4.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

RED.




Después de comer rápidamente mientras jugaba divertida con los chicos, Chris y Tris llegaron con nosotros para decirnos que Cuatro nos ha hablado así que me apresuró a llevar la charola al comedor y corro a con los chicos que ya estaban con la pared de hielo, Cuatro nos dirige a otra sala. Es enorme, tiene un suelo de madera que chirría y está lleno de grietas, con un gran círculo pintado en el centro. En la pared de la izquierda hay un tablero verde: una pizarra.

Nuestros nombres están escritos en la pizarra por orden alfabético. Colgados a intervalos de un metro a lo largo del fondo de la sala hay unos sacos de arena de color negro desteñido y entonces noto que es la misma sala de la mañana solo que entramos por otra puerta. Nos ponemos en fila detrás de ellos, y Cuatro se pone en el centro, donde todos podamos verlo.

—Como dije esta mañana, ahora aprenderán a pelear. El objetivo es preparar los para actuar; preparar sus cuerpos para que respondan a las amenazas y a los desafíos..., cosa que necesitarán si pretenden sobrevivir como miembro de Osadía.

Mi cuerpo se tensa un poco al pensar que ahora soy considerada un miembro de osadía y que esta vez tengo que esforzarme realmente en encajar ya que esta será mi facción de ahora en adelante, serán mi familia. Trago duro y bajo la cabeza viendo ahora mis botas negras mientras escucho con atención a mi instructor. 

—Repasaremos la técnica que hicimos hace unas horas y mañana empezarán a luchar entre ustedes— dice Cuatro—. Así que les recomiendo que pongan atención. Los que no aprendan deprisa acabarán heridos.

Cuatro nombra unos cuantos tipos de golpes y hace una demostración de cada uno de ellos, primero en el aire y después contra el saco de arena. Voy observando lo mientras practicamos, cada uno en su saco, lamentablemente me puse a un costado del fastidioso de Peter. aunque esta vez parece muy concentrado en realizar los ejercicios que nuestro instructor nos enseña, tanto que ni siquiera a reparado atención en mi.  

Muerdo mis labios y trato de concentrarme, repito los movimientos que Peter hace pero puede ver se la gran diferencia, mientras que el saco de él se mueve bruscamente con cada golpe que tira conmigo ni siquiera se inmuta, mis nudillos arden de una forma que jamás creí que dolerían y mis muslos y chamorros están tan adoloridos y tensos por las malditas patadas que cada ves son mas difíciles para mi el realizar.

Cuatro da vueltas entre los iniciados para observarnos mientras repetimos los movimientos. Cuando se detiene frente a Tris no puedo evitar mirar de reojo ya que esta a un costado mío junto a Edward y Myra, sigo golpeando viendo a Cuatro que mira a la antigua abnegada, la observa de pies a cabeza sin detenerse en ninguna parte: una mirada práctica y científica.

Y no es tan obvia, pero puedo notar como los ojos de Tris se mueven nerviosamente fingiendo no poner mucha atención en el moreno, pero creo que cualquiera en su lugar estaría muerto de los nervios, Cuatro en tan solo dos días nos ha logrado imponer miedo y respeto... Bueno en realidad es más respeto que miedo.

Puedo notar como él le dice algo y de repente la toma por el estomago haciendo que su cercanía se haga mas corta, mis golpes se hacen más lentos ya que ahora estoy más enfocada en como se le han abierto los ojos a Tris, sonrío divertida, estos dos desprenden una tensión extraña... ¿Qué soy la única que lo nota?

—¿Necesitas más tiempo para cotillear iniciada?— Asustada volteo el rostro topando me con el rostro frío de Eric, que ya estaba tan cerca mío, tanto que cuando voltee mi cara para mirarlo lograba sentir su respiración pesada.

¿En que momento es que llego que no me he dado cuenta? 

Mordí mi lengua nerviosa y volví a mirar el saco de boxeo ya que sus ojos azules realmente me causaban los pelos de punta, pero él no se separo, si no que se inclino un poco más a mi oído haciendo que inconscientemente mi corazón palpite como loco y sienta estremecerme.

—Te recomiendo que te enfoques en lo tuyo, cordial. Tu carita tierna, tu intento de socializar y tu amabilidad falsa no te salvara de terminar  como toda una abandonada. 

Mi cuerpo entero se tenso ante sus palabras frías y cerré mis ojos apretando mis puños con fuerza, solté el aire que estaba reteniendo al sentir como se alejaba ante mi silencio y abro los ojos mientras limpio mi rostro con mis manos algo temblorosas. Puedo ver por el rabillo de mi ojo como Peter me miraba, de seguro esperando a que me volteara para burlarse libremente de mi pero no le di ese lujo, así que volví a mi posición y esta vez golpee fuerte... Por un momento en mi mente pensaba que aquel saco polvoriento era solo el rostro malvado de Eric.

Lo cual creo yo me estaba funcionando, por que si hace unos momentos no se lograba ni mover con mis golpes ahora por lo menos temblaba de su lugar con cada golpe que daba. 

Estaba tan enfrascada en golpear con todas mi fuerzas aquel saco que ni siquiera me di cuenta de la sangre en uno de mis nudillos, me detuve y justo cuando estaba observando los rojos que estaban Cuatro nos deja salir para la cena.

Myra se acerca a mí y jadea sorprendida.

—Dios, ¿pero como es que estas tan lastimada? Necesitas curarte esa herida o será peor con la infección— Soltó preocupada mientras examinaba mi mano, viendo la así con esa concentración si llegue a ver la como toda una erudita, por lo que sonreí un tanto triste.

—Estoy bien Myra, por ahora tengo mucha sed, más tarde me desinfecto esto.

Camino con ella siguiendo a los chicos, Al se me acerca un poco preocupado y en voz baja me pregunta lo que sucedió con Eric a lo que lo mire tranquilamente.

—Nada, ya sabes que humor que tiene, estoy bien. — Le dije encogiendo me de hombros y a pesar de que pude notar un poco de duda en su rostro asintió. 

—¿Segura?— Pregunto esta vez Will que iba a un lado de él y yo asentí sin dar le mucha importancia. 

Prefiero pasar de él, por que eso es lo que busca, sacar de sus casillas a las personas para que caiga en sus juegos, pero soy más lista que él, no me dejare caer tan fácil. 

Seguimos caminando tranquilamente, Myra se vuelve a acercar a mí dando me consejos para desinfectar la herida correctamente haciendo que sonría internamente por la atención y preocupación que me da. 

Al, que estaba delante de nosotras, se vuelve cuando llegamos al Pozo y anuncia:

—Quiero un tatuaje.

Desde detrás de nosotros, Will pregunta:

—¿Un tatuaje de qué?

—No lo sé —responde Al, riéndose—. Solo quiero sentir que de verdad he dejado atrás la antigua facción. Dejar de llorar por ella —explica; como no respondemos añade—: Sé que me habéis oído.

Lo miro compasivamente, es cierto que cada noche el llora lo que a veces me llega a tocar el corazón pero normalmente no soy la mejor consolando por lo que nunca me acerque a él.

—Sí, aprende a no hacer tanto ruido, ¿vale? —dice Christina, pinchando con el dedo el grueso brazo de Al—. Creo que tienes razón. Ahora mismo estamos medio dentro, medio fuera. Si queremos entrar del todo, deberíamos tener el aspecto adecuado.

Nos echa una mirada a Tris y a mí a lo que muerdo el interior de mi mejilla ofendida. 

Se que me veo como una niñita no necesita recordarme lo.

—No, no me voy a cortar el pelo —le asegura Tris a lo que rio vagamente—, ni tampoco pienso teñírmelo de un color extraño. Ni me voy a agujerear la cara.

—¿Y el ombligo? —pregunta.

—¿O el pezón? —sugiere Will, resoplando.

Suelto una carcajada viendo como Tris solo gruñe. 

—¿Tu que dices Red? Un cambio de look no te iría mal.— Me sugiere Chris con una sonrisa mordaz.

Lo medito viendo de reojo a Myra que me sonríe apoyando me, a lo que sonrío de lado y paso mi brazo por el hombro de Myra y asiento.

—Lo hare pero esta chica también me acompañara a cambiarse el look— Ella abre un poco más sus ojos nerviosa y ríe. 

—¿Yo?

—Venga Myra, será divertido. 

—Sí, Myra, es hora de ser osados— Nos animo Christina a lo que todos nos miramos sonrientes y Myra rio nerviosa.

—Okay, hagámoslo. 

Como hemos terminado el entrenamiento del día podemos hacer lo que queramos hasta la hora de dormir. Por lo que en cuanto terminamos de comer entre bromas nos dirigimos a el Pozo que estaba lleno de gente. Christina anuncia que nos reuniremos con Al y Will en el estudio de tatuaje y nos arrastra a Tris de mala gana, a Myra con una sonrisa nerviosa y a mi tranquilamente a la espera de poder borrar mi fachada de niña buena, hacia el local de ropa. Vamos dando tumbos por el camino, subiendo cada vez más por encima del suelo del Pozo, desperdigando piedras con los zapatos.

—¿Qué le pasa a mi ropa? —prgunto Tris—. Ya no voy de gris.

—Es fea y gigantesca —responde Chris, a lo que Myra y yo nos miramos sonriendo por las expresiones de Tris —. ¿Me dejan que les ayude? Si no les gusta lo que les elijo, les prometo que no tendrás que volver a ponérselo.

Nos miro con ojos suplicantes a las tres a lo que nos miramos entre nosotras.

Y diez minutos después estoy delante de un espejo en el local de ropa con una blusa de resaque corta color negro que logra enseñar un poco de mi abdomen y ombligo, o y también resalta mucho mis pocas bubbies, jamás había usado una blusa tan pegada. también utilizo  un pantalón tipo joker que se pega muy bien a mi cintura que por cierto no paro de ser elogiada por Christina. 

Mientras esperamos que salgan Myra y Tris del vestidor, ella me enseña algunos accesorios que pueda utilizar, me decido por un brazalete de cadenas y unos guantes de red que realmente se veían increíbles, además de que Chris decía que el negro resaltaba mi piel blanca. Ella me sentó de golpe y saco un lápiz negro.

—Lápiz de ojos —explica y hace que cierre los ojos mientras los pinta. 

—Auch pica...— Me quejo y ella me mira divertida.

—Solo es un poco, no exageres rubia—. Sonrío divertida y minutos después se separa.—¡Tarán!

Abro los ojos y miro lentamente mi reflejo en el espejo frente a mí. Me miró... Diferente, sí. Mi cabello largo con ligeras hondas cae por mi espalda cubriendo un poco mis hombros desnudos, mi figura que desde siempre oculte bajo ropas holgados ahora se hace notar con la ropa nueva y mis ojos ahora se ven un poco más penetrantes gracias a aquella línea negra que está en forma de pico en mi lagrimal y va por la línea de agua de mi ojo.

Enfoco un poco mi mirada en la gargantilla de mamá, y no puedo evitar imaginar la aquí conmigo, detrás mío recargada en mi hombro dándome esa sonrisa tan típica de ella.

Sacudo un poco mi cabeza, y trato de no enfocar me en eso, no quiero llorar o tener un ataque de pánico en este momento. Le sonrió agradecida a Chris.

—Me gusta, gracias Chris—. Ella hace una reverencia haciendo que ría con ella.

—Sabía que te gustaría. Aunque para la otra quiero verte en un vestido, eh, no te obligué a ponerte uno por qué eres la que mejor cooperó —. Me contó señalando me con su dedo y me encogí de hombros.

—Okay, con gusto volveré a cooperar.

Después de mucho por fin salen del vestidor las chicas y sonrió al ver a Myra, tenía un vestido con vuelo en la falda que hacía remarcar sus caderas, traía unas mallas negras que cubrían hasta debajo de sus rodillas con unas botas con un poco de tacón y su cabello suelto. Ella ya no necesita más, se ve perfecta.

—Guau, pero te ves increíble chica—. La halago y ella ríe señalando me.

—Tú no te quedas atrás, Red—Me encogí de hombros.

—No es para tanto, —. Miro a Tris que está observando su cuerpo evitando su mirada en el reflejó. — Te ves bien, Tris.

Ella voltea a verme y me da una sonrisa de boca cerrada.

—Gracias, Red—. Es cierto que fui la que más coopere, Tris se negaba a usar algunas de las cosas que Christina le enseñaba y ahora que se ve con ese vestido negro muy distinto a abnegación no puedo evitar ver cómo luce algo triste.

Christina la sentó al igual que a mi y procedió a hacer lo mismo con sus ojos, solo le hizo la línea de agua profundizando más su mirada y pronto había acabado, a Myra no le hizo nada ya que ella ya tenía unas sombra oscura que se había puesto.

Aquí en osadía, cada osado  tiene un número de puntos que puede gastar al mes, por lo que cada uno pagamos con nuestros puntos las cosas que escogimos. El sistema es un tanto distinto a cordialidad, pero es interesante.

Listas todas salíamos del local y corremos por el estrecho sendero hacia el estudio de tatuajes. Cuando llegamos, Al ya está sentado en la silla, y un hombre bajo y delgado que tiene más tinta que piel desnuda está dibujando le una araña en el brazo.

Me acerco a él y le sonrió divertida.

—¿Una araña? ¿Enserio?—. Le digo observando cómo le colocan el tatuaje.

—¿Qué? No puedes negar que se ve temible—. Bromea a lo que rio y lo dejo para ir con Myra que me estaba enseñando un tatuaje. —Es lindo.

Era una especie de flor con figuras geométricas, todo muy ordenado, al ver lo no pude evitar pensar que era muy erudito. Vi de reojo como Myra lo observaba con cierto brillo en los ojos, pongo mi mano en su hombro llamando su atención.

—Deberías ponerte lo.

—Ay, no, debe doler como un demonio. —. Dice y deja el tatuaje —Además, no sé si sea correcto...

Se da cuenta de lo que dijo y se queda callada mirando el tatuaje, lo tomo y se lo doy.

—Ya no estamos en nuestras antiguas facciones —. Nos miramos y le sonrió demostrando le mi apoyo, ella me sonríe y asiente.

—Tienes razón. Al diablo erudición —. Suelta y jadeo divertida.

—Al diablo.

Myra va con una chica de cabello de colores y se dirigen junto a Al para colocarle el tatuaje, yo sigo mirando tatuajes pero hasta ahora no hay uno que me convenza.

Will y Christina ojean los libros de dibujos, y se dan codazos cuando encuentran uno bueno viendo los juntos me hace sonreír, parece que se llevan bien después de todo.

Al igual que Tris recorro la habitación observando los tatuajes y la decoración, ver las paredes pintadas por un momento me recuerda a cordialidad, muerdo mi labio y saco el aire que no me había dado cuenta que estaba reteniendo.

—Vaya, vaya... ¿La hadita de las trenzas ahora es una bruja del bosque? —. Ruedo los ojos y volteo a ver a Peter junto a Drew.

—¿Nunca descansas de ser un idiota? —. Le respondo acercándome a él sería.

—Te vez tierna pretendiendo ser toda una ruda, hadita —. Hablo con una sonrisa mordaz fingiendo una voz melosa mientras se inclinaba un poco viéndome.

—Pudrete.

Doy la vuelta y trato de volver a con los chicos, pero entonces escucho la voz de Tris, hablaba un poco bajo, pero lograba distinguir lo que decía, estaba cercas de ella tal vez, iba a pasar de largo hasta que escuché algo que me hizo detener me un poco.

—... yo soy osadía, pertenezco a osadía, yo escogí osadía —. Regreso y asomo un poco mi cabeza viendo a Tris recostado mientras una chica le coloca un tatuaje, tarde un poco pero logré reconocer la, era Tori.

—Por tú bien espero eso... —. Acabo de hacer le el tatuaje y se observaron seriamente, antes de que noten mi presencia me muevo y me alejo de ahí.

¿Estarían hablando de lo que somos nosotras?
Limpio mi rostro y trato de no dar le vueltas al tema, veo a Myra que está demasiado sonriente, me acerco a ella.

—¿Y que tal? —. Se da la vuelta y baja un poco la espalda de su vestido para enseñar me su tatuaje.

—Muy lindo —. Le digo con una sonrisa de boca cerrada y me codea.

—¿Tú no te pondrás uno?

Me cruzo de brazos.

—Aún no encuentro uno que me guste realmente, casi todo aquí me recuerda a cordialidad —. Le confieso y su sonrisa cae un poco.

—Cierto, lo siento.

—No, no te preocupes, luego encontraré uno ideal — Me encogí de hombros sin querer dar le mucha importancia y ella pasa su brazo por mi hombro abrazando me.

—Bien, entonces ahora hay que ir a explorar un poco y después ir a dormir, por qué si te soy sincera mi cuerpo arde dolor —. Me murmuró y reí asintiendo.

—No eres la única.

Salimos del local despidiendo nos de los chicos y recorremos un poco el pozo cotilleando un poco de algunos osados que pasan por nuestro lado.
En un momento nos topamos con Eric, con su porte imponente y esa expresión de matón. Se que es una fachada por qué si alguien aquí da miedo sin querer dar lo es Cuatro.

Cuando está un poco más cerca de nosotras noto como enfoca su visión en mí y me recorre de pies a cabeza haciendo que sienta una presión extraña en mi vientre. Al conectar miradas puedo notar como sus ojos brillan con diversión y sus cejas se levantan ligeramente viéndome, lame sus labios para sonreír mordaz y vuelve a mirar al frente para pasar por un lado de Myra como si fuéramos nada.

—Oh por dios... Ese tipo, te comió con la mirada, Red —. Volteo confundida por sus palabras y no puedo evitar mirar la como si estuviera loca.

—Claro que no.

Myra sonrió divertida. —Sí, si lo hizo.

Volteo sobre mi hombro viendo cómo se aleja Eric, él no hizo eso. Se burla de mí, solo eso.

—Viste mal, solo se burla de mí, es como una copia del idiota de Peter, solo que él si impone un poco de miedo, Peter solo da asco — Suelto volviendo a mirar la y ella me sonríe aún divertida.

—Ay, Red... Eres tan inocente. — Recarga su cabeza en mi hombro y fruncí mis cejas.

—No lo soy...

—Ssh, mirá, he observado a ese par y créeme cuando te digo que eso de ser malos contigo no es lo único que hay—. Me dice mirándome con una sonrisa un tanto sagaz.

—¿De qué hablas? —. Preguntó esta vez con curiosidad.

—Eres linda Red, no solo por dentro si no también por fuera, y créeme cuando te digo que ahora con este nuevo look,— señala sonriente. — que te queda tan bien por cierto, vas a tener a muchos detrás de tí, incluyendo al estúpido de Peter y al sexy y rudo de Eric.

—Exageras —. Le murmuró sintiendo mis mejillas un tanto calientes.

—Créeme, no por nada fui erudita. 

Dejamos de hablar ya que a lo lejos vemos a su novio Edward con los estúpidos veraces, entre ellos Peter, que en cuanto lo miro no puedo repetir las palabras de Myra que parece leerme la mente y codearme, ruedo los ojos y ella ríe acercando se con su novio que al ver la sonrió para tomar la de la cintura y besar la tan intensamente que despegó mi mirada un tanto incómoda, si estuviera aquí Tris, apuesto a que ya se hubiera ido con una expresión de viejito ofendido.

Miro de reojo como Peter no despega su mirada burlona de mí mientras Drew le comenta algo y Molly me mira cada cinco segundos con su expresión burlona.

Me cruzo de hombros y me abrazo un poco mientras con mi mano derecha empiezo a jugar con mi gargantilla, Myra y Edward se separan por fin y él la dirige a con el trío veraz, Myra se nota un tanto incómoda pero logra fingirlo bien con una sonrisa amable, me mira de reojo y le sonrió con la boca cerrada esperándola a unos metros.

Intercambian palabras por un rato que parece eterno, en un momento veo a Peter fijamente y él nota mi mirada conectando la con la mía, siento la misma tensión en mi vientre que tuve hace rato con Eric y me abrazo fuertemente.

No puedo evitar escanear rápidamente a Peter y notar que el estúpido tiene lo suyo... Esté me guiña el ojo burlón y ruedo mis ojos, puede que tenga cuerpo pero su mente lo mata.

—¿Hadita?— Escucho detrás mío y me volteo viendo a un Uriah con una sonrisa burlona y ojos impactados. —Guau.

—No me llames hadita, Uriah —. Él ríe y me sigue observando un poco sorprendido.

—Te vez bien, t/n. — Me dice sonriente y aprieto mis labios para volver a corregir lo.

—Red.

—¿Qué?

—Red es mi nuevo nombre, y gracias —. Este asiente sonriendo.

—Buen nombre, no se me habría ocurrido.

—Que te digo, Cuatro no puede ser él unico con nombres curiosos —. Cuento encogiendo me de hombros y ríe.

—¿Estás lista para mañana? —. Me pregunta sereno con sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—La verdad no, pero, daré todo de mí para lograr no desmayarme al primer golpe —. Me sincero riéndome de mis desgracias, sacudo mi cabello con la mano y sonrió de lado. —¿Y tú estás listo?

Se inclina un poco hacía mí haciendo que levanté mi rostro para ver lo por su altura.

—Yo siempre estoy listo, hadita roja — lo miro mal por su apodo y ríe a lo que son dejar de mirar lo le sonrió de lado.

Le golpeó el hombro tomándolo por desprevenido y se queja.

—Vuelve a decir me así y me las arreglaré para patear te el trasero, poste andante — Le contesto divertida y este levanta los brazos haciendo se el inocente.

—Oh dios, una cordial agresiva, el mundo que queda se acabará — Dramatizó y reí.

—¡Red!

Ambos miramos de dónde proviene la voz y vemos a Will correr hacia nosotros mientras es perseguido por un divertido Al. Will llega y se cubre con mi cuerpo a lo que rió.

—¡Hey! ¿Qué pasa?

—Ayúdame, está loco. — Dramatizó y veo a Al frente mío, en medio de estos dos parezco un gnomo.

—Se burló de mí rudo tatuaje, Red —. Se queja.

Los miro burlona y abro mis brazos para separar los de mí.

—Son tan infantiles.

—¡Red! —. Se quejan al mismo tiempo.

Uriah mira la escena divertido y me acerco a él dejando a los dos chicos empezar a quejarse de mi sin importar les mi presencia.

—Te dejo, hadita roja, tienes dos niños que cuidar —. Canta burlón y antes de que me queje por su apodo sin sentido del humor llegan unas chicas y le hablan a lo que le sonrió de lado viendo lo irse.

—Ves, prefiere estar con los nacidos que con nosotros —. Murmura Will a Al.

Me volteo y pongo mis manos en jarras.

—Dramáticos.

Paso de largo de ellos negando con la cabeza divertida y estos me siguen jugando. Hoy fue un día largo... Pero mañana.

El mañana me da miedo.

* * *

Corremos a formarnos delante de la pizarra que es tapada por Cuatro que nos espera firme, da una mirada lenta y atenta a cada uno y cuando se asegura de que seamos todos comienza a hablar seriamente.

—Como son impares, uno de nosotros no peleará hoy —dice Cuatro, y da un paso
atrás para apartarse de la pizarra de la sala de entrenamiento, puedo notar como mira a Tris y está parece recuperar su colo cuál ve la pizarra.

Volteo con ella y veo su espacio junto a su nombre, está en blanco. Sonrió por ella y entonces busco mi nombre... Demonios.

Drew.

Voy a pelear con Drew.

—No te preocupes Drew, será fácil para ti, ¿qué es lo peor puede hacer una hada? — Escucho la voz de Peter a un costado mío y lo observó aún con mi cara un poco impactada. —Diablos, mira a la pobrecita, está temblando.

Drew ríe y me mira burlón. —No te preocupes, puedo medir mis golpes si eres linda conmigo, nena.

Siento náuseas cuando me guiña el ojo mientras Molly y Peter rien con él.

Me alejo y me siento en la banca sintiendo aún el nudo en mí garganta, tengo que tranquilizarme, los nervios no me ayudarán ahora... Veo la arena, Will y Al están en el centro.

Suben las manos a la altura de la cara para protegerse, como nos enseñó Cuatro, y van moviéndose en círculo. Al es unos quince centímetros más alto que Will y dos veces más ancho, analizando los, la pelea no durará mucho.

Miro a Peter y a los idiotas. Drew es más bajo que Peter y que Molly, aunque su complexión es la de una roca y va siempre encorvado, tiene el pelo rojo anaranjado, como una zanahoria pasada.

Analizó al igual que con Will y Al, tampoco durará, un golpe bien dado de él y terminaré en el suelo.

—Hey

Myra llega a un lado mío y me sonríe tranquilizadora mente. Dejo de mirar a Drew y pongo atención en ella.

—Hey —. Suelto nerviosa. —¿Vienes a animarme?

—Te vez como si te fueras a cagar del miedo —. Dice sin pensar lo y rió. —Perdón.

—No, la verdad, si tengo miedo, es mi primera pelea en la vida.

—Eres lista y por lo que se ve rápida, Drew tiene el ego alto pero es pésimo, un idiota, hay veces en el que la inteligencia sirve más que la fuerza —. Cuenta analizando a Drew cómo yo hace unos segundos.

—Pues, espero que mi inteligencia no se bloquee a media pelea — Ella me sonríe ligeramente y aprieta mi hombro tratando de reconfortar me.

—Ten confianza.

En la arena, Al le da un buen puñetazo a Will en la mandíbula que logra llamar la atención de ambas. Hago una mueca. Del otro lado de la sala, Eric sonríe con satisfacción y mira a Al, para
después darle una vuelta a uno de los anillos de su ceja.

Para colmo, este está aquí.

Will se tambalea haci un lado con una mano apretando le la cara y bloquea el siguiente puñetazo de Al con la mano libre. A juzgar por su mueca, bloquear el golpe le ha resultado tan doloroso como el golpe en sí. Al es lento, pero muy fuerte. Will engancha con un pie la pierna de Al y tira de ella, tirándolo al suelo. Al se
pone de pie como puede.

Will y Al se quedan mirándome unos segundos, más vacilantes que antes y miran a Cuatro como si esperaran que detuviera ya la pelea, pero el instructor está de brazos cruzados y no dice nada. A unos cuantos metros de él, Eric mira la hora en su reloj. Al cabo de unos segundos dando vueltas, Eric grita:

—¿Creen que esto es para divertirnos un rato? ¿Les toca ya el descanso de la siesta, niñitos? ¡Luchen de una vez! —Dijo irritado a lo que mire a Myra de reojo que al igual que yo observaba atentamente.

—Pero… —responde Al, enderezándose y bajando las manos—. ¿Vamos por
puntos o algo? ¿Cuándo acaba la pelea?

—Acaba cuando uno de los dos no puede seguir —contesta Eric.

—De acuerdo con las reglas de Osadía —añade Cuatro—, también es posible que uno de los dos se rinda.

—Eso es de acuerdo con las antiguas reglas —lo corrige Eric, entrecerrando los ojos—. De acuerdo con las nuevas reglas, nadie se rinde.

—Los valientes saben reconocer la fuerza de los demás —contesta Cuatro.

—Los valientes nunca se rinden.

Cuatro y Eric se quedan mirando unos segundos. Se puede notar la hostilidad que hay entre los dos, como si algo hubiera sucedido anteriormente, ambos son mis distintos él uno del otro y muchas veces chocan sus diferencias. 

La frente de Al está perlada de sudor y se lo limpia con el dorso de la mano.

—Esto es ridículo —protesta, sacudiendo la cabeza—. ¿Qué sentido tiene darle una paliza? ¡Estamos en la misma facción!

—Ah, ¿tan fácil crees que va a ser? —pregunta Will, sonriendo—. Venga, intenta pegarme, tortuga.

Will levanta de nuevo las manos, sonrió por la esperanza que tiene Will hacía ganar la pelea. Al intenta hacerlo, pero Will se agacha, esquiva otro puñetazo, rodea a Al y le da una fuerte patada en la espalda. Al se inclina un poco y se da la vuelta.

Auch.

Va contra Will agarrándolo del brazo
para que no se escape y le da un puñetazo en la mandíbula. La luz desaparece de los ojos de Will, que son verde pálido, como el apio. Se
le ponen en blanco y su cuerpo se relaja, cayendo al suelo como un peso muerto, me levanto preocupada viendo a mi amigo tirado.

Al abre mucho los ojos, se agacha junto a Will y le da en la mejilla con la mano. La sala guarda silencio, esperando la reacción de Will. Durante unos segundos no responde, se queda tirado en el suelo con el brazo tirado bajo él. Entonces parpadea, claramente aturdido y Al y yo volvemos a respirar.

—Levanta lo —dice Eric.

Cuatro se vuelve hacia la pizarra y rodea con un círculo el nombre de Al, victoria. Myra y Al corren ha ayudar a Will a levantar se, y yo lo hubiera hecho igual pero Eric vuelve hablar y mi cuerpo entero se queda quieto sintiendo un frío recorrer me.

—Los siguientes: ¡Drew y Red!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro