(07)- Contigo

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Un suspiro salió de sus labios al presenciar la escena frente a sus ojos.

— ¡Lo siento mucho! - exclamó la pelisalmon haciendo una reverencia hacia el rubio menor - Yo debi de haber malentendido algo.

— Esta bien, no te preocupes por eso - le resto importancia el mayor, seguido de llevarse una mano hacia la mejilla en donde Hina lo había golpeado - Aún así esa fue una buena cachetada.

Las mejillas de la ojisalmon se encendieron mientras volvía a pedir disculpas, provocando una sonrisa en la rubia.

— Esta bien dar lo mejor por los amigos, pero no te dejes llevar - río - Las cosas podrían salir mal si atacas con la guardia baja ¿entendido?.

— ¡Si! - exclamó con firmeza, prometiendo jamás volver a hacer tal acto.

— Bueno - sonrió la ojiazul - Vámonos Hina, aun tenemos una salida juntas.

Comenzó a caminar antes de sentir una mano tomando su brazo, haciendo que voltear hacia atrás coincidiendo miradas con el ojinegro,quien tenía una sonrisa en sus labios.

— Mitchy aún tenemos una salida nosotros - sonrió cerrando sus ojos, la ojisalmon hizo una pequeña mueca antes de volver a sonreír.

— Takemi-chan - la llamo - Nuestra salida podemos posponerla, ve con ellos solo - pauso - Solo mandame mensaje cuando llegues a casa.

Concluyó comenzando a caminar lejos del trío, pudo escuchar como Mikey se despedía de la menor antes de que comenzarán a caminar hacia unas bicicletas.

-Lo lamento Hina, pero es necesario estar con ellos si de protegerte se trata-

- Siempre tuve presente que Tokyo Gang del futuro, era lo peor que podía existir, siendo sus líderes unos malditos que junto a su gente, incluida yo, se podían bañar en dinero gracias a sus atrocidades, pero por lo poco que eh visto este Sano no es nada comparado al de unos años-

— Espera Mitchy - escucho detrás de ella haciéndola detener - Estas llendo muy rápido ¿pasa algo?.

Preguntó Mikey, quien se encontraba en el asiento trasero de la bicicleta que ella conducía. Una sonrisa nerviosa apareció en sus labios, a la vez que intentaba inventar una escusa.

— ¿Mitchy?

— Eh perdón, solo estaba pensando - se escuso comenzando de nuevo a pedalear.

— Habla - ordenó Draken, quien estaba en otra bicicleta detrás de ellos.

— ¿Porque estuvieron contentos de mi? - cuestióno, provocando un bufido de parte del rubio menor.

— Que pregunta más estúpida - se quejo, la rubia sólo pudo rodar sus ojos - Tengo un hermano 10 años mayor - sonrió - Bueno, el ahora está muerto, aunque el era un chico imprudente el siempre con calma restaba a los chicos más fuertes que el a pelar.

— ¡Se oye como una persona genial! - lo elogio con una sonrisa, y realmente no mentía, de hecho le causaba curiosidad.

— Mitchy, cuando te vi solo pude pensar en cuán similar eres con mi hermano - expreso con aquella sonrisa, la teñida juro sentir la vergüenza en su cuerpo - Esa voluntad de seguir a pesar de la dificultad, sin duda me dejó sin hablar.

— ¡Pero que dices! - exclamó avergonzada, escuchando las risas de ambos amigos - ¡No puedes compararme con tu hermano!

— No te comparó Mitchy, ambos son diferentes y por lo poco que se de ti - pauso - Mi hermano es mas genial.

Bajo la mirada negando repetidas veces con al cabeza, a pesar de que lo negara aquellas palabras del rubio la habían dejando un sentimiento cálido en su corazón.

-Es lindo escuchar elogios de vez
en cuando-

—Sabes, esta es una era en donde los delincuentes son llamados patéticos ¿o no? - comentó el ojinegro mirando hacia donde se hayaba el sol, su sudadera negra se encontraba sobre sus hombros, mesiendose a la par del tenue viento.

-Cierto, en unos años los delincuentes comenzaron a ser llamados "patéticos"-

— En la generación de mi hermano, había muchas pandilla en esta área - sonrió mirándola - Ahí tenías que escuchar a tu instinto y actuar  - pauso sentándose en el pasto de aquella colina - Todos fueron grandes y todo lo que hicieron fue pelear, pero todos cuidaban de ellos.

Un poco confundida miró a su lado, topando con Draken, quien mantenía una pequeña sonrisa al escuchar las palabras de Mikey.

— ¿Que fue lo patético de ellos? - su rostro se volvió serio a la vez que volvía su vista al nacimiento del sol - Es por eso que voy a crear una era para delincuentes.

-¿Una era?-

— Y para ello te quiero a mi lado Mitchy - suspiro - Quiero que estés junto a mi creando esa era, Hanagaki Takemichi.

-A tu lado-

— Tenemos muchas personas que son buenas para pelear, pero no muchas como tu, que sean capaces de enfrentar a cualquiera por algo que no puedes dejar ir - admitió el rubio de trenza, mirándola de reojo manteniendo aún aquella sonrisilla.

— Solo, sólo piénsalo Mitchy - pide el menor de ambos rubios comenzando a caminar lejos de la chica, quien aún se encuentraba procesando el momento anterior.

-¿Gente como yo? Nunca pensé imaginarme a tu lado Manjiro, pero si es por un mejor futuro sin duda lo haré-

Dejando salir una pequeña sonrisa se dispuso a caminar de regreso a su casa, su cabeza aún intentaba procesar lo ocurrido el día de ayer, desde su valentía con Kiyomasa hasta Mikey jurando nunca tocar a una mujer. Sus pensamientos era confusos, cuestionandose el como Sano Manjiro llegó a cambiar cada uno de sus ideales hasta terminar en aquel futuro ¿Que paso para que el fuera así?.

-Mikey es un "delincuente" pero no es una mala persona, por lo que eh visto el jamás mataría a inocentes como Hina-

— ¿Que fue lo que te pasó? - susurro sin esperar respuesta, pasando por el lado de tres personas.

-Sano Manjiro y Kisaki Tetta, si ellos no se conocieran el actual Tokyo Gang no existiría-

— ¿Hum? - murmuró volteando hacia atrás, observando las espaldas de aquellos tipos, aunque su mirada estaba sobre el más bajo de aquellos tres - Siento que he visto a ese chico en algún lado.

-No importa, talvez me confundí-

— No me mandaste mensaje anoche - comentó Hina con una pequeña sonrisa, ocasionando un escalofrío en su cuerpo.

Sabía que estuvo mal no contactarse con la mayor pero le fue inevitable cuando su padre al llegar le invitó a jugar cartas entusiasmado, no pudo evitar aceptar.

— Perdón Hina solo - fue interrumpida gracias a las para nada disimuladas risas de un trío de chicos, ambas chicas dirijieron su mirada hacia los menores, dándose cuenta de las miradas molestas de más de uno a su alrededor.

— ¡¿No esa foto es espantosa!? - grito uno haciendo reír a los demás - ¡Que malo, hombre es genial!.

— ¡Que no ves que es jodidamente malo! ¿Verdad? - su ceño se frunció al ver a una anciana quejarse en voz baja ante el griterío - ¡Muy divertido, voy a llorar de la risa!.

— Que ruidosos - susurro la chica a su lado.

Con molestia acomodo su pequeña bolsa dirijiendose hacia aquellos niños, quienes no notaban las malas miradas de la gente.

— ¡Hey! - los asustó, haciendo que guardarán silencio - ¡Aparte de gritar estas ocupado demasiado espacio!.

— ¿Hum?

— Está bien cuándo no hay nadie a tu alrededor pero está señora está a su lado así que muevanse - ordenó mirándolos con seriedad, no estaba del mejor humor gracias a su falta de sueño.

Los chicos con las mejillas algo sonrojadas, asintieron repetidas veces antes de comenzar a hacerse a un lado dejando un espacio para la señora.

— Señora hay un asintieron libre - le habló con dulzura haciendo sonreír a la mayor.

— Oh, gracias por tomarte la molestia - agradeció recibiendo una negación de parte de la teñida.

— Ella es muy linda - susurrar no obstante no presto atención a ello dirigiéndose de nuevo con su amiga.

— Eso fue genial Takemi-chan - la elogio en un susurro - ¡Mira ahí hay un lugar libre!.

Ambas despacio se dirijieron en silencio hacia los asientos vacíos. Con cuidado de que su falda no estorbara la teñida se sentó colocando su bolsa en sus piernas.

— Sabes - suspiro la ojisalmon - Quiero agradecerte por venir de compras conmigo.

— No tienes que agradecer - sonrió - Me encanta salir de compras contigo Hina - la Tachibana asintió mirándola con un lindo brillo en sus ojos.

Takemichi al sentir que la observaban dirijido su mirada hacia su amiga, coincidiendo por varios segundos, segundos que fueron rotos gracias a que Hina bajo su cabeza algo avergonzada.

— Cómo, ¿Como te fue en tus finales? - le pregunto intentando desviar el tema, cosa que no le tomo importancia la ojiazul.

— ¿Finales? - susurro, aunque pronto se golpeó mentalmente ante la mirada confusa de su compañera.

—. Los acabas de tener en la mañana - Río - Estudiaste bien ¿o no? - fijo su mirada enfrente - Porque tienes un sueño ¿verdad?.

Su voz sonaba esperanzada, la Hanagaki no comprendía el porqué de aquella pregunta, le era confuso recordár algún sueño a esta edad, claro omitiendo el de proteger a sus amigos sin importar que.

— No importa - al ver que no contestaba se paro de su asiento apretando con firmeza sus puños - Lo he decidido, ¡Te ayudaré a estudiar!.

Sin dejarle responder bajo del autobus, dejando sola a la menor, quien rápidamente se levantó y corrió hacia su amiga.

— Oye no es necesario, sabes que soy buena en la mayoría - rasco su nuca con nerviosismo - No necesitas ayudarme Hina.

— ¡Estuidaremos en mi casa! - le sonrió cerrando sus ojos, pasando de largo su  comentario de hace unos segundos.

Solo pudo lanzar un suspiro antes de comenzar a caminar para alcanzar a la Tachibana, quien aún mantenía una sonrisa en sus labios, contenta de poder compartir más tiempo con aquella chica que la hacía sonreír.

-¿Yo tenía algún sueño?-

— Bueno ¿Deberiamos comenzar? - comento Hina, aunque la menor no presto atención ya que se encontraba observando cada rincón de aquel lindo cuarto.

— ¿Que pasa?

— Nada, solo que es la primera vez que entrábamos a tu cuarto - sonrió - Siempre estábamos afuera o con Naoto.

— ¡Ay no exageres, no es para tanto! - rio causando que la rubia la mirara con entusiasmo.

— ¡Todo es muy lindo! - exclamó, aunque antes de que pudiera contestar la puerta fue abierta mostrando a una mujer con una pequeña bandeja, en donde se encontraban dos vasos.

— Lo siento no tengo nada para comer en esta pequeña sorpresa - se disculpo la mujer de cabello marrones - Y pensar que esta es la primera vez que te conozco.

— Oh, no hay problema nose preocupe por eso - dijo la teñida con nerviosismo, mirando de reojo como un pequeño sonrojo avarcaba las mejillas de su compañera.

— Mamá

La mayor abrió sus orbes observando a la rubia quien aún se mantenía nerviosa y aún más al tener la mirada de aquella adulta. La señora Tachibana se aserco a la rubia con una gran sonrisa disimulada.

— ¡Eres muy bonita! ¿Hanagaki cierto? - la chica asintió - Naoto me a hablado mucho de ti, sin duda le gust - fue interrumpida por su hija quien la miraba nerviosa.

— Mamá es suficiente - se quejo avergonzada, empujando con delicadeza a su progenitora fuera del cuarto.

— Okay Okay - Río viendo a su hija estar más que avergonzada y a pesar de que no comprendía el porqué, por el momento no le tomaría importancia.

La teñida sólo pudo sonreír al ver esta escena, aunque no entendió el comentario de la señora Tachibana confiaba en que no era interesante.

— Perdón por eso Takemi-chan - suspiro sentándose enfrente de la ojiazul - Naoto, Naoto me contó lo que pasó en el parque.

Su mirada estaba sobre la mesa, consentrada en los apuntes que estaban estudiando. Takemichi asintió algo sorprendida, no esperaba que el menor de los Tachibana le comentara eso a su amiga.

— Se sentía algo mal por no poder ayudarte, pero - pauso - Mi padre está realmente ocupado y a veces no viene a casa, Naoto lo odia por eso, pero recientemente dice cosas como "Voy a ser como mi papá" - sonrió mirando a un costado - Mi papá es un oficial de policía.

— ¡Entonces es por eso que se hizo oficial! - mencionó con sorpresa, no esperaba que el señor Tachibana tuviera que ver en la decisión de Naoto.

— Pero aún no lo es - la miró confundida - Es imposible, Naoto aún es pequeño.

-Estúpida-

— Tienes, tienes razon - dijo nerviosa - Aún así estoy segura que será el mejor oficial de policía, doy mi palabra - alzó su pulgar en aprobación, la pelisalmon solo pudo admirar y escuchar atentamente las espectativas de la Hanagaki.

-Bueno, aunque le falte mucho
sentido común-

— ¿Hina?

— Has cambiado Takemi-chan - suspiro - Eres diferente, no sólo más amable si no más alegre y algo llorona pero - pauso sin mirar la cara ofendida de la chica - Nose, pareces una adulta y es como si estuviera hablando con alguien mayor que yo, eso me gusta.

-Teóricamente si ¡Porque soy 12 años mayor que tu!-

— Aun así se que hay cosas que no conozco de ti - miro hacia la ventana - Pero quiero saber mas de ti Hanagaki.

Sonrió buscando las palabras correctas para su mejor amiga, sin embargo antes de poder contestar un fuerte ruido se hizo presente haciéndola voltear hacia la ventana, observando la razón de aquel ruido.

— ¡Fuegos artificiales! - grito emocionada la ojisalmon - Vamos a verlos en el techo.

Asintiendo fue como se levantó caminando hacia Hina, quien comenzó a correr hacia el techo. Pronto llegaron dándose cuenta de la gente que se encontraba disfrutando el espectáculo.

— Wow ¡Que bonito! - su voz sonaba emocionada causando una risa de la rubia - ¡Vamos Takemi-chan!.

Sus ojos azules estaban puestos en el cielo, quien ahora mismo era decorado por aquellas luces de colores, en sus labios apareció una sonrisa, estába feliz por lo que estaban viviendo.

-Nunca tuve la oportunidad de disfrutar cosas como estas con Hina y eso me hace feliz, el vivirlo ahora es lindo-

— ¡Mira es un corazón! - exclamo Hina apuntando hacia el cielo, sus mejillas estaban tinteadas de un color rosado.

-Quiero estar aquí, quiero disfrutar como no pude anteriormente-

— ¡Anda Naoto no tengas pena! - escucho, no obstante no le presto atención.

-No quiero regresar, quiero salir a fiestas, mirar las estrellas, hacer tonterías, quiero disfrutar mi adolescencia. No quiero volver a estar sola, sin nadie a mi lado-

— ¡Esta bien! - gritaron a sus espaldas, aunque antes de que pudiera voltear sintió como alguien entrelazaba su mano con cariño.

Sus mejillas pronto se sonrojaron antes de poder voltear topando así con los brillantes ojos del hijo menor de los Tachibana, quien tenia una ligera sonrisa en sus labios.

— Ho-Hola - su tono era nervioso, aunque esto no le importo ya que su vista estaba sobre sus manos.

— ¿Naoto?

-Apretar mi mano es la "condición"-

— Takemichi-San yo, yo desde hace un tiempo deseaba decirle - sus mejillas estaban rojas de la vergüenza, cosa que no noto la teñida, quien aún pensaba alguna forma de evitar el viaje.

— ¡¿Naoto no puede ser?! - grito aun sin soltar su mano, Hina quién estaba enfrente volteo topando con las manos entrelazadas de su hermano y su amiga.

— ¿Hum? ¿Naoto también subiste? - preguntó recibiendo una afirmación del chico.

— Mierda - fue lo único que dijo antes de sentir la característica corriente eléctrica recorrer su cuerpo, avisando así que el viaje hacia el futuro se había hecho.

Se negaba a abrir los ojos, deseaba volver, ella quería quedarse y disfrutar de la vida un poco más. Un débil suspiro salió de sus labios a la vez que sentía como pequeñas caricias eran dadas en el dorso de su mano, haciéndola abrir los ojos.

— Takemichi-San - habló Naoto levantándose de la silla, su expresión era de preocupación - Al fin recobro la conciencia.

— Entonces si regrese - susurro mirándolo con molestia, el pelinegro sólo pudo dar un paso atrás por la mirada de su mayor.

— Wow ¡Eso significa que si eres capaz de viajar en el tiempo! - supuso acercándose más a la ahora pelinegro, olvidando la expresión que está tenía en su rostro.

— Si, si soy capaz de viajar - le dio la razón, viendo la ropa que ahora poseia, notando que ya no era aquel costoso vestido rojo, si no una falda negra.

— Después de todo mi hipótesis era correcta, el apretón de manos es la condición - sonrió - ¡Eso es increíble!.

La pelinegra solo se sentó viendo a Naoto feliz de que todo haya resultado bien, o así era hasta que se puso serio causándole algo de miedo.

— Si volviste significa que hiciste algún progresó ¿verdad? - sus ojos se abrieron ignorando la pregunta del menor.

— Fue, fue tu culpa que este aquí

— ¡¿Mi culpa?! ¿Que hice yo para que volvieras? - pregunto alterado, aunque al ver como la chica se alejaba un poco de él lo hizo detenerse - Perdon no quería asustarte.

— No importa - sonrió levantándose - Con Hina fuimos a ver los fuegos artificiales y después de eso llegaste tu y tomaste mi mano, no recuerdo que decías estaba demasiado alterada como para prestarte atención - narro seguido de rascar su nuca algo nerviosa.

— ¿Fuegos artificiales? Tu mano - susurro, y fue lo único que vio Takemichi antes de que el ojiazul se volteara tapando su cara ahora sonrojada con ¿vergüenza?.

-Espera ¿Naoto?-

Hola hola, quiero agradecer por los casi 900 votos y más de 4k visitas que tiene la historia, encerio gracias 😭💗

Ahora si comencemos con mi choro

Tremendo momento NaoTake les metí JAJAJJAJSJAJA, es que son muy lindos juntos y me fue imposible.

No voy a parar de meter escenas de dudoso futuro sobre shippeos que amo, aun así es firme que el MiTake en esta historia es canon.

Pues aclaró que Takemichi tenía varo aunque no era suyo si no de Kiyokk okey? Okey.

Quise meter que la mami de Hina ni idea de el enamoramiento de su Wawa (Hina), aclaró que más adelante obvio la madre se enterara.

Aclaró que me basó en el manga de la página Manga.Mx (tremenda recomendación) (no me pagan por esto) JAJAJAJA por si hay cosas que no coordinan con el anime.

Pisando otro tema mañana entro a la escuela por lo que intentaré subir capitulo el martes para así prestar atención a clases.

Otra cosa seria de la historia ChifuTake, esta será la portada, trataré de publicar el capitulo uno esta semana

Sin más que decir

✨- Hasta el capitulo 08 - ✨

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