El lugar era un desastre, había once chicas intentando pedir explicaciones de algo que el gerente no comprendía, mientras que más atrás de ellas había un chico que miraba la situación con un gesto serio, haciendo que el gerente lo mirara un par de veces, ya que obviamente era más alto que esas once chicas locas. MinGi pidió permiso y se paró frente al gerente, haciendo que las chicas lo miraran en un intento de que le explique al hombre lo que ellas querían decir. MinGi tomó aire.

— Hace una semana ellas vinieron aquí, pero no eran chicas, ellas originalmente son chicos. ¿Qué les dieron? —El gerente asintió repetidas veces, comprendiendo lo que las once chicas querían decirle desde hace quince minutos

— Muchas gracias por decirme esto —MinGi asintió con su cabeza— Uno de nuestros camareros, el cual preparaba las bebidas para ellos colocó una especie de mezcla extraña que hacía que quien la bebiera tuviera efectos secundarios, ellos se convirtieron en mujeres. Pero otros clientes han tenido problemas peores, como por ejemplo perdida de cabello, cabello en las manos y cosas así.

— Imagino que despidieron a ese camarero —El hombre asintió ante las palabras del chico que estaba frente a él

— Por supuesto que sí, según lo que nos dijo el efecto se irá en un mes —MinGi asintió

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MinGi caminaba en dirección al edificio donde vivía, siendo seguido por once chicas. 

— ¿Pueden dejar de caminar detrás mío? —Sonrió

YeoSang rió y se acercó al menor para tomar su brazo.