ChaeRyeong observaba a RyuJin quien parecía estar molesta y se había dedicado a ignorarla o a mirarla molesta, haciendo que la menor estuviese un poco confundida y quisiera acercarse a la mayor para preguntarle que sucedía, pero RyuJin siempre se alejaba de ella.

— ¿Qué sucede? —Murmuró la menor, haciendo que RyuJin la mirara con un ceño frío, haciendo que la menor bajara un poco su cabeza pero aun así mirará a RyuJin

— No me gusta que me mientan —Gruñó, haciendo que ChaeRyeong frunciera el ceño

— No le he mentido —RyuJin rió, haciendo que ChaeRyeong se sintiera realmente pequeña, haciendo que tragase un poco de saliva— ¿En que se supone que mentí? —RyuJin tomó aire y luego lo soltó, haciendo que ChaeRyeong sólo estuviese más confundida que en el comienzo

— No me gusta el aroma que esa chica deja en ti —ChaeRyeong frunció el ceño

¿Cómo era posible que una persona normal dejara algún tipo de aroma en ella? ChaeRyeong no comprendía a la mayor, no entendía que se suponía sucedía. RyuJin no podía soportar la idea de que alguien más quisiera del mismo modo que ella quería a ChaeRyeong, y quizás podía llegar a ser tonto para todo el mundo el decir que le molestaba esto, pero cuando un híbrido decide elegir a un humano como su pareja, no hay nada que pueda cambiar eso. Y aunque lo hubiese, RyuJin estaba segura de que no podría dejar de querer a ChaeRyeong.

ChaeRyeong se quitó su suéter, el cual había estado usando gran parte del día por el frío, para luego lanzarlo al suelo y sólo quedar con una camiseta larga, haciendo que RyuJin la mirara. La mayor se acercó a ella y la abrazó, para –primero– dejar un poco de su aroma en la menor y –segundo– morder su hombro.