El médico miró a la pareja que estaba sentada frente a él, ojeó los papeles que tenía en las manos y luego asintió para sí mismo. El alfa tenía su mano entrelazada con la del omega mientras parecía respirar con un poco de dificultad. Tal vez la presión de saber qué sucedería con ambos estaba apretandole la garganta y le impedía que su flujo de aire estuviera correcto. Él entendía el nerviosismo que ambos estaban pasando y había tenido casos como estos pasando por su consultorio, pero nunca había visto el amor puro que ambos tenían por el otro. Había conocido a parejas hechas a la fuerza en donde el alfa hacía que el omega comenzara con su desarrollo tardío, pero ninguno amaba al otro y sus lobos se repelian entre sí, por lo cual tratar de juntarlos era un dolor de cabeza, había visto como se desgastaban lentamente llevándolos directamente a la muerte. Pero ellos parecían ser distintos, esta vez juraba tener un caso distinto en sus manos y estaba dispuesto a lograr que ambos vivieran para el otro porque se lo había prometido a su mejor amiga y madre del omega, él no permitiría que ninguno de los dos decayera porque su conexión parecía ser de cuentos de hadas.

—He estado leyendo los últimos análisis que ambos se hicieron y... están sufriendo de anemia—Masculló mientras los miraba—. No es grave, pero irá empeorando. Les recetaré algunas vitaminas y hierro para ver si puede empezar a mejorar. Taehyung, necesito realizar un ultrasonido para ver cómo se encuentra tu útero ¿bien?—SeoJoon observó a ambos antes de posar sus ojos en el omega que asintió con su cabeza—. Recuestate en la camilla y levanta tu remera hasta debajo de tu pecho.

—Bien—Murmuró haciendo lo que le pedía. Él salió del consultorio, Jeongguk siguiéndolo con la mirada hasta que lo perdió de vista.

Hacía 6 meses que habían confirmado su relación y aunque tuvieron algunos malos comentarios respecto a lo que eran, ambos hicieron todo lo posible para solamente enfocarse en ellos. ¿Qué importaban los demás cuando se tenían el uno al otro y a sus amigos de su lado? Ellos parecían no necesitar nada, pero se resguardaron en ellos durante mucho tiempo y a pesar de que Joon–Hyun e incluso Seokjin se lo decían, ninguno había ido a alguna consulta porque estaban aterrados. ¿Qué les dirían los médicos? ¿Qué si alguno les decían que tenían poco tiempo? Jeongguk no sabía cómo reaccionar a eso y estaba seguro que no sería de una buena manera. Tenía miedo por Taehyung, su reacción y lo que esta derivaría.

—Todo va a estar bien, mi amor—Murmuró el alfa cerca del rostro contrario con una pequeña sonrisa en sus labios—. Vas a ver que él dirá que podremos tener cachorros.

Era algo que habían estado hablando durante semanas y días, incluso lograron quedarse despiertos hasta muy entrada la madrugada tratando de averiguar qué es lo que podían hacer. No querían arriesgarse y provocar algo malo, querían tener cachorros, pero no justamente ahora. Ambos estaban nuevamente en la cima de su fama y tenían algunos conciertos que hacer por todo el mundo antes de realmente tomarse un largo descanso que le indicaba a todos una vuelta no muy pronta. Tal vez podrían casarse y por fin formar una familia, pero no lo veían indispensable hacerlo en ese momento. Solo querían estar seguros que todo estaba bien y no habría necesidad en el futuro de hacer algo para que ambos pudieran convertirse en padres.

— ¿Y si él dice qué no...—Susurró mientras apretaba la mano de Jeongguk entre la suya.

—Bien, veamos cómo se encuentra ese útero. ¿Están pensando tener cachorros?—Guk hizo una mueca mientras miraba al doctor preparar la máquina de ultrasonidos—. Baja un poco tus pantalones y tu ropa interior—Él no dijo nada cuando no respondió ninguno de los dos y tampoco insistió porque ya sabía algunas cosas por parte de Joon–Hyun.

Él doctor Park colocó gel frío que hizo tener escalofríos a Tae por unos segundos antes de comenzar a pasar el transductor por la parte baja de su abdomen. Lo fue moviendo de a poco haciendo suave presión cuando quería ver algo más en su órgano reproductor. Su rostro no expresaba mucho, tenía los labios y cejas fruncidas mientras su atención estaba en la pantalla.

—Felicidades, están listos para tener cachorros—Sonrió—. Estoy seguro que el problema que ambos estaban pasando, ya se ha minimizado. Pero no se mantengan muy alejados el uno del otro. Aunque pueden acelerar todo ese problema—Murmuró pasándole una servilleta para que se limpiara. Ambos lo miraron expectantes y él soltó una pequeña risa.

— ¿A qué se refiere?—Preguntó Guk con sus ojos puestos en él.

— ¿Lo has marcado?—Trató de ver más allá, en el cuello de Taehyung, pero no podía ver con claridad. Jeongguk algo avergonzado negó con la cabeza—. ¿Qué estás esperando?—Él no quería apurarlos, pero sería más fácil para ellos a partir de eso.

Él sabía que la mordida podía lograr sanar muchas cosas, la conexión de ambos lobos se volvía inquebrantable y todo lo que en algún momento habían tenido en contra llegaba a recuperarse del todo.

—N–No creí... que fuera bueno hacerlo—Rascó su ceja—. Mi lobo me lo ha estado pidiendo mucho, pero lo mandaba a callar porque creía que no sería bueno poner una marca cuando no sabíamos cómo estábamos.

—Nunca debes de callar a tu lobo, muchacho. Siempre escuchalo porque en ocasiones puede percibir cosas que tu lado humano no.

Jeongguk asintió con la cabeza y SeoJoon estiró dos recetas. Ambos salieron del consultorio tomados de las manos mientras el alfa planeaba en su cabeza algo que iba a hablar con Tae en cuanto llegaran al departamento que estaban compartiendo. Tal vez, él esperaría hasta dentro de dos días para poder marcar a Taehyung porque el 26 de enero se veía demasiado prometedor y lindo para que ambos concretaran su conexión aún más.

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Jeongguk respiró hondo mientras daba los últimos toques en la habitación. Miró sobre su hombro y jugó con sus manos entre sí antes de tomar la caja de terciopelo negro, mirándola con demasiada atención, apretandola en su puño antes de guardarla dentro de su pantalón de vestir.

— ¡Tae voy a irme!—Gritó mientras escuchaba movimiento en la habitación. Hacía más de quince minutos que estaba esperando, la última vez Taehyung le había dicho que solo le faltaba retocarse algo en sus ojos.

Cuando salió, el alfa pasó sus manos por su cabello demasiado extasiado de verlo. Por más que el tiempo pasara, él iba a seguir sorprendiéndose con cada atuendo que se pusiera, incluso cuando se ponía la pijama no podía dejar de mirarlo por lo hermoso que era. Tae llevaba puesto una polera cuello de tortuga a cuadros de color gris claro y en gris pizarra que sabía se ajustaba tan bien a la parte superior de su cuerpo. Arriba tenía un saco de vestir mitad negro y mitad blanco con unas tiras que tenía atadas en la parte delantera. Tenía pantalones de vestir oscuros y zapatos elegantes que combinaban a la perfección con el atuendo que había elegido esa noche. Tenía el pelo cayendo por su frente en bucles que lo hacían ver sumamente tierno, había colocado base y un poco de sombra en sus ojos y ese brillo dorado en la línea inferior del agua le daban un aspecto mucho más efímero a su rostro.

Taehyung se molestó porque aunque el tiempo pasaba y él intentaba que su pareja soltara un poco el color negro, ahí estaba él vistiendo una camisa de vestir con los primeros tres desabotonados que dejaba a la vista los tatuajes que tenía en su pecho combinándola con pantalones también de vestir y de color oscuro. Tenía el pelo partido a la mitad, le había dado forma y Tae sabía que había colocado algo de base para tapar según él, las imperfecciones que tenía.

— ¿Por qué no la camisa roja que te regaló mamá?—Él se acercó y abotono esos botones que Jeongguk había dejado sueltos apropósito—. Te queda linda.

— ¿Esta no me queda linda?—Sonrió con esa sonrisa que le ponía a Tae los pelos de puntas. Las esquinas derechas de su boca elevándose y mostrando sus dientes tan solo un poco.

—Te queda hermosa, mi amor—El mayor le guiñó un ojo y lo tomó de la mano para tomar sus abrigos y salir del lugar.

El viaje al restaurante fue corto, se encontraban ubicados en una zona residencial de Seúl que estaba a no más de 5 minutos del centro. El lugar era famoso y sumamente lujoso, Jeon tenía su reservación en ese lugar de hacía un mes atrás y él no iba a desperciar esa noche para nada.

—Buenas noches, señor Jeon—Dijo el muchacho del valet parking que hizo una reverencia al alfa cuando bajó de su lado, corriendo para abrirle la puerta a Tae—. Buenas noches, señor Kim—Y Taehyung le sonrió mientras lo saludaba de la misma forma.

—Buenas noches—Colocó las llaves en las manos del muchacho y sonrió—. Muchas gracias—Dijo y colocó su mano en la espalda baja de su pareja, dándole un pequeño empujoncito para que comenzara a caminar.

Las puertas del elegante lugar se abrieron desde adentro mientras el hombre de traje hacía una seña con su mano para que ingresaran, murmurando que lo siguieran por las escaleras caracol que llevaban al segundo piso. Las cerámicas de mármol brillaban y combinaba tan bien con el rojo sangre de las paredes y los detalles en dorado.

— ¿Por qué está tan vacío?—Preguntó Taehyung caminando delante de Jeongguk solo para darse la vuelta y mirarlo.

La única mesa que parecía haber en esa parte del restaurante se encontraba en el medio y en dirección diagonal había un ventanal enorme con vista a la metrópoli de Seúl. Los altos edificios iluminados y el cielo parecía haberse puesto de su lugar cuando notaron que estaba despejado y algunos puntos de luces podían verse en el manto oscuro. Si corría la mirada a la derecha, ahí se encontraba la luna llena que parecía brillar solo para ellos con un reflejo de color a su alrededor muy imperceptible.

—El restaurante por esta noche, es solo para nosotros dos—Tae frunció los labios y giró la cabeza para encontrarse con esos ojos chocolate que tanto amaba. Sonrió y besó a Jeongguk cortamente en los labios.

Estos días que habían pasado, él parecía estar más cariñoso y quería hacer todo para que se sintiera sumamente cómodo. Corrió su silla y lo acomodó hacia la mesa mientras tenía esa sonrisa que no decía nada, pero mostraba su felicidad pura.

Llegó la entrada y luego el plato principal, ellos no evitaron que el ambiente se hiciera de ambos, charlando de todo lo que estaba pasando últimamente y ambientandose a los músicos que habían llegado para darles un pequeño concierto de música clásica y romántica.

—Entonces... cuando todo el asunto de cachorros se implemente, ¿qué quieres que sea?—Guk lo observó mientras le daba un sorbo a la copa de vino. Tae dejó los cubiertos de lado y lo miró con ojos casi felinos y del color más lindo.

—Uhm... ¿no sería lindo tener gemelos? No importa su sexo, simplemente que lleguen sanos y salvos—Dijo mientras sonreía chiquito—. Pero ya lo hemos hablado a esto y sabes que debemos de esperar un poco. Lo que más quiero es que ambos tengamos tiempo solo para dedicarle a nuestros cachorros y mientras sigamos en las bandas no podremos.

—Lo sé, simplemente era por curiosidad. Me encantaría que fueran dos—Tomó la mano contraria y entrelazó sus dedos antes de soltar un suspiro—. Pero más me encantaría que te cases conmigo.

— ¿Qué?—Preguntó entre una risa nerviosa. Jeongguk tenía su puño de su mano izquierda cerrado contra la mesa en donde estaban cenando y los ojos de Tae habían ido a ese lugar.

— ¿Quieres ser mi esposo?

Él no se arrodilló porque Taehyung sabía que esas mierdas no le gustaban y que hacerlo a su manera sería bueno de todas formas. El alfa soltó sus manos entrelazadas y abrió la caja de terciopelo negro, revelando en el interior el precioso anillo. Era de oro con una piedra púrpura en el centro que tenía forma de flor y unas hojas colocadas en su costado. Y Taehyung sabía que la forma de esa flor que el anillo tenía era la de su nacimiento, siendo tan observador como Guk lo era para dar esos pequeños detalles que hicieron que su pecho se apretara con fuerza y las lágrimas se juntaran en sus ojos para posteriormente caer seguramente haciendo un desastre de su maquillaje.

El omega asintió con la cabeza porque no podía hablar, sentía a su lobo lloriquear de felicidad en su interior y su lado humano no se quedaba atrás. Jeongguk dejó caer sus lágrimas mientras se acercaba a su pareja para colocar el anillo en su dedo anular y darle un dulce beso que selló promesas no dichas en labios suaves.

—Te amo—Dijeron a la vez y soltaron una pequeña risa que llenó todo el lugar.

Ambos eran el lugar seguro del otro y el amor que se tenían sobrepasaba muchas cosas.

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Las escenas a continuación contiene +18 si esto no es de tu agrado, te pido por favor que dejes de leer.

Su espalda fue estampada contra la pared de al lado de la puerta del departamento en donde vivían mientras que con manos temblorosas trataba de poner la contraseña, pero Jeongguk no se la dejaba fácil, estaba besándolo y él no podía desistir a la forma en la que besaba, siendo tan suave y caliente a la vez.

—Era la nueva colección de Louis Vuitton—Murmuró cuando vio como la parte superior de su conjunto era desgarrado por el salvaje de su futuro esposo.

—Te compraré un armario entero, solo déjame besar tu cuello—Y el omega le dio el espacio suficiente para que lo hiciera.

Jeongguk besó el largo lienzo de piel dorada y delineó con su lengua la arteria carotida, sintiendo el pulso acelerado de Tae. Sus dientes se cerraron muy cerca del lugar en donde su glándula de aroma se ubicaba, mordiendo suavemente antes de chupar con fuerza dejando una marca roja que se volvería violácea con el pasar de los días.

—Me estás volviendo loco—Murmuró con la voz ronca, su pantalón de vestir apretandose con fuerza.

—Llévame a la cama—Susurró en su oído tomando con sus manos su rostro para volverlo nuevamente a sus labios. Él dio un pequeño salto y enredó sus piernas en sus caderas, Jeongguk tomándolo desde su culo mientras avanzaba a tropezones.

El omega se deshizo de la ropa rota y con sus manos delineó su torso, desde la v que se formaba en el bajo de su abdomen pasando por sus abdominales pocos marcados hasta llegar a sus pezones en donde los estiró mientras le daba una sonrisa llena de lujuria contenida a Jeongguk quie no aguantó mucho y arrancó los botones de la camisa para posteriormente sacarle antes de poner su peso sobre sus brazos, poniéndolos a cada costado de la cabeza de Tae mientras sus pechos se tocaban y se miraban a los ojos, el chocolate peleando contra el miel.

Tae enredó sus brazos detras de la nuca de Guk y lo acercó a su boca. Sus erecciones chocaron y ambos no pudieron evitar soltar un gemido.

Ese 26 de enero se sentía extraño. Parecía estar lleno de magia con la luz de luna entrando por las ventanas e iluminando toda la estancia, con sus cuerpos encontrándose una y otra vez, con los gemidos y sus pieles chocando siendo el único sonido, con sus aromas combinándose y haciendo el lugar más seguro. Sus lobos aullaron y lloraron mientras el lado humano se amaba, y pronto tomaron el control; Los ojos del omega se tornaron azules y los del alfa rojos, se miraron por mucho tiempo mientras el dominante seguía moviéndose en su interior. Se amaron, una y otra vez, recordandose que en su vida pasada no habían podido lograrlo y que en esta estaban haciendo todo lo posible para sanar todas las heridas que se habían hecho con el tiempo.

Un 26 de enero fue que Taehyung y Jeongguk comenzaron a amarse en la secundaria. Un 26 de enero fue que se separaron con mentiras de por medio, lastimandose el uno al otro y siguiendo lo que la sociedad les decía que debían de seguir. Un 26 de enero se comprometieron y se hicieron promesas, amarse el uno al otro incondicionalmente, no lastimarse y mucho menos engañarse, formar una familia y ser felices por siempre. Un 26 de enero sellaron esa promesa entre labios sangrando, pieles sudoras y palabras susurradas de las cuales solo la luna era testigo.

Jeongguk se colocó encima de Taehyung, entrando en él nuevamente, el omega enredando sus gruesas piernas en la cintura contraria mientras sus manos se mantenían apretando los bíceps del alfa. Tae lo besó y Guk se perdió, cerrando sus ojos un momento para luego volverlos a abrir concentrando esa mirada escarlata en el cuello del otro. El omega tembló bajo sus manos y soltó un gemido sumamente fuerte cuando se vino en largas tiras de semen y él no perdió la oportunidad cuando sus dientes se clavaron en a suavidad que el cuello contrario era.

Los ojos del omega brillaron, el azul se volvió intenso mientras su alma se terminaba de hilar a la de Jeongguk, su conexión volviéndose un solo hilo que parecía ser frágil, pero que en realidad era sumamente inquebrantable. El alfa lamió la herida mientras lo anudaba, siendo conscientes ambos de que esa noche estaban cuidándose como venían haciendo.

Ese 26 de enero Jeongguk marcó a Taehyung y le prometió que al siguiente año, en la misma fecha, ambos se casarían.

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Quería terminar esta narración ayer antes de que el día terminara, pero no pude por eso es publicado a esta hora aunque en latam recién están empezando las horas del día 26 de enero.

Sé que el 26 de enero tiene otro significado verdaderamente, pero yo quería darle el mío porque MI GukTae pasó mucho en esta fecha.

Happy TaeKook day♡

Ante última narración antes de que este social media se termine. ¿Qué piensan de él hasta ahora? ¿Tomó un buena camino o fue algo denso? Yo amo leer sus comentarios y la reacción que tienen a cada parte que subí de este sm.

Muchas gracias por el apoyo, mi corazón y mi alma están en sus manos💜

Espero que les guste.