chapter 10.

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Esto no ha sido fácil como quitarle el dulce a un niño, ha sido jodidamente duro como quitarle la presa a un león.

— ¿Cómo está?! — Preguntó Kyungmin alterada mientras llegaba a la sala del hospital junto a la madre de Jimin, también estaban los padres de Taemin.

— Namjoon está recuperándose lento pero Taemin aún no despierta, recibió dos balazos cerca del pecho.

Kyungmin suspiró aliviada por su hermano pero aún así no podía estar feliz, otro chico también estaba en riesgo. Y por lo que parece era conocido de su hermano.

— ¿Y el oficial?

— Ha fallecido. Le dispararon directamente a la cabeza, fue tan horrible según a lo que nos contó JongIn. — Respondió la tía de Jimin, Kyungmin se sorprendió y sintió su cuerpo estremecerse ante tal declaración. — A Hoseok se lo tragó la tierra junto con el loco que disparó, aún no sabemos la relación que poseían pero es claro que lo ayudó a escapar de las autoridades.

— ¿Cuándo va a detenerse esto? j¿Cuándo?! — Gritó alterada la señora Park a lo que de inmediato su hermana la abrazó intentando calmarla.

— ¿Aún no podemos verlos?

Los padres de Taemin negaron, ambos mostraban un gesto afligido y doloroso por lo que estaba viviendo acerca de su hijo.

— Siento lo de su...hijo. — Susurró Kyungmin con tristeza, los señores sonrieron falsamente ante sus palabras.

— Felicitaciones por tu hermano. Él no se está jugando la vida, enhorabuena.

— Dígame que sucedió exactamente.

— ¡Se lo he dicho mil veces! — JongIn respondió frustrado cruzándose de brazos bajo la atenta mirada de la rubia oficial.

— Dígamelo de nuevo y sin perder ningún detalle, es de vital importancia que no se salte nada.

El estudiante resopló con fastidio y asintió sin otra opción.

— El oficial estaba interrogando a Hoseok y a Taemin, Namjoon estaba ahí ante las nuevas noticias. — Comenzó a explicar por tercera vez, la oficial le miró sin perderse ninguna señal de nerviosismo o algo que levantara sus sospechas. — ...Después alguien intentaba tirar la puerta fuertemente y entró él, ese tipo pálido con tatuajes y piercings.

— Continúe, por favor. — Pidió Chungha anotando sus conclusiones nuevamente.

— Le disparó primero a Taemin dos veces, después con el oficial y finalizó con Namjoon.

Chungha alzó sus cejas mirándole fijamente, el estudiante no pudo evitar cohibirse al no entender.

— ¿Y dónde estaba usted en esos instantes?

— ¡Estaba en el baño! Me dió nauseas que Hoseok estuviera ensangrentado y con la cara casi desfigurada.

— ¿Y cómo sabe eso? ¿Cómo sabe que tenía sangre si usted estaba en el baño?

— ¡Maldición! — Exclamó JongIn con enfado, su límite acababa de explotar por las insinuaciones de la rubia. — ¿Qué no escucha? Le digo que anteriormente el oficial interrogaba a Hoseok, él comenzó a golpearse el rostro en la mesa sin razón. ¡Fue cuando me fui al maldito baño si no quería vomitar arcoíris sobre todos!

— ¿Y se quedó escondido en el baño cuando escuchó los disparos? — Cuestionó la oficial novata de manera incrédula, JongIn explotó todavía más.

— ¡La puta madre! Sí! ¿Qué quería? ¿Qué saliera así como si nada a que también me metieran una bala por el culo? ¡No tenía con que defender a mis amigos!

— Pido que hable de manera adecuada y no con vulgaridades.

El estudiante sintió su cara arder de la vergüenza y de inmediato tomó la mano de la oficial disculpándose.

— ¡L-Lo siento! No suelo ser así, soy un buen estudiante. ¿Usted sabe que soy el presidente de la clase? ¡Porque lo soy!

— No lo sé pero no vuelva a hablar así.

Chungha sonrió divertidamente y JongIn asintió efusivamente aún sonrojado.

— Señorita, ¿Puedo irme? Quiero estar con mis amigos en el hospital.

— Puedes irte. Con tu testimonio espero que podamos encontrar de inmediato al criminal.

— Espero lo mismo.

— Min, joder. ¿Ya puedes ir a dormir? No hay nadie afuera, el niño se seguro sólo se asustó por una rama.

El mencionado miró con seriedad a su compañero, este tragó saliva con dificultad.

— Algo está mal, puedo sentirlo.

— Whoah, ¿Vidente? — Le preguntó con burla y sarcasmo en su voz cuando anteriormente casi se mojaba en los pantalones por la mirada de Yoongi.

— Cierra tu puta boca y lárgate, quiero que estés atento de la maldita puerta y cualquier movimiento.

Jooheon asintió sin rechistar saliendo de la habitación de una vez por todas, Yoongi le dedicó una rápida mirada a Jimin. Se había quedado profundamente dormido después de una hora.

— Carajo, ¿Qué me pasa? Debería estar jalándome la polla tranquilo a estas horas.

En silencio absoluto se encontraba la casa, nadie excepto Yoongi sospechaba de algo. Llámenlo paranoia o lo que sea pero estaba seguro de había algo y no se equivocó cuando la ventana de la habitación de empañó raramente y una melena de cabellos negros se notaron.

— Taehyung, jodido perro lame bolas de Jungkook. — Gruñó escondiéndose de manera rápida en los armarios, gracias al cielo o en este caso al infierno que ahí estaba el bate de béisbol con el que hace mucho bateó la cabeza de su hermanastro Seokjin dejándole muerto o al menos eso juraba.

La ventana cristalina se abrió por completo dejando a la vista a Kim Taehyung, este portaba un atuendo totalmente oscuro y traía una arma en manos. Las pupilas de Yoongi se dilataron de manera escalofriante al observar como el caníbal más famoso de la red acariciaba los cabellos rubios de Jimin, estaba a punto de mandar todo a la mierda y quebrarle la maldita cabeza pero la voz de Jooheon lo hizo sobresaltarse.

— ¡Min!

Yoongi salió del armario con el bate en las manos y se acercó sigilosamente al azabache, una vez más la voz de Kim lo hizo retroceder y maldecir por lo bajo. Este de giró con el arma en manos apuntándole directamente.

— ¿En serio creíste que eras más inteligente que yo, Yoongi?

— Claro, cualquiera sería más inteligente que tú.

— Te estuve vigilando todo el tiempo, escuché todo. No eres muy inteligente, Yoonnie.

— ¿También escuchaste lo de perro lame bolas? — Le preguntó cínicamente con una sonrisa de sorna por su rostro, Taehyung soltó una risa falsamente.

— Me gustaría serlo pero de Jimin, cuanto me gustaría. Le va a fascinar, me lo voy a comer tan bien y no sólo sus bolas.

— Me das puto asco.

Kim fingió sentir tristeza y mostró un gesto afligido.

— Yah, Yoongi. Eso me dolió en el alma. — Siguió provocándole cínicamente sin perder su sensual y característico toque. — La fuerza bruta no supera a la inteligencia, ténlo presente.

El azabache apretó el bate de béisbol con fuerza en sus manos.

— ¿Quieres ver?

— Oh, no lo creo. Tengo que asesinarte primero, ¿Sabes? — Expresó con aburrimiento sin dejar de apuntarle en ningún momento, Jimin seguía en su quinto sueño perdiéndose de los dos hombres que se miraban con odio.

— No debiste avisar, vaya, eres muy considerado. — Le dijo quitándole la arma en un ágil movimiento, el bate de béisbol cayó al suelo al igual que la arma. Yoongi apretó el brazo de Taehyung torciendo de este con demasiada fuerza hasta que se quebró, el caníbal gritó de dolor ocasionando que Jimin se despertara aterrado. Cosa que hizo enfurecer más al mercenario Min Yoongi.

— ¡Min! ¡Ya no puedo contenerlos más! ¡Son como veinte tipos! — Gritó Jooheon desde la planta baja, el azabache soltó otra palabrota y tomó del cuello a Taehyung impidiendo el paso del oxígeno.

— Diles a tus hombres que dejen de atacar.

— Tienes suerte que no he pedido que lo maten.

— ¡Házlo!

— Por supuesto, después de que te asesine ordenaré que maten a tu amigo, será lindísimo cuando me lo lleve a casa como mis sobras. — Logró articular entre jadeos, Min frunció el ceño confundido ante la declaración, cosa que fue suficiente para que Kim le encajara una navaja en el abdomen y le cortara la mejilla dejándole una herida grave.

Yoongi sintió el líquido escurrir por su abdomen pero eso no lo detuvo a soltar el cuello de Taehyung, le seguía apretando con brusquedad y fuerza.
Disparos se escuchaban desde la planta baja, Jooheon tiene que estar vivo aún, Min no le ha dado permiso de morir.

— ¿Crees que...te dejaré ir con él? — Cuestionó soltando una carcajada histérica, comenzaba a escurrir sangre de su mejilla sin parar. — Tú te vienes pero al infierno conmigo.

Kim sentía como su cuello en cualquier momento se quebraría, trató de apuñalar al mercenario de nuevo pero el oxígeno le faltaba y eso le dificultaba, la navaja cayó al suelo y Taehyung también.

Yoongi corrió a la cama robándole un beso brusco al chico rubio, la sangre comenzaba a manchar las sábanas de la cama. Jimin cerró sus ojos aterrado pero nunca se despegó del beso, estaba paralizado.

— Voy a sacarte de aquí, muñequito. Jooheon los va a distraer, me dará tiempo. — Le dijo entre quejidos y lo alzó entre sus brazos aunque por dentro le doliera la maldita herida, no dejaría que el joven quedara en brazos de alguien más. Nunca.

Pero claro que para Kim Taehyung eran otros planes porque en cuanto Yoongi caminó hacia la ventana lo jaló del pie con su mano sana y la brusquedad ocasionó que cayera al suelo junto con el rubio.

— Puta madre, muérete ya.

— S-Sólo en tus sueños, Yoonnie. — Respondió muy apenas, Yoongi le había lastimado las cuerdas vocales en demasía y su voz apenas era audible. Sin esperar más cogió la navaja de nuevo aprovechando que estaba en el suelo y la encajó en su pecho.

Jimin miró la escena con terror y lágrimas se deslizaron por sus mejillas, apretó la mano de Yoongi intentando ayudarlo pero este sólo lo miraba con una mirada inexpresiva, una mirada que le dice que podría ser la última vez que ambos se ven.

Jimin no sabe que sentir, por un lado Yoongi le asusta pero por el otro Kim Taehyung le aterraba aún más.

— Por favor, señor Y-Yoongi. Levántese, no deje que me lleven, por favor. — Rogó apretando la mano del azabache aún más fuerte, sus lágrimas caían en la camiseta del mayor.

— Levántate, manzanita. Hora de irnos. — Habló el pelinegro con dificultad, el rubio se negó rotundamente y Taehyung lo tomó del brazo quitándole del mercenario.

— ¡Por favor, Yoongi!

El mencionado trató de levantarse pero la perdida de sangre comenzaba a afectarle, se sentía debilitado. Tosió sangre dolorosamente y se dió cuenta de que era su fin.

— ¡Yoongi! — Gritó Jimin entre sollozos mientras era jalado por Kim fuera de la habitación, sus hombres le habían informado que todo estaba despejado.

Yoongi trató de levantarse una vez más pero cayó de nuevo al suelo escuchando como era llamado. Entre llamados y gritos cerró sus ojos sin querer hacerlo pero no tuvo opción.

— ¡Yoonnie!

— M-Manzanita, estás comenzando a irritarme mucho. Guarda silencio, ¿Sí? Tengo que hacer una llamada.

El chiquillo no respondió, limpió sus lágrimas con dificultad.

— ¿Hola?

— Hola, Jeon. ¿Adivina...qué? Lo he conseguido.

— Mierda, ¿Realmente lo hiciste? Creí que morirías ahí mismo, ¿Dónde estás? Tráeme a mi mocoso rápido.

— E-Esto no ha sido fácil como quitarle el dulce a un niño, ha sido jodidamente duro como quitarle la presa a un león. — Le mencionó con frustración mientras bajaba las escaleras sosteniendo al rubio de la mano. — Así que espero..una buena paga y el préstamo de la manzanita.

— Sí, lo que sea. Tráeme a mi mocoso ahora, Kim.

— De inmediato, jefe.

El azabache bajó las escaleras completamente con el chiquillo, su bonito rostro se torció en una mueca cuando notó que todos sus hombres estaban muertos, incluso el compañero de Yoongi estaba en el suelo. ¿Qué había sucedido?

— Vámonos rápido, manzanita.

Taehyung trató de salir por la puerta de la habitación pero un puñetazo en su rostro lo detuvo en seco dejándolo noqueado al instante, un chico alto y pálido se posó al frente de Jimin.

— Sí, vámonos, manzanita. — Repitió con voz ronca Kim Seokjin, detrás de él se encontraba Hoseok con una gran sonrisa en su golpeado rostro.

...

D E E P  W E B.

FIN DEL CAPÍTULO.

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