⠀𝐈𝐕. AWKWARD INTERACTIONS

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

・ 。゚🩸⦙ 𝐏𝐀𝐈𝐍𝐊𝐈𝐋𝐋𝐄𝐑 。˚🔪 ᵎ
004.┊ INTERACCIONES INCÓMODAS.
꒰# TEEN WOLF E4 T4 ; Benefactor.

A LA MAÑANA SIGUIENTE, Madison se llevó una grata sorpresa cuando el jeep de Stiles la esperaba frente al edificio de Derek. Una sonrisa iluminó sus facciones, sus tacones burdeos repiquetearon contra el pavimento mientras abría la puerta del asiento del copiloto.

Subió al coche y saludó a Stiles mientras depositaba el bolso sobre su regazo. Madison sonrió cuando la cabeza de Scott asomó por el asiento trasero y sus ojos marrones le devolvieron la sonrisa.

Los tres parecían cansados, con ligeras ojeras que les oscurecían el cutis por los acontecimientos de anoche.

—Buenos días, pequeña Argent.

Madison se rió entre dientes, abrochándose el cinturón de seguridad mientras Stiles ponía las manos firmemente en el volante, acelerando por la carretera.

—Muy buenos días a mis juniors favoritos que me dieron el placer de volver a casa anoche a las 3 de la madrugada.

—¿Tus favoritos? Apuesto a que no podemos decírselo a las chicas —Stiles apretó los labios con fuerza, luchando por contener una sonrisa. Madison le lanzó una mirada, poniendo los ojos en blanco, y sus ojos se desviaron hacia Scott, que la miraba con culpabilidad.

—¿Ups?

—Hablando de anoche, tenemos un potencial hombre lobo furioso con el que necesitamos hablar. No importa si tenemos que acorralarlo, necesitamos respuestas. Con urgencia —habló Stiles y Madison enarcó una ceja.

—Después de secuestrarlo, dudo que quiera hablar con nosotros de buena gana —Scott frunció el ceño, mientras se mordía el labio inferior con la esperanza de idear un plan.

»¿Qué hay de ella? —añadió Scott un momento después, sacando el dedo índice y señalando a Madison.

—¿Qué hay de mí? Yo también estaba allí —replicó Madison, cruzando los brazos contra su pecho.

—Sí, pero tú eres diferente. Eres una... chica —intentó Scott, ligeramente desesperado por encontrar cualquier forma de que Liam diera respuestas al grupo.

—¿Y?

—Sólo-sólo confía en nosotros en esto, ¿de acuerdo? —respondió Stiles, mirando fijamente a la chica Argent y entrecerrando los ojos hasta que ella accedió.

—Vale. Bien —accedió Madison a regañadientes mientras el jeep frenaba, Stiles y Scott prácticamente saltaron del vehículo. Madison se desabrochó tranquilamente el cinturón de seguridad y salió del coche antes de que la mano de Scott la agarrara de la muñeca.

—Vale, entonces entra y busca a Liam—

—Sí, porque eso no será para nada difícil —dijo Madison inexpresiva y Scott puso los ojos en blanco.

—No había terminado de hablar. Búscalo y mantenlo ocupado, Stiles y yo nos encargaremos del resto.

Madison parpadeó ante Scott antes de mirar hacia Stiles. Los dos hicieron contacto visual y Stiles sonrió y le dio un pulgar hacia arriba. Madison suspiró antes de colgarse el bolso del hombro y entrar al edificio.

Madison entró con la barbilla bien alta y echó un vistazo al pasillo. Su vaporosa minifalda negra rebotaba contra sus muslos mientras caminaba.

La puerta se abrió de repente, y ella giró la cabeza hacia el sonido. Se alegró de ver entrar a la persona que buscaba, aunque parecía estar en guardia y con prisa.

Sus tacones resonaron contra el suelo cuando dobló la esquina y se paró frente a él. Ninguno de los dos habló, Madison levantó torpemente la cabeza hacia él y parpadeó con rapidez.

Liam no hizo más que copiar sus acciones, Madison sólo rompió el contacto visual cuando Scott apareció en su punto de vista. Miró al suelo, sintiéndose un poco mal por haber ayudado a acorralar al chico, pero sus emociones se vieron interrumpidas por el grito de Stiles.

—¡Liam, eh!

—Tenemos que hablar —se apresuró a decir Scott después, caminando rápido hacia Liam e intentando agarrarle el codo, Liam lo esquivó dando un paso atrás.

—No, no os acerquéis, vale. Los tres —espetó él con rabia, Madison se frotó la nuca mientras agarraba la sudadera de Stiles y se lo llevaba con ella.

—¿Puedes escucharme un segundo? Por favor —razonó Scott, Liam sujetó una correa de su mochila y asintió con cansancio.

»Liam... —empezó Scott, antes de hacer una pausa incómoda, intentando encontrar las palabras adecuadas—. Ahora somos hermanos.

Liam frunció el ceño.

—¿Qué?

—Oh, Dios. Esto es... —murmuró Stiles en voz baja al mismo tiempo que Madison se burlaba. Se llevó la mano a la cabeza por un momento en lo que miraba a Scott, horrorizada por sus palabras.

—¿De qué estás hablando? Acabamos de conocernos, y me mordiste.

—El mordisco... el mordisco es un regalo.

—Scott, para.

—Por favor déjalo, déjalo —suplicaron Madison y Stiles. Las manos de Stiles se alzaron por encima de su cabeza mientras se movía frenéticamente y se ponía al lado de Scott.

—Y tú, estamos intentando ayudarte, enano —dijo Stiles señalándole con el dedo mientras Madison se golpeaba la frente. No era exactamente la impresión que ella pensaba que intentaban dar, ella al menos habría intentado ser más amable.

—¿Secuestrándome? —preguntó Liam con incredulidad.

—Nop, nosotros no —dijo Madison, llamando la atención de los chicos—. Él.

—Nosotros sólo fuimos cómplices —añadió Stiles, como si eso mejorara algo la situación.

—Liam, he pasado por esto antes. Te está pasando algo, algo grande —habló Scott, con un tono empático, y Liam negó con la cabeza.

—No me está pasando nada. Nada —dijo Liam con severidad, alzando la voz mientras se arrancaba la venda del brazo, revelando que no tenía ninguna herida ni cicatriz.

La mandíbula de Stiles cayó ligeramente mientras Scott parecía preocupado. Madison dejó caer el labio inferior de entre sus dientes antes de hablar:

—¿Eso podría haber ido peor?

—No voy a compartir mi sótano —se quejó Malia mientras miraba a Lydia. Lydia giró la cabeza para mirarla, claramente frustrada mientras resoplaba.

—En realidad, es mi sótano. Y mi madre sabe cómo lo dejaste la última vez.

—Bueno, todavía está aprendiendo —defendió Stiles, a lo que Malia sonrió un poco.

—Usaremos la caseta de la barca para Liam. Tiene vigas grandes, podemos encadenarle a una —comentó Scott, y el grupo se puso de acuerdo con su plan.

—¿Y cómo vamos a llevarlo hasta allí si no confía en nosotros? —preguntó Kira.

—Si vas a impedir que asesine a alguien, le damos cloroformo a ese bastardo y lo tiramos al lago —sugirió Stiles y Malia asentió con firmeza, levantando la mano.

—Me apunto.

—No lo vamos a matar ni a secuestrar —dijo Scott, claramente frustrado mientras el resto del grupo intentaba pensar en un plan.

—Seamos más listos. Le decimos que hay una fiesta y le invitamos —habló Lydia, con una sonrisa cómplice en la cara.

—Espera, ¿le vas a pedir salir a un novato? —le preguntó Stiles mientras enarcaba una ceja.

—No, ya paso de adolescentes —dijo Lydia rápidamente mientras sacudía la cabeza—. Pero, si estamos engañando a alguien, utilicemos a la embaucadora.

Lydia asintió hacia Kira, al igual que sus amigos. Los ojos de Kira se abrieron de par en par al darse cuenta de lo que Lydia estaba insinuando.

—¿Quién? ¿Yo? Ni hablar. Yo no.

—Sí, tú.

—Yo no. Sería totalmente raro que una junior pidiera salir a un novato. Sin embargo, ¿sabes quién no es una junior...? —Kira se calló, mirando en dirección a Madison, y el grupo siguió su mirada.

—Qué graciosos sois —dijo Madison mientras empezaba a divagar—. ¿No os habéis enterado de mi interacción súper incómoda de esta mañana? Literalmente nos quedamos mirándonos en silencio hasta que aparecieron Scott y Stiles —relató Madison, con las mejillas enrojecidas por la pura vergüenza que estaba experimentando una vez más.

—Vale la pena intentarlo. Si no, sigo pensando que deberíamos darle cloroformo —dijo Malia y Madison se encogió de hombros.

—Bien. Pero me debéis una por esto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro