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La mirada fría del abuelo estaba en el omega que por dentro temblaba. Es que no esperó que ese tal “abuelo” del que tanto hablaban fuera un poco más joven de lo que llegó a imaginar.

Daba un aspecto de no ser buena persona. De ser un hombre estoico a la hora de tratar a las personas y no se equivoca, pues le mira demasiado frío como para que Jimin no se ponga nervioso.

Se aferró a su alfa, tenía que ser fuerte para poder salir de esto.

—Me alegro que estén aquí. Me da un gusto ver qué mi nieto haya encontrado a su omega. ¿Cómo te llamas?

Jimin trago grueso, pero le respondió de forma más tranquila y confiado.

—Mucho gusto en conocerlo, soy Park Jimin. —hizo una reverencia demasiado respetuosa.

—Un placer, Soy Jeon Dong-seok. —se presenta—. Cuando Kinju me dijo que tenías omega, me costó creerlo. Creí que no tenías tiempo para el amor.

—Pues no es que tuviera tiempo abuelo, el amor me encontró a mi. —le dijo muy seguro mirando a Jimin con cariño.

—Me alegro que sea de esa manera. Park Jimin, ¿De dónde es tu familia? Me haces un poco conocido.

Jimin trago grueso, su lobo por alguna razón le daba mala espina ese alfa viejo. Debe tener cuidado con sus palabras.

—Tal vez sea porque mi hermano trabaja con mi alfa. Mi hermano es Park Namjoon.

Contesta.

—Namjoon. Si, se de quien hablas. No tenía idea que tenía un hermano menor. Las sorpresas que da la vida.

—Sabe que Namjoon es muy reservado con su vida privada. —le dice Jungkook— Incluso yo me sorprendí cuando me lo comentó.

La forma en la que se encontraba le daba curiosidad a Jimin. Su alfa por lo general se miraba más confiado, pero estando aquí se nota que no le agrada para nada pisar este lugar. Tal vez debería saber más de su alfa, más de lo que ya sabe.

—Es verdad. Namjoon es demasiado serio, tampoco sabía que tenía esposo. Por favor, tomen asiento, vamos a esperar a Kinju y después iremos a cenar.

Los tres tomaron asiento. Era un poco incómodo ya que ninguno de los dos decía nada, era como si las miradas lo dejarán el uno con el otro. Jimin entrelazo su mano con la de Jungkook, dándole su apoyo. Ambos se miraron y con ello fue más que suficiente para estar tranquilos.

—Respondeme algo Jimin, ¿Cómo fue que se conocieron? Tengo demasiada curiosidad.

Jimin sabía que contestar, cambiaron algunas cosas para que sea más natural decir cómo inició su amor.

—Por mi hermano. Yo no crecí en Corea toda mi infancia. Yo crecí en Estados Unidos. Mi hermano hizo una video llamada y mi alfa apareció en ella. Me dio curiosidad saber quién era él, pero mi hermano me conoce, sabía que intentaría conquistarlo de alguna manera. Pero no fue solo por curiosidad, verlo por primera vez hizo que mi lobo sintiera muchas cosas que jamás pensé que sentiría por alguien. Soy curioso. Tuve que dar con él y cuando llegué a Corea todo se dio naturalmente. Él es mi alfa destino y yo soy el suyo.

El abuelo Jeon se les quedó mirando.

—¿De verdad? —cuestiono sin creerlo.

El omega asintió. Jungkook prosiguió.

—Verlo me hizo darme cuenta de las cosas que me estaba perdiendo. No esperaba que mi omega fuera tan opuesto a mi. Pero eso me gustó mucho. La forma tan distinta que es a mi. Así que abuelo, te puedo asegurar que lo que tenemos es real.

Le contesta muy seguro. El abuelo Jeon medio sonríe, claro que esto no le agradaba, Jimin no es de su posición y era por eso que le seguía mirando de manera sería.

—¡Vaya que eso es romántico! —llega Kinju quien venía con una omega hermosa, aunque nerviosa—. La historia de amor más dulce que he escuchado. Aunque algo fingida.

Genial. Llegó el imbécil.

Dong-seok se levanta para saludar a su nieto, de una manera bastante diferente a como recibió a Jungkook.

—Mi querido Kinju, que bueno que has llegado. —lo abraza como si no lo hubiera visto en años.

—También me da gusto abuelo. Siento que pasa mucho tiempo sin vernos cuando apenas nos vimos hace poco.

—Eres mi nieto, siempre te voy a querer ver. Te pareces tanto a tu padre. ¿Quién es la mujer que te acompaña?

Kinju sonríe glorioso, se acercó a él la omega.

—Abuelo, hermano y cuando, quiero presentarle a mi omega, ella es Choi Soojin.

—Es un placer conocerlo señor Jeon. —hizo un reverencia ante él alfa mayor—. Es un honor estar aquí en una cena con ustedes.

—¿No me digas que eres la hija de los Choi?

—Así es. Mi padre es Choi Nakyung.

Los ojos de abuelo Jeon resplandecen al saber quién es ella. Claro, debió suponer que su hermano no le presentaría a cualquiera. Quería impresionarlo para quedarse con la empresa. Jimin también noto aquello. Joder, es viejo le gusta demasiado el dinero, esa chica tiene mucho y que sea convenientemente hija de un millonario parece como si el viejo se sacará la lotería.

—Conozco a tu padre. Es un buen colega, aunque no tenemos el placer de conocernos mejor.

—Pues aún no les comento sobre mi relación con Kinju. Estoy seguro que estarán contentos con mi pareja, ya que es un Jeon y los Jeon son bien hablados en mi familia como buenos en los negocios. Aunque no entiendo mucho de ello, he escuchado a mi padre hablar de ustedes.

Maldita lambiscona. Pensó Jimin.

—Pues espero pronto conocerlos. Quiero que mi nieto les dé buena impresión.

—La tiene, señor Jeon.

Ella sonríe como si ganará la maldita lotería. Jungkook se mantuvo callado ante lo que pasaba y eso intrigaba a Jimin quién quería que él dijera algo. Jeon no dijo nada porque sabía que su hermano haría esto, no era tonto, siempre que Jungkook tenía algo bueno, el venía con algo mejor a presumirlo con el abuelo, opacando todo lo que hace. Sin embargo, con Jimin a su lado, él sale ganando porque ellos si se quieren y ellos está seguro que no.

—Señor Jeon, la cena está servida. —le avisa una mujer de la servidumbre.

—Hay que pasar al comedor. Vamos, muero de hambre y quiero tener una cena familiar normal.

Todos pasan a la mesa, Kinju sonríe superior a Jungkook quien le ignora como siempre lo hace. Eso le molesta a Kinju, sabe que nada de lo que haga le puede afectar. Pero él tenía un plan y no pensaba fallar.

Cada uno toma asiento en la gran mesa. Jimin venía con el estómago rugiendo de hambre, pero lo que sirvieron era cosas que jamás había visto y no se miraban apetitosas. Incluso le dieron náuseas.

—Por favor disfruten de los platillos. Son gourmet. —dice el abuelo Jeon.

—Todo se mira delicioso señor Jeon. —lo halaga Soojin.

—La cena tenía que ser especial para todos. Es bueno recibir cumplidos. —mira a Jimin quién le dio asco como habían preparado el pescado—. Disfruten.

Jungkook noto como su omega miraba la comida, algo no estaba bien.

—¿Amor estás bien? —le pregunta en voz baja.

—Si, solo que no tengo apetito. —es que como va tenerlo, todo se ve asqueroso. Prefiere una hamburguesa.

—¿Pasa algo Jungkook? —preguntó el abuelo Jeon.

—No pasa nada. Únicamente que mi omega no tiene apetito.

—Qué lástima, todo está sumamente delicioso. Seguro que no ha comido nada de esto, toma —le pone la mitad de un bistec que parece que un seguía con vida pues el líquido rojo de sangre corrió el plato blanco—, esto te gustará.

Las náuseas llegaron. Jimin adora la comida pero no esto. Esa cosa sigue viva, puede escuchar el Muu todavía. No quería despreciar la comida que le ofrecen, su alfa tiene que impresionar, por lo que tiene que dar lo mejor de él.

—Gracias.

Musito en voz baja. Cogió el tenedor y el cuchillo, cortó un pedazo, pero la sangre salió más. Joder esto sería más difícil de lo que imagino.

—Dime Jungkook ¿Cómo van los negocios?

—Van muy bien. Estoy tratando de entrar al mercado de Taiwán y México. —le contesta a lo que impresionó al abuelo.

—Si logras eso estaré muy orgulloso de ti. Tal vez no cambie las cosas entre los negocios. —le contesta el abuelo Jeon.

Kinju interfiere.

—¿Apenas intentas?, yo le conseguí inversionistas de Canadá al abuelo. Escuché que tienen buena mano de obra y mucho más barato. Podemos hacer una nueva empresa y expandirnos ahí.

Contra atacó Kinju, aunque Jungkook siguió comiendo.

—¿Canadá? Se escucha interesante.

—Y lo es abuelo. Supe que hay muchos migrantes que necesitan trabajo, la mano de obra canadiense es barata, podemos producir más productos automotriz en esas áreas. Expandir las fábricas de Jeon sería lo mejor. Seríamos la primera empresa asiática en hacerlo realidad.

—¿Si sabes que mayormente la mano de obra barata es muy cuestionable? Quieres abrir mercado en Canadá y no sabrás cómo empezar. Se lleva una plan y permisos, mucho dinero invertido y el personal que vas a contar. Están pensado llevar un proyecto cuando está otro en marcha en Nueva York. Gastarías más dinero de lo que podrás pagar.

Le contesta Jungkook. Bebe de su copa de vino. Jimin se impresionó por la forma de contestar, no entendió nada, pero su alfa si que sabe de esas cosas.

—Claro que pensé en eso. Para ello venderemos la empresa que tenemos en china.

Tanto el abuelo como Jungkook miraron confundidos a Kinju.

—¿De qué hablas Kinju? El mercado chino es bueno. Tenemos muchos trabajadores en la planta.

—Por eso abuelo, el mercado chino ya no quiere vender más producto extranjero, mucho menos a nuestro país. Escuché que lo prohibirán pronto y no quiero que tengas una gran pérdida pudiendo venderla y hacerla en Canadá. No sería perdida de dinero y menos de productos.

—No sabía eso. ¿Tú sí Jungkook? —le pregunta el abuelo.

Jungkook limpió sus labios con la servilleta.

—Escuche rumores. Aún así es un riesgo. Dejarías a muchas personas sin trabajo. ¿Al menos ya contaste cómo les pagarás cuando decidas cerrar la empresa por rumores? —le pregunta Jungkook.

Kinju se siente el rey, sabe que el abuelo está interesado en lo que ha dicho.

—Claro que sí. Se les pagará los años que trabajaron y cerraremos y todo acabará bien. Hay que invertir en algo para hacer algo mejor en otro país. Sé lo que hago.

—Mis nietos tienen buenas ideas.

—Abuelo, yo pienso en el futuro de la empresa. Jungkook solo se atrasa con sus ideas aburridas. Si no pensamos a futuro se nos vienen demandas de exportación por falta de entregas y producto. Así que vender la fábrica china no está mal.

—¿Estás de acuerdo Jungkook, con lo que propone Kinju? —pregunta Dong-seok.

—Si quieren correr el riesgo no podré decir que no.

—Vez abuelo, por eso creo que es mejor decidas pronto quien va hacer tu heredero de las empresas. Solo piénsalo. Tengo más ambición que mi hermano.

Jimin le fulminó con la mirada, de verdad que es un maldito arrastrado.

—Lo pensaré. —dijo para después callar y cenar.

Jungkook no dijo nada más, Kinju tenía las de ganar, y es que aunque lo intentará, su abuelo no le dejará la empresa a quien no es de su sangre. Jimin le tomó la mano para darle su apoyo, Jungkook le sonrió porque, a pesar que no tendría por lo que trabajó tanto, al menos, tenía a su omega que es lo único que necesita ahora.

La cena siguió, pero Jimin no comió nada. Solo algunas verduras.

—¿Cuñado por qué no has comido nada? —le dice Kinju a Jimin— Tu plato sigue lleno.

—No tengo hambre. Disculpen.

—Al menos come algo, estás despreciando comida muy cara. —reclama Kinju—. Haz algo Jungkook con tu omega. Sabes que es una falta de respeto.

—Si mi omega no quiere comer no lo voy a obligar. —le contesta— ¿Cariño estás bien?

Jimin negó sintiendo mucho asco, se puso de pie porque no aguantaba más las náuseas.

—Con permiso.

Salió corriendo tapando su boca. Jungkook fue tras él porque no quería dejarlo solo, además no sabía dónde estaba el baño. El abuelo Jeon los miró con curiosidad, tal vez sospechando algunas cosas.

Jimin vomitó todo en el baño, le dio demasiado asco ver la comida. Jungkook está a su lado sobando su espalda.

—Tranquilo cariño, tranquilo.

Jimin limpió su boca bajando la palanca del baño.

—Joder, creí que moriría.

—¿Qué fue lo que pasó? Te cayó mal la comida.

Lo ayuda a ponerse de pie y que enjuague su boca.

—Lo siento, es que la comida no me gustó nada y me dieron muchas ganas de vomitar. No sé por qué.

—Seguro fue porque comiste Alitas picantes antes de venir. Te dije que no las comieras, debes tener ardor estomacal.

—Puede ser. Siento que me arde aquí dentro.

Jungkook por instinto toca su vientre, cosas que lo hacen sonreír. Jimin lo notó.

—Creo que tienes indigestión. —carraspea—. Tu vientre está duro. Te llevaré al médico para estar seguros.

—Con una pastilla bastará, no es para tanto.

—¿Estás seguro? —Jimin asintió y se colgó del cuello de su alfa.

—Lo estoy. Aguantaré un poco más. Pero no voy a comer la comida Gourmet de tu abuelo. Es horrible.

—Imaginate creer comiendo eso todos los días.

—Wakala. Pobrecito de ti.

—Ni lo imaginas. Vamos, nos esperan. Estaré más rápido para terminar esto mejor.

Ambos salen para ir al comedor, el cual ya estaba recogido y con varios postres ricos. A Jimin se le hizo agua la boca al ver aquello. El abuelo Jeon sí que tenía gustos raros en comidas, pero en postres era genial.

—¿Todo está bien? —les pregunta.

—Si, solo que Jimin está un poco indispuesto. —dice Jungkook.

—¿Qué te pasa cuñado? ¿No te gustó la comida que preparó el abuelo? —Ese fue Kinju con toda su mala vibra.

—No es eso. Solo no me sentía bien del estómago. Tenía náuseas.

—¿Por qué no lo dijiste? El abuelo se hubiera ahorrado todo lo que no te comerías.

Jungkook frunció el ceño, aunque mantuvo la calma.

—Quieres dejar de pelear como un niño Kinju. Mi omega se sentía mal, comer hubiera empeorado todo. ¿Acaso no puedes entenderlo?

—Tu... ¿Quién crees que puede hablarme así? —le dice enojado.

—Basta los dos. Kinju, deja el tema. Si el omega no quiere comer, está bien. Por favor, solo quiero una cena en paz con ustedes.

Les dice lo que Kinju no le parecía. Cómo odiaba a Jungkook con todas sus fuerzas. Dejaron las cosas en paz, por lo menos hasta que terminó el postre. Ahora todos estaban en la sala, en un incómodo silencio. Jimin solo quería irse a casa, no le gustaba este lugar.

Uno de los empleados llegó dejando un maletín sobre la mesa, cosas que confundió a Kinju y Jungkook.

—¿Qué es eso abuelo? —pregunta Kinju.

El abuelo se endereza.

—Es algo importante. Por eso quería que ambos vinieran está noche. Ya he tomado mi decisión sobre quién heredará mi compañía y todo mi dinero para cuando me retiré me unos meses.

Les dice a lo que Kinju se puso atento.

—¿Lo dirás ahora?

—No. Lo haré en una fiesta con todos mis socios invitados. Será dentro de dos meses. Espero que los dos estén listos, quiero al mejor de ustedes a mi cargo.

Jungkook asintió.

—Por lo tanto, esto se mantendrá conmigo. Los veré ese día para darles la noticia. Pueden irse si gustan. Me dio mucho gusto conocer a sus parejas.

—A mi me dio mucho gusto conocerlo señor Jeon. —le dice Soojin.

Joder, no sabía quién era más lanviscona, si ella o Kinju.

—Igualmente. Siento no comer su comida, pero tengo muchas náuseas.

El abuelo Jeon sonrió ante lo que Jimin dijo.

—Vaya, ahora comprendo. No te preocupes, si ese es el caso no hay problema. Espero que me puedan dar la noticia muy pronto.

Jimin no entendió nada.

—Claro...

Jungkook se puso de pie, quería irse antes de que Kinju empezará con sus estupideces.

—Me dio gusto verlo. Pueden retirarse, tengo que dormir a mis horas o si no el médico me hará un lío. Cuídate Jimin, si necesitas algo por favor me lo dices. Jungkook cuídalo, debe estar muy sensible.

—Lo haré abuelo. Lo llevaré al médico si es necesario.

—Claro que es necesario. Quiero que esté sano. Cualquier cosa que necesiten. —el abuelo Jeon lo abraza lo cual Jimin correspondió pero de manera confundida— Con permiso.

Se marcha dejando solos a los dos hermanos. Jungkook tomó la mano de Jimin para irse, pero ya sabía que Kinju tenía mucho que decir.

—Espero que te rindas. —le dice— Las empresas serán mías.

Jungkook le mira sin ninguna expresión, Jimin de verdad está harto dese tonto alfa.

—Lo veremos.

—Voy a tener lo que me corresponde como el único heredero. Que no se te olvide que eres solo un bastardo en esta familia.

Jimin quería ir a golpearlo, pero Jungkook hizo algo mejor.

—Tal vez lo sea. Pero no soy un vil delincuente.

Sale de la mansión para subir a su auto, Kinju no pensaba perder contra ese imbécil de su hermano. Tiene un plan y no dejará que se le pase de las manos. Todo será suyo, sea a las buenas o a las malas.

Al llegar a casa Jimin se dejó caer en el sofá, mientras Jungkook le daba algo para el dolor estomacal.

—Bebe esto, te sentirás mejor.

—Gracias Jungkook. —lo toma y deja el vaso aún lado— Creí que tú abuelo me harías preguntas incómodas al grado de querer huir de ahí, pero me sorprendió al final con su actitud, creí que no me caí bien.

—También me tomó por sorpresa. Salió bien qué es lo que importa.

Jimin lo miró preocupado, se subió a horcajadas sobre su alfa mirándolo a los ojos.

—Algo te preocupa ¿No? ¿Es por la amenaza de tu hermano? —preguntó Jimin— ¿Que fue eso de un vil delincuente?

—Kinju se metió en cosas ilegales en Las Vegas. El abuelo no lo sabe, él me pidió ayuda lo cual hice aunque las cosas eran más graves de lo que me llegó a contar.

—Joder, aún así se creer la gran cosa y hacer el buen nieto. Que imbécil. No le hagas caso. Seguro que tiene envidia porque sabe que tu abuelo dejará todo en tus manos.

—¿Cómo estás tan seguro?

—Pues tu abuelo sería un tonto si le deja todo acargo a ese alfa cabeza hueca. Ni siquiera tenía idea de las ideas que tenía en mente, lo va arruinar todo, y lo más importante, te quitará todo lo que ya luchaste.

Jungkook acaricia la mejilla de Jimin, le encanta que al menos ya tenía alguien quien le animará en estás cosas. La presión era menos.

—Ese es el problema. No quiero que me quite lo que yo me esforcé en mantener. Pero eso no quiere decir que me deje así de fácil.

—¿Tienes un plan?

—Si. Pero no te lo diré, no ahora.

—Ok. Pero recuerda que soy tu omega, también quiero saber sobre tus planes.

—Es verdad, eres mi omega. —le besa con profundidad, tocando su delicado cuerpo. Deslizando sus manos dentro de su camisa— ¿Te sientes mejor del estómago?

Jimin asintió sin apartarse de su alfa.

—Aja... ¿Por qué?

—Pues por esto.

Lo levanta, caminando a la habitación. Jimin supo enseguida que era lo que su alfa quería, y por supuesto, él también. No dudaron en quitar sus ropas, besarse y gemir tan alto que podrían escucharlos fuera de esas cuatro paredes. Por hoy quería dejar de pensar en quién se quedará quien. Por hoy, solo quiere hacerle el amor a su omega.


︶꒦꒷♡꒷꒦︶


Hoseok conducía furioso a casa. Había tenido el peor de los malditos disgustos por culpa de Taehyung, quien está con otro alfa. Joder, aún no lo puede creer.

La molestia que siente porque Taehyung está con otro, era demasiado grande. Su lobo reprocha haber perdido a su omega, su destino. Por qué si, Hoseok sabía que Taehyung es su omega destino, lo supo desde el primer momento en que lo vio.

Pero una promesa valió más que el amor que sintió por ese omega travieso, artístico, hermoso, precioso en toda la extensión de la palabra. Esto se lo merecía por ser tan cruel con él cuando el omega solo quería hacerlo feliz. No pudo cumplir. Prometió no lastimarlo y fue lo primero que hizo.

Ahora ¿Cómo rayos va a arreglar eso? ¿Traerlo devuelta a él y estar como siempre? Taehyung ya no cederá ante el, no ahora que tiene alguien nuevo en su vida.

La lluvia caía fuerte por las calles de Seúl, había tráfico y eso colma su paciencia. Solo quería llegar a casa y beber algo, al menos para olvidar el dolor. El maldito tráfico no avanzaba, Hoseok no sabía qué pasaba. Sale con la sombrilla al ver que hay algunas personas paradas. Entonces la ambulancia venía en camino.

—¿Disculpe, pasó algo? —le pregunta Hoseok a un alfa que estaba por ahí.

—Si, un accidente. Un tipo ebrio chocó a un chico repartidor.

Le dice. El lobo de Hoseok estaba inquieto como si quisiera decirle algo. Hoseok avanzó para ver si tardarían mucho, pero al ver todo, noto que por lo menos no era algo grave, al menos para darse cuenta que a quien atropellaron fue a...

—¿Yoongi?

El omega lo miró.

No dudó en ayudarlo, tenía una herida en el rostro y su brazo muy mal herido. La sangre manchaba toda su ropa y eso hizo entrar en pánico a Hoseok.

—Hola, grandullón.

Espero que les haya gustado.
Nos vemos pronto con otro.

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