Voten y comenten antes de que la tristeza empiece a consumirnos.

Con la mirada perdida en los ventanales del salón, él soltó un suspiro mientras nuevamente se perdía en algunos pensamientos que últimamente no querían dejar su cabeza, con una inexistente voz que le recordaba lo mal que era para la sociedad y el como lo que estaba haciendo era un tabú para todos aquellos que conocía. Probablemente debía de haber parado con todo eso hace mucho tiempo, pero la carne les llamaba y los encuentros que tenían a escondidas eran lo más placentero que alguna vez podrían experimentar.

—Hey, ¿por qué tan perdido?—Preguntó Kyle, uno de sus compañeros extranjeros. Sus ojos se encontraron con los del beta y sin decir nada, encogió sus hombros para luego volver la mirada al ventanal.

Taehyung era así, hablaba solo cuando necesitaba hacerlo y la mayor parte del tiempo se la pasaba perdido en su mundo. Tenía conocidos más no muchos amigos, sus notas siempre habían sido buenas y se podía decir que se había convertido en el consentido de los profesores, pero en verdad él no prestaba mucha atención a todo eso. Le parecía una idiotez y lo aburría en demasía.

Tenía 15 años, un subgénero que lo denominaba como un alfa, pero el cual nunca había hecho una aparición que le dijera que él realmente tenía un lobo. Nada realmente llamaba su atención y le gustaba perderse en escenarios que su cabeza imaginaba. Taehyung era demasiado inocente y no entendía mucho que habían malas personas en el mundo que querían jugar con él porque a tan corta edad tenía un cuerpo espectacular y nunca creían que era realmente un alfa. Muchos lo etiquetaban como beta e incluso otros le decían omega, pero su aroma picoso les demostraba que era un alfa, nada más que no se había desarrollado bien como uno.

— ¿Estás bien?—Saltó en su lugar y tembló cuando recibió una ráfaga intensa de café atacando sus fosas nasales, calentando su cuerpo y poniéndolo nervioso. Taehyung negó con la cabeza y se perdió en la intesidad que eran los oscuros ojos del otro antes de volcer a desviar la mirada hacia la ventana, demasiado atontado para enfrentarlo—. Kyle me dijo que estabas extraño, como si realmente no estuvieras aquí—Él tenía un suave tono de voz cada vez que hablaba con Taehyung y se preguntó por qué, él no era exactamente ruidoso, pero siempre había tenido un fuerte tono de voz que llamaba la atención de más de una persona.

— ¿Qué quieres?—Lo enfrentó, mirándolo a los ojos en todo momento, acomodándose en su lugar para poder tener una mejor visión de él. Llevaba el uniforme bien arreglado al igual que su cabello y su rostro parecía brillar suavemente con la sonrisa que curvaba sus algo rellenos labios.

El alfa a su lado encogió sus hombros mientras tambolireaba los dedos sobre la madera del escritorio. Mordió sus labios como si quisiera decir algo, pero no se animaba a hacerlo, ni siquiera estaba mirándolo a los ojos y Taehyung no entendía por qué. Él entendía que Jeongguk siempre había sido algo tímido y callado, pero con él siempre se había comportado de una manera tan diferente a como ahora lo estaba haciendo. El alfa siempre había tenido un comportamiento más... exhaustivo cuando estaban a solas, incluso se llegó a preguntar muchas veces si realmente esta era su verdadera personalidad, pero cuando Jeongguk lo besaba él olvidaba todo lo que sucedía a su alrededor y ni siquiera era capaz de sacar el tema a flote.

Tae lo observó un poco más. Él era guapo y estaba en sus 17. Tenía una mandíbula marcada y su cuerpo se estaba volviendo grande gracias a su subgénero que era mucho mayor al de cualquier alfa que se encontraba en esa institución. Era dos años mayor que Taehyung, por lo tanto tenía mucho más experiencia que él, sabía cosas que el pequeño no y muchas veces lo había convencido para probar diferentes formas de amarse en la extraña relación que ambos tenían. Tae no podía ver maldad detrás de esos ojos oscuros que tantas noches había observado por la madrugada cuando le hacía el amor, cuando se entregaba una vez más a él y era acariciado con tanta suavidad con esas manos que muchas veces lo sostenieron suave, pero su agarre en ocasiones se volvía fuerte porque no quería verlo caer.

El vínculo se formó sin quererlo y Taehyung tuvo una presentación tardía en un momento que Jeongguk entró en celo de repente. El alfa dominante podía olerlo a kilómetros, el aroma a dulce y ácida piña pareció enloquecerlo y él no creía cuando decían que Tae siempre había tenido un aroma amargo que te dejaba picando la lengua cuando lo olias. Él creía que era beta, a pesar de que el chico le había dicho siempre que era alfa e incluso le había mostrado análisis en donde decían cuál era su subgénero, pero por extraño que pareciera el dominante siempre negaba esto.

Y todo se complicó cuando los rumores comenzaron a esparcirse por todo el instituto y toda la ciudad. ¿Podían dos alfas estar juntos y amarse? No. La respuesta siempre iba a ser no porque los alfas habían sido hechos para estar con omegas e incluso con betas. Una pareja de alfas era una abominación, la peor mierda que podía pisar la tierra y quiénes hicieran esto serían humillados por el resto de sus vidas. A las personas no les importaba si uno tenía 17 y el otro 15. No les importó la forma en la que lastimaron a ambos chicos, humillandolos y no dejando que ni siquiera salieran a la calle. Taehyung terminó mudándose y alejándose de quién alguna vez le juró amor, asegurando que lo mejor era separarse y no volver a verse. Jeongguk pasó de ser ese muchacho tímido y callado a ser un completo desastre, viviendo en la noche y probando diferentes cosas para tratar de olvidar a la persona que había dejado una marca en lo más profundo de él y quien lo hacía llorar todas las noches, pidiendo a la madre luna que todo fuera diferente.

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Las escenas a continuación son +18 si esto no te agrada te pido por favor que dejes de leer.

El destino pareció jugarles una broma pesada un tiempo después de la separación. Taehyung se había convertido en músico y Jeongguk entendió que él nunca había perdido contacto con los amigos que tenía en el instituto, eso quería decir que ellos le habían mentido cada vez que él preguntaba por el muchacho. Entonces Jeon también persiguió un sueño y a pesar de que había luchado tanto, él sentía que aún faltaba un largo camino por recorrer. Se cruzaron mucho, se vieron las caras y sin embargo actuaron como si no se conocieran, como si ambos fueran desconocidos y como si nunca se hubieran entregado al otro, colmandose de placer intenso hasta hacerlos llorar.

Se saludaban en la empresa de la que ambos eran artistas, sin embargo para los demás solo se conocían como compañeros de misma empresa, incluso tenían al mismo maldito manager. Jeongguk creía que todo era una mala broma que la vida le estaba jugando. Si en su vida pasada había sido una mierda de persona, él sabía que estaba pagandola en esta y nunca se insultó tanto como cuando quería hablar con Taehyung y este simplemente no lo miraba a la cara.

Todo se complicó un par de años después, durante un evento de premiaciones. Jeongguk y Taehyung se habían quedado solos en los camerinos, y a pesar de que ambos querían hablar con el otro, era bastante difícil tratar de ponerlo en práctica sin que ambos tartamudearan en el intento. Gguk no era bueno bajo presión, había estado sudando desde la noche anterior y él estaba seguro que había padecido fiebre, más no le tomó mucha importancia cuando supo con qué banda estaría compartiendo camerino, él tal vez había olvidado algunas cosas muy importantes. En el momento que una ráfaga de aroma a piña le pegó fuerte en sus fosas nasales, sintió el tirón en su parte baja y en como se había puesto duro con tan solo ese aroma. Parecía tener mucha mala suerte porque entre tantas cosas que hacía, había olvidado por completo cuando es que sus celos llegaban y se sintió demasiado territorial con ese camerino, pero en específico lo sintió con Taehyung. Él soltó muchas feromonas (más bien su lobo) volviendo del lugar, uno intoxicante y asfixiante, pero Tae no lo sentía de esa forma sino más bien lo sentía como si estuviera oliendo el aroma que había quedado en la ropa del alfa, luego de eso notó lo atrofiado que su olfato estaba. A la segunda vez que Jeongguk soltó feromonas, Tae lo sintió. Sintió el tirón en su vientre bajo y como su espalda baja dolió con fuerza. Ambos habían entrado en celo y el alfa dominante no permitiría que nadie entrara, a menos que alguien quisiera que clavara sus dientes con fuerza en su garganta y la arrancara hasta que lo viera morirse.

—Jeongguk—Había gemido Tae y el susodicho se preguntó por qué mierda eso se había escuchado tan bien, sabiendo que el otro era también alfa—, debo irme—Dijo, pero la forma en la que se movía le hizo saber al dominante que no podría hacerlo. Estaba duro y adolorido, estaba buscando una liberación en la forma en la que friccionaba sus caderas contra el material del asiento en donde estaba sentado.

—No puedes—Dijo y su voz se escuchó muchísimo más baja que de costumbre, ronca y sumamente excitante para alguien tan sensible como Tae—. No hasta que te haga mío—Y el menor bien sabía que no era Jeongguk quien hablaba, era su lobo, pero por alguna razón había algo dentro de él que le decía que obedeciera a todo lo que le dijera.

El primero en lanzarse fue el mayor, besando su cuello con rudeza, mordiendo el lienzo de color dorado que Tae poseía. Quería marcarlo con fuerza y hacerle saber a todos que él pertenecía a alguien, pero también sabía que no podía hacerlo porque ambos eran alfas y si en algún momento alguien se enterara todo el esfuerzo que habían hecho durante tantos años se iría a la mierda.

—Jeongguk—Dijo el menor mientras se aferraba la nuca del alfa.

Sus labios se encontraron un tiempo después, encajando casi a la perfección y el ambiente comenzó a volverse más denso y caliente. Taehyung gimió cuando la lengua contraria entró en su cavidad, enredandose con la suya mientras Jeongguk clavaba sus manos en su cintura, apretando con fuerza y haciendo que quedara sentado en su lugar. Las manos se volvieron invasivas, Jeon adentró las suyas dentro de la ropa de Tae acariciando su estómago con suavidad antes de delinear con sus dedos la marcada cintura que el otro tenía. Taehyung sacó la remera de Gguk en un rápido movimiento, admirando con sus ojos el pecho del otro y los pocos tatuajes que en ese tiempo tenía, delineó con sus largos y delicados dedos los abdominales del otro, su piel era blanca y él deseaba tanto marcarla con mordidas y manchas rojas.

—Te necesito tanto—Murmuró el mayor en sus labios antes de besarlo con fuerza. Estiró con sus dientes la carne de sus belfos antes de sonreír con burla al verlo reaccionar de esa manera con sus mejillas sonrojadas y la respiración agitada, temblando en cada momento que lo tocaba como si no pudiera conformarse con simplemente eso—. Voy a hacerte mío porque bien sabes que lo eres desde hace mucho tiempo—Sacó los pantalones del otro de un tirón antes de tantear con sus dedos la rosada y apretada entrada que tanto estaba deseando por su grueso pedazo de carne.

Era un alfa dominante, tenía a muchas personas detrás de él, pero siempre querría poseer a una sola y esa era Taehyung, que en ese momento lo observaba con brillosos ojos y la sombra de su lobo siendo una advertencia de lo que él era. Ignoró las señales, como siempre hacía y ensalivó sus dedos antes de acercarlo peligrosamente al ano del otro. Con su mano libre hizo todo lo posible para separar la gruesa carne de sus nalgas e ingresó uno de sus dedos. Taehyung era alfa, pero parecía sentirse preparado para solo él.

—Dime... ¿me quieres dentro? ¿Quieres sentir mi verga estirandote?—Mordió uno de sus pezones mientras veía como se retorcía al tener dos de sus dedos dentro, abriendolos como tijera para luego sacarlos y hacerlos entrar con fuerza—. Tan mojado—Susurró y Taehyung estaba tan perdido en la bruma de placer que no entendió sus palabras.

Lo acomodó en el sofá que había en el camerino mientras él se bajaba los pantalones sin importarle lo brusco que estaba siendo con la ropa se suponía debía cuidar para el evento. Ingresó de una sola estocada, logrando sacar un grito de la boca de Tae y que curvara su espalda mientras mordía su labio inferior con fuerza aún sin sacar sus ojos de los contrarios.

—Mghm, Jeongguk—Gimió él en voz alta mientras el otro se movía con fuerza en su interior. Jeongguk sostuvo sus piernas mientras las colocaba en sus hombros, mirando como su pene y salía del culo del otro alfa, viéndose tan malditamente sumiso de esa forma que estaba volviendo a Gguk cada vez más y más territorial en cuanto al otro se refería.

Taehyung se perdió en la pequeña bruma de celo que lo había atacado mientras se dejaba ser por Jeongguk, abrazándose a su espalda y susurrandole cosas que el dominante no llegaba a comprender del todo, su cabeza se encontraba demasiado perdida para entender y darle la importancia suficiente a todo lo que estaba diciéndole. Tae se aferró a Gguk con fuerza clavando sus uñas que se habían convertido en garras y la sombra de su lobo en sus ojos le hicieron creer al otro alfa que estaba viendo mal, pero no dijo nada y trató de hacer todo lo posible para volver a retraer sus colmillos.

—Alfa—Susurró, temblando cuando el orgasmo lo golpeó con fuerza y Jeongguk mordió su cuello con suavidad.

El dominante se vino un tiempo después y cuando Tae bajó de la nube a la cual había subido gracias al orgasmo, se dio cuenta de lo que había sucedido y en como su cuello dolía.

— ¡Maldita sea! Maldición, maldición, maldición—Susurró mientras corría al espejo tratando de ver que realmente ahí no hubiera una marca que lo uniera de por vida al alfa dominante que ahora lo miraba con esos ojos brillando en escarlata. Taehyung respiró con normalidad cuando notó que no sería permanente y desaparecería en cuestión de días.

Los alfas ese pudieron guardarse palabras de las cuales luego se arrepentirían, pero ambos bien sabían que se querían más de lo que alguna vez quisieron a alguien. El problema estaba en que ver a ambos como una pareja era lo peor del mundo. Una pareja de alfas no era bien vista y nunca lo sería.

Esa noche en el evento, Jeongguk mintió. Cuando le hicieron una pregunta incómoda de qué pensaba de dos alfas demostrando su amor, él contestó lo que su empresa quería que dijera, pero tampoco tomó en cuenta a la persona que lo miraba con enojo y como si lo que había dicho le hubiera roto parte de su alma. Taehyung no aguantó estar mucho tiempo ahí y cuando ambas bandas iban saliendo, Jeongguk intentó hablar con él para solo recibir un golpe y que muchos más llegaran después.

Jeongguk no supo el peso que sus palabras habían tenido hasta que vio a Tae llorando mientras le decía que era un pedazo de mierda, una persona mentirosa que todo ese tiempo quiso jugar con él y experimentar qué mierda se sentía estar con otro alfa. Gguk nunca lo odió simplemente le siguió el juego porque la única persona que merecía odio era él mismo.

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Y con ustedes el por qué del odio de Tae hacia Koo. Pudo haber un malentendido por parte de Taehyung, pero le dolió mucho lo que Jeongguk dijo cuando hacía minutos había estado con él.

Probablemente a partir de la parte 30 sea todo lo catastrófico que esta historia va a tener.

Espero que les guste.

Cuídense♡