Capitulo 4:

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💋💯🙀𝐂𝐡𝐮𝐩𝐞𝐭𝐨𝐧𝐞𝐬🙀💯💋

𝐋𝐢𝐳:
No sigan, por favor.-𝒅𝒊𝒋𝒐 𝑳𝒊𝒛 𝒏𝒆𝒈𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒃𝒆𝒛𝒂.

Después trato de sacarse el problema y  con una leve sonrisa dibujada en su rostro, continuó:

𝑳𝒊𝒛:
Elizabeth lo que trataba de decir  tan solo estaba trotando de consolarte....

Ella fingía honestidad, pero en su interior se sentía triunfante.

𝑬𝒍𝒊𝒛𝒂𝒃𝒆𝒕𝒉:
Oo acaso necesito de tu consuelo me ves sufriendo no verdad...

Habían sido amigas desde que estaban en la universidad, pero si las comparabas, Elizabeth parecía ser mejor que ella en todo, incluso su novio era más guapo y provenía de una familia más rica que el de Liz.  Porqué siempre tenia que ser tan injusto para ella.

Sin embargo, Liz no se creyo menos que Elizabeth y por eso intentó hacer todo lo posible para superarlo, incluso si eso significara robarle el novio. Ahora, finalmente había logrado separarlos y eso era la prueba de que Elizabeth había perdido con ello en el amor y por ellos se sentía superior.

Elizabeth solo la miro sin remordimientos y se cruzó de brazos y la miro a Liz antes de decirle:

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
Dime qué se siente ser la amante de Meliodas, no es así no era esa mi intención , fue Meliodas quien...

Entonces, Liz se ocerco a Elizabeth y le preguntó susurrando:

𝐋𝐢𝐳:
"Cómo te atreves a culparme a mí, si eres tú la que ni si quiera puede controlar a su novio Meliodas nuca  no te ha tocado,  verdad. Incluso prefiere hacer el amor conmigo o con cualquier otra que contigo. Por cierto, ni te imaginas lo mucho que disfrutó esa noche que pasamos juntos..."

Elizabeth sonrió y también le susurró:

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
"Me alegro que lo hayas disfrutado querída pero déjame decirte por que no me a tocado por qué el me respeta y me elegirá sobre todas las cosas siempre a mi , todo hombre me prefiere a mi porque yo no soy una perra en celo  y que no se te olvide tarde o temprano el vendrá a buscarme rogando y dime qué Aras cuando el te deje ummm  me das lastima jajaja"....

Elizabeth se alejo con una sonrisa única.

Intencionalmente, Liz ese día tenía puesto un vestido sin tirantes para mostrar los chupetones que Meliodas había dejado en su cuello, clavícula y hombros.

Elizabeth sintió nauseas al ver esas marcas pero poco le importaba.

Según su punto de visto, un hombre que tenía múltiples relaciones amorosas a la vez con otras mujeres eran como un cepillo de dientes que todo el mundo había usado ya.

Si se le veía según ese enfoque Meliodas definitivamente era un hombre de esos, o mejor dicho, un cepillo de dientes. Realmente no podía entender cómo Liz podía estar tan contenta de usar ese cepillo para cepillarse y ni siquiera quejarse al respecto.

Lo que le dijo Elizabeth la palabra 'lastimas' hizo que Liz se enojara por unos segundos, pero tuvo que evitor enfadarse porque tenía que fingir ser agradable y dulce frente a las personas que la rodeaban para tapar todo lo que dijo Elizabeth, por lo que simplemente dijo:

𝐋𝐢𝐳:
Tú cómo te atreves qué tonterías estás diciendo...

Liz estaba con la cara roja con los puños apretados de la ira al borde sin saber que decir.

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
Tonterías sabes que es la verdad....no después de todo al menos estoy segura de que  yo tengo mayor dignidad que aquellas mujeres que no saben vivir sin un hombre a su lado. Ah, y gracias por reciclar lo basura que boté...

Pronto, las personas que estaban a su alrededor sintieron que era cado vez más incómodo permanecer en lo habitación, por lo que se excusaron para marcharse y, al cabo de un rato, ya todos se habían dispersado.

Elizabeth se dió la vuelta camino asta su escritorioy luego la regreso a mirar y le dijo:

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
Por cierto quiero el depósito del dinero en 30 días sino te visitará mi abogado ok y no pongas esa cara que yo no boy a ser la que golpee esa carita de silicona , si me disculpas tengo que llevar con urgencia estos documentos a la oficina del jefe, así que perdóname por no poder seguir charlando contigo es una lastima....

Después de organizar los documentos que tenía en su escritorio, Elizabeth se alistó para irse y definitivamente se sintió un poco mejor luego de ver la cara de Liz tan angustiada.

Pero ella no la dejaría ir tan fácilmente pues con lo enojada que estaba, solo quería humillarla. Entonces extendió la mano para agarrar a Elizabeth pero desesperadamente ella se apartó ágilmente y, en vez de atraparla, Liz rozó por accidente los documentos que su ex-amiga tenía en la mano.
Cada una de las hojas cayó al suelo.

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
O baya si que estás desesperada.- 𝒍𝒆 𝒅𝒊𝒋𝒐 𝑬𝒍𝒊 .

Pero en lugar de discutir con ella, se  agacho para recoger los documentos que se habían caido.

Liz no lo iba a dejar escapar, pero en el momento que bajó la vista para mirarlo, algo más llamó su atención.

𝐋𝐢𝐳:
" Qué era eso? i Chupetones! i Elizabeth tenía chupetones en el cuello!"

Liz no podía creer lo que sus ojos esteban viendo, varios chupetones rojizos y violáceos estaban dispersos por el cuello de su ex-amiga, incluso cuando su blusa era de cuello alto, aún alcanzando a ver las marcas al final de su espalda.

Rápidamente, Liz dedujo que no podían haber sido obra de Meliodas, porque él había estado con ella los dos últimos días.Entonces quién se los había hecho? .

Antes de que se diera cuenta, Liz tomó rápidamente una foto del cuello de Elizabeth y se la envió a Meliodas. Estaba ansiosa por ver cómo reaccionaría él ante esa foto.

Sabía que una vez que Meliodas descubriera que Elizabeth se había acostado con otra persona, enloquecería de la rabia, y de esa manera se aseguraría de que su separación fuera definitiva y permanente.

Elizabeth no se dio cuenta de lo que Liz había hecho y mucho menos de lo que estaba planeando.

Después de recoger los documentos y llevárselos al Jefe, regresó a su escritorio. No tardó mucho para que se perdiera en sus pensamientos nuevamente, imaginando cómo habrían sido las cosas si todo hubiera sido falso, si Meliodas no la hubiese traicionado, si Liz no hubiera seducido a su novio y si ello misma no se hubiera acostado con... Zeldris... .

Pero sabía que la realidad era muy diferente a lo que imaginaba.

Era consciente de que había puesto su confianza, en las personas equivocadas cuando decidió formar una relación con Meliodas y se hizo amiga de Liz, La aventura con Zeldris también fue una consecuencia de sus propios errores.

Cuando terminó su turno en el trabajo, Elizabeth solió de la oficina, y al llegar a la puerta vio el auto de Meliodas estacionado justo al  frente de su compañía. Trató de fingir que no lo había visto y pasó caminando al lado del auto sin inmutarse y antes de abrir su carro, él salió del vehículo y caminó furiosamente hacia ella.

Lo que Elizabeth no sabía era que él estaba enojado por la foto que Liz le había enviado.

En un principio, él había tenido la intención de ignorarla durante algunos díos hasta que ella recobrara el juicio y volviera a sus brazos. Pero para su propia sorpresa y decepción, Elizabeth tuvo una aventura con otro hombre la misma noche que se enteró de su infidelidad con Liz.

𝐌𝐞𝐥𝐢𝐨𝐝𝐚𝐬:
Detente ai Elizabeth Goodess.- 𝒈𝒓𝒊𝒕𝒐 𝒆𝒍 .

Y al mismo tiempo que la agarraba por el brazo, con una expresión iracunda en su rostro.

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
Suéltame.- 𝑬𝒍𝒊 𝒇𝒐𝒓𝒄𝒆𝒋𝒆𝒐.

Se rehusándose o verlo a la cara. Con tan Solo pensar en lo que había sucedido en la comisaría, cualquier sentimiento que ella tuviera por él se esfumaba al instante.

𝐌𝐞𝐥𝐢𝐨𝐝𝐚𝐬:
Qué rápido aprendes, no Elizabeth ,incluso ya te atreviste a engañarme. Dime, dónde estuviste ayer y anteayer?.

Ella no esperaba que él supiera algo, por lo que siguió intentando ocultarle la verdad:

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
Por qué debería responderte, Meliodas, desde hace dos días que  nosotros no Somos nada.

𝐌𝐞𝐥𝐢𝐨𝐝𝐚𝐬:
  Ya te dije que yo no estaba de acuerdo en romper contigo.

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
Lo nuestro se acabó desde el momento en que decidiste acostarte con Liz y eso es ase mucho tiempo.

𝐌𝐞𝐥𝐢𝐨𝐝𝐚𝐬:
Imposible...-𝒈𝒓𝒖𝒏̃𝒐 𝒎𝒆𝒍𝒊𝒐𝒅𝒂𝒔.

Mientras extendía lo mano para tirar el cuello de la camisa de Elizabeth. Con toda claridad logró ver las morcas irregulares que había en su piel tierna y delicada como la nieve. Para él, esas marcas eran suficientes pora demostrar que había tenido una aventura con otro hombre. Y, enojado, le gritó:

𝐌𝐞𝐥𝐢𝐨𝐝𝐚𝐬:
Elizabeth Goodess con quién te acostaste?.

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
Eso no es asunto tuyo..

Elizabeth se mordió el labio en ese instante sintió una amarga corazonada que le decía que nunca debería pronunciar el nombre del hombre a quien le había dado su virginidad. Si bien no tenía intenciones de volver con Meliodas, todavía le costaba demasiado reunir el valor para decirle la verdad.

Al darse cuenta de que Elizabeth le estaba ocultando algo, a Meliodas le comenzó a faltar la respiración; sentía que su corazón estaba siendo golpeado repetidas veces por un pesado martillo. Simplemente no podía creer que la mujer que había amado durante años lo traicionera de esa manera.

Entonces sus ojos se pusieron negros y miró a Elizabeth furiosamente y le agarró la mano con tonta fuerza que casi le aplasto los dedos.

𝐌𝐞𝐥𝐢𝐨𝐝𝐚𝐬:
Dímelo...- 𝒍𝒆 𝒆𝒙𝒊𝒈𝒊𝒐.

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
Te dije que me soltarás....

Al pensar en la intimidad que Meliodas y Liz habían alardeado esa misma mañana ante todo el mundo, Elizabeth se sintió asqueada, y para no parecerlo, simplemente le respondió:

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
No mereces saber su nombre!....

𝐌𝐞𝐥𝐢𝐨𝐝𝐚𝐬:
Elizabeth, te juro que voy a hacer que te arrepientas de esto...

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
De lo único que me arrepiento es de haber conocido a uno escoria como tú respóndeme algo, por qué tú te puedes acostar con cualquiera y yo no. Ah..Si tuve una aventura fue porque es lo que aprendí de ti...

𝐌𝐞𝐥𝐢𝐨𝐝𝐚𝐬:
Cómo te atreves a comprar a hombres y mujeres?.

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
Para mí son lo mismo ahora realmente lamento no haberte engañado antes de terminar contigo...

Si de algo estaba agradecida era de que Meliodas no hubiera sido quien le quitara la virginidad; de lo contrario, no pararía de sentir lástima de sí mismo.

𝐌𝐞𝐥𝐢𝐨𝐝𝐚𝐬:
Elizabeth eres uno perra...

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
A mí no me digas perra que no soy como la escoria de Liz  y si te atreves a decirme otra vez así te arrepentirás....- 𝒇𝒓𝒖𝒏𝒄𝒊𝒐 𝒆𝒍 𝒄𝒆𝒏̃𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒊𝒓𝒂 𝒔𝒖 𝒄𝒂𝒓𝒊𝒕𝒂 𝒔𝒆 𝒂𝒓𝒓𝒖𝒈𝒐.

La sangre de Meliodas borboteaba de la rabia y la ira en sus ojos ardía con tanta intensidad que parecía como si en algún momento las llamas saldrían disparados de sus ojos para quemar a la mujer que estaba frente a él.

Elizabeth se  asusto por su arranque de odio y  trató de huir, pero Meliodas la atrapó y la arrastró hacia su auto.

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
Suéltame.- 𝒈𝒓𝒊𝒕𝒐 𝒆𝒍𝒍𝒂.

De repente tuvo un mal presentimiento sobre todo aquello.

Con todas sus fuerzas trató de defenderse, pero Meliodas la imovilizó con su gran cuerpo.

𝐌𝐞𝐥𝐢𝐨𝐝𝐚𝐬:
Puta ..entonces ya otro hombre te hizo suya Maldición..

𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡:
Te dije que no me dijeras asii..

¡Pam!

Elizabeth le dió un golpe en la cara a  Meliodas y con eso logro zafarse de su agarre entonces Elizabeth aprovecho eso y corrió pero Meliodas fue rápido y la alcanzo enseguida.

Meliodas había perdido por completo los estribos y comenzó a rasgar la ropa de Elizabeth como una bestia salvaje.

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐫𝐚.....
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