KiHyun entró a la penumbra de aquella habitación, se paseo observando las cosas intactas que su novio había dejado en el lugar, rodeaba de fotos de ambos, fotos del pelicenizas que KiHyun le tomaba aún estando distraído, el pelirosa sonrió al ver una de ella.

El bajito le había sacado una foto al más alto después de hacer el amor, HyungWon se despertó al escuchar el click de la cámara y le reprochó, diciendo que lucía horrible recién levantando y despeinado, discutieron un poco más y KiHyun ganó esbozando que a sus ojos su novio siempre se encontraba hermoso, aún más después de haber sido completamente suyo, el más alto se sonrojo a más no poder y termino resignado.

Siguió paseándose por todo el lugar deteniéndose en su pequeño escritorio, los apuntes y libros de HyungWon se encontraba apilados en un lado, KiHyun abrió la pequeña gaveta que se encontraba semiabierta.

Su pecho golpeó con fuerza, metió su mano y tomó uno de sus dichosos mecheros extraviados.

Solíamos ahorrar el dinero para cualquier emergencia, ahora fumas mucho.

Toma un dulce en vez de fumar

Una gran sonrisa se estableció en su rostro — Te quiero, HyungWonnie — admitió viendo el mechero en su mano.

Dejó el mechero en su lugar y algo más llamo su atención, una pequeño cinta descansaba en una esquina de la gaveta.

KiHyun tomo el casete y lo reproduccio.

— Te quiero, te quiero, te quiero HyungWonnie, te quiero — su voz sonó desde aquel aparato. Las lágrimas no tardaron en surgir, KiHyun golpeó su pecho tratando de contener el dolor.

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La pareja disfrutaba de la pequeña vista, observándo el verdoso pasto que dejaban atrás, KiHyun no había dicho nada, pero comenzaba a preguntarse por qué su novio no dejaba de reproduccir la misma canción, no es que le molestara solo sentía curiosidad.

— Eh, ¿No te aburre esta canción? ¿Has grabado la misma canción para que suene todo el rato? — se atrevió a preguntar después de un rato.

— Así soy yo, cuando me gusta, no puedo parar. Nunca me aburre — comento HyungWon sonriendo a su novio.

— YaH! Tienes demasiada pasión — suspiro KiHyun picando su la mejilla

— ¿y qué? ¿No te gusta? — el más alto hizo un puchero

— No, no... Está muy bien — sonrió — la pasión es uno de tus atractivos — HyungWon volvió a observar afuera conforme con la respuesta

KiHyun observó el bello rostro a su lado, su pecho saltaba con tal intensidad que lo hacia siempre de solo pensar en HyungWon y lo afortunado de haberlo conocido.
Acercó su rostro hacia su novio y susurro: — te quiero

HyungWon se sorprendió un poco, mucho.

Era la primera vez que escuchaba esas palabras salir del bajito y su corazón no paraba de golpearle fuerte y la increíble sensación en su estómago volvió

— No lo he oído, ¿Qué has dicho? — sonrió

KiHyun miró a los lados y destapó la oreja cubierta por el audífono, ambos habían salido a un día de campo solo los dos y HyungWon había llevado aquel grabador, disfrutaban de la vista y aquella canción compartiendo los audífonos.

— He dicho: Te quiero — soltó una pequeña risita y el de cabellos castaños igual.

— ¿Enserio? — KiHyun soltó un 'Mmh' como afirmación — eso suena genial, quiero seguir escuchándolo — el brillo en los ojos del más alto enseguesieron al más bajito. Una idea tonta cruzó su mente y sin más asintió.

...

KiHyun no tardó en comprar un grabador de voz. Aprovechaba sus momentos a solas y presionaba el grabar.

— Te quiero, te quiero — incluso a él, le parecía algo tonto decir aquello a un aparato — te quiero, HyungWonnie, te quiero

— Te quiero mucho,me encanta tu sonrisa, tus dedos, tu piel sedosa.

— Te quiero

— te quiero — seguía grabando en cualquier lugar

— te quiero, HyungWon

— KiHyun quiere a HyungWon

— Hasta que muera

— te quiero para siempre — sonrió apenado un día que unas chicas le escucharon al pasar.

El pelinegro aprovecho un día en que su novio dormía despistado en la biblioteca, como era su costumbre, el quedarse dormido mientras estudiaba.

Tomo el casete de su novio y cambio la cinta, siendo cuidadoso de no despertarlo, aunque no hacia falta, HyungWon siempre dormía como un tronco.

KiHyun dejo el aparato en su lugar y sonrió feliz, saco sus libros y estudio junto a su novio, no deseaba perderse la reacción del más alto.

Unos veinte minutos después HyungWon comenzó a despertar, tallo sus ojos con su mano cerrada y le dedicó una sonrisa al más bajo — ¿Hace cuánto haz venido? — bostezo el pelicastaño estirándose

— Ponte a estudiar, este no es lugar para dormir — le regaño el más bajito sonriendo.

— Vale, vale, estoy en ello — siguió estirándose — no me regañes, los exámenes me tienen mal — le regaló un puchero y KiHyun rodó los ojos, le encantaba hacerlo rabiar, HyungWon abrió sus libros y se ubicó por dónde iba, tomo su casete y se puso sus audífonos.

KiHyun se mordió un labio algo nervioso, HyungWon volvió a sus libros y tomo su lápiz, el cual cayó de su mano al escuchar la voz del bajito salir por el aparato.
Una gran sonrisa se plantó en su rostro.

— Te quiero, te quiero... Te quiero, HyungWonnie, te quiero

HyungWon observó al bajito a su lado sin poder borrar aquella sonrisa, miró a su novio cómplice y KiHyun fingió no entender.

—¿Qué?— pregunto nervioso

HyungWon lo observo por unos instantes, no podía creer todo lo dulce que aquella pequeña persona podría llegar a ser, ese pequeño detalle solo lo hizo odiarse más, por amar al malhumorado aquel con tan intensidad.

— Nada, no he dicho nada — negó con su cabeza y volvió a su libro sin poder borrar la tonta sonrisa de su rostro, feliz de aquella bella melodía que KiHyun tenía como voz.

KiHyun volvió a su libro igual, y sonrió todo lo que su boca le permitió.

🌻

KiHyun corría todo lo que sus cortas piernas le permitían, no le importaba la fuerte lluvia que se desarrollaba, incluso le importó cruzar la calle estándo el semáforo en rojo, los autos no tardaron en hacerle sonar sus claxon, KiHyun seguía corriendo, aquello tenía que funcionar, HyungWon no podría irse así de fácil.

Entró completamente empapado por la sala de emergencia, en dirección a la habitación de su novio, ni siquiera le importó pasar de las enfermeras que intentaban detenerlo, no era hora de visita y no podía entrar así.

Se acercó con su respiración irregular y acomodo los audífonos en los oídos del que dormía en aquella cama.

— tienes que despertar — pidió, los guardias no tardaron en llegar — ¡Debes despertar HyungWon! — le gritó al cuerpo inerte de su novio mientras era arrastrado hacia afuera — no puedes dejarme así como así, ¡no después de todo lo que pase para estar contigo!