𝗨𝗡𝗜𝖰𝖴𝖤

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

La lluvia caía con fuerza en la ciudad de Seúl, el clima era completamente frío y las calles oscuras de las tres de la mañana no eran de ayuda para alguien que estaba teniendo una especie de ataque de ira o una crisis de dolor. MinHo apretaba con fuerza el volante del auto, se hizo a un lado en la ruta y paró el auto por completo, para luego golpear el volante con fuerza y soltar un fuerte grito. MinHo estaba entre tomar una mala decisión o tener que regresar y disculparse por algo que era un error de dos, pero que sólo él sabía que estaba mal. MinHo se preguntaba una y mil veces cómo es que había llegado a ese punto, y todo lo llevaba a la misma respuesta una y otra vez; Han JiSung.

El menor había hecho la vida de Lee MinHo un desastre, y no es que fuese una mala persona, simplemente era todo lo que se podría considerar como un amor enfermiso o tóxico. Ninguno de los dos quiso llegar a ese punto, ninguno deseaba tener que romperse poco a poco cada que el otro daba un paso fuera, pero así como dolía; también era lo más hermoso que había pasado en sus vidas. El mayor se sentía completamente frustrado y no sabía qué hacer con todos esos sentimientos que tenía atrapados en su pecho y todas esas palabras atoradas en su garganta.

El silencio se hizo completamente presente en el auto, haciendo que las gotas de agua golpearan y resbalaran por las ventanas mientras que el pecho de MinHo dolía y todo se sentía como si se derrumbara en su vida. Lee estaba seguro de que si él no se hubiese equivocado la primera vez nada de eso hubiese continuado pasando, pero también se suponía que una relación era de dos personas y no sólo una debía disculparse, no sólo una parte debía ceder, no sólo uno debía romperse para que el otro estuviera bien, pero ellos sabían que quizás eso era lo que no habían comprendido o aceptado de una relación, siempre uno tenía que ceder ante el otro, sin importar la situación.

JiSung continuaba mirando la puerta de su departamento con un nudo en su garganta y miles de lágrimas amenazando a salir. Se sentó en el sofá mientras se convencía a sí mismo de que el mayor no regresaría mientras permitía que esas lágrimas salieran. Ellos habían tenido una relación de tire y afloje por años, pero justo cuando ambos intentaban hacer las cosas mejor todo parecía estar en su contra. El corazón de JiSung latía con fuerza mientras que se cubría el rostro ante las lágrimas que salían, él nunca se había sentido tan herido como en ese momento. Hace unos años nada de eso era así, hace unos años si bien su relación no era la más sana que existía ninguno de los dos se herían de esa forma, pero quizás el mayor tenía razón esa vez, quizás debían alejarse y dejar de intentar sacar a flote una relación que está muerta hace meses.

Los pensamientos de ambos estaban repletos de los errores que habían cometido, ¿Y si quizás nunca debieron amarse? ¿Y si quizás se hubiesen dado cuenta de que lo suyo no era puro desde un comienzo? ¿Si todo hubiese ido bien ninguno de los dos estaría herido ahora? Quizás su destino era ese, amarse lo suficiente como para llegar a herirse mutuamente, quizás su destino ya estaba escrito desde antes de que nacieran y ellos ya no podían hacer nada por intentar cambiarlo. El tiempo a veces es completamente injusto y perder a quien amabas —o comenzabas a amar— hacía que todo se derrumbara.

MinHo tomó la decisión más estúpida que pudiese haber tomado en ese momento —según él—, estaba volviendo hacia el departamento del menor, él sabía que posiblemente nada bueno saldría de ello pero tenía que intentar sacar todo eso que sentía o iba a explotar. En cuanto estuvo frente a la puerta golpeó solo una vez, haciendo que en tan solo unos segundos tuviera a JiSung aferrado a él mientras pedía disculpas.

Ambos se adentraron al departamento del menor sin siquiera intentar separarse el uno del otro, por alguna extraña razón se sentía tan bien estar juntos que era algo inexplicable. Las palabras no salían de ninguno de los dos, simplemente estaban allí mirándose mutuamente como si estuvieran esperando que el otro cediera y dejara su orgullo de lado.

— Lo siento —Murmuró el menor— Lamento ser así, lamento no poder siquiera hacer que te sientas bien conmigo-

— Te equivocas —Soltó con un tono fuerte— Contigo me siento demasiado bien y eso es lo que no entiendo, porque siempre terminamos hiriendonos el uno al otro y no tiene sentido que sienta tanto amor hacia tí como para decidir volver a pesar de que hace una hora me juraba que no lo haría, no sé qué sucede con nosotros y no entiendo porqué siempre es así, pero sé que el amor que siento por tí no lograré sentirlo por nadie más y sé que sólo me destruiré de a poco si me alejo.

— No quiero que te alejes —Murmuró— No soportaría no tenerte junto a mi, sé que no debería ser así pero el simple hecho de que ya no estemos juntos hace que mi corazón duela demasiado y no quiero eso.

— No quiero lastimarte, no quiero alejarme realmente, pero no nos hacemos bien —Acercó su mano al rostro del menor— Sé que podemos ser felices juntos, pero eso es completamente temporal, y aunque sé que te amo ya no veo ese hermoso brillo en tus ojos que ví en un comienzo, y me odio por lastimarte pero no creo que esto tenga que seguir así.

— Pero podemos cambiarlo hyung, podemos intentar solucionar todo esto.

Hannie —Acarició el rostro del menor con suavidad— Ambos sabemos que nada va a cambiar entre nosotros aunque lo intentemos, y detesto pensar así porque realmente te amo, pero simplemente ya no quiero lastimarte.

— Hyung... podemos intentarlo, por favor. —Suplicó mientras tomaba la mano del mayor— Sólo debemos tener fé de que está vez todo podrá salir mejor, por favor hyung —Nuevamente las lágrimas escapaban por los ojos del menor, haciendo que el corazón de MinHo doliera demasiado.

— Deja de llorar, por favor... —Secó las lágrimas que resbalaban por las mejillas del más bajo, haciendo que este sólo sintiera como sus lágrimas querían seguir saliendo.

— Entonces por favor no haga que mi corazón duela diciendo que no podremos estar juntos —Susurró.

MinHo podía asegurar que nunca antes había visto el dolor que ahora notaba en los ojos del menor al decirle esas palabras, y JiSung podía jurar que su corazón nunca había dolido tanto como en ese momento, pero ninguno de los dos estaba seguro de que iba a suceder luego. Si regresaban todo podía repetirse, si se alejaban el dolor sería demasiado grande. Estaban juntos por comodidad según sus amigos, pero ellos sabían que aunque todo el dolor que se causaban el uno al otro había algo en ellos que no permitía que dejaran de amarse.

JiSung no se imaginaba una vida sin Lee MinHo y MinHo no quería estar fuera de la vida de Han JiSung. No podían amarse adecuadamente, no podían estar juntos sin lastimarse, no podían imaginar una vida sin el otro en ella, o por lo menos eso era lo que pensaban.

Ahora, nuevamente, los labios del mayor se posaban sobre los suave y dulces labios del menor. Ambos tenían esa sensación de felicidad y emoción que tuvieron la primera vez que se besaron, pero ahora había algo roto en ellos que no podrían sanar ni con mil besos.

— JiSung —Susurró sobre los labios del menor, para luego alejarse un poco más y poder ver al menor a los ojos— Te amo, y te amaré por el resto de mi vida, pero no puedo hacerte esto. No puedo permitirme lastimarte y que luego me perdones como si eso estuviera bien, y sé que dirás que tú también me has lastimado a mi y también lo sé, pero me juré no volver a lastimarte y fue lo que hice hace unas horas.

— Hyung... no termine conmigo, por favor —Susurró.— Todo el mundo se equivoca, todo el mundo se lastima entre sí y quién diga que no es un vil mentiroso, pero-

— Han, no lo entiendes —Tomó aire— Yo me juré no volver a lastimarte, no me importan los demás nunca me importó lo que dijeron porque ellos no están en nuestra relación, ellos no ven lo que nosotros vemos del otro ni sienten lo que nosotros sentimos por el otro, realmente nunca me importó lo que supusieran sobre nosotros y nunca presté atención a los comentarios, pero al hacerlo también te lastimé sin darme cuenta de que me intentaron advertir. Y lo lamento desde lo más profundo de mi corazón, pero no seguiré con esto —Depositó un pequeño beso sobre los labios del menor para luego levantarse de su lugar y salir de allí.

En cuanto la puerta se cerró las lágrimas comenzaron a caer nuevamente por las mejillas de JiSung. Esa noche el menor lloró hasta caer dormido, mientras que MinHo le pedía a lo que fuera hubiera allí arriba que cuide de JiSung y que le permita sanar su corazón, porque Lee MinHo amaba a Han JiSung, pero ya no quería lastimarlo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro