𝗗𝗘𝖴𝖷

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A Felix le gustaban mucho las caricias que los mayores le otorgaban todo el tiempo, y le asustaba que en algún momento ya no se las den más, por ende siempre intentaba aprovechar esas caricias lo más que podía.

Con el tiempo todos se dieron cuenta que con sus caricias el menor se sentía más seguro y protegido, sobre todo querido, y esa era una de las razones por las cuales siempre acariciaban, abrazaban o mimaban al menor.

Y con eso Chan pudo responder su duda de porque sonreía tanto la primera vez que lo vio: Estaba asustado y no querían que lo dejen en la calle nuevamente, no luego de que ellos se hayan comportado tan bien con él en su forma animal y le hayan demostrado tanto afecto. Y estaba bien, porque ellos se encargaron de todo el tiempo demostrarle al menor eso, afecto. No importaba si era en su forma humana o animal. No importaba si ellos estaban cansados, o molestos. Ellos sabían que si se sentían fastidiados, cansados, molestos o estresados allí estaría el pequeño minino dispuesto a darles abrazos, caricias y se quedaría con ellos hasta que se sintieran mejor. Mientras ellos hicieran lo mismo con él, o le den una pequeña "dosis" de afecto todos los días. Y eso sí que no faltaba.

Felix se sentía extraño y no sabía por qué. Pero no quería preocupar a sus hyungs, por algo que él no entendía. A pesar de saber y entender que si el no entendía algo ellos lo ayudarían a que lo haga, presentía que con esta cosa extraña que sentía no podrían ayudarlo. Y eso lo asustaba un poco.

Habían pasado alrededor de dos semanas desde que habían vuelto a vivir todos juntos y todo marchaba bastante normal y armonioso con respecto a Felix. Aunque también había algo que había comenzado a llamarles un poco la atención, el minino en las noches tomaba su forma animal y se ocultaba. Primero pensaron que lo hacía por estar en un lugar nuevo, pero eso no lo había hecho antes. Luego pensaron que era porque había algo que no le gustaba, pero el minino se había encargado de decirles que nada pasaba. Y también, que probablemente, algo estaba sucediendo con él, podría ser bueno, quizás malo, no lo sabían y el minino siempre les decía que nada pasaba.

— Lixie —Llamó Chan, haciendo que Felix lo mire. Chan frunció el ceño al ver las mejillas del menor algo rojas— ¿Te sientes bien? —Se acercó y tocó el rostro del menor

— Si hyung —Sonrió, pero Chan sabía que algo no iba bien. El menor parecía que tenía temperatura

— ¿Seguro? —Felix movió su colita y orejitas al mismo tiempo, haciendo que Chan comprendiera que había algo fuera de lugar.

— Me siento raro hyung —Hizo un puchero, Chan tomó la mano del menor y lo guió hasta al baño. Iba a hacer que Felix tomara una ducha fría, quizás eso haría que su temperatura bajara y se sintiera mejor.

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