𝗩𝗜𝗡𝖦𝖳 𝗘𝖳 𝗨𝖭 | 𝗛𝗢𝖬𝖤

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Estaba casi oscureciendo y Felix junto con JiSung continuaban caminando, habían hecho más paradas de descanso de las que en su momento había hecho Felix para llegar a la casa de JiSung, por lo que ahora ambos estaban caminando apurados para llegar al pueblo más cercano para al menos ya no estar a oscuras en el camino que debían hacer.

— Espera —JiSung frunció el ceño y se detuvo junto a Felix— Conozco aquí, estamos cerca —Sonrió, mirando a JiSung, quien también sonrió. Ambos caminaban con mayor velocidad, Felix ya sabía dónde estaba y estaban cerca de la casa de HyunJin, no tanto como le hubiese gustado pero estaban lo suficientemente cerca como para sólo tener que caminar un par de minutos más para finalmente llegar allí.

— Felix —El nombrado miró a JiSung, quien de pronto mantenía un ceño un poco triste, Felix frunció el ceño— ¿Qué tal si MinHo ya no quiere verme? —Felix se detuvo y negó repetidas veces con su cabeza, haciendo que JiSung bajara un poco su vista— No quiero retrasarlo, quizás deba volver.

— Claro que no —JiSung miró al menor— No volverás allí, fui por ti porque sé que MinHo te necesita como tú lo necesitas a él, pasé hambre, sed y casi me siguen un par de veces tan solo por ir caminando en la madrugada, no dejaré que vuelvas allí —JiSung suspiró— Verás que en cuando MinHo te vea todo habrá valido la pena— JiSung sonrió levemente.

HyunJin y MinHo estaban de regreso en la casa del menor, habían pasado gran parte del día en un intento de encontrar a Felix o al menos alguien que lo haya visto, pero simplemente parecía que se había esfumado en el aire. Nadie lo había visto, nadie lo había cruzado, nadie sabía hacia donde había ido y la esperanza de ambos se estaba agotando. Ambos estaban cansados, exhaustos y tristes, lo que hacía que nunca pudiesen recuperar bien sus energías para seguir en la búsqueda de Felix. Ambos se sentaron en la mesa, mientras miraban un poco de pan que todos los días la señora de la panadería les llevaba desde que Felix se había ido. Ambos sólo miraban el trozo de pan, hundiéndose cada vez más en sus pensamientos, ignorando todo lo que pudiese suceder, todo a su alrededor parecía distante y el cansancio de pronto los agobió, haciendo que los ojos de ambos comenzarán a cerrarse y sus respiraciones comenzaron a ser más lenta. Ambos se sobresaltaron en cuanto la puerta sonó, ninguno de los dos tenía en mente quién podría ser, y las esperanzas de que fuera Felix se habían agotado, ambos estaban seguros de que Felix ya no golpearía esa puerta.

MinHo se levantó de su lugar y suspiró, para luego mirar a HyunJin, quien sólo movió un poco su cabeza. MinHo abrió la puerta, haciendo que HyunJin se levantará rápido de su lugar

— Lamento haberme ido —Sonrió Felix, mirando a MinHo y luego a HyunJin

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