alcanzamos los 100 miembros, entra gente de todo tipo dispuesta a pelear por tí y por los nuestros... aún así, no me parece correcto el actuar de esos sujetos.

Draken y Manjiro que escuchaban atentamente a la muchacha en silencio desde el momento que comenzó a hablar, se dieron una rápida mirada entre si. No importaba cuanto tiempo pasara, la azabache siempre iba a tener ese inquebrantable sentido de justicia con los más débiles, sabían que aborrecía a las personas que se aprovechaban de los demás. Era alguien tranquila, amorosa, paciente, madura y protectora por la buenas, pero por las malas era una completamente diferente, ese semblante cálido era reemplazado por uno que solo transmitía terror  si la veías por mucho tiempo a los ojos. Ambos rubios habían sido testigos del lado peligroso que raramente la joven sacaba a flote, no querrías tener a Sasaki Amaya de enemiga cuando estaba de esa manera.

─Estos chicos son cada vez más problemáticos, no es la primera vez que tenemos que parar problemas de este tipo ─se quejó Draken llevando su mano a su frente con cansancio. Entonces Amaya recordó que esa misma situación había ocurrido hace unos meses atrás con otro grupo de chicos ¿acaso nunca aprendían? seguramente no.

─Les daremos su merecido ─habló Mikey mientras le daba algunos mordiscos a su dorayaki─. Si no entienden por las buenas, será por las malas. Además, para cumplir mi idea de una una nueva era de delincuentes debemos evitar que personas así estén entre los nuestros. Eres la tercera al mando, cualquier cosa que te moleste también tiene que ver con nosotros.

Con tan solo decir esas palabras tan sinceras los ojos azulados de la azabache comenzaron a brillar, cada vez sentía más admiración por su amigo cuando hablaba de aquella manera. Muchas veces había escuchado atentamente como el rubio le contaba que quería gobernar Tokyo con Draken y hacer una nueva era para los delincuentes, justo como su hermano mayor lo hizo una vez cuando formó su pandilla. Amaya confiaba en que ambos lo iban a lograr, lo que ella no sabía es que Manjiro también la incluía en sus planes, pues ella siempre estaba ahí cuando más perdido se encontraba, era casi imposible que no la hiciera formar parte de su sueño cuando por fin se hiciera realidad.
















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;;buenas mis bellas personitas¡!
Ya se dió a conocer a las últimas oc's de esta saga, muy pronto ya sabrán más sobre ellas y sus historias.

;;cada vez más enamorada de esta historia, me está gustando como va quedando. Amo la relación de Manjiro y Amaya, ya tendrán más momentos juntos. Como dije anteriormente, no solo se trata de una historia de romance, hay muchas más cosas dentro.

;;que tengan un lindo día/tarde/noche.
se les quiere y muchas gracias por leer.

sayōnara 🦋🌾.

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