[ᵐᵘ́ˢⁱᶜᵃ ᵈᵉ ᵖʰⁱˡ ᶜᵒˡˡⁱⁿˢ ᵖᵒʳᵠᵘᵉ ᵉˢ ᵉˡ ᵖᵘᵗᵒ ᵃᵐᵒ]

•༻῭❃༼𑁍༽❃῭༺•

𓂸Jeon Jungkook, apodado con el nombre de »Tarzán« cuidador y rey de la selva.

Quedando huérfano a la lamentable edad de cuatro años, a causa del trágico fallecimiento de sus padres a garras de un salvaje tigre de bengala.

Fue criado y cuidado milagrosa y extrañamente por salvajes gorilas. Con tan solo cuatro añitos y entre lágrimas, fue escondido y cubierto por sus padres con  mantas, cajas y algunos muebles  impiniendo así que el depravado tigre lo devorase.

Él, con la esperanza de que su madre cumpliera su promesa, se quedó allí hecho bolita, con ojos humedos y  rojos, labios resecos, piel palida y cascariñosa, hipando llamando con desgarradora voz a sus padres; escuchando con miedo los aterradores gritos de estos, recordando las últimas palabras que escuchó de su madre.

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𝙻𝚞𝚐𝚊𝚛 𝚍𝚎𝚜𝚌𝚘𝚗𝚘𝚌𝚒𝚍𝚘; 1844.

—J-Jungkookie... Mi amor... — La mayor calló unos momentos su habla, su mirada brillosa estudiaba el rostro de su pequeño hijo, buscaba la forma de hacerle creer que nada pasaba, no quería asustar a su bebé— C-cielo... Vamos a jugar a las escondidas ¿si? — Propuso forzando una gran sonrisa, pero que engañó al menor, pues este sonrió y asintió dispuesto—Ahora papá y yo contaremos y después te vendremos a buscar— Continuó con temblorosa voz la Sra . Jeon, con gruesas lágrimas en los ojos obstruyendo su visión; acariciando con cariño y algo de rapidez a su hijo —T-te lo juro bebé ¿Cuándo mamá te he roto una promesa? —Preguntó, escuchando los fuertes rasguños rasgar la puerta de la cabaña que con tanto esfuerzo construyó junto a su esposo.

Alzó la vista buscando a su compañero, con la suave luz de la luna que entraba por las pequeñas aberturas logró encontrarlo, este estaba bañado en sudor y reflejando desesperación en su actuar intentando retener el paso del felino. Volvió la vista a su hijo, Jungkook no sabía qué estaba pasando él lloraba sólo porque su madre estaba llorando y eso lo lastimaba.

—M-ma-.. Mami, no llores— Habló el pequeño, queriendo que su mamá dejara de llorar, esta sonrió enternecida, las lágrimas aumentaron su bajar sin querer detenerse.

—Bebé... Mi bebé precioso, mami y papi siempre te van amar, que nunca se te olvide eso— sollozó las últimas palabras, tomando la manito del menor llevándolo a la esquina de la pequeña habitación en la que se encontraban, lo hizo agacharse y le colocó unas mantas sobre su menudo cuerpecito, lo arropó bien; recordando que ayer estaban en esa misma situación, sólo cambiando que hoy estaba escondiendo a su hijo de ser devorado y ayer le estaba dando las buenas noches, pensando en cómo la vida da giros tan inesperados; posicionó unas cajas encima del azabache, procurando no lastimarlo, se agachó dándole un último besito a su pequeño retoño —Siempre te amaré, cielo. Se fuerte y valiente, sé que lograrás sobrevivir aquí, nunca te rindas, mi pequeño Tarzán — Finalizó, para por último ubicar un gigante mueble de madera frente al menor, dejándolo invisible a la vista y a un difícil acceso sin manos.

—¿M-mami? ¿A dónde ir? — Preguntó con las pocas palabras que sabía el azabache, el miedo reflejado en su tono de voz. La mayor con un nudo en la garganta y el corazón hecho mil pedazos volteó con la esperanza de volver a ver a su hijo una última vez, cosa que no pudo ser posible por lo escondido que estaba, siguió avanzando intentando ignorar con todas sus fuerzas su instinto maternal de ir a consolar a su hijo, caminó a pasó rápido para tratar de ayudar a su esposo; lastimosamente perdieron la batalla, ellos eran simples humanos contra un colozal y hambriento Tigre de bengala.

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El sonido de la puerta ser destrozada con brusquedad despertó al pequeño Jungkookie, quien después de lo ocurrido con sus padres no supo muy bien qué fue lo que pasó; él solo se acomodó a una mejor posición mientras esperaba a su padres, pero parece que se durmió.

Otra vez se escuchó el sonido de la madera ser destrozada lo que lo alertó y pensó que podrían ser sus progenitores.

—¿M-mami... P-papi..?— Titubeó sus palabras no muy seguro de si podrían ser ellos, los sonidos cesáron de repente y unos pasos se fueron acercando a su escondite.

Por la luz que reflejaba se notaba que estaba amaneciendo, la luz del sol se vió obstruida por una gran sombra, parecía que aparte de esta no había más nadie en la recidencia.

El gigante mueble de madera fue lentamente apartado, dejando a la vista al pequeño azabache con ojitos irritados de tanto llorar, los labios secos y rasgados al igual que el interior de su cavidad bucal, al no haber ingerido nada de líquidos o alimentos, su piel estaba pálida y tenía algunos ematomas, que debieron haber sido causados por la incomoda posición en la que estaba.

El menor había cerrado los ojos esperando lo peor, pero al no sentir nada los abrió poco a poco, divisando a una gran fornida gorila. Esta estaba frente a él viéndolo detalladamente sin hacer movimiento o sonido alguno.

—¿M-me... Me va c-comer?— Cuestionó con voz quebradiza el pelinegro, la gorila ladeo la cabeza sin entender.

Con cuidado se acercó al menor queriendo ver si estaba bien, este intenta retroceder asustado, chocando contra la pared detrás suyo.

El animal emitió un tímido sonido, acercándose de a poquito. Jungkook cerró fuerte sus ojos a la espera, pero lo único que sintió fue una delicada caricia a su mejilla derecha.

Se dejó llevar por la caricia hasta que quedó frente a la gorila, esta celebró y sin perder tiempo se sentó y  lo cargo como su propio cachorro entre sus grandes brazos peludos, arrullandolo y brindadole atención.

Después de un tiempo  el pequeño se volvió a dormir, gracias al agradable calor y comodidad que le brindaba el animal.

La mayor, satisfecha dió una última vista al rededor del cuarto, para seguido salir de aquella cabaña que llegaba casi a lo alto de la montaña, con el pequeño Jungkook en brazos.

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¡¡¡¡ℕ𝕦𝕖𝕧𝕠 𝔽𝕚𝕔¡¡¡¡¡ 🎉🎉🎊🎊

Espero que les guste y que le den mucho amorcito, los amo
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™Taetae_de_Jeon•㈥