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Los dinosaurios tranquilamente pudieron volver a existir y a extinguirse en lo que yo me tarde en actualizar, perdón por eso gente primero la inspiración no llegaba y después llegaron los exámenes parciales y los finales de la universidad.

Pero aquí estoy :D y bueno pasaron cosas como que está bella historia se ganó un concurso y una mención ✨
Y como eso me puso muy feliz, me dije a mi misma que terminaba esto si o sí hoy.
Juro que perdí la cuenta cuántas veces escribí y borre escenas, pero bueno este es el resultado final y espero que les guste.

[🐢] El capítulo de hoy está dedicado a:

gatos7bambam
crydywithemoon
Michi-2020
cherrysunnie
angelshopes

Los amo gracias por sus votos y comentarios bebés 🤧💕✨
Me seguiré esforzado para que les agrade está historia.

Si quieren que les dedique un capítulo debes ser una de las cuatro primeras personas en votar y comentar el capítulo o siendo mi comentario favorito.

🐤 Ahora ya no les voy a romper más las pelotas y los dejo con el capitulo✨

❄️[Sunghoon]❄️

Su rutina se repitió como todos los días al levantarse. Con la pequeña diferencia que nuevamente, como el día anterior le había costado levantarse debido a que se había desvelado. Se había dormido tal vez, a eso de las dos casi tres de la mañana; con el suave sonido de las gotas de lluvia  y aquel dulce " Buenas Noches" por parte de Sunoo que tanto le encanta y no le molestaría acostumbrarse.
Aunque bueno quedarse hablando con Sunoo hasta tarde tenía sus pequeñas consecuencias...

— Definitivamente tengo que ponerle algún tiempo de duración a las llamadas de Sunnie.— murmuró el pelinegro mientras se observa en el espejo del baño, tocando con la yema de sus dedos aquellas oscuras bolsas negras que lo hacían verse como un mapache.—

Luego de suspirar y regalarme una pequeña sonrisa para mi mismo decido dejar de lamentarme ... Estas eran las consecuencias de mis actos...

Y no me arrepiento ni en lo más mínimo.

Rápidamente se higenizo y vistió con el uniforme para minutos después estar bajando las escaleras con cuidado, en lo que  intentaba arreglar su corbata para que esta quedará decente. Y al parecer hoy no es su día, por qué por más que batallara para hacer el nudo no lo consigue, e intenta varias veces sin obtener éxito, así que  la molestia le gana y se rinde.
Así que suspiro frustrado y entro a la cocina arrastrando los pies con desgano.

— Buenos Días. — saludé a Jisoo quien tarareaba alegremente una canción mientras preparaba el desayuno.—

— Buenos Días Hermanito~ — saludo la mayor con dulzura — Ya está casi listo tu desayuno —  hablo ella con felicidad desbordante en su tono de voz.— Adivina ... Prepare panqueques~.— canturreo.—

Arrugue inconscientemente la nariz ante eso. No es que no me gustarán los panqueques que mi hermana preparaba ¡Le encantaban! ... Pero, últimamente ya había roto en exceso la dura dieta, a la que su progenitora lo había sometido. Si su madre vuelve del viaje y se da cuenta que subió de peso lo único que le espera es quedarse sin comer y solamente ingerir agua durante unos días ...Y sincera lo odia, lo odia porque se siente fatigado, mareado y completamente débil, pero eso a su madre no podría importarle menos.
Así que decidí rechazar sutilmente, aquellos deliciosos panqueques por más de que no deseara hacerlo... Prefería prevenir que lamentar, ya que aún recuerda con un sabor bastante amargo, el día que se desmayó en medio de la práctica por esas dietas extremistas y lo único que hizo su madre cuando desperto fue regañarlo por desmayarse, y porque gracias a eso, los doctores del hospital decidieron que lo mejor era no participar en la competencia que tenía en ese entonces.

— Jisoo sabes que yo no ... — y antes de que pudiera continuar hablando la ya mencionada que estaba de espaldas, lo interrumpió.—

— No quiero quejas de que: " Yo no puedo comer esto porque no quiero subir de peso". Te sientas y te lo tragas. Si subes de peso yo asumiré la culpa de todo después con mama, pero no puedes vivir comiendo entre poco y nada ¿Entendido Park Sunghoon?— pregunto lo último en un tono de advertencia, mientras le amenazaba con la cuchara que revolvía su mezcla.—

— E-Está bien lo comeré — sonreí nervioso mirando con curiosidad a Jisoo segundos después.— Por cierto ¿Qué haces?¿Necesitas ayuda?. —  pregunté en lo que me sentaba en mi lugar habitual de la mesa.—

Pues Jisoo acomodaba todo con cuidado lo que había cocinado dentro de lo que era una pequeña y rosada lonchera.

— No necesito ayuda, pero aún así te le lo agradezco hermanito. — una risa adorable salió de los rosados labios de la contraria. — En cuanto a lo que estoy haciendo ... Estoy preparando el desayuno para mí futura novia. —

— Pues seguramente la conquistas con este lindo detalle.— sonreí mirando con ternura a la pelinegra.—

La joven si bien siempre había sido una persona bastante sería en la universidad, siempre cambiaba totalmente cuando se encontraba enamorada.

— Muchas gracias Hoonie, ahora quiero que cierres lo ojos, tu desayuno está listo.—

—¿Porque dedo cerrar los ojos?.— fruncí el ceño.—

— ¡Tú solo cierra los y no preguntes! — chillo la mayor e inmediatamente cerré los ojos como ella pidió.—

— Listo.—

Entonces la joven sonrió feliz sirviendo los panqueques qué preparo con tanto esmero y dedicación en un plato para dejarlo delante de su hermano menor.

— ¡Puedes abrirlos!—

Entonces al abrir los ojos se encontro con unos adorables panqueques en forma de osito, con ojos de arándano y sonrisa hecha con miel.

Aquello le causó ternura y a la vez un poco de nostalgia, trayendo así a la vida varios recuerdos bonitos que tenía de su infancia ... Esos días en que su madre les hacía panqueques en forma de osito cuando estaban tristes... Esos días en los que aún su madre se preocupaba sinceramente por el.

¿Qué tenía que hacer para que su madre lo viera nuevamente como un hijo y no como un patinador que solo debe ganar competencias?

— ¿Se ven lindos? — pregunto la chica bastante nerviosa mientras jugaba con un mechón de su cabello y aquello lo saco de su burbuja.—

— Son muy lindos Noona— sonreí y con algo de pena corto el tierno panqueque, llevando así el primer pedacito a su boca. — ¡Y esta delicioso!—

— Me alegra mucho que te guste, por favor disfrútalo.— sonrió la pelinegra con dulzura.—

— Siéntate conmigo a desayunar.— le pedí haciendo un pequeño puchero con intenciones de así convencerla.—

Su hermana simplemente le mira y ríe un poco, en lo que niega sutilmente con la cabeza.

— Lo siento Hoonie no puedo quedarme.— se disculpo la joven con una media sonrisa, mientras quitaba el delantal comenzando a tomar sus cosas, guardando cuidadosamente el desayuno que preparó en una linda bolsa de tela y me dejaba un poco de dinero en la mesa.—

— Limpia tu plato, ordena un poco antes de irte y cierra bien la casa cuanto te vallas. Este dinero es para tu almuerzo y un taxi.— comenzó a explicar mientras acomodaba su ropa y su cabello.— Ah, también me llevaré el paraguas.— aviso.—

— ¿E-Espera te irás sin mi? —  Jisoo asintió sin mirarme.— Esta lloviendo, no puedo ir caminando a la escuela, terminaría empapado. —

— Ya te dije, llama un  taxi o un a un conductor por alguna aplicación.— sonrió mientras se acercaba a la puerta emocionada.—

— Pero Noona ...—

— Sunghoon si te llevo Rose y yo llegaremos tarde a clases ... Tu sabes bien que si tuviera tiempo te llevaria.—

Y si bien aquello era un muy buen justificativo, porque estaba cargado de razón, sentía que no debía darse por vencido.

— P-Pero ...—

Y antes de que continuará hablando, se escuchó el sonido de la bocina de un auto a las afueras de casa y la contraria chillo feliz.

— Llegaron por mi ¡Nos vemos hermanito! — se despidió Jisoo, para después abrir y cerrar la puerta rápidamente marchándose, sin darme tiempo para contestar su despedida aún que sea. —

En menos de cinco segundos se había quedado solo, desayunando nuevamente sin ningún tipo de compañía como solía suceder diariamente... Que se empezará a acostumbrar a eso... ¿Sería algo bueno o algo malo?.

Tras un pesado suspiro termino de desayunar, ordeno un par de cosas, y mediante una aplicación que descargo en su celular llamo a un conductor que viniera a buscarlo.
Cerro bien la casa y se dispuso a esperar en el pórtico mientras admiraba como la lluvia seguía cayendo.

Según lo que decía la confiable información de la aplicación, llegarían a buscarlo en un Corsa de color gris y su conductor era un hombre llamado Lee Dae-on.

Francamente no le agradaba mucho, esto de viajar con un desconocido. Normalmente en estos días solía llevarlo Jimin a la escuela, pero ahora el mayor de cabellos rubios no estaba y caminar no se encontraba dentro de las opciones ... Digamos que este era su única salvación si quería asistir a clases de matemáticas.

— Tranquilo nada saldrá mal.— me digo a mi mismo, mientras llenaba mis fosas nasales con aquel olor a lluvia que había en el ambiente, provocando que cerrara los ojos debido a lo cómodo que lo hacía sentir.—

Y así comenzó su espera de vaya a saber cuantos minutos tenía por delante.

Estaba aburrido y con varios residuos de sueño su organismo, por lo que mantenerse despierto en este precioso segundo era toda una guerra. Por lo que cerraba los ojos unos segundos y cuando sentía que iba a dormirse rápidamente los abría, comenzando a parpadear varias veces o masajear un poco sus párpados. Estuvo así durante diez minutos,  hasta que sus oídos quedaron aturdidos por el repentino y molesto sonido del claxon de un auto.

Se sobresalto e inmediatamente dirige su mirada hacia la calle, en el lugar donde provino el ruido notando que era el auto que tenia que venía a recogerlo.

Inmediatamente corrió cubriéndome la cabeza con la mochila, ya que su hermana se había llevado el único paraguas que había en toda la casa. Para su suerte, el conductor abrió la puerta del acompañante unos metros antes de que yo llegara al vehículo, por lo que entre y cerré rápido la puerta.

— Buenos Días — saludé sin mirar al conductor, en lo que revisaba si lo que tenía adentro de la mochila no se había mojado.—

Cerro los ojos y un pequeño suspiro de alivio salió de mi boca cuando note que mi mochila apenas estaba húmeda en la parte de afuera.
El auto estaba calentito debido a la calefacción, al asiento era cómodo ... De repente la idea de quedarse dormido hasta llegar a la escuela no sonaba tan mal.

— Buenos Días, ¿Estas bien cierto?.—

Aquella voz preocupada no había sonado como la de un adulto, por lo que abrí los ojos y mire al conductor encontrándome con una no muy agradable sorpresa.

— N-No te preocupes estoy bien. Solo es un poco de sueño. — Rei nervioso al encontrarme con un muchacho mucho más joven de lo esperaba.—

Ese no era el conductor que mostraba en la foto de la aplicación...

— Está bien, cualquier cosa dime ¿Si? — el castaño le sonrió mínimamente mientras ponía en marcha el auto.—

Asentí y rápidamente me coloque el cinturón de seguridad y mirando mis manos nervioso pensé: ¿Y si me quieren secuestrar?.

Intento que aquella idea negativa no dirá tantas vueltas en su cabeza, por lo que simplemente suspiro para calmarse un poco para después comenzar a observar al conductor.
Era un joven de cabello castaño chocolate, con unos bonitos ojos de color oscuro, como si fuera una mezcla entre negro y gris. Es alto y de labios algo finos.

El hombre que había visto en la foto tenía los mismos ojos que ese muchacho, pero su cabello era negro con algunas canas y su rostro le hacía entender que tenía unos 40 años al menos ...

¡Definitivamente era imposible que fuera la misma persona!

— ¿Seguro que no quieres ir al hospital? Estas muy pálido.— mencionó el conductor mientras me miraba durante unos segundos.—

Sin embargo no le hizo caso a esa pregunta.

— Tu nombre es Lee Dae-on ¿Cierto?.— dije con seriedad mientras discretamente tenía la mano cerca de la manija de la puerta y los nervios lo consumían.—

Si algo malo sucedía iba saltar del auto en movimiento y correría hasta la casa de Jake.
Todo estaba planeado en su cabeza.

El castaño entonces abrió los ojos sorprendido y rió totalmente avergonzado.

— ¡Oh lo siento no me presenté! Tranquilo no te preocupes Lee Dae-on es el nombre de mi padre. Él trabaja de esto y yo trabajo en un café cerca del instituto al que asistes.— explico con tranquilidad el joven.— Mi padre hoy no se sentía muy bien, por lo que le dije que yo haría el viaje que no se preocupe.—

— Oh...— sonreí avergonzado, mientras alejaba mi mano de la manija de la puerta, teniendo ganas de golpearme la frente con fuerza.— Y-Yo pensé que... — cubrí mi rostro.— En serio perdón por pensar cosas sin sentido.—

— No te disculpes estás en tu derecho, yo no hice las cosas como debía. Perdona si te asusté.— dijo castaño chocolate  apenado.— Así que empecemos de nuevo. Mi nombre es Lee Heeseung mucho en gusto en conocerte. —se presentó con una cálida sonrisa, mirándome unos segundos para después volver su vista al camino.—

Entonces esa sonrisa me transmito confianza y la lógica explicación tranquilidad, por lo que decidió calmarse y devolverle la sonrisa al contrario.

— Park Sunghoon mucho gusto en conocerte Heeseung.—

Saque mi teléfono y miro el reloj notando que aún faltan una larga media hora para que las clases comiencen.
El viaje era muy silencioso y aquello no era del todo de su agrado por el momento. Estar al lado de Heeseung en silencio lo ponía un poco incómodo y si bien comenzar una charla sobre algo, era una buena opción, él era pésimo buscando temas de conversación.

— ¿Te molesta si pongo algo de música?— le pregunté a Heeseung, escuchando un pequeño sonido de afirmación de su parte en modo de respuesta.—

Con una sonrisa entonces me acerco a la radio que poseía el auto, comenzando a cambiar de estación hasta encontrar algo bueno que escuchar en el viaje que no fueran noticias.
Y fue así  como comenzó a sonar la canción " Ping Pong" en todo el auto.

— ¡Déjala, dejala! Esa canción es últimamente una de mis favoritas.— pidió el dueño del auto con un pequeño puchero en labios.—

Aquel pequeño gesto le causó empatía y volvió a sentarse correctamente en el asiento entonces, en lo que sonaba aquella canción tan pegadiza que comenzaba a tararear, haciéndole recordar a su querido mejor amigo quien desde hace unos cuantos días, no dejaba de cantar aquella canción.

El mayor de cabellos castaños cobrizos, seguramente también debía estar esperándolo para ir juntos al instituto como era costumbre de todos los días.

— ¿Heeseung podrías detenerte en la casa de la esquina que está en la siguiente cuadra?... Mi mejor amigo vive allí ¿Será que podemos llevarlo también? ¿Por favor?.—

— Claro, no hay ningún problema.— dijo el mayor con calma, sin pensar mucho la respuesta.—

— Muchas gracias.— le respondí con una sonrisa leve.—

Si hubiera sabido lo que tendría que soportar minutos después... Sinceramente por más cruel que suene, habría dejado que Jake faltará a clases o se empaparse con la lluvia mientras iba caminando al instituto.

Después de cinco minutos estábamos estacionados frente a la casa de Jake. El australiano en ese momento estaba recostado contra una de las comunas de su hogar, con la mirada perdida en la nada.

Cuando estacionó el auto el Jake apartó la mirada del suelo y se fijó en aquel auto desconocido y no le había avisado a su amigo que pasaría a buscarlo, bajo inmediatamente la ventanilla.

— ¡Jake apurate que vamos a llegar tarde! — le grité, para después reír al ver como el castaño cobrizo me miraba sorprendido.—

Fueron pocos segundos los que esperamos con Heeseung para que Jake llegará abriendo la puerta del auto comenzando a quejarse.

— Sunghoon al menos podrías dignarte a avisarte que vendías a buscarme en el auto de un desconocido, pensé que me  iban a secuestrar.—

Comenzó a decir su mejor amigo mientras yo miraba a Heeseung en forma de disculpa, porque el se había sorprendido un poco. Y  asumo que eso se debía a que Jake ni siquiera nos había saludado.

— Hyung deje de quejarse por favor, hay más gente presente, debe ser educado y saludar.—

— Si pero aún así tú ...— y de la nada el castaño cobrizo quedo cayado.— Oh ...—

Y en ese pequeño instante en el que las miradas de Heeseung y Jake se cruzan por primera vez para presentarse.
Los corazones de ambos chicos se les da por latir con desenfreno, mientras cierto brillo aparece en los ojos de ambos.

"Bonito" ese era el único adjetivo calificativo que aparecía en la mente del australiano, ni bien comienza a observar el rostro del conductor.
Ese chico es bonito, le parece bonito y obviamente se lo dirá en los próximos 10 segundos.
Jake siente que hay algo en ese chico que lo hace resaltar por sobre todos sus Crush, y ese algo indefinido le encanta, le encanta porque es la primera vez que se siente tan embelesado por alguien, al punto de dejar de quejarse con su mejor amigo.

Por parte de Heeseung pasa algo similar. Pues la razón por la que quedó sorprendido no era solamente por la forma de ser de Jake, si no también porque le había parecido bastante atractivo... El tenía algo diferente que le llamaba la atención a pesar de conocerlo hace menos de un minuto. Jake tenía esa chispa, ese no sé qué, que hace que su corazón lata como desquiciado en su pecho.

— ¿Sabes que Hoonie? No voy a quejarme más, porque mis ojos en estos precisos momentos están viendo al chico más bonito del mundo. — dijo el castaño cobrizo usando aquel tono de voz juguetón, que solía caracterizarlo.—  Mi nombre es Shim Jake estudiante de último año ¿Cuál es tu nombre hermosura?.—

Inmediatamente mire a Jake con cierto reproche para que se comportará. Sin embargo para su sorpresa Heeseung, está lejos de sentirse incómodo...

— M-Mi nombre es Heeseung, Lee Heeseung.— sonrió el mayor bastante avergonzado.—

— Jake este no es el momento para tus coqueteos.— digo con sutileza.—

—Yo solo estoy conversando un poco con nuestro conductor, no estoy haciendo nada malo Hoonie.— hizo un puchero.— ¿Cuantos años tienes Heeseung?. — pregunto el australiano con dulzura rebosante en su voz.—

— Tengo 20 — respondió el mayor con cierta timidez en lo que jugaba con un pequeño mechón de su cabello entre sus dedos y ese detalle, ese pequeño gesto, no paso desapercibido para Jake.—

Por mi lado suspiré mirando la ventana, al mismo tiempo que rodaba mis ojos disgustado por sentirme mal tercio en esta situación.

Es decir... ¿A quién le gusta estar presente, cuando tu mejor amigo le está coqueteando exitosamente a otra persona y tú simplemente no aportas nada a la situación?

— Oh entonces tú eres mi hyung, yo tengo 18 así que la diferencia no es mucha y no importa.— dijo Jake sonriéndole al mayor de forma angelical.—

¿Qué no te importa la diferencia Shim? A nosotros nos separa un poco menos de un mes de diferencia y siempre le das mucha importancia.— digo para mis adentros, mientras contenía aquellas ganas que tenía de reír sarcásticamente.—

—¿Pero te molestas si no te digo hyung? Es que siento que bonito, es la etiqueta que encaja perfectamente contigo ...¿Te incomoda que te diga Bonito?.— pregunto el castaño cobrizo de forma risueña.—

— No, la verdad es que no me molesta que me digas así.— dijo Heeseung con un sonrojo en sus mejillas.— Me gusta como suena.— susurro aquello en voz baja.—

— ¿Nos podemos ir? — pregunté mirando a los dos mayores quienes se miraron con cierta complicidad.—

— Ya, Ya aún hay tiempo Hoon. Una última pregunta y luego ya nos ponemos ir. — Jake sonrió.— ¿Heeseung hyung esta soltero?—

— ¡Jake! ¡No seas tan atrevido! ... — le reproche mientras veía como Heeseung reía, teniendo la mejillas rojas al igual que sus orejas.—

Jake siempre había sido una persona atrevida, a la cual las etiquetas rara vez le interesaban.
Y si bien, después de tantos años ya me había acostumbrado a la forma de ser de mi mejor amigo, el resto de las personas que recién lo conocían no y podía llegar a pensar que Jake era un respetuoso o mal educado ...
Originalmente temía Heeseung se enojara, pero para su sorpresa no fue así en ningún momento.

— N-No te preocupes Sunghoon, está bien. — sonrió el mayor, encendiendo el auto comenzando a conducir nuevamente.—

— Ves a Heeseung Hyung no le molesta que le pregunté cosas y le diga que me parece muy atractivo. — bufo Jake  acomodándose en el asiento de enmedio, cruzándose de brazos como niño pequeño.— Eres un amargado Hoonie.—

Simplemente no conteste y suspiré para no darle más interés a la situación, por lo que preferí mantener mis ojos enfocados en el paisaje que conocía bien por la ventana.

Cuando estábamos llegando al instituto la lluvia por suerte paro un poco, así que Heeseung detuvo el auto en la entrada y nos sonrió a Jake y a mi.

— Bueno chicos hechos llegado a su destino.—

— ¿Cuánto debo pagarte? — pregunté mientras sacaba el dinero que mi hermana me había dado.—

— Yo también voy a colaborar un poco Sunghoon.— dijo Jake repentinamente comenzando a buscar en su mochila.—

Entonces el mayor los observó unos momentos mientras pensaba y luego de tomar una rápida decisión hablo.

—  Chicos no se preocupen, no me deben nada.—

— ¿No, nos cobrarás? — pregunté con cierta incredulidad y confusión.—¿Porque?.—

— Para ser sincero me divertí mucho hablando con ustedes en este viaje tan corto. Me agradan así que no les cobrare.— sonrió a medias.— No se preocupen, hoy me pagan en el café que trabajo así que de allí sacare el dinero para darlo a mi papá.—

Presione mis labios dispuesto a insistir para que el castaño aceptará, pero cuando la emisora de la radio que estábamos escuchando dijo la hora, me di cuenta que apenas nos quedaban 8 minutos para que tocará el timbre de entrada a clases.
Por lo que prefirió aceptar la oferta, que perder más del valioso tiempo que le quedaba para llegar a su clase.

— Está bien, gracias por todo Hyung.— sonreí juntado mis manos en un pequeño gesto de agradecimiento.— Tenga un bonito dia.—

— Yo, ya te alcanzó — hablo Jake rápidamente, a lo que yo suspire mientras asentía levemente con la cabeza.—

Luego de aquello quedó en claro de que Jake se tardaría, por lo que simplemente comience a caminar entre el mar de alumnos que había.

Mientras tanto en el auto, Jake jugaba con sus manos un poco nervioso por lo que quería decir.
Era la primera vez que alguien lograba tirar parte de su excesiva confianza en sí mismo abajo.
De repente se sentía mudo e incapaz de emitir una oración totalmente coherente. Y la verdad eso, no era nada nuevo para el australiano. Ya que Jake podía tener toda la confianza del mundo al hablar de algún chico o con algún chico, siempre que su mejor amigo estuviese presente.
Sin embargo, su confianza se volvía un 50% torpeza cuando estaba a solas con alguien que le gustaba.

Y Heeseung ... Dios, lo había conocido hace menos de media hora, pero a su corazón ya le gustaba tanto...

✨[Jake]✨

— Mmm b-bueno.— aclaré garganta captando completamente la atención del mayor, mientras me acerqué lo más que puede a el. — G-Gracias por traernos hyung.— digo con cierta dificultad.—

— No es nada Jake — Heeseung le sonrió con tranquilidad mientras me dedicaba una mirada amable.— Me divertí mucho charlando contigo.—

— Yo también me divertí mucho y bueno... M-Me preguntaba si s-sera que ...— aclare nuevamente un poco la garganta, ya que hablar con claridad en este preciso momento parecía una tarea difícil de cumplir para mis cuerdas vocales.— ¿Podemos tener una c-cita?... Es que me pareces muy lindo y me gustaría invitarte a algún lugar.—

Heeseung sonrió a medias y negó sutilmente con la cabeza.
Si bien aquello primero me causó desilusión, tuvo la suerte que cuando esos lindos labios rosados que poseía Heeseung se separaran, dijeran lo siguiente...

— No te apresures, la verdad es que aceptaría la cita pero es muy pronto. Primero tú y yo seremos amigos, nos conoceremos y luego veremos qué pasa...— respondió el mayor tocando con ternura la punta de mi nariz.— Si quieres podemos hablar por mensaje.—

Lo último definitivamente entusiasmo a su corazón debido a como este comenzó a latir mientras sus ojos se volvían un poco más brillantes.

Porque había una gran diferencia entre ambos chicos. Mientras Jake simplemente se dejaba llevar completamente por el flechazo que había tenido, Heeseung por su parte si bien también había quedado flechado, quería asegurarse de que Jake era el indicado... El no quería arriesgarse a comenzar a salir con alguien que apenas conoce, solamente porque la atracción era mutua.

— ¡Me encantaría que primero seamos amigos y hablar contigo por mensajes! — sonreí con emoción.—

Tendría que bajar el ritmo a su conquista a uno más lento y calmado pero eso no le importaba, si Heeseung quería conocerlo a fondo primero lo aceptaría, pero no dejaría de coquetearle en ningún momento solo debe ser más sutil, cosa a la que no está muy acostumbrado.

— Está bien, entonces te dictaré el número.—

Asentí y comencé a buscar entre los bolsillos de la mochila mi teléfono sin éxito, por lo que comenzó a buscar dentro de la misma, pero lamentablemente a su cabeza llegó el recuerdo de que lo había dejado en casa cargando batería.

—  No lo traje. — sonreir completamente avergonzado, rascando mi nuca.—

Una adorable risilla salió de la boca de castaño chocolate.

— Anotalo en un papel entonces Jake.— dijo Heeseung sin borrar aquella sonrisa simpática de su rostro.—

— ¡C-Cierto!—

Entoces comencé a buscar ahora, un pedazo de papel en su mochila y luego de que lo consiguió, busco algo con que anotar ... Sin embargo, cuando abrió su cartuchera se encontró con la misma completamente desértica.
Ya estaban a mitad del año y no quedan ni la sombra de todos aquellos lápices, plumones y lapiceras que alguna vez tuvo en el inicio de clases. Ahora solo tenía un lápiz de dibujo sin punta, una goma de borrar y varios envoltorios  de caramelos y chicles vacíos, pero recordaba tener una lapicera ayer ¿Entonces don ... Ah, ya recordó donde esta.

Sunghoon...— murmuró bajito el nombre de su mejor amigo con cierta amargura.—

El día de ayer Sunghoon le había pedido prestada su lapicera para hacer unos apuntes de clase de historia, en ese momento el se encontraba a punto de dormir así que no tuvo ningún problema en dársela, pero aparentemente nunca había regresado... Por primera vez se arrepentía de ser un buen samaritano con Sunghoon.

Interiormente quiso morir, por la vergüenza que estaba pasando delante de Heeseung. No quería que está situación, al mayor le llegarán a sonar como excusas.

— N-No tengo nada para anotar, lo siento mucho hyung...— me disculpó bajando la mirada.—

Para ese momento el timbre de entrada ya había sonado, sin embargo Jake sabía de los 10 minutos de tolerancia que tenían los profesores para hacer entrar a los alumnos que llegaban tarde a clase.

Sinceramente esperaba que el mayor se fastidie o enoje; que le dijera que se bajará del auto y que ya no quería hablarle. Y si bien esa era una visión bastante pesimista, eso era lo único a lo que podría (según yo) aspirar en esos momentos.
Es que olvidarse el teléfono es perdonable, a cualquier persona le pasa pero, ¿No tener nada para anotar?.

—No te preocupes.— hablo Heeseung completamente despreocupado.— Te lo diré y cuando llegas al salón la anotas ¿Tienes buena memoria?—

Rápidamente levante la mirada. Aquellas palabras le habían devuelto su característica confianza que era un poco excesiva en ocasiones.

— Por ti, tengo la mejor memoria del mundo y puedo memorizar hasta la tabla periódica si me lo pides.— sonrió de lado provocando que las mejillas del contrario se tornaran levemente rosadas.—

— E-Está bien, ahora escucha con atención porque no te lo repetiré más de tres veces. Ya debes irte a clases, no me gustaría que faltes por mi culpa. —

Asentí obediente prestándole toda la atención del mundo al castaño cuando esté comenzó a dictarle de a dos dígitos su número de teléfono. Y así repito aquel número tres veces en voz alta, para luego seguir repitiéndolo en mi cabeza sin confundirme.

Aquello por alguna razón, enterneció aún más el corazón de Heeseung sacandole una sonrisa, animándose a aprovechar aquella poca distancia que había entre ambos para dejar un corto y suave beso en la mejilla del menor.

— Ten un Bonito día Jake.— dijo dulcemente el mayor, haciéndome sonreír de forma avergonzada.— Ve a clases antes de que el profesor ya no deje entrar a nadie.—

— Tu también te un lindo día.—  digo feliz.— Te hablare luego.— le guiñe el ojo para después bajame del auto, comenzando a correr inmediatamente.—

El señor Min va matarlo y la verdad, saltarse la clase sonaba muy tentador si no fuera por el hecho que hoy entregaban el bendito examen de matemáticas que habían hecho hace unas semanas atrás.

Llegue prácticamente corriendo antes de que se acabarán los benditos 10 minutos de tolerancia a las tardanzas.
Entre al salón abriendo la puerta de forma repentina y sin previo aviso sobresaltando a todos.
Respiraba de forma desastrosa pero aún así atinó a disculparse, al notar que era el centro de atención.

— ¡P-Perdón por llegar tarde!.— digo comenzando a caminar apresuradamente hacia mi mesa, tras haber cerrado la puerta con cuidado.—

Sin embargo no llegue a avanzar demasiado, ya que inmediatamente el profesor de matemáticas se dio vuelta y lo fulminó con la mirada.

—"Okey, creo que mínimamente tuve que haber tocado la puerta y esperar a que me abriera".— pensé comenzando a arrepentirme de la decisión que había tomado hace menos de 30 segundos.—

Es consciente que el orden común es: "Pienso y luego actuó", sin embargo, él es más un: "Actuó, meto la pata y luego pienso".

— Shim, esas no son formas de entrar a mi clase.— hablo con firmeza el señor Min, haciéndome tragar saliva.—

— el hombre lo miraba con cierto odio, mientras se cruzaba de brazos.— ¿Y bien tiene algo que decir?. ¿Tiene alguna explicación para interrumpir así mi clase?.—

Aquel tono de voz severo, provocó que su cuerpo entero se estremeciera y comenzará a sentirse incapaz de mirar a lo ojos al profesor.

—No tengo ninguna excusa o explicación solamente no quería llegar después de los 10 minutos de tolerancia. Discúlpeme no volverá a suceder otra vez... Lo prometo.— murmuré con cierta incomodidad en lo que levantaba la cabeza para hablar, sintiendo como el profesor analiza mis palabras.—

En silencio Min le hace un pequeño gesto con la cabeza indicando que se siente, para después proseguir sobre su explicación, como si nada hubiese sucedido.

Rápidamente captó el mensaje y camino de forma apresurada hacia mi mesa.

— Sabía que llegarías tarde.— murmuró Sunghoon en voz baja, mientras yo me acomodaba en mi lugar.—

Mire a Sunghoon y antes de decirle algo, preferí arrebatarle mi bolígrafo con el que escribía de un rápido movimiento.

— ¡Pero que te pasa! — se quejó el menor si llegar a levantar demasiado la voz.—

— Este es mi bolígrafo.— respondí con simpleza.—

— Pero yo lo estoy usando.— gruñó Sunghoon por lo bajo, completamente disgustado por mi acción.—

— Pues usa un lápiz o pídele un bolígrafo a otra persona, yo necesito anotar algo importante.—

— ¿Más importante que lo que escribe el señor Min en la pizarra?— cuestiono el menor en voz baja, a lo que yo asentí.— ¿Y qué es?.—

Sin embargo, ya no respondí nunca haciendo que el su mejor  amigo suspire al no obtener respuesta, por lo que en silencio se limitó a buscar un lápiz entre sus cosas para continuar tomando notas.

Sinceramente estaba más que ansioso por contarle/presumir le a Sunghoon de lo que había pasado con Heeseung; pero este no era el momento para esta larga conversación. Primero porque estaban en clases de matemáticas y segundo lugar tenía una misión extremadamente importante, la cual era copiar el número de teléfono de Heeseung en un papel, y que este mismo se mantuviera sano y salvo hasta llegar a casa.
Así que lo anota rápidamente en la parte superior de la última hoja de su cuaderno, sonriendo en grande cuando escribe el nombre del mayor con la mejor caligrafía que podía ofrecer, acompañado de un pequeño dibujo de corazón al final.

— Ahora sí misión cumplida.— suspiré sintiéndome en paz, para después mirar el pizarrón.—

Y en los cortos segundos que observo el pizarrón quedó completamente confundido ... ¿Porque había números y letras juntos en un mismo ejercicio?

Y en eso en medio del silencio sepulcral que había en la clase, delicados e incluso tímidos golpes resonaron en la puerta. El profesor sin más remedio, al ver que los golpes eran insistentes, se apartó del pizarrón y se dirigió a la puerta para abrirla.
Y fue una sorpresa para todos los que estábamos mirando, ver a Song Yuqui ingresar a la clase quince minutos tarde, cargando un par de bolsas de contenido desconocido aparte de su mochila.

La joven castaña con una mirada avergonzada se disculpa con el profesor mientras éste le da ingreso a su clase tras unos cortos segundos de charla y se sienta en su lugar de siempre acomodando todas sus cosas.

— Vaya es la primera vez que la veo llegar tarde. — digo un poco sorprendido y luego miro a Sunghoon quien mira la situación consternado mientras su pierna sube y baja delatando su nerviosismo —

— Sunghoon ... — le llame sin embargo no obtuve respuesta.—

El joven patinador en ese momento está muy sumido en sus pensamientos como para escucharlo.

— Oye ... ¿Pasó algo malo y yo no me enteré? — le pregunté con cierta sutileza.—

En estos casos cuando su amigo está nervioso es mejor hablarle despacio, encontrar la razón de su intranquilidad y buscar la manera que evite pensar en eso.
A visto a su mejor amigo comenzar a mover de forma su pierna y terminan mordiendo sus uñas llegando a lastimarse.
Es usual verlo así cuando está a punto de presentarse en una competencia importante, pero hace unos minutos estaba tan calmado... ¿Qué fue lo que lo puso así?

— Y-Yo ni si quiera note que ella no estaba aquí.— murmuró el pelinegro en voz baja mirándome también.— Antes lo primero que hacía era saludarla y ahora ... Ni siquiera note que no estaba en la clase .—

La voz de su mejor amigo sonó un poco alterada, por lo que rápidamente tomo su mano dándole un pequeño apretón en señal de apoyó.

— Hoonie tranquilo respira y no te alteres.— digo llenando de aire mis pulmones para después suspirar.— Respira conmigo y ya no la mires por ahora.—

Así es como despacio y sin que nadie se percate verdaderamente de lo que sucede, Sunghoon inhala y exhala hasta que se calma completamente.

— ¿Mejor? — el menor asintió.— ¿Quieres hablar de lo que pensante, después?.—

El contrario lo pensó unos cuantos segundos y termino negando levemente con la cabeza  regalandome una media sonrisa.

— Está bien, pero quiero decirte que con lo de Yuqui ... Tu estabas apurado para no llegar tarde, no estabas prestando atención al entorno, no te preocupes a todos nos pasa al menos una vez.—

❄️[Sunghoon]❄️

— Gracias Jake...—

Murmuré lo último para después suspirar pesadamente.
Podía estar calmado ahora, pero estaba lleno de dudas.
¿Porque ni si quiera se dio cuenta que la persona le gustaba, no se encontraba en el salón hace un rato?. Solía estar constantemente pendiente de aquella muchacha, la saludaba, hablaba con ella, de vez en cuando comían juntos en el descanso. Pero con el pasar de los días la joven de cabello castaño dejo de ser la prioridad número uno para el...

Se pone a pensar en eso y en lo que a pasado en las últimas semanas y es ahí cuando se percata que pasa más tiempo con Sunoo que con ella y que algún punto, se siente mucho más cómodo con el menor que con la joven.

No entiende el porqué de este repentino, y hasta el momento, inconsciente cambio en su vida.

¿Tal vez, el hacerse amigo de Sunoo le hacía preferirlo a él antes que a Yuqui? Si debía ser eso ... Debe ser eso.

Una parte de él sabía perfectamente que no, pero prefería usar tontas excusas para justificar lo que sucedía.
Estaba en negación, Sunoo solamente era su amigo, era su amigo y su maestro ... Sentía cariño y admiración por el nada más ... Sólo eso ... No era lo que su corazón comenzaba a pensar.

— Chicos voy a entregar los exámenes que hicieron hace más de una semana.— mencionó el profesor, sacándolo de sus pensamientos.— Una vez reciban su examen los quiero a todos en silencio. Si hablan o molestan les advierto de ante mano, que les bajare puntos en este examen.—

Tras escuchar aquello, varios alumnos que se encontraban charlando ruidosamente guardaron completo silencio, mientras que el resto asintió de forma obediente ante las palabras del pelinegro de ojos gatunos.

Jake me mira con pánico y yo le sonrió diciéndole de forma muda "No te preocupes todo estará bien" aunque bueno, yo estaba igual o peor de nervioso que el australiano. Porque si bien reviso su examen antes de entregarlo, eso no significaba que algún detalle se le haya escapado y bueno, también estaba el hecho de que Min Yoongi odia su existencia.

Pasan los minutos y el profesor llega a nuestra fila, Jake es el primero en recibir su examen y para sorpresa del mayor saco un siete, calificación que lo hizo chillar de felicidad sabiendo que ahora su madre no podía castigarlo de ninguna forma.

Y por su lado una pequeña sonrisa de satisfacción se formó en sus labios cuando vio aquel 10 anotado con bolígrafo negro, en la esquina superior de la hoja.

Sentio un gran peso desaparecer de sus hombros en ese instante. Ahora tenía un problema menos de la que preocuparse.

Una vez que todos los exámenes se entregaron a sus dueños correspondientes, un módulo eterno de clases acompañado de tareas y finalizando todo con un acuerdo de guardar silencio, los alumnos consiguieron unos 10 minutos de descanso. 10 minutos que Jake quiso aprovechar para poner al día su mejor amigo.

— Sunghoon, me gusta  Heeseung.— soltó repentinamente el australiano con una sonrisa imborrable.— Y ya tengo su número.— canturreo orgulloso.—

Aquella información lo tomo por sorpresa, pero eso no significaba que no estuviese feliz por el mayor.

— ¿E-En serio?—

— Voy a llevarlo a una cita. Aunque bueno, el me dijo que primero debíamos ser amigos y luego veríamos que pasa... Pero solamente es un protocolo que debo cumplir primero ...— el mayor hizo un gesto con la mano restándole importancia a la situación.— ... A fin de cuentas terminará siendo mi novio de todas formas.—

— rei sutilmente mientras negaba con la cabeza.— ¿Y tú crees que él, va aceptar ser tu novio tan pronto? Jake lo conociste hace un par de horas nada más.—

Un suspiro enamorado sale de los labios contrarios mientras rueda los ojos con diversión.

— Ay Sunghoon, Sunghoon, Sunghoon se nota que no sabes cómo identificar el amor verdadero.—

— ¿Identificar el amor verdadero? ¿Ahora que historia fuiste a leer?.— reí un poco.—

— Primero no es una historia es la realidad.— dijo  haciendo énfasis en la palabra realidad. — Y segundo, ya sabes es como ummm — el castaño cobrizo  llevo la mano a su mentón con aire pensativo.— Como que hay una chispa, un algo que simplemente te hace amar a esa persona, te transmite una sensación de que todo está correcto sin importar lo que hagas ... Es como una descarga eléctrica que recorre todo tu cuerpo y te causa escalofríos.— Jake me miró con complicidad mientras me guiñaba el ojo.— Pero no hace falta que lo explique tanto ¿No? Es decir, tú ya lo sentiste con Yuqui.—

Una risa divertida salió de los labios del mayor, en lo que mis mejillas se tornaban rojas, al igual que mis orejas.

— Y-Yo no sé de qué estás hablando.— digo avergonzado apartando mi mirada repentinamente.— Yo no sentí eso.—

— Awwww mira hasta te pusiste todo rojo ¡Claro que sí! A menos de que no lo hayas sentido con Yuqui.— el timbre del descanso suena e inmediatamente Jake se levanta comenzando a estirar su cuerpo con tranquilidad.— ¿Vamos a la cafetería un rato antes de que ... Ya sabes? — el mayor susurro lo último con diversión mientras varios alumnos se marchaban del salón.—

Con la mirada de repente algo perdida, el Joven patinador asiente levemente con la cabeza a pesar de que no le está prestando completamente atención al castaño cobrizo.

Aquella simple frase tirada al aire por Jake de forma inocente y en broma fue el inicio de las dudas, de su curiosidad y del desastre.

Una chispa ... Una corriente eléctrica.

Simplemente aquello lo dejó pensando.
Como dijo el mayor, el conoce perfectamente esa sensación, esa sensación de comodidad, esa corriente eléctrica ... El ya las experimento pero, hay un pequeño fallo en sus palabras y eso le parece extraño.

Su mirada rápidamente busca a la joven de cabello castaño pero ya no está en salón ...

Definitivamente es extraño porque el si había sentido esa corriente eléctrica, pero no había sido con Yuqui y está más que seguro de ello.

[💋•❄️•🌈•✨•💜]

Arrastrando los pies Jake y Sunghoon llegaron a la cafetería sentándose en la mesa de siempre, para charlar un poco.

Sin embargo la charla nunca llegó ya que ambos comenzaron a comer. Jake por su lado había traído comida, mientras que Sunghoon se negaba a comer otra cosa que no fuera la manzana que había comprado.

Había un silencio entre los mejores amigos y aquello al australiano le incomodaba un poco, por lo que comenzó a observar al joven patinador hasta que consiguió un tema del que hablar.

— Oye, por cierto tú corbata es un desastre desde hoy en la mañana hermano.— rió el castaño cobrizo.— Te ayudaría, pero mi mamá me ayuda con eso todas las mañanas aun así que posiblemente lo empeore.—

— Si ya se que es un desastre.— suspiré sonriendo a medias.— Hoy no fue mi día para atar corbatas.— digo para después darle un pequeño mordisco a la manzana comenzando a masticarla.—

Luego de aquello la comunicación nuevamente se murio. Hoy no se encuentra de muchos ánimos para mantener una charla, así que su plan era que si Jake le hablaba se dedicaría únicamente a escucharlo, y a contestar solamente las preguntas que consideraba importantes.

Sin embargo, Jake también se mantiene en silencio mientras lo mira fijamente con los ojos entre cerrados, como si buscará o analizará algo.

— Jake ... ¿Porqué me miras tanto? —

— Porque eres hermoso como una obra de arte y las obras de arte se admiran Sunghoonie.— hablo Jake con una sonrisa divertida en los labios usando un tono bromista, a lo que yo simplemente rodé los ojos negando con la cabeza. — Ya no seas amargado solo estoy jugando.—

— Bueno, yo no estoy de muy buen humor, como para eso.— murmure en voz baja evitando el contacto visual con el contrario.—

— Hey amargado ... — me llamo Jake para que levantarse la mirada.—  Ya dime qué te pasa.— dijo el mayor sonriéndole leve.—

— A mi no me pasa nada hyung.— respondí sin muchos ánimos, mirando mis manos.—

— el mayor soltó una corta risa falsa.— Si claro y el profesor Min nos adora... — dijo de forma sarcastica.— Hoon yo no nací ayer, te conozco desde hace años, sé que algo te pasa.—

Bueno, no iba negar aquello, Jake lo conocía bien después de unos cinco largos años de amistad. Por lo tanto, en ese preciso momento no puede mentirle ya que el mayor se daría cuenta inmediatamente y comenzaría a hacer más preguntas de las que estaba dispuesto a responder.

Un suspiro frustrado salió de mi boca entonces ... Es consciente que no tiene más remedio que comentarle a su mejor amigo, al menos, superficialmente lo que sucede.

" Si sigues suspirando así vas a terminar  por desinflar te" comento el australiano en un intento de levantar un poco mi ánimo, logrando que mis sus labios se forme una pequeña pero sincera sonrisa casi imperceptible.

— Sigo pensando en lo que pasó en el salón, lo de Yuqui.—

—¿Sigues con eso?—pregunto el mayor con una sonrisa, la cual en el fondo le molestó un poco.— Te dije que no te preocupes.—

— Bueno yo no puedo aplicar el "No te preocupes".—

Jake se levantó y se sentó a mi lado, tomando mi rostro entre sus manos obligando a que lo mirará a los ojos, para luego aplastarme las mejillas.

— A ver Hoonie — me hablo dulcemente.— Sunoo últimamente es tu maestro y según me cuentas, también se están haciendo amigos... Es normal que pases más tiempo con el ¿Qué tiene de malo eso?.—

Parpadee unos segundos... ¿Que tenía de malo que pasará más tiempo con su amigo?... Si se ponía a pensarlo así, la realidad era que se estaba ahogando en un baso de agua. Porque tal y como dijo Jake era obvio que con esto de las clases pasaría más tiempo con el...
Yuqui en muchísimas ocaciones pasaba más tiempo con sus amigas que con el y no por eso dejaba de amarla...

— Mmmm ¿Nada? — respondí con cierta inseguridad.—

— ¡Exactamente no tiene nada de malo!— dijo el contrario soltando mi rostro y tocando la punta de mi nariz.— Ya te dije en la mañana, no te diste cuenta que ella no estaba porque estabas preocupado de que el señor Min no ponga tu cabeza de adorno de su escritorio por llegar tarde.—

Aquello último le causó escalofríos.

— Bueno tienes razón en eso.— sonreí un poco más tranquilo.—

— Siempre tengo razón Hoonie.— río el castaño cobrizo dándome un suave e inofensivo golpe en la frente, para luego volver a sentarse en su lugar y continuar comiendo.—

Estaba apunto de quejarse cuando repentinamente unas pequeñas manos taparon sus ojos. Aquella simple acción hace que se sobre salte un poco sin embargo, cuando aquel invasivo perfume con aroma a Jasmín llega a sus fosas se relaja.

— Adivina, Adivinador ¿Quién soy?— pregunto con cierta dulzura aquella voz cerca de su oído, provocando que su cuerpo se estremezca y sus latidos se disparen.—

— Mmmm no lo sé, creo que me va ser difícil.— finjo no saber escuchando ahora una dulce risa de la persona que en este momento se encuentra detrás suyo.—

Sus manos con cuidado se dirigen a las que impiden su visión, comenzando a tocarlas sin intención de apartarlas. Ya que por más de que su cerebro le grita que las aleje, su corazón se encuentra cegado e inundado de la ternura que le causa la situación

— ¿En serio no sabes quién soy?— pregunto la voz con dejes de tristeza y decepción en ella.—

Una sonrisa  se formó en mis labios de forma inmediata.

Claro que reconoce esa voz perfectamente, también aquellas pequeñas y suaves manos, al igual que aquel perfume.

— Claro que sí sé quién eres ... No te enojes conmigo Sunnie solo estoy jugando.—

Fueron pocos los segundos en los que tardó en volver a recuperar la visibilidad y tras darse media vuelta se encontró claramente con el pequeño azabache con un puchero en labios y el ceño fruncido.

Conoce esa expresión, sabe que el menor está molesto o al menos finge estarlo.

— ¿Te enojaste conmigo porque mentí fingiendo que no te reconocí inmediatamente?.—

— ¿M-Me reconociste inmediatamente? — pregunto Sunoo un poco sorprendido.—

— Conozco tus manos, tu voz, tu risa y también tu perfume.— enumero aquello con cierto orgullo.— Por favor cariño, no te enojes con Hyung ¿Si?—

Aquel apodo había salido de forma inconsciente de su boca, por lo que entró en pánico primero. Penso que el menor se enojaría pero no fue así... Los ojitos oscuros del menor estuvieron abiertos de par en par por unos segundos, pero esos ojos a pesar de estar sorprendidos se han vuelto más brillantes y mediante Sunoo se relaja aquella mirada se volvía más dulce, siendo acompañados un una tímida sonrisa.

Y le encanta esa sonrisa.

Aquello fue un silencioso disparo a mi corazón ... Por que ese día entendí una cosa ... Y era que amaba la sonrisa de Sunoo y ser el causante de ellas. Tal vez,  fue en ese momento que aquel sentimiento indefinido que bagaba en su corazón hacia Sunoo comenzó a tomar forma y a hacerse mucho más grande y fuerte.

💋[Sunoo]💋

"Cariño" aquel apodo hizo que su corazón se alterará, al igual que sus mejillas se sonrojan haciendo de sus mejillas dos pequeños tomates.

— Y-Yo no puedo enojarme contigo y lo sabes.— sonreí nervioso sentándome al lado de Sunghoon sintiéndose incapaz de sostener la mirada con el contrario.—

Dios ¿Como era posible que Sunghoon lo volviera un desastre en solo unos segundos? .
No le gusta, no le gusta no poder controlar los latidos de su corazón. No le gustaba ponerse nervioso por un simple apodo.

— ¿Vienes a buscarlo para las clases? — dijo el mayor del grupo en voz baja y asentí con la cabeza.—

— Si tengo que llevarme a Hoonie ahora.—

— Así que nos vemos en las clasesde historia Jake .— sonrió Sunghoon levantándose de la mesa inmediatamente como si estuviera ansioso de irse.—

— Oigan ¿Tan rápido me van a abandonar?. A-Al menos quédense conmigo 10 minutos, el primer descanso dura poco más de media hora... —

— ¿Porque? — pregunta Sunghoon un poco confundido.— Ya estuve contigo gran parte de la mañana.—

— Ya solo quedate conmigo aquí, será solo un momento.— pidió Jake haciendo un puchero tratando de convencerlos.—

Al ver que Sunghoon estaba a punto de posiblemente quejarse con el australiano, tomo la mano del mayor unos segundos para ganar su atención.

— No te preocupes Hoonie son solo 10 minutos.— digo regalándole una media sonrisa.—

Aquello hace que Sunghoon pensar y tras unos cortos segundos el major relaja su mirada devolviendome la sonrisa

— Está bien, Nos quedaremos entonces ... Pero solo serán diez minutos.— respondió el joven patinador mirando a su mejor amigo, quien sonríe en grande ante la respuesta aplaudiendo en modo de festejo.—

No podía pasarles nada malo en solamente 10 minutos¿Cierto?

Ambos se sientan en la mesa y así  comienza una pequeña charla de diversos temas, a los que no les presta tanta atención y participa entre poco y nada.
El en ese momento está organizando en su cabeza la clase del día de hoy y debido a que ahora cuentan con menos tiempo ... Tal vez, deba comenzar ver a Sunghoon fuera del horario escolar.

A sus ojos en ese instante se les da por mirar a Sunghoon comenzando a obsérvalo en silencio notando su desarreglada combata.

— Hoonie Hyung tu corbata es un desastre.— digo riendo suavemente interrumpiendo la conversación accidentalmente, haciendo que el contrario lo mirase apenado.—

— Ya lo se, pero hoy no pude arreglarla y la deje así Sunnie.— el más alto le sonrió a medias.— Hoy no es mi día para atar corbatas.—

—  negué con la cabeza.— Pero Hyung no puede verse desarreglado siendo tan lindo. Déjamelo a mi ¿Si? .— lo mire con ojos suplicantes esperando la aprobación para continuar con mi cometido.—

El mayor simplemente lo observa y tras tragar un poco de saliva, asiente con la cabeza sutilmente.
Y teniendo como permiso aquella sencillas acción, se acercó peli negro comenzando a deshacerse de aquel nudo mal hecho, concentrandose en acomodar bien la corbata.

Por parte de Sunghoon su mirada en todo momento se encontró puesta sobre el menor y en la adorable carita de concentración que tenía. Sunghoon analizó aquel bonito rostro e inevitablemente una sonrisa de apareció en sus labios. Aquellos ojitos llenos de brillo, esos labios rosados y suaves, así también como esas mejillas tan besables que tenía el más bajo ... Para el joven patinador todo en Sunoo era irresistible inconscientemente.

Por su lado mientras más sentía la mirada del mayor recorrer su cuerpo, más nervioso se ponía y sus manos se volvían temblorosas y un poco torpes, por lo que se apresuro para terminar de arreglar adecuadamente la corbata de Sunghoon.

— Termine.— digo feliz mientras sonreía orgulloso de mí trabajo.—

Todo estaba bien, hasta que sintió la mano del mayor en su mejilla comenzando a acariciarla despacio y con delicadeza.

Volviendo a experimentar ese sentimiento que tuvo cuando el mayor hizo lo mismo en la pista de hielo... Sólo que esta vez, no alejo al mayor de forma inmediata.

— Muchísimas gracias Sunnie.— hablo el mayor con un tono de voz un poco más grave que el de costumbre haciendo que su cuerpo se estremezca.—

— N-No es nada.— sonreí levemente sintiendo mis mejillas con temperatura.—

Las cosas si hubieran finalizado allí estaría todo en perfecto estado, sin embargo la mano del mayor no se aparta de su mejilla.
Sabe las reglas, sabe que en este momento el mayor esta rompiendo una pero ... Ya había cedido y sería estúpido argumentarse con las reglas ahora.

Despacio levanta la vista y ahí es donde la mirada de ambos se conecta de forma instantánea.
El mayor está en silencio mientras su mano sigue en mi mejilla.

Eso esta mal desde muchos sentidos. Están en medio de la cafetería con muchas personas mirándolos, sin embargo mientras más piensa en el sutil toque de su mejilla menos le  importa dónde están y como.

No es estúpido sabe que las cosas se están saliendo de su control. Es completamente consiente que está creando un monstruo, al que solamente le da de comer volviéndolo más grande e indomable, cuando debería de hacer todo lo contrario.
Es así como entra en una situación interna contradictoria.
Entre lo debe hacer y lo que quiere hacer... Por un lado sabe que debe apartar aquella mano y hacer respetar las reglas, pero el deseo de que simplemente el mayor rompa cada una de sus reglas le encanta ... Le encanta de una forma que definitivamente no es buena para su simple relación de alumno profesor.

Pero por ahora no iba preocuparse por ello, no quería, se sentía tan cómodo y feliz que simplemente deseaba que aquel momento se volviera eterno.

Tanto Sunghoon con Sunoo estaban metidos en su pequeña burbuja de felicidad, al punto que no escucharon las advertencias de Jake ante el problema que se avecinaba de forma rápida y en silencio. Por lo que continuaron siendo felices a su manera hasta que ...

— ¿Oppa?— pregunto Yuqui confundida haciendo que rápidamente el mayor se apartará su mano de mi rostro y yo me alejara de el mirando el hacia otra parte.—

...Hasta que su burbuja simplemente hizo ¡Pop! Haciendo que ambos calleramos en la realidad. En esa realidad donde Sunghoon y el solamente eran amigos y éste estaba completamente enamorado de Yuqui ... Lamentablemente.

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