Las semanas estaban pasando demasiado rápido, la fama de The Quarrymen crecía, pues todos los querían en las fiestas.

Un miércoles por la tarde en la casa de John, George Paul y Stuart un nuevo elemento en la banda ensayaban para una de sus presentaciones mas importantes, pues alguien podría representarlos.

-Escribí una canción, para la presentación -Dijo Paul extendiendo una hoja a John.

-Vaya, últimamente has escrito muchas canciones ¿enamorado Macarron? -Pregunta de forma sarcastica Lennon.

-¿De que hablas? -Dijo Paul confundido.

-No seas tonto -Rio irónico Lennon -Se que estas canciones son para Holly. Se que te gusta.

La atención se sintió, pues después de la fiesta en casa de Martin nadie volvió a hablar del tema, pero a medida que la veían todos trataban de sacar su mejor piropo atrayendo de su atención.

-Si, me gusta. Ya deberías saberlo -Dijo Paul parándose de su lugar -Aunque no entiendo porque te molestas de esa manera, si no mal recuerdo tu y ella no son nada.

-Chicos, no se peelen por ella...

-Callate Harrison -Interrumpió Lennon -Estas igual o peor que Macarron, estan muy enamorados de alguien quien no les hara caso.

-¿A ti si? -Rio Paul -Solo deja de ponerte celoso ¿De acuerdo?  esto es mas importante que Holly, por ahora.

-Tienes razón -Asintió John -Creo que todos debemos dejar de ver a Napoli. Es mas importante la banda. Trato hecho.

Todos se quedaron callados, hacer ese trato era para probar la lealtad entre ellos. Dejar de verla seria muy complicado, ella era una adicción completamente.

-Debe ser tan hermosa para que a los tres les guste esa niña -Interrumpio Stuart -Prefiero a la sexy rubia.

-Oh, es que no lo sabes -Dijo Paul -John solo quiere aprovecharse de ella. Ni si quiera es que le interese tanto como dice.

-Si no sabes no hables McCartney -Defendio Lennon -Es obvio que a ti, también te llego el amor.

-Solo dejemos el tema -Sugirió Harrison -Tenemos la presentación mas importante dentro de poco.

Al líder de la banda le incrementaron los celos últimamente hacia su compañero McCartney, no solo por el tema de las chicas, si no por su madre quien parecía hacerla mas feliz en sus visitas que el, además, sus canciones eran bastante buenas, las de lennon... no eran tantas. Los celos, estaban ahí, no solo en John, también en Paul. Aunque ambos le restaban importancia a el mas joven que era George Harrison.

Siguieron tocando y conforme a los días, los chicos trataban de no acercarle pero era inevitable. De hecho, cada uno por su parte trataba de conquistarla, y eso podía ser peligroso porque lo hacían a escondidas de la banda.

De lado de las chicas, teniendo una platica muy interesante Holly aclaro sus sentimientos.

-Ya no los he visto juntos -Dijo Holly preocupada -Es decir, no los veo a los tres juntos como antes.

-Era obvio pequeña amiga -Asintio la rubia -Son amigos, entre ellos se ponen celosos. Es mejor que nadie de ellos lo sepa.

-Pero ya lo saben...

-Pero no saben a quien escogeras -Dijo Bridgit mientras planchaba su cabello.

-¿Tengo que escoger a uno? -Dijo asustada la castaña. -Si es asi... creo que seguiré con John.

-¿Bromeas? -Pregunto la mejor amiga -Es la peor opción de los tres, es mucho mejor Richard. 

-Todos tienen sus cosas buenas DeBerry.

Tal vez si era mala idea seguir con John, pues lo intentaron y en esos pocos días la estresaron tanto.

George se volvió un poco serio y mas rebelde, algo que confundió un poco a Holly, pues estaba debajo de la influencia de John Lennon. El chico malo, el líder de una banda.

Holly se miro frustrada y dio un gran soplo. ¿Que estaba pasando?

-Te ves muy estresada -Le informo la ojos de angel -Mejor hablemos de tu cumpleaños.

-Supongo que esta ves no quiero una fiesta -Revelo la castaña -La gente a veces me molesta.

Bridgit la miro detenidamente, cerro un tanto lo ojos analizando a la pequeña joven que estaba sentada junto a ella.

-No has resulta lo de tu enfermedad cierto.

-Creí que lo había superado -Dijo Holly dando un suspiro largo -Volvió de pronto. En realidad ahora ya no se que hacer.

-Deberías relajarte mas.  -Sugirió la rubia -Esta bien si este año no quieres fiesta. No hay nada de malo.

-Gracias por entender -Dijo la castaña -Mañana tengo que ir con John a su casa para una noticia que me dara.

-¡Te pedirá matrimonio!

Ambas rieron.

Era cierto que la enfermedad estaba volviendo, pues esto la estresaba cada ves mas, aparte de no querer ser grosera con los otros chicos, prefería que ninguno le hablara, no por ahora. Porque de cierta manera era un lindo desastre en su vida.

Aunque después de todo, la mejor amiga rubia sabia a la perfección que a la castaña no le parecían las fiestas por ahora, decidió crearle una pequeña fiesta sorpresa, solo con sus amigos mas cercanos y la banda invitada seria The Quarrymen. La fiesta seria hermosa y desde ya la comenzó a planear.

Sin antes pensarlo, la semana de cumpleaños de Holly se acercaba, aunque ella estuviera tan tranquila su mejor amiga no lo estaba, pues la fiesta sorpresa para la castaña se acercaba.

-Bridgit, ya llegaron las decoraciones -Dijo Ruby acomodando el salón en la casa de picnic de su familia.

-Dejalos por ahí -Ordeno la rubia -Te quedaras a cargo mientras voy a contratar la banda. 

La rubia salio apresurada, se subió al auto, se dirigieron a la calle Penny Lane, donde dos edificios de mas se encontraban John y su nueva banda, tocando para un representante prestigiado en Liverpool. Donde mandaban a otras bandas a distintos países a tocar a locales famosos.

Los 5 integrantes salieron apresurados de aquel lugar, DeBerry volvió a colocar sus caras gafas y salio del auto. Apresuro su paso para alcanzarlos.

-¡Hey! -Grito ella desesperada -Escarabajos musicales. John.

Todos voltearon, se miraron entre si y cuchichearon un poco. 

-¿Como nos llamaste? -Pregunto Paul con interés. 

-No importa -Ignoro ella -Se que son súper V.I.P, pero se acerca la fiesta de cumpleaños de Holly, ya saben. Quiero que toquen en su fiesta sorpresa. Pueden hacerlo como un favor para ambas o les tendré que dar 25 dolares para ello.

Bridgit saco los billetes de su bolso mostrándolos al líder de la banda. Que de pronto le arrebato los billetes.

-Tocaremos -Asintió John -Lo haríamos por el favor, pero necesitamos dinero para el regalo y chaquetas nuevas.

-Como sea -Dijo vagante -Paul, necesitare que me ayudes para otro gran regalo que le tengo a la pequeña. Tu eres quien mejor la conoce.

Paul sonrió involuntariamente, con gusto acepto ayudar para el cumpleaños de su amada.

Mientras tanto los otros dos se miraron a los ojos un tanto molestos por el comentario indirecto que Brigit dio, pues ella ya mostraba el apoyo que le daba a un candidato, mientras los otros 2 los dejaba a la deriva sin ninguna ayuda.

-Ya se que haras Macarron -Bromeo John -Te vestiras de unicornio, la cara de niña ya la tienes. Deberías cobrar por ello.

-Cierra la boca Limon -Rio Paul -Si es por Baby Holly, hare lo que sea.

John apretó la mandíbula nervioso. Tenia un tanto de celos guardados en su ser que le molesto demaciado aquel comentario.

Paul tenia el cariño de todos, es decir. Era tan lindo, amable, guapo y caballeroso que hacia a todas las chicas suspirar.

John era atractivo, chico malo, gracioso, protector, valiente y carismatico. Cualquier chica le gustaria perder el control con el.

Pero se están olvidando de alguien... George Harrison, Cerio, simpático, enigmático, misterioso y talentoso. El chico tranquilo. Un buen partido con que estar.

Holly tenia en sus opciones a el chico malo, el chico bueno, el chico tranquilo. Solo por ahora.

A George se le ocurrio la idea de conseguir dinero fuese como fuese, para comprar el mejor regalo de cumpleaños que Holly puede recibir.

-Dejemos el drama a un lado chicos -Calmo Stuart mientras miraba detenidamente a la sexy rubia que estaba parada enfrente de ellos. -Linda ¿Te gustaría salir conmigo?

Bridgit sonrio y acepto, pero se estaba olvidando de sus prioridades... la fiesta.