«Escuchen la canción»

Jungkook....ՙ 𓄼

Lo tenía entre mis brazos mientras escuchaba su llanto. Me partía el alma escuchar sus hipidos de dolor. Me dolía mucho verlo de esta manera. Habían pasado varias horas desde que se enfrentó al maldito de su ex prometido: si, porque ahora ya era su ex prometido. Él muy hijo de perra había golpeado la puerta de mi habitación para tirarla e ir por mi cisne, pero no le deje.

Mande llamar a seguridad y fueron por él para que se calmara si no lo iban a casar del edificio, unas horas después me habían informado que se fue del hotel, lo cual fue un gran alivio. Ahora me encontraba con mi cisne en el sofá acostado acariciando su hermoso cabello azul dándole el confort que necesitaba, no quería que mi amado cisne sufriera más con ese hijo de puta, todo lo que le hizo a mi cisne me las pagaría muy caro y es por eso que hoy empieza mi juego contra ellos.

Ya no me importaba lo que pasase conmigo cuando llegara el momento. Ahora solo me importaba mi cisne.

─Mi cisne, ya pasó, deja de llorar. ─Traté de calmarlo, pero su cuerpo temblaba un poco por lo que sucedió─ Él se fue, ya no está para hacerte daño.

Él me miró con sus ojitos llenos de lágrimas, su nariz roja y sus mejillas lastimadas, mi corazón se estrujó al verlo de esa manera.

─Pero no quiero que me lastime otra vez, no me importa lo que pase después yo solo quiero... yo solo quiero ser libre sin que nadie me diga que hacer, Jungkook. -Su voz sonó triste y temerosa, para mi cisne no era fácil todo esto.

Escuché claramente cuando Kang Joon le dijo que si echaba toda su relación a la borda, su padre y madre pagarían las consecuencias de sus actos. A mi cisne no le importó nada de eso y tenía que hacerle saber que todo estaría bien, aunque no estaba seguro si todo mejoraría.

─Descuida cisne, él pudo hacerte mil amenazas, pero no las cumplirá, sé que quiere tenerte de nuevo, pero no lo permitiré. Ahora estás conmigo créeme que nada te faltará cariño, te lo prometo.

Me sonrió de una forma que hizo latir fuerte mi pobre corazón, era un ángel tan preciso que su belleza opaca las flores del más hermoso jardín, era incluso la maravilla más grande del mundo.

No exagero.

─¿Crees que me deje en paz?

─Lo hará, lo prometo, y si no él se atenderá a las consecuencias de lo que yo pueda hacerle. Por ahora quiero que estés tranquilo, no dejaré que vuelvas con él por nada en el mundo, ahora vivirás conmigo. ¿Claro, si tú quieres? También está la opción de irte a otro departamento...

Me interrumpió.

─Quiero vivir contigo Jungkook. ─me dice firme ante su decisión─, no quiero alejarme de ti─ mire como mordió su esponjoso labio y no pude resistir así que me fui acercando poco a poco hasta que nuestros alientos se mezclaron.

Quería ser más fuerte y no aprovecharme de su momento de vulnerabilidad, pero no podía negarme a besar esos labios tan apetitosos. Corte la distancia entre los dos y lo bese. Fue algo lento y dulce sin ninguna otra intención, solo quería demostrarle lo mucho que me importaba, lo mucho que me gustaba. Él me correspondió el beso, fue la sensación más gratificante que pude sentir sobre mis delgados labios.

Nos separamos un poco y abrí mis ojos lentamente mirando sus bonitos ojos azules como el cielo, eran una mezcla de gris y azulados, no podría con palabras describir su belleza.

Acaricié su mejilla golpeada mirando el color violeta en ella, él solo me miró y escondió su bello rostro en mi cuello.

─Hueles muy rico Jungkook ─sentí su respiración en mi cuello y eso me hizo que mi cuerpo sintiera escalofríos, claro no por incomodidad, sino por su cercanía.

─¿Sabes Jungkook? ─empezó decir con una voz tierna y apagada─ No sé con exactitud adonde vamos a parar tú y yo con todo esto, pero te juro que sea a donde sea que me lleves, no me quiero separar de ti, aun si me llevas al infierno o al cielo, sé que jamás me harías daño y estoy completamente seguro que me gustas mucho.

Saben que al oír esas palabras de su linda boca, provoco que mi tonto corazón latiera con más fuerza de lo que de por sí estaba. Lo estrujó más entre mis brazos queriendo quedar de esta manera con él por siempre, pero sabía que teníamos que volver a Corea y enfrentar lo que viniese.

─Cisne.

─¿Si?

─Tenemos que regresar a corea hoy. ─sentí como se tensó ante lo que dije, así que trate de remediarlo─ Descuida cisne, no te dejaré solo en ningún momento, cuando lleguemos a tu departamento iremos por todas tus cosas y lo demás déjamelo a mí.

─Lo prometes, Jungkook.

─Lo prometo. Vamos cisne, tengo un avión privado que nos espera, al llegar a Corea yo y mis amigos iremos por tus cosas y nos iremos a mi departamento ─le aseguré y ambos nos levantamos del sofá.

─De acuerdo ─nos volvimos a besar con cariño, sonreímos sobre el beso y acaricié su cintura y con mi otra mano su mejilla lastimada.

─Descuida, la ocultaré con maquillaje, siempre lo hago ─Su sonrisa no pudo llegar a ser buena, más bien fue forzada.

─No volverás a ponerte maquillaje para cubrirlos, cisne, porque yo no sería capaz de ponerte una mano encima para lastimarte.

─Ya lo sé Jungkook, si algún día me pones una mano encima será para otra cosa. ─me lo dijo algo coqueto. Miré su carita sonrojada.

─Si eso pasa, será para tocar cada centímetro de tu piel con caricias y besos... Hoy sé que después de ti no hay más. Eres mi dicha, mi ilusión y mi deseo.

─Tú provocas una hermosa sonrisa en mí, que ni siquiera sabía que tenía.

─No dejaré que se apague, cisne.

Después de esas hermosas palabras compartidas. Comimos algo antes de partir a Seúl otra vez. Jimin puso algo para su mejilla y cambió su ropa, yo hice lo mismo y minutos después bajamos a la recepción, pagué mi estadía y salimos juntos de ahí. Tomamos un taxi y durante el camino conversábamos sobre muchas cosas que pasarían en el futuro.

Nuestro futuro recíproco.

Yo quería todo con mi cisne y si era posible pedirle que se casase conmigo, pero por lo mientras sería poco a poco. Quiero quitar sus heridas con sonrisas y momentos inolvidables para ambos, antes de establecer una relación de por medio. Claro que yo no seré su psicólogo, él necesita sanar primero y después formar lo que tenemos.

Llegamos a mi avión privado y subimos, Jimin se sorprendió mucho por lo lujoso que era.

─¿De dónde sacaste esto? ¿Esto es tuyo? -inquiere.

Yo sonreí y me senté en uno de los asientos, él se sentó de igual manera.

-Sí, es mío, además no es por presumir, pero tengo un yate también y un gran restaurante a mi nombre.

─¿Qué?, creo que abriré una tienda de tatuajes. ─dice sarcástico y yo solté una carcajada.

Jimin....ՙ 𓄼

Me estaba cuestionando muchas cosas ahora mismo, y eso era él porque Jungkook tenía este gran avión privado, no quería pensar mal sobre él claro que no, pero tenía tantos lujos por encima que me daba hasta miedo de pensar que vendía algo ilegal.

─Realmente si tienes todo eso, ¿A qué te dedicas realmente Jungkook? ─pregunté y él me miró serio.

─Yo... no sé cómo decirlo cisne, pero no pienses nada malo de mí, no vendo drogas ni nada por ese estilo ─me dijo seguro y pude notar que no metía.

─¿Me dirás? ─le pregunté.

─Si, pero cuando lleguemos a Corea y tú estés cómodo conmigo.

Me conformé con su respuesta y sin pensarlo mucho me subí sobre sus piernas y rodee con mis brazos en su cuello.

Dios no sabía que me pasaba, solo quería estar así con él.

─Confió en ti Jungkook, aun si no fueses rico, igual me habría fijado en ti.

Él tomó mi mentón y me dio un suave beso en mis labios.

─Lo sé, tú eres una persona buena y bondadosa que incluso si yo fuese un pobretón que vive del arte de la piel, sé que te habría conquistado, cisne.

─No lo dudes ─Volví a besar sus labios disfrutando de su sabor, era una mezcla de pasta dental de hierbabuena y mi sabor a fresa de mi gloss de labios.

Me acomodé mejor y dimos marcha para ir a Seúl , Corea. Donde al llegar me esperaban muchas cosas buenas y malas, pero si al final tenía a este hombre conmigo, no me importaría irme al más duro infierno o más pacifico cielo.

Yo quería estar con él y nadie lo impediría, ni Seo Kang Joon, ni siquiera mis padres, ni siquiera la muerte.

Porque incluso si ambos muriéramos nos encontraríamos en esta vida y en la próxima.

Mañana subo más porque se me hizo tarde.