Habían pasado días desde que YeonJun había vuelto a ver a SooBin y no podía dormir del todo bien, cada que cerraba sus ojos veía el rostro del menor sonriéndole y eso hacía que se sintiera mal; se sentía una mala persona.

Durante esos días había evitado ver a GaEul fingiendo que estaba enfermo, y aunque sabía que no podía fingir todo el mes, finalmente había accedido a salir con su novia. Ambos estaban en el centro comercial, en cualquier otro momento YeonJun se hubiese sentido mejor, incluso fingiría saber de moda y le crearía algún mal outfit a su novia, pero ahora sólo miraba las prendas.

— Realmente no quieres estar aquí, ¿Verdad? —Soltó la chica junto a él, tocando suavemente su hombro

— Sólo me siento un poco enfermo, no es nada —Sonrió apretando sus labios.

— Sé lo que haces cuando mientes, puedes decirme lo que sucede.

YeonJun tomó aire y lo soltó, claramente no podía decirle a su novia que sentía se había enamorado de otro hombre y peor aún, que éste era el prometido de su amiga, negó levemente con la cabeza y rió.

— Quizás estar tantos días encerrado no ayudó a mi estado de ánimo. —Volvió a mirar las prendas, queriendo ignorar la mirada de la chica.

— ¿Quieres que mejor vayamos por un café y un postre? Eso siempre mejora tu ánimo, quizás un poco de azúcar ayude —Sonrió, intentando que el mayor la mirará.

— Bueno... eso suena bien —Rió.

Ambos salieron de la tienda luego de que GaEul pagara por algo que había comprado, se dirigieron a un local de café y pidieron algo para tomar allí, buscaron una mesa y allí se sentaron, quedando en silencio. Normalmente el silencio no era incómodo, pero ahora YeonJun realmente necesitaba que la chica frente a él quisiera contarle algo.

— ¿No hay nada que me quieras contar? —Preguntó el mayor, haciendo que GaEul dejara de mirar su celular.

— Rei me ha escrito mucho, no deja de hacerlo y si no le respondo me envía muchos más mensajes —Rió levemente— Le dije que era mejor que me llamara o cosas así, pero insiste en enviar mensajes, sólo esta mañana me envió cuarenta.

— Siquiera yo te he enviado tantos mensajes —Rió, negando con su cabeza.

— Es que tú llamas aunque sean las tres de la mañana, me acostumbré a eso —Sonrió, encogiendose de hombros— Honestamente no tengo mucho que contar, estos días no he hecho mucho y como no he estado contigo tampoco me ha pasado algo divertido o algo así.

— ¿Acaso dices que soy un payaso? —Alzó una ceja, haciendo que la chica riera.

— Claro que no, sólo que tú eres gracioso y tienes muchos amigos entonces cuando me cuentas cosas o nos cruzamos a tus amigos es divertido —Respondió mientras volvía a mirar su celular.

— ¡Unnie!

Ambos se miraron mutuamente y dirigieron su mirada a la chica que se acercaba corriendo. YeonJun ignoró a la chica Japonesa y su vista se dirigió al chico que caminaba detrás de ella. Definitivamente YeonJun sentía que no debía volver a salir de su departamento.