CAPITULO 15

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Pov's Alex

El siguiente fin de semana salimos con Ivy y Sky a un curso de pintura sobre cerámica que ellas encontraron en internet.

—No entiendo, si no querías venir ¿Por qué lo has hecho? —Le preguntó Lee a Isaac.

Había estado quejándose antes de salir de casa, no se calló hasta que vio subir a las chicas al auto pero hora que iban caminando por delante él refunfuñaba en voz baja de nuevo.

—Como si negarse fuera una opción.

Se me escapó un pequeña risa. Los chicos y yo lo molestábamos con que le tenía miedo a la amiga de Sky, sin embargo no creíamos que fuera verdad, pero ahora comenzaba a dudar.

—A mí me parece un plan genial. —Acotó Nathan.

De los cuatro él era el más emocionado. Yo estaba abierto a probar. No es que tuviera otros planes, así que pintar utensilios de cerámica durante mi sábado no parecía tan mala idea.

El local -que en realidad era más como una casa adaptada a un negocio- tenía una decoración bastante hippie. Las paredes estaban forradas de papel floreado con tonos vibrantes de naranja, rosa y verde. Por todos lados colgaban atrapasueños y especies de flautas que generaban sonidos con el aire. El tipo que nos atendió nos guió mientras atravesamos lo que, imaginé, era el recibidor hasta llegar a la parte que se escondía detrás de una cortina de palitos de madera.

—No nos habrán traído a una secta, ¿Verdad? —Susurró Isaac ganándose un golpe en la cabeza de parte de Lee.

Eso, estaba seguro, era más por asustarlo con su comentario que por reprenderlo por sonar grosero.

De cualquier manera, le daba el punto. Este lugar tenía vibras extrañas. Pero Ivy y Sky no parecían sentirlas, de hecho andaban como en un día de campo.

A donde nos llevaron era una especie de jardín cubierto por un techo compuesto meramente de ramas entretejidas. Las paredes estaban repletas de enredaderas. Lo que cambiaba el aura eran las pequeñas luces que brillaban por los lugares en que habían sido colocadas de forma estratégica. Todas las mesas eran de madera, solo había una ocupada por dos personas y otra por tres. A nosotros nos asignaron la de la esquina. Era lindo, de estilo natural, un concepto nuevo pero no estaba mal.

—¿Y bien?¿Qué les parece?

La sonrisa de Sky esperaba radiante alguna respuesta. Conocía bien a Isaac como para saber lo que iba a responder así que antes de que lo hiciera le di un pisotón por debajo de la mesa.

Sus ojos se abrieron pero contuvo cualquier quejido. Ivy arrugó el ceño ante la cara extraña que él puso.

—Abstracto. —Soltó cuando recuperó el aire.

—¿Eh?

Como dije, no estaba mal, pero en definitiva faltaban algunos arreglos. Es decir, la idea era buena solo que en la ejecución parecía haber un poco de desorden. Así que por sorprendente que pareciera Isaac había sido atinado.

—Creí que sería una clase. —Dijo Lee mientras veía al mismo chico que nos recibió alejarse después de dejar en la mesa los utensilios de cerámica, los pinceles y la pintura.

La respuesta de Ivy y Sky fue encogerse de hombros.

—Supongo que de todas formas no se necesita mucha ciencia para pintar cerámica.

Verlas escoger el artefacto que pintarían fue la señal para saber que en definitiva nos quedaríamos aquí.

—Podría haber salido con una chica en lugar de esto. —Masculló en secreto Isaac pero aún así examinó entre un plato o una taza.

—Por favor, como si tuvieras una chica con quien salir. —Lo molestó Lee.

—Ninguno la tiene, por eso están aquí. —Ambos se quedaron paralizados ante la voz de Ivy. —¿Vas a seguir quejándote, Isaac?

Mirándola fulminarlo de esa forma con la mirada entendía un poco porqué él le tenía miedo. Podía ser escalofriante la manera calculadora en que sonaba su voz.

—No.

Como un perro con correa. Pensé mientras comenzaba a dibujar sobre mi tasa.

—Tal vez deberían pedirle a Cole que les presente a alguien. —Sugirió Nathan una vez todos estábamos puestos en la pintura. —Me preocupa que a este paso vayan a quedarse solos para toda la eternidad.

Me reí de la manera en que Lee abrió la boca, entre indignado y sorprendido.

—¿Disculpa? Somos bastante jóvenes.

—Y sin embargo jamás les hemos conocido una chica o un chico.

—¿Para qué presententarla si no llegará a nada? —Cuestionó Isaac. —Si no tengo una pareja es porque no quiero.

Por la mirada cómplice que compartí con Sky supe que no era el único que no le creía. Sonreímos volviendo a nuestra tarea de pintar en silencio.

—¿Y por qué no quieres? ¿Qué tiene de malo?

Aunque Ivy le preguntó estaba bastante concentrada delineando una figura sobre su plato así que no lo volteó a ver.

—Todo. —Respondió con tono obvio mientras la observaba esperando que lo atendiera. —Las relaciones requieren tiempo y atención, me parecen la cosa más fatigante, si te soy sincero.

En ese instante la cabeza de Ivy se levantó como si hubiese recibido la peor de las ofensas.

—No puedo creer que no veas lo lindo que es tener pareja. Perdón, pero encontrar una persona con la que te guste estar, hablar, pasear, hacer cosas nuevas, te haga reír y encima de todo que sienta lo mismo que tú y coincidan en tiempo y espacio es prácticamente un milagro.

—Acabas de describir lo que es un amigo. Entonces, si puedes hacer todo eso con cualquier amistad, ¿Por qué involucrar los sentimientos y complicar todo?

La pregunta y la conversación en general me sonó personal así que ignoré su mini discusión y seguí en lo mío.

—Los sentimientos no son algo que puedas forzar. Si te enamoras o no de una amiga no es una decisión.

Ivy, me di cuenta, era poco tolerante a las diferencias de opinión. O tal vez es que era solo a las de Isaac. De cualquier manera, comenzaba a parecer un poco enojada. Para mi sorpresa, esta vez él no se dejó intimidar.

—Se trata de inteligencia, de usar el cerebro. Si eres sabio jamás te enamoraras de una amiga.

Se escuchó un jadeo. —¿Me acabas de decir tonta?

Para ese punto todos pusimos en pausa el asunto de la pintura, atentos a ver quién cedería primero. Yo apostaba a favor de Ivy.

Los ojos de Isaac se abrieron.

—¿Cuándo dije eso?

Se giró mirando a todos los presentes en busca de ayuda. Nadie quiso correr el riesgo por él.

—Es que sí sonó un poco a eso. —Lee lo terminó de hundir.

Como sentí lástima me vi orillado a darle una mano. Me iba a deber una grande.

—Tiene algo de razón. En lo personal, nunca saldría con una amiga.

Me tomaron desprevenido las miradas extrañadas que recibí. Incluso el enojo de Ivy pareció calmarse a causa del asombro.

—¿En serio? —preguntó Isaac.

—¿Por qué parecen sorprendidos?

—Bueno, es que con el historial que tienes—. Respondió Lee —. Jackie y Paige eran tus amigas antes de ser novios, ¿no es así?

—Es diferente —. Y como sentí la mirada de unos ojos azules sobre mí continúe hablando mientras reanudaba mi tarea de pintar —. Paige me gustaba desde antes de hacernos amigos. Y Jackie, no creí que pasara nada entre nosotros. Siempre me pareció linda. No me acerqué a ella con esa intención, pero se dio y no me molesté en evitarlo. A lo que me refiero es que antes de la amistad había atracción y nunca estuve cerrado a algo más. Entonces, aclarando eso, coincido con Isaac; Si eres sabio y entiendes lo complicadas que son las relaciones jamás saldrás con una amiga.

—¿Y qué? —El fuego de Ivy se volvió a encender. —¿Si no es tu amiga tendrá que ser tu enemiga para que puedas tener una relación con ella? No funciona así.

—Creo que no me expliqué bien —hice una pausa para mirarla —; Hablo de que hay relaciones de amistad que son tan buenas y genuinas que no vale la pena arriesgarlas solo porque haya atracción.

—Pero como dije; no es algo que puedas controlar, Alex. Si te enamoras o no, no es una decisión.

—No, no lo es. Ahí te doy el punto. Pero, como dijo Isaac; se trata de inteligencia.

Usar el cerebro antes que el corazón y trazar una línea que no cruzaras. Esa es la decisión.

—¡Exacto! —Celebró el mencionado. No me pasó desapercibida la mirada burlona que le dio a la morena.

—Algún día ambos se morderán la lengua y me reiré de ustedes.

Después de soltar su amenaza con voz sorprendentemente fría volvió a seguir pintando las florecillas en su plato.

Mi error fue mirar hacia donde Sky, porque a pesar de la pequeña sonrisa que me dio cuando nuestros ojos se toparon no pude evitar pensar que quizás debí haberme guardado esas ideas.

***

El sitio para pintar que las chicas habían encontrado estaba en un pueblo vecino, a una hora y media de Silver Falls. Así que aprovechamos el viaje para andar por ahí después de salir de la tienda hippie.

—¿Cómo ha ido el asunto con Jackie?

Los demás iban por delante de nosotros pero aún así Sky cuido que nadie escuchara.

—En realidad ha sido más sencillo de lo que pensé. Ya no estoy inquieto cuando debo estar en la misma habitación que Cole y ella. Incluso se ha sentido natural de nuevo, como cuando solo éramos amigos. Obvio, ya no existe la confianza de antes, pero es menos incómodo. Sobre todo me siento tranquilo conmigo mismo. Creo que se ha vuelto más fácil desde que entendí que no importa qué tan buena persona seas, ni qué tan bien hagas las cosas, nunca serás suficiente para una alguien que no sabe lo que quiere.

En ella las sonrisas eran parte de su esencia, se las regalaba a todos pero encontraba un brillo diferente cuando se trataba de mí. Llámenme pagando de mí mismo, me gustaba creer que era verdad. Como la de ese momento cuando me respondió.

—Alex, estoy orgullosa de ti.

—Gracias.

Significaba más de lo que creía. Ya de por sí admiraba a Sky por la buena energía que siempre desprendía, pero después de todo lo que me contó sin duda pensaba que era de los seres humanos más puros que había conocido, tenía una fortaleza admirable. Creo que ella no lo veía en sí misma pero ya me encargaría de cambiar eso.

—Estaba pensando acerca de lo que dijiste hace un rato, en la tienda de cerámica —Casi de inmediato una sensación nerviosa se activó en mí, no tenía motivos, me recordé, pero aún así permaneció —. Sobre lo de enamorarse de un amigo.

—¿Qué hay con eso? —Me encontré a la expectativa.

—Entiendo lo de que hay relaciones de amistad que no valen la pena arriesgar, de hecho creo que concuerdo. —Una ola de decepción me golpeó. Me asusté. Se suponía que era genial que coincidiéramos en eso, ¿No? Entonces no tenía motivo para esperar otra cosa. —¿Pero qué hay de las amistades diferentes? Esas en donde se llevaban bien y además tienen química. No es una conexión tan fuerte como para cuidarla de correr el riesgo, sin embargo sí lo suficiente para atreverte a intentar algo más.

Sky me tenía en una montaña rusa de emociones, me llevaba de la decepción a la esperanza y luego a la confusión. Lo malo es que ninguno de esos sentimientos estaba justificado. No es que lo hiciera intencional, ella no tenía ni idea de lo que pasaba. A mí cada cada uno me tomaba por sorpresa, como si estuvieran ahí escondidos y entonces ella hacía o decía algo y ellos surgían a la luz.

—No entiendo, ¿A qué te refieres?

—Había querido contarte antes, pero no encontraba el momento adecuado. —Ahí estaba ese subidón extraño; esperanza, descifré —. Suena raro diciéndolo en voz alta. —Soltó una risita entre nerviosa e incómoda —. Sabes que Dylan y yo somos amigos, bueno, quizás hemos estado cruzando esa línea un par de veces.

Entonces llegaba el declive, un golpe en la boca del estómago que tensó todo mi cuerpo y lo enfrió. Y de nuevo me preguntaba ¿Por qué esas sensaciones estaban ahí?

El rostro de Sky estaba coloreado de rosa cuando la miré.

—¿Cómo?

Quizás había entendido mal.

Pero no fue así. Porque Sky comenzó a contarme la extraña relación de amistad que había estado manteniendo con Dylan desde el primer partido de la temporada y de nuevo fui un cúmulo de emociones; desde rabia, sorpresa, envidia, enojo (conmigo mismo), y sobre todo: celos. Poniéndole nombre a todo lo que me sucedía supe que estaba jodido. Ivy tenía razón cuando dijo que los sentimientos no son algo que se pueda forzar, que no puedes decidir si te enamoras o no. Pero más que nunca, me di cuenta de que debía seguir con mi filosofía de usar el cerebro y trazar una línea que no podía cruzar. Sobre todas las cosas; no con Sky. 

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Capitulo cortito, pero ya me estoy dando prisa con los dos siguientes.

Alex, me duelen tus palabras Xd

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