Ϟ 01. 𝘀𝗼𝗺𝗲𝗼𝗻𝗲 𝗳𝗿𝗼𝗺 𝘁𝗵𝗲 𝗽𝗮𝘀𝘁

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01 : : CAPÍTULO UNO

i. ALGUIEN DEL PASADO

❝ por cierto. Tú trasero sigue
siendo hermoso ❞

              DEBERÍA SER ESTÚPIDO PARA ELLA EL ESTAR amarrada a esa silla, tenía el cabello pegado en la frente y varias gotas de color caen por su perfilado rostro. Tenía las mejillas coloradas por el esfuerzo, también le ardía el alrededor de las muñecas y se sentía cansada de estar forcejeando contra esas cuerdas. Ya había cumplido las veinticuatro horas de cautiverio y aunque le llevaban comida y agua quería irse de ese espantoso lugar.

No se podía explicar cómo la habían capturado, lo peor de todo es que sus captores la querían entregar a la marina.

Ser hija de la única Shichibukai tenía sus ventajas pero también traía sus consecuencias. Y una de esas es que los interesados en la recompensa de su madre van tras ella para usarla como carnada, pues sabían que la gran Emperatriz Pirata, Boa Hancock; iría a recuperar a su hija.

Había escapado muchas veces de esos hombres pero está vez sus captures habían sido más listos que ella. Oh bueno, en su defensa no había esperado enfrentarse a un usuario y menos que ese usuario pudiera dividir su cuerpo en varias partes. Se había visto en desventaja y por ende la capturaron.

Levi había dejado Amazon Lily con la excusa de que iría a visitar a su padre pero la realidad era que ella quería buscar su propia aventura. No quería ser conocida por ser la hija de una Shichibukai, ella también quería ser reconocida pero por su propio mérito.

Lamentablemente se había topado con esos piratas y ahora la tenían cautiva.

Y hablando de piratas. Por la entrada ingresaba el dueño de todo aquello el responsable de haberla capturado. El tipo llamado Buggy, el payaso.

—mi preciosa recompensa.— dice el hombre al pararse frente a ella.— ansió por tener todos esos berries que me darán por tu cabeza en mis manos.

—sigue soñando payaso.— escupe con enojó.— pero no voy a dejar que cobres mi recompensa.

—eso ya lo veremos.— la toma por el mentón.— aunque estoy pensando seriamente en hacerte mi esposa. Eres demasiado hermosa como para estar detrás de las rejas de Impel Down.

—¡no me toques!— exclama ella.— jamás me voy a casar contigo, prefiero vivir en Impel Down antes de ser tu esposa.

Buggy le soltó el mentón sin cuidado, no le había gustado que le levantará la voz.

—como quieres, pero no estás en posición de elegir.

—voy a encontrar la manera de irme de aquí.

—eso ya lo veremos.

Buggy observó por arriba de la cabeza de ella la hora, el reloj marcaba las cuatro con cuarenta. El barco con los prisioneros a bordo ya debió haber llegado.

—me gustaría seguir charlando contigo pero tengo un asunto que atender.— se disculpó sacudiéndose la manos.— cuando acabé, vendré a solucionar este asunto entre manos.

Le guiñó a la rubia.

Levi puso los ojos en blanco, sintiendo más rápido de la que antes tenía.

Ese payaso tonto se creía la gran cosa pero ella le demostraría que hacía más que una cuerda para serla prisionera.
















________ ⚔️ ________














Levi escucho el alboroto que había afuera pero eso no le importó, lo que le interesaba era liberarse y con una lima en las manos comenzó a brotar está en las cuerdas.

Cuando escuchó pasos ir en su dirección como pudo ocultó el artefacto que le serviría, a los segundos entraron unos piratas que traían a tres personas.

Evan, el pirata mano derecha de Buggy traía entre sus brazos a una chica de cabello naranja. Que luchaba contra el para liberarse pero nada funcionó, vio que la metieron a una jaula.

Mientras que de la otra persona vió que lo amarraban al mástil que sostiene la carpa. Y finalmente de la otra persona solamente pido ver un reflejo de cabello color verde. 

Cabello verde.

Sus sentidos despertaron en ese momento, de pronto sintió que era víctima de un remolino de recuerdos. Esos recuerdos que según ella había encerrado en una caja de madera.

Debía calmarse.

No podía ser él... ¿o si?

Al final los piratas que habían llevado a los nuevos prisioneros se habían marchado.

La carpa se había quedado en total silenció hasta que escucho ruidos de forcejeo provenir del rehén que está detrás suyo.

-deja de hacerlo, lo único que vas a conseguir es lastimarte.- le dijo con la mirada fija en el frente.

-y tú qué sabes.- respondió con un tono de fastidió.

Levi contuvo la respiración al escuchar esa voz, sus bellos se erizaron y su saliva desapareció. La esperanza que había dentro de su corazón se disipó al escuchar la voz.

No podía ser él.

Aquello debía de ser una broma.

Una jodida broma.

Respiro profundo.

No se dejaría manipular por sus emociones, le demostraría a ese peliverde que lo que le había hecho. No le había afectado en lo absoluto.

Aunque fuera todo lo contrario.

-llevo todo un día intentándolo.- se limitó a decir. Y mordió sus labios.

-talvez seas una inútil.- ataja sin intenciones de ser amable.

De no haber estado amarrada aquella silla. Levi le hubiera propinado un fuerte golpe a Zoro. Porque sí, ya sabía la identidad del tipo a pesar de que solo se guiaba por la voz.

-deja esos nudos, lo único que vas a conseguir es lastimarte.- dijo una tercera voz femenina.

-no voy a dejar, que me tengan aquí cautivó.

«habia olvidado su imprudencia.»

Pensó la rubia. A pesar de ese momento horrible que definió su vida. No podía evitar recordar lo bueno. Lastima que los momentos lindos se volvían agrios. Al recordar todo.

Levi no le prestó más atención a la conversación que mantenían esos dos. Tenía sus propios problemas que resolver. Con más calma continúo con su tarea de liberarse con la lima.

Llevaba unos minutos en ello, en ningún momento llego a tener éxito. Le frustraba no poder salir de una vez por todas de ese lugar.

-tengo cuatro gansuas, los piratas solo encontraron tres.- dice la pelinaranja orgullosa de si misma. Aquello llamó la atención de Levi.

-los piratas son unos idiotas.- comento dándole la razón.- estos son buenos con los nudos. Al menos el de cabello platino, lo es.

Desde su posición Zoro podía verla a la perfección al menos la parte de atrás.

No se había podido quitar de la cabeza cierta imagen que podía llegar a atormentarlo. Un rubia de su pasado, desde que llegó la semilla del recuerdo se había implantando en su mente y está parecía querer germinar.

Sería una total coincidencia y para su suerte una desgracia. Que aquella rubia resultará ser Levi D'Angelo, debía quitarse esa idea de la cabeza antes de que comenzará a imaginar más cosas.

Lleno de valor, decidió hablarle a la rubia.

-tú voz se me hace conocida, ¿ya nos hemos visto antes?- preguntó. Casi se arrepintió, pero ya era tarde para retractarse.

Levi al escuchar la pregunta, mordió sus labios.

¿Era conveniente decirle?

¿De verdad quería volver al pasado?

Dicen que todos volvemos al lugar donde una vez fuimos felices. Pero Levi no estaba segura de si quería volver, tenía miedo.

No sería una cobarde.

-nos hemos visto muchas veces en el pasado, Roronoa Zoro.- respondió casi luego de haber tenido un debate consigo misma.

El silencio fue notorio en el camerino, era tanto que hasta el zumbido de una mosca se escucharía.

La mente de Zoro trabaja a mil por hora, su corazón comenzó a bombear sangre con más rapidez. Y de pronto se sintió vulnerable.

Estaba asustado.

En su rostro se podía apreciar tres emociones, miedo, sopresa e incredulidad.

De todas las personas que forman parte de su pasado. Tuvo que venirse a topar en esa maldita isla con ella. Con Levi D'Angelo.

En parte le alegraba saber que estaba bien, que seguía con vida.

Pero luego la otra parte, no le gustaba. Más bien no le gustaba sentir lo que estaba sintiendo en esos momentos.

-¿Levi?- soltó. Esperanzado por la negación, no sabía porque lo dijo. Ya sabía la respuesta.

Los silencios son mortales.

Y Levi quería torturarlo.

Se tomó su tiempo en responder.

-la misma.- responde con simpleza.

Ahí estaba de nuevo ese golpe en el pecho, una sensación que no sabía muy bien definir.

Zoro sentía que estaba contra la espada y la pared. Por un lado podía volver a huir como una vez lo había hecho, pero por otro quería quedarse.

Contradictorio.

La sensación se le hacía familiar, con la rubia nunca estuvo del todo seguro de cuál instinto seguir.

«estoy jodido.» pensó el peliverde.

-si, frotas la lima en una sola dirección será más factible.- comento la pelinaranja para romper ese silencio incómodo.

Levi no respondió. Odiaba que le dijeran que hacer y que no.

Más sin en cambió tomo el consejo de la chica y frotó la lima en una misma dirección.

Zoro no pudo evitar reírse.

Claramente se sentía contrariado por las emociones, también por los recuerdos.

-¿de qué te ríes cabeza de brócoli?- dice Levi con un astibio de enfado.

Oh ese apodó.

Ese maldito apodo que le encantaba pero que jamás lo admitiría en voz alta.

Una sonrisa apareció en los labios del peliverde sin permiso alguno. Por suerte nadie la vería.

«joder, hasta en estar circunstancias sigue siendo perfecta.» pensó.

Su pensamiento le extrañó un poco, pero no le molestó. Al final, nadie podía leer mentes en ese lugar.

-de tu impertinencia mini Hancock.- la llamo con ese patético nombre.

Levi apretó los labios.

Odiaba a muerte ese apodó.

-sigues sin tener creatividad.- se burlo de él, como en el pasado. Zoro gruñó por lo bajo.- y sigues siendo un gruñón.

-en lugar de estar hablando, deberías ponerte a trabajar con esa lima.- señaló con cierta autoridad en la voz.

-de hecho, mientras teníamos está patética conversación. Me libre.- informo quitando las cuerdas de sus muñecas, prosiguió hacer lo mismo con la de sus tobillos.- bueno, tuvimos una encantadora conversación pero tengo que irme.

Se encogió de hombros.

La rubia nisiquiera se molestó en ver a Zoro. Sabía perfectamente que si lo hacía, caería a sus pies.

Y no estaba segura de ayudarlo.

- te dije como liberarte. Devuélveme el favor - la detiene la pelinaranja. Levi se detuvo a medio caminó - ya sabes, mano a mano.

- no te debo nada.

-solo quiero que me ayudes.- dice la pelinaranja.- tenemos verdaderos problemas como para perder el tiempo.

- ustedes los tienen - señaló la rubia.

- solo ayúdame a mi. Si quieres dejar a Zoro solo liberame - pidió por última vez Nami.

Levi volteo en su dirección.

¿Estaba dispuesta a ayudar a su ex?

Se iba arrepentir, estaba segura pero eso ya sería problema del futuro.

Cuando se disponía en ayudar a la pelinaranja uno de los secuaces de Buggy había ingresado. Lo que provocó que se escondiera.

Escondida detrás de unas cajas se deslizó con cuidado hasta llegar a la parte del frente. No escuchó nada de la conversación que tuvieron, ya que se encontraba centrada en como ayudar a aquella chica.

-¿dónde estás D'Angelo?- pregunto a los tres individuos. Ninguno le respondió solamente negaron con la cabeza.- díganme de una vez ¿donde está D'Angelo?

- aquí idiota - lo llamó y de una patada lo noqueó.

El tipo había caído al suelo en un golpe seco la rubia se sentía orgullosa por haberlo golpeado.

Tras haberlo hecho se dirigió a Nami, pateó el candado que salió volando.

Cómo ya no tenía nada que hacer o que decir, sin mirar atrás, caminó a la salida. Sentía una mirada intensa sobre ella pero nisiquiera eso la detuvo.

«céntrate Levi, céntrate no mires atrás.»

Se decía así misma camino a la salida, giro a su derecha y se detuvo apoyándose en la manta del camerino.

Se pasó las manos en el rostro, no podía seguir engañandose. Necesitaba volver ahí dentro, por más que se negara había extrañado a ese peliverde.

Tomo varias veces aire intentando calmarse. Escucho algo que llamo su atención, no podía creer lo que iba hacer pero tenía al menos que conseguir unos minutos para hablar con Zoro y con su conciencia diciéndole que sería una mala idea, volvió dentro de la carpa.

- si quieren salvar a sus amigos. Primero tienen que deshacerse de los fenómenos de Buggy - dijo tocándose a un costado de las costillas, cuando obtuvo la atención de los tres. - de lo contrario no van a poder hacer nada.

Nami y Zoro, se ven mutuamente.

- estoy lista para golpear - Nami saca de su bolsa su arma preferida.

- andado por ese idiota - responde Armin  tomando su arco y carcaj del suelo.

Nami sale de la carpa dispuesta a golpear a quien se fuera a interponer en su caminó y detrás de ella fue Armin. Dejando así solos a Levi y Zoro.

Levi suspiró.

Ella también debía de ir por unas pertenencias que Buggy le había quitado.

Cómo no tenía manera de defenderse, tomo una katana que había dentro de un barril. Baggy había sido un idiota al haberle dejado un objeto tan peligroso como aquel.

Zoro la siguió con la mirada, si no mal recordaba la rubia tenía prohibido utilizar una katana. Se lo habían dicho en su estadía en Amazon Lily.

Levi sintió la mirada ajena sobre ella y llena de valor dirige su mirada en esa dirección y comparten miradas por unos segundos que fueron casi eternos.

O así fuera como lo sintieron.

- un año para nada - murmuró la rubia desemvainando su espada. Posó sus ojos en su reflejó.

Zoro frunció el entrecejo.

Al principio había creído que Levi solo quería hacerse la interesante pero algo le decía que si iba enserio. Además de que había visto las clases de espada a la rubia pero en ningúna resultó.

Y lo sabía por el mismo, pues intentó enseñarle pero la rubia era tan impaciente que nunca la logro dominar.

- deja esa espada, vas a lastimarte - le dice en un tono autoritario. A pesar de todos esos años, se seguía preocupando por ella.

Levi se quiso reír pero no pudo hacerlo.

«¡maldición? ¿por qué tiene que ser tan jodidamente perfecto?»

Pensó con los labios apretados. El tiempo había pasado pero lo que sentía por el peliverde seguía intacto. Se dió cuenta que nunca lo superó.

Lo único que hizo fue guardar sus sentimientos en una caja de cristal que se rompió en el segundo en que escucho su voz.

Sacudió la cabeza inconforme con sus pensamientos.

- es la espada o quedarme de brazos cruzados - responde.

- ¿dónde están tus sais?

- Buggy los tiene.— confesó irritada.

- vamos a recuperar tus sais, pero no harás nada - estiró la mano en señal que le regresará la espada.

- tú no me mandas - replicó.

- Levi, no hagas las cosas más difíciles de lo que ya son.

La rubia bajo la mirada, vio el reflejó en la pulida hoja de la espada. Una vez más.

- que conste que tú no me mandas - lo señaló con los ojos entrecerrados, entregándole el arma - lo hago por mi seguridad.

- como digas - replicó él. Levi le había dado la espalda dispuesta a irse. Antes de que la rubia saliera decidió decir - por cierto, tu trasero sigue siendo hermoso.



























jane's note's

¡tenemos nuevo capítulo!

¿que les parece hasta ahora?

jajaja al final solo lo modifique un poquito

hasta la próxima¡<3


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