❝ Nunca creí que volvería a ver tu horrenda cara de nuevo, Min Yoongi. ❞

D E E P W E B.
...

— ¡Devuélveme a mi mocoso, Yoongi!

Jeon y Kim estaban a unos metros de atraparlos.

— Mierda. Jacob, rápido. — Se dirigió al castaño, empujándolo para sacarlo del pequeño trance que había tenido, Yoongi comenzó a correr entre la gente con Jimin.

Jacob obedeció siguiéndolos por detrás, la gente tapaba la vista de ambos hombres.

— ¡¿Qué mierda esperan, eh?! ¡Vayan a perseguirlos! — Ordenó Jeon de manera tensa a sus dos hombres, Kim también comenzó a correr detrás de ellos. Jeon sabía que nada saldría bien así que con pesadez decidió emprender marcha también.

Yoongi siguió caminando con rapidez perdiéndose entre la gente, Jimin apretaba su mano con fuerza, no quería irse.

— ¡Detente ahí, Yoongi! La manzanita es nuestra. — Kim seguía corriendo detrás de ellos, sus gafas de sol habían caído al suelo.

El mercenario gruñó ignorando los gritos del escandaloso de Kim, soltó una gran maldición cuando se vieron interceptados por los dos hombres de Jeon en una esquina solitaria. Estaban acabados.

— Yoonnie...no otra vez. — Susurró el rubio aferrándose al cuerpo del tatuado, Yoongi le correspondió de la misma forma. Nadie le arrebataría a su pequeño ángel de nuevo, primero se los lleva al infierno antes de que lo toquen.

— Eres mío para la eternidad, Park Jimin. No te dejaré ir.

— Vaya, vaya. — El empresario llegó al lugar seguido de Taehyung quien tenía una encantadora sonrisa en su rostro, cínicamente saludó al rubio. — Nunca creí que volvería a ver tu horrenda cara de nuevo, Min Yoongi.

— Oh, Jeon. Me vale verga si querías verme o no, ni siquiera te recordaba hasta hoy. — Soltó duramente ganándose la risa de Kim Taehyung, Yoongi apretó la cintura de Jimin cuando notó que se acercaba.

— Ni te atrevas a ponerle una puta mano encima, Kim. Te juro que te haré que te tragues tus propias bolas, traidor hijo de perra.

— Eres un grosero, Yoon. — Respondió Taehyung pasándose una mano por las hebras negras, Jungkook seguía observando la escena seriamente. – Hola, Jacob. ¿Debería decir que es un gusto volver a verte?

Jacob se tensó observándolo de reojo, estaba detrás de Yoongi mientras en su mano escondía el arma.

— No lo es para mí, traidor.

— ¿Traidor? — Kim rió encantadoramente acercándose todavía más a los tres chicos. — Sólo miré a otros horizontes.

— Dejen sus mariconadas cursis para después. — Expresó Jungkook con frustración, sólo quería llevarse al mocoso y follarlo duramente.

Yoongi sintió la agitada respiración de Jimin en su cuello, algo andaba mal en ello.

— Yoonnie hyung... — Susurró aún escondido entre su cuello, Jeon observaba fríamente la manera en la que el mercenario tocaba a lo que consideraba suyo.

— Hey, muñequito. ¿Qué mierda sucede? — Le cuestionó mirándole a los ojos, Jimin se aferró a su camiseta para evitar caer al suelo. Yoongi lo sostuvo firmemente de la cadera mientras observaba el estado deplorable del chiquillo. — Jimin, háblame.

— Kim, ve por él.

El azabache asintió dando pequeños saltitos al acercarse, irradiaba felicidad cínica por doquier. Jacob de inmediato le apuntó con el arma temblando un poco pero seguro de lo que hacía, los dos hombres de Jeon apuntaron al castaño instantáneamente. No habría forma de salir vivo.

— Suelta esa arma, niño. Sabes que saldrás tiroteado por mis dos hombres. — Habló el empresario duramente dedicándole una penetrante mirada, Kim esbozó una mueca de aburrimiento.

— Yoonnie, n-no puedo... — Logró articular el rubio sintiendo nuevamente el aire escapar de sus pulmones, el mercenario lo tomó del rostro obligando a que lo mirase. — Está sucediendo...de nuevo.

— ¡Ajá! ¿¡Y planeas dispararme aquí!? ¿Olvidas que hay gente? Tu fachada de empresario santo se caerá. — Mencionó Jacob balbuceando sin dejar de apuntarle al caníbal.

Jeon apretó su mandíbula con enojo y se quitó las gafas que poseía.

— ¿Crees que van a creerte a ti, desgraciado? Te buscan por asesinato y ese imbécil de ahí está muerto legalmente. — Le dijo con ironía sin dejar de observar como la arma temblaba entre sus manos, sonrió con aires de superioridad mientras a su lado Kim estaba ansioso por quitarle a Yoongi lo que quiere. — En cambio, yo soy un exitoso empresario y Kim es el dueño de un famoso restaurante. Puedo decir que ustedes dos quisieron secuestrarme a mí también justo como lo hicieron con el mocoso.

— Jimin, cálmate. Mírame a la cara, amor.

El mencionado observó a Yoongi con sus ojitos cristalizados, a pesar de tener las manos del mayor en su rostro no lograba calmarse. No con el miedo que sentía.

— Yoonnie...no dejes...que

— No te dejaré ir. Joder que no. — Lo interrumpió con brusquedad besándole en los labios sin importarle que estaba a nada de morir por Jeon. — Naciste para ser mío, Jimin.

— ¡Tráelo aquí, Kim! — Gritó Jeon harto de la palabrería, el pelinegro se acercó a la pareja.

— No vas a tocarlo.

— ¿Quién dice que voy a tocarlo a él? — Respondió coquetamente trazando líneas imaginarias en el pecho del tatuado, Yoongi le sostuvo de la muñeca con fuerza distrayendose en la acción. — Ups.

Taehyung aprovechó la oportunidad para atraerlo consigo y golpearle en al abdomen con la rodilla, los dos hombres de Jeon rápidamente se acercaron tomándolo de los brazos.

— ¡Carajo, Kim! ¡Déjalo! — Le gritó Yoongi furioso intentando librarse del fuerte agarre de los hombros, por un momento logró golpearles a los dos en el rostro pero de inmediato lo atraparon antes de que siquiera se acercara al sollozante Jimin.

— Hey, manzanita. Dame la mano. — Pidió Kim mordiéndose el labio conteniendo sus ganas de reír, abrió su boca impresionado cuando vió al menor. — ¡Wow! ¿Esto no te parece un déjà vu?

Jimin soltó pequeños quejidos al no poder respirar de manera adecuada, estaba sufriendo al ser preso una vez más de un ataque de pánico.

Jacob seguía paralizado, el arma estaba en sus manos pero Jeon le apuntaba con otra muy cerca.

— Manzanita deliciosa, sabes que soy impaciente.

— Por favor, s-sólo...yo no puedo...

— ¿No puedes respirar? ¡Lo hubieras mencionado antes! — Exclamó con falso enfado agachándose a la misma altura que Jimin en el suelo. — ¡Te pasaré respiración boca a boca!

— ¡Déjalo en paz! ¡Mierda, Kim! ¡Ya basta! — Los gritos desesperados de Yoongi hicieron que Jeon se girara a verlo con ligera impresión.

Jacob no resistió ver más la escena, era desgarrador ver como Yoongi luchaba desesperadamente por safarse del agarre. Desesperado por no ayudar. Sus ojos vagaron en Jimin, él también sufría siendo víctima del ataque de pánico. Tenía que ayudar.

Y ayudó jalando del gatillo.

D E E P W E B.
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