🜼𓂃࣪˖ ִֶָ 29

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Jimin hacía varios adornos en las esferas de cristal para los adornos florales, le distraía mucho después de la conversación que tuvo con Jeon Tzuyu. Estaba demasiado nervioso porque estaba completamente seguro de que ella le diría todo a Jungkook.

De solo pensarlo le daban tremendas ganas de vomitar, bueno aunque era inevitable no sentirlas. Su Jefe era demasiado amable con él, le ayudaba a cargar cosas pesadas, cuando Jimin se mareaba él le decía que tomara asiento para componerse, Jimin jamás creyó que hubiese personas así de amables como lo era el señor Choi, y era algo que agradece de corazón a su jefe.

Aparte de que era muy guapo y le parecía demasiado parecido a alguien, solo que no sabía a quién. Su jefe tenía un hermoso novio menor que él, ya había venido a la tienda un par de veces y al igual que él era demasiado amable, una linda pareja la verdad.

Jimin terminó de decorar y fue a la llave para llenar una regadera y poder regar las flores un poco, para que estén frescas para que algún cliente las lleve a su persona amada. Eran las cinco de la tarde y Jimin se dispuso a comer su comida, la cual consistía en un emparedado de pollo con huevo frito, acompañado de un jugo de manzana.

La campanilla sonó dejando ver al novio de su jefe, tenía en sus manos una canasta de comida, siempre venía con ella para que él y su novio comieran juntos.

Algo demasiado tierno para el rubio.

—Hola, Jimin, buenas tardes ¿Dónde está ese distraído hombre?

—El señor Jeon está atrás en el invernadero.

—Ese hombre nunca descansa. Gracias Jimin, provecho.

—Gracias.

El rubio siguió comiendo, al terminar guardó sus cosas y se preparó para otra tarde de trabajo. Ya no pensó en lo que pasó está mañana, si la castaña quería decirle a su hermano de su embarazo estaba más que seguro que jamás le creería que fuera de él, si tenía miedo, pero dudaba que lo buscará y esos pensamientos hicieron relajar su mente y corazón.

Aunque en una parte le doliera saber que si sabía de su embarazo ¿No lo buscaría?

Pase lo que pase él sacaría adelante a su hijo, con o sin él.

Tzuyu mordía sus uñas demasiado indecisa sobre lo que haría, no dejaría que su hermano se casara con alguien a quien no amaba, pero el asunto sobre lo que sabía era demasiado delicado, ya que en el pasado su hermano sufrió demasiado cuando la maldita de su ex aborto a su sobrino solo por puro rencor.

Miró la fotografía del pequeño feto que era su sobrino, se dio un poco de valor por él, porque sabía que este niño tenía que conocer a su padre, no quería que naciera y pensase que su padre lo abandonó o algo peor. Jimin no le vendría a decir nada a Jungkook, pero ella sí estaba dispuesta.

Se levantó del sofá y subió las grandes escaleras para ir a la habitación de su hermano. Cuando llegó tocó la puerta hasta que escuchó el "pase" Tomó la manija abriendo lentamente la puerta. Su hermano se alistaba para la cena de esta noche donde le pediría la mano de Kim Sowon, tenía que hacerlo, tenía que decirle. Se adentró cerrando la puerta y Jungkook la miró con una leve sonrisa.

—¿Por qué no te estás arreglando para la cena de esta noche? Mamá y papá no tardarán en llegar y Namjoon y Seokjin tampoco —le dice arreglando su corbata.

Tzuyu apretaba la ecografía entre sus manos, sacó su móvil con la grabación de la conversación que tuvo con Jimin en la mañana y se acercó a su hermano.

—Hermanito, hay algo que debes saber y es sumamente importante que me escuches.

El pelinegro paró lo que estaba haciendo mirando a su hermana demasiada mortificada.

—¿Qué es lo que pasa? Estás pálida ¿Te hicieron algo? —ella negó.

—Jungkookie... —Pronuncia lentamente— No dejaré que te comprometas con alguien a quien no amas, lo que harás en un gran error y solo lastimarás a Sowon.

—¿Qué? ¿De qué estás hablando? Sabes perfectamente que yo la quiero.

—¡Por supuesto que no es así! te engañas a ti mismo creyéndote eso, pero tú amas a alguien más y lo sabes perfectamente.

—¿Y ese alguien más es...

—Jimin —dice y solamente al escuchar su nombre, Jungkook sintió su corazón latir con fuerza, no entendía a su hermana así que pregunto.

—No lo menciones, sabes perfectamente lo que me hizo yo no puedo estar enamorado de alguien como él.

Escupe con rencor y su hermana no lo puede creer.

—¡¿Te estás escuchando?! ¿Por Dios alguien como él? Te enamoraste de él Jungkook, solo que tú mismo te lo quieres negar, deberías escucharlo por lo menos, él se equivocó pero tuvo sus razones.

—¿Por qué debería escucharlo? ¿Por qué lo defiendes tanto?

—Por él —estira su brazo con la fotografía del ultrasonido, Jungkook la toma algo indeciso.

Sus ojos se abrieron de par en par, su entrecejo se arrugó un poco, su mano tembló al ver la pequeña manchita en la fotografía miró hermana con total confusión pensando que esto es una broma, pero su hermana no tenía cara de estar jugando con algo tan importante para él.

—¿Qué es esto? —Alzó su mirada para ver a su hermana, sus ojos se pusieron cristalinos y sus manos temblaban.

Tzuyu desbloqueó su móvil para darle play al audio que grabó.

—Mejor escúchalo tú.

En cuanto puso play la conversación grabada dio marcha, Jeon se sentó en la silla cerca de él con la fotografía en su mano. Escucha escuchaba palabra por palabra, escucha atento cómo Jimin le contaba la verdad del porqué lo hizo, se sintió tan tonto en ese momento por haberlo juzgado por haberle dicho esas palabras tan duras sabiendo qué lo hizo por necesidad, y lo peor de todo, lo que lo hizo derrumbarse fue escuchar que esperaba un hijo de él y que no tenía intenciones de decirle por qué no creería qué fuese del.

Miro la fotografía con el corazón palpitando, era su hijo, su pequeño hijo, el que hizo con tanto amor aunque fuera inesperado. Joder se sintió como la mismísima mierda. En sus ojos ya salían lágrimas, cuando terminó de oír absolutamente todo, se derrumbó.

Se sintió tan jodido.

Tzuyu rápidamente lo abrazó, el pelinegro le correspondió no sabía qué hacer, ni qué decir. Jimin esperaba un bebé y era de él. Su Jimin.

—Me lo encontré esta mañana él en la clínica, fue a hacerse unos chequeos, ya que tiene un mes de embarazo. No lo pongas en duda porque es tuyo hermanito —Se alejó un poco mirando el rostro de su hermano mayor empapado en lágrimas— Si nos engañó, no justificó su error, pero hay veces en las que tenemos que escuchar a las personas para saber la razón del porqué hizo lo que hizo. Jimin es un chico bueno, que tuvo que recurrir a ese trato para salir adelante, tú mismo escuchaste que lo meterían a la cárcel y dudo que tú quisieras verlo ahí sabiendo que espera un bebé tuyo.

Jeon se levantó limpiando sus lágrimas, Jimin no es mala persona él lo sabía, pero a él le dolía porque le mintió, necesitaba hablar con él, pero recordó a Sowon quien estaba demasiado emocionada por su gran compromiso de hoy en la noche. Dejó la foto en su mesa y se levantó limpiando sus lágrimas.

—Tengo un compromiso Tzuyu, no puedo fallarle a Sowon ¿que dirán cuándo no me vean ahí?

La castaña lo miró incrédula.

—¿Hablas en serio?

—Escúchame no...

Su hermana le dio una fuerte bofetada.

—No quiero escucharte, no puedo creer que seas un maldito cobarde.

—¡Respétame que soy tu hermano mayor! —le grita.

—Me vale una mierda que seas el presidente, ahora entiendo por qué Jimin no quería decirte nada. Pero desde hoy te digo que Jimin tendrá mi apoyo incondicional y si piensas que iré a esa maldita cena estás muy equivocado. Jimin tenía razón, ahora lo comprendo.

—Entiéndeme a mí también, para mí no es fácil todo esto.

—No el que debería entender eres tú, si te casas con esa mujer prometo que ayudaré a Jimin a irse lejos de ti, jamás conocerás a tu hijo eso tenlo por seguro y si Jimin se enamora de alguien más espero que no te arrepientas cuando ese niño llame papá a otro hombre que no seas tú, con permiso.

La castaña salió de la habitación dejando con una crisis al pelinegro, Jeon se llevó las manos a su cadera mirando desde su distancia la fotografía de su pequeño hijo, el solo imaginar a Jimin con otro hombre y que su hijo le llamase papá a otro que no fuera él, hizo su sangre hervir, él no quería eso él no quería que su pequeño le dijera eso a otro, y menos que Jimin se enamoraba de alguien más.

La decisión estaba en su corazón y su corazón era Jimin. Decidido toma otro cambio de ropa, tomó sus llaves para ir a buscar a su rubio y suplicarle perdón.

Si es que el rubio lo quería escuchar ahora a él.

Ya eran las 10 de la noche, fue un día demasiado ocupado como los demás días, Jimin se despedía de su jefe y el novio de su jefe para sí descansar él y su pequeño el cual moría de hambre.

Hoy no le dio tanta lata con las náuseas y mareos, tenía que recompensar con una buena comida.

—¿Tienes hambre verdad pequeño glotón?— Se dijo así mismo tocando su vientre, gruño en respuesta confirmando que su bebé tenía hambre— Tomaré eso como un sí. Vamos por un rico ramen con huevo más un pote de helado de fresa, tengo muchos antojos.

Siguió su camino ajustando bien su mochila, las calles ya estaban solas, ya que era sábado y la mayoría salía de fiesta o iban a cenar con sus parejas. Jimin entró a la tienda para buscar su ramen y su pote de helado, después de él entraron tres chicos más, cosa que le dio un poco de desconfianza al rubio. No se miraban para nada amables y el solo ver como miraban a la chica que atendía le dio un mal presentimiento.

Camino a la caja para pagar sus alimentos, pero los tres chicos se formaron detrás de él, pudo sentir sus miradas en su cuerpo lo hizo sentir incómodo al igual que a la chica, pero por suerte salió de la bodega un hombre mayor y fuerte que hizo a los tres chicos callar sus bocas.

—Son 6.000 won por favor.

Sacó su billetera para pagar, tomó sus cosas y salió de ahí. Hacía un poco de frío así que decidió sacar su sudadera de su mochila, era una muy bonita que le había regalado su mejor amigo Taehyung, se la puso y colgó de nuevo su mochila para caminar. Pero escucho como alguien lo seguía detrás, giró un poco su cabeza notando que eran esos tres chicos de la tienda.

Jimin camino más aprisa hasta la estación de autobuses, Pero los chicos iguales le seguían el paso, Jimin temió por su vida, corrió lo más que pudo, pero ellos le siguieron hasta que uno de ellos lo detuvo jalando su brazo.

—¡Suéltame  por favor!

Le pide, pero los chicos rieron tomando al rubio y alejar un poco de donde estaban.

—¡Ayuda, ayuda por favor alguien!

—Cállate o mi linda navaja irá directo a tu vientre maldito puto.

—No, no lo hagas por favor…

Suplico y uno de ellos le quitó su mochila abriéndole, el rubio estaba que moría del miedo. Al no ver que tenía nada de valor más que su poco dinero en su billetera la tiraron.

—¿Es todo lo que tienes? Menuda mierda.

El rubio asintió, sintiéndose pequeño ante ellos, sus muñecas dolían por la fuerza en lo que lo sostenían, no miraba escapatoria alguna y dudaba poder con tres chicos, ¡eran más fuertes que él!

—No tiene nada de valor. —dijo uno de ellos.

Uno de ellos lo miro con malicia.

—Yo creo que sí —alzó un poco la camisa del rubio dejando ver su vientre abultado, Jimin no pudo evitarlo y empezó a llorar los "hombres" reían ante los lloriqueos— Tranquilo solo son tres penes, no te dolerá.

—¡No por favor estoy embarazado, por favor, suéltenme! —suplico.

—Vaya embarazado ¿eh? —desabrochó el pantalón del rubio Jimin sintió asco, se retorció para zafarse, pero no logró—, y si le hacemos otro hermanito —todos se echaron a reír.

Estaban a punto de bajar los pantalones de Jimin, pensó que ahí sería abusado, que probablemente lo maten después, solo quería ir a casa a comer algo mientras miraba revistas de ropa de bebé, sintió las manos de aquellos chicos tocar su cuerpo, se reían mientras uno de ellos pellizcaba sus tetillas, se distrajeron un poco en ello y el rubio aprovecho y se zafó de uno de ellos golpeando al de en medio en las bolas y así aprovechar para correr.

—¡Vayan por la maldita sea! —gritó tocando sus parte baja.

Corrieron hacia el rubio y Jimin sostenía sus pantalones para que no cayeran, no sabía adónde ir, no había nadie por las calles, tenía miedo, demasiado miedo ya no podía correr más, su estómago dolía y sentía su garganta seca.

Jungkook miraba la dirección que le había dado Min Jaemin, si porque le llamó para que él pudiera hablar con Jimin, él por supuesto se la dio después de un gran sermón por parte del pelinegro. Ya tenía la dirección de la casa de Jimin y no podía esperar más para llegar y hablar con él de lo que pasó.

Dio la vuelta para parar porque el semáforo se puso en rojo, tomó la ecografía de su pequeño bebé, no podía creer que después de todo lo que pasó con su ex, al fin sería padre y de su hermoso rubio al que le pediría perdón hasta de rodillas si es preciso; si él se lo pedía. Miró los girasoles que le compró más un peluche de conejo color rosa, en serio esperaba que lo perdonara porque por él sería capaz de ir hasta el espacio si él se lo pedía, con tal de obtener su perdón.

A lo lejos pudo oír un grito que lo desconcertó, trató de distinguir a quien venía corriendo.

— ¡Ayuda! —logró oír a lo lejos, salió del auto y cuando se dio cuenta, miró que era Jimin.

Rápidamente corrió hasta donde él estaba, que estaba al otro lado de la calle. Jimin miró al frente mirando a Jungkook corriendo hasta él, sintió a libio de alguna manera, los hombres aún venían detrás de él, pero cuando creyó que estaba salvo, no se fijó al cruzar la calle, la luz del semáforo cambio de color a verde un motociclista venía a toda velocidad.

Aquellos chicos se detuvieron, Jungkook gritó el nombre de Jimin, y el rubio solo vio oscuridad.

—¡JIMIN!...



No lloren



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro