❨🌸❩▕♯12 ❛Contra la pared❜

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『¹•✎ Escrito original. Older AU.
『²•✎ Advertencias extra: ninguna.
『³•✎ Sinopsis: Una misión fallida, ser utilizado casi como ofrenda y encima haberse perdido su aniversario, algo bueno tuvo que salir después de todo.
『⁴•✎ 4260 palabras.

Zector iba a vomitar de tantas vueltas que daban en esa red-telaraña, Zespio casi lloraba por ver a los nativos de la isla afilar sus trinches y lanzas, además de encender la hoguera; y Zonic, bueno, estar atado de manos y pies colgando en el centro de la cueva, viendo a los mutantes arácnidos con un furtivo deseo de devorarlo y a su equipo estar capturado, solo le indicaba una cosa: morirían cocidos, bien sazonados, gracias a que los idiotas de sus acompañantes no supieron seguir órdenes. ¿Morir era un problema? No realmente. Lo veía como unas vacaciones eternas en donde los líos de otros ya no serían asunto suyo, no sufriría de estrés masivo y colapsos mentales a mitad del día, tediosos informes y papeleo por llenar... La verdad, sí era una buena opción.

O lo creía hasta que su teléfono personal emitió un tono de la canción favorita de su novio, ésta alertaba una llamada haciéndole recordar algo importante.

—(¡Maldita sea! ¡Nuestro aniversario!)

Se removió buscando escapar de esa pegajosa cuerda. Lo había olvidado, de nuevo, siempre llegaba tarde a las fabulosas cenas que le hacía su adorado novio, eran comidas deliciosas pero que casi nunca disfrutaba porque se la comía fría, y luego se desmayaba a mitad de la conversación por el cansancio; se propuso este año no llegar tarde, comprar un lindo obsequio y pasar toda la semana juntos, ¿y qué hizo? Hacer una inspección en una zona remota donde fueron emboscados por asquerosos mutantes araña-lobo que ahora quieren comérselos por irrumpir en sus tierras, los idiotas de sus compañeros perdieron la ventaja y las armas que tenían por escuchar mal, y consiguieron capturarlos.

—Señor, este dispositivo pertenece al jefe de ese escuadrón, está emitiendo un sonido extraño, parece que quiere contactarse —anunció un subalterno del clan acercándole el móvil al líder supremo, el cían le gritaba mil y un cosas que gracias a la venda en la boca nadie entendió.

—¡Es un maldito teléfono, insectos apestosos! —les dijo el caimán cuando por fin dejaron de jugar con su red y por ende voltearlos como a una bola.

—Presiona la luz verde, escucharemos cuales eran los planes de estos invasores —exclamó la gran tarántula con torso y cara de lobo, el otro asintió y contestó la llamada.

—¡Zunny~! Hasta que contestas, ¿llegarás pronto? Tengo la cena lista junto a tu vino favorito. Hice lasaña~, pero si no te apresuras volverás a comértela fría.

—¿Vino, lasaña? ¿acaso son envenenamientos con los que pensabas atacar a mi gente? —miró al desesperado erizo que no dejaba de moverse frenéticamente—, son detestables estas criaturas... ¡Llévenselos!

—¿Eh, Zonic...? ¿Hay alguien más ahí, en dónde estás?

—¡Oye, Zhadow, si puedes oírnos! ¡AUXILIO! —gritó Zespio antes de que destrozaran el aparato, arrojaron a los dos oficiales hacia un contenedor (que más parecía olla) en medio de un abrasador fuego y los encerraron cual pastel en el horno, mientras al azul lo bajaron y llevaron a otro sitio.

[.   .   .]

Sus ojos apenas y se abrieron al escuchar su nombre varias veces, vio a una silueta negruzca estar encima y sentir manos sobre su pecho como sintiendo los latidos, en su ilusión se imaginó a su fuerte líder haber acabado él solito con todo ese ejército de arañas asesinas, mas al despertar por completo y enfocar su visión, fue distinto.

—¡Zespio, Zespio! ¿¡Puedes oírme!? —el azabache terminó dándole una sacudida que lo despertó de golpe, se alejó un poco al ver que ambos policías ya estaban medio conscientes— tranquilos, ambos están bien. ¿Saben en dónde está Zonic?

—¿N-no está aquí? —cuestionó el cocodrilo sobándose la cabeza, observando a los lados.

—No, cuando vine ya no había nadie por los alrededores. Sus gritos que provenían de esa cacerola gigante hizo que logrará rescatarlos, pero luego no oí ni vi a nadie más —les explicó, de repente su cara se torció en una de coraje sujetando a ambos por el cuello del uniforme— ¿me quieren explicar por qué los acompañó cuando era su día libre? ¿Nuestro día libre?

Los dos reptiles se miraron consternados, la dualidad de Zhadow era mucho más cruda y repentina que la del comandante, entonces, usaron las mejores palabras y el mejor tono posible para no enfadarlo; después de una pacífica charla, los Cops emprendieron una búsqueda por la isla entera, llamaron refuerzos, y casi llegada la noche seguían sin encontrar a su líder. El bicolor podría morir de ansiedad y nervios de no ser por su inmortalidad, en definitiva no esperó a que el día se transformara de repente en una pesadilla; se trataba de su chico, su tesoro más grande, su adoración absoluta, pensar que algo le había pasado era como si alguien amenazara con destruir el orden del multiverso.

Por andar tan distraído imaginando decenas de escenarios distintos chocó contra una de las palmeras inclinadas, sin querer activando una "trampa" que abrió el suelo en donde estaba y lo succionó para escupirlo en un sitio que no estaba registrado en el radar, uno donde los colores tan chillones lo marearon, Rose sería feliz al ver tanto rosa en un mismo paisaje. Caminó desorientado admirando las diversas plantas de diferentes tonalidades y el suelo parecerse a una galleta, el cielo violáceo pastel con nubes celeste pálido; era un bonito lugar, lástima que el bullicio de una multitud rugiendo ante un tipo tarántula lo arruinaban. Un momento...

—¿Qué demonios? —se acercó sigiloso, asomándose por una roca malvavisco que tenía pinta de ser comestible, probó un poco y sí, era igual a un malvavisco real; ignoró todo el sermón de ese sujeto por ser demasiado largo y aburrido y siguió comiendo la roca esperando a algo más emocionante, hasta que gritó en una lengua desconocida y unos "soldados" cargaban a tres cuerpos vestidos con harapos viejos y descosidos dejándolos frente al monstruo, reconoció a uno de ellos—. ¿Zonic?

Su vista se clavó en el jefe que con sus largas patas roció a los erizos con pequeñas flores rosadas y fucsias, proclamando un discurso en su lengua natal; ¿ese era el plan?, ¿usar a su azul como un tipo de ofrenda? ¡Ni hablar! Salió de su escondite dispuesto a hacer un Chaos Spear, sin embargo, algo del ambiente no lo dejaba lanzar el ataque. Sería a la antigua entonces. Sacó de su cinturón dos puñales arrojándoselos al jefe hiriendo sus patas delanteras, después una espada de luz y en cuestión de segundos, dejando como única evidencia a destellos negros moverse con una rapidez asombrosa, derribó al ejército que iba por su cabeza.

Los demás espectadores se callaron aterrados y huyeron a quién sabe dónde, no le importaba, se acercó a su novio y le quitó los pétalos; hasta comprobar su pulso suspiró totalmente aliviado. Hizo lo mismo con la chica y el otro joven, pero ellos ya no contaron con tanta suerte, no había ningún indicio de poder salvarles la vida. Lo cargó de frente y trató de buscar una salida o un camino que lo regresará, aunque con tanto reflejo de colores suaves y la pinta de un mundo hecho de dulce no le ayudaban, estaban perdidos y tampoco sabía cómo contactar al resto cuando destruyó su comunicador por accidente en esa pelea de diez segundos.

Acabó llegando a una especie de castillo gótico custodiado por más mutantes, ja, Arturo le sobraría envidia si lo viese, aunque ni tanto porque parecía de juguete; para no levantar sospechas se fue a un lado tratando de encontrar puntos hábiles, estudiando los frágiles muros de... ¿madera? O algo parecido, las ventanas como de plástico y las lanzas comunes de los guardias. Nota mental: jamás regresar a este mundo y destituirlo del mapa para siempre.

Dejó con sumo cuidado al muchacho sobre el pasto verde menta recargado en la pared trasera del castillo, iba a obtener respuestas a cualquier costo y no llevaría consigo al cerúleo. Dio dos pasos y escuchó quejas y murmullos bajos, regresó de inmediato al ver que su pareja recobraba el conocimiento.

—¿Zun, Zun? ¿Limoncito, estás bien? —preguntó preocupado, el otro se movió como tratando de levantarse o caerse o hacer algo, su cara se puso pálida de golpe y apenas si abrió los ojos.

Veldet...

—¿Qué? —no entendió el susurro de su novio, lo agitó un poquito para que despertara— ¿Zonic?

Blomster...

—¡Zonic! —se asustó al ver que unas espinas surgían de la grama y se prendían en las muñecas del azul, es como si le inyectaran algo, pronto su pelaje se empezó a tornar rosa pastel.

El moreno le quitó esas astillas y lo levantó rápido, entonces el color celeste volvió a su normalidad y el chico se dejó caer en los brazos ajenos, dándole un respiro al mayor, al parecer no podía dejarlo solo. Resopló, buscando un ángulo diferente para atacar o al menos ver quienes estaban en ese castillo; se ideó un plan maestro para infiltrarse y tomar a un rehén lo suficientemente importante como para que esos sujetos los dejarán irse, además de imaginarse a él junto a su pareja ya disfrutar de una semana juntos sin que el tedioso trabajo los separase, llenarlo de piquitos y mimos, quizás hace-
Se alejó de sus fantasías por sentir toquecitos en su cuello, agachó la mirada y vio al policía picarle esa parte con una sonrisa boba y los ojos... ¿rosados?

—Perdón por llegar tarde~ —habló con un tono ablandado y bastante meloso hacia su novio, dejándolo fuera de sí por estar acostumbrado a un tono más robotizado—, ¿estás molesto~?

—No... Para nada, ¿te encuentras bien? —tocó su frente, sintiéndola fría igual a un cubo de hielo, pero con las mejillas sonrojadas, lo que faltaba, un resfriado.

—Sip, muy bien~ —aclaró enrollando sus brazos ante el cuello oscuro, besándolo de piquito hasta convertirse en un beso más prolongado e insistente, disfrutó mucho prendérsele como garrapata.

—Mmm~, amor, no creo que sea oportuno... —dijo entre el beso afirmando su agarre en la cintura del otro para que no se cayera, pudo sentir a las piernas delgadas aferrarse a su torso y las manos revolverle las púas. Bueno, descarta el resfriado.

Punto número uno: ¿por qué tenía los ojos rosas?, ¿dónde quedaron sus hermosas esmeraldas?
Punto número dos: ¿qué le hicieron a su novio? Pareciera que le entregaron una réplica de Prime solo que pervertido y bochornoso, no sentía que fuera su Zonic, ni siquiera actuaba como él cuando tenían relaciones.
Punto número tres: ¿Por qué el cielo se nubló de repente?, ahora el paisaje desmotiva con tanto color opaco y sombrío.
Pudo seguir enumerando más cosas, pero de reojo miró a guardias acercarse para inspeccionar; se alejó con cuidado y sacó tres dagas dispuestas a lanzarlas, calculaba el espacio y tiempo justo para disparar evadiendo el hecho de que cierto erizo se le resbalaba.

Al ver a las sombras casi cerca levantó los puñales y los preparó, de un movimiento hábil alcanzó darles en la cabeza dejándolos tendidos en el suelo obteniendo una victoria. Su sonrisa de superioridad se desvaneció al escuchar un clic de la hebilla de su cinturón, bajó la cabeza y notó al peli-azul deshacerse de él y lanzarlo a un lado con una cara de lujuria viva mientras se encargaba de apartar el pantalón y el bóxer un poco desesperado, entonces se dio cuenta de que al estar hincado las espinas volvieron a incrustársele en los tobillos desprotegidos, cambiándole su tono de pelaje tradicional a un rosita; maldijo internamente a esas mierdas por inyectarle un tipo de afrodisíaco a su bebé.

—¡Espera, espera, aquí no! —trató de apartarlo con la cara ardiendo en vergüenza, mas su cerebro pareció reiniciarse cuando las suaves manos "secuestraron" a su hombría, acariciándola leve.

El problema no era que su amado le diera una oral ahí, sino que escuchaba voces aproximarse, necesitaba urgentemente su cinturón para sacar los cuchillos, pero al chico le importó un comino habérselo lanzado lejos; si tan solo tuviera la misma fuerza de voluntad que el Zonic original, haría a un lado sus manitas e iría por él, lastimosamente, se podría considerar un blandengue por ser incapaz de llevarle la contraria a su pareja pese a lograr someterlo tanto en la cama como en una batalla, así que ni movió un músculo cuando su parte fue acariciada desde el tronco hasta la punta.

En eso se acordó de su arma portátil, una cosita que parecía pistolita de agua y no hacía ruido al disparar, aunque sí era letal, la sacó de entre sus púas y dirigió hacia el lugar donde otros custodios venían; le atinó a dos, no obstante, falló con el tercero a causa de sentir la lengua tibia del menor humedecer su falo y posteriormente el resguardo de la boca contraria; le dio en el hombro al arácnido quien se derrumbó adolorido, tratando de arrastrarse para pedir ayuda al haber encontrado a los criminales de guerra. A duras penas si lograba medio enfocar su puntería, la sensación de abajo le hacía salir de su órbita y desear ver esa imagen obscena de su chico darle una felación como sólo él sabía hacerla: con besos breves y deseosos, una exploración de lamidas desde el origen hasta su glande, y una mamada en donde lograba sentir la frescura de su cavidad bucal.

—Maldición, Zonic, espera... —trató de concentrarse, y fue en vano porque apretó el gatillo antes de tiempo, por fortuna le atravesó la garganta, el punto en contra es que su adorado novio le dio una mordidita suave que le hizo flaquear; al estar medio seguro de que nadie más vendría hacia la parte de atrás, se dedicó a verlo con total atención, acariciando el lóbulo de su oreja como señal de que lo hacía bien—. Pequeño pervertido...

Siguió dándole mimos a su oreja entretanto colaboró con sutiles meneos de adelante hacia atrás, embistiendo sin llegar a ser tosco la boquita de su amor, y éste se la chupaba con todo gusto sin quejarse; importó un rábano cuanto tardaron, una vez el más alto sintió un hormigueo y corrientes descender de su columna, tuvo la idea de apartarse como de costumbre, pero el más joven se lo prohibió, continuando con su acción sin dejar ir a ese trozo de carne tocar una y otra vez su campanilla; no le sirvió de mucho advertirle que se vendría porque por primera vez lo hizo sin sacarlo, quedando en las nubes por unos momentos al haber liberado un inesperado orgasmo que lo condujo a un éxtasis increíble, y después regresó en sí para ver que el otro engulló la mayor parte de su semilla sin vergüenza alguna. Tuvo un flechazo y un sonrojo violento cuando lo vio separarse de su falo y botar algo del líquido que escurría por sus comisuras, dándole un guiño coqueto.

—Bueno, a levantarte de ahí —sostuvo la cintura delgada y la alzó rompiendo a las espinas que se esforzaron por prenderse de nuevo a la piel, el color azul regresó a su normalidad; dejó un piquito en su nariz antes de que por reflejo lo apegara a la pared cercana, percatándose de flechas salir disparadas a todas partes sin un objetivo específico—; ¿no pueden dejarnos en paz?

Gruñó molesto, el cielo "nocturno" no solo estaba lleno de feas nubes grises sino también de flechas, por Chaos, ni que fuera pájaro para estar volando; tenía una mano sosteniendo firmemente al muchacho para que no volviera a tocar el césped y otra recargada en el muro, no había manera de que al comandante se le subiera la calentura de nuevo, o tal vez sí... sus ojos seguían rosa. Mordió su labio frustrado porque los ataques aéreos no cesaban, probablemente el terreno estaba siendo vigilado y por mera suerte no los encontraban aún, le preocupaba eso. Se quedó en blanco al volver a sentir las piernas enrollarse en su cintura bajándole la ropa inferior por completo, en serio no era un buen momento.

—O-oye no creo que-... —cualquier palabra que soltara no era más que un murmullo inentendible para el de (ex) ojos verdes; lo segundo que hizo fue atraerlo por la nuca y besarlo de repente, con unos dedos traviesos que tocaban el borde de su armadura dorada, ¿le estorbaba? No, ese accesorio lo hacía ver mucho más atrayente, aunque si le molestaba que siguiera con la necedad de alejarse—. Vamos... No, es buen momento, nos están buscando...

—¿Importa? Quiero que me hagas tuyo —incluso su voz se agudizó, soltó aquello con tanta casualidad y a la vez imperiosidad que dejó en jaque mate al otro, riendo por verlo tan colorado como sus ojos.

—J-joder... ¿Realmente quieres que nos atrapen por estar de calientes? —preguntó serio, tapándole la boca para que nadie escuchará sus delirios, en vano, al instante sintió unos lengüetazos y unas mordidas en su mano junto a una mirada dócil y suplicante; suspiró rendido ante sus encantos, después de todo era su novio, irreconocible, pero lo era—. Es inútil hablar con tu forma seductora... ¿Verdad?

El policía sonrió satisfecho, retomando el ósculo que está vez sí le fue correspondido; las manos bicolor se pasearon por los muslos azules acariciándolos con cariño, debido a que no traía su uniforme y solo usaba algo como una toga corta y sucia, levantó sin esfuerzo la tela para tocar mejor ese trasero y masajearlo previo a separar sus globos, el simple hecho de hacerlo y que su amante se estuviera restregando con su pecho (y pelvis más que todo) le volvieron a sacar una erección, a esa instancia silenció sus alrededores y se enfocó en su chico y la mirada deseosa que lo incitaba a tomarlo por completo. No sé negaría ante la oferta. Empujó la espalda contraria pegándola por completo a la pared y se acercó para quedar muy juntitos, agarró a su propio miembro posicionándolo cerca de esa abertura en medio de las nalgas celestes e hizo un poco de presión para tratar de ingresar, sin preparación era más difícil hacerlo...

—Oh, sí~ —gimió placentero al sentir como un pedazo de carne palpitante hacía el esfuerzo por entrar a su recto, se aferró a la espalda contraria cuando sintió que eso lograba abrirse mayor paso; al cabo de unos minutos se mordió el labio por ya tenerlo dentro.

Esperó un rato para ver si no le lastimaba, mas el de añil arremetió su espera con un movimiento de cadera que demostraba no querer pausas, tras esa estocada gimió agudo al ver que logró adentrarlo aún más, volvió a repetirlo totalmente excitado, dejándole como única opción al ónix sumarse; lo sujetaba por su retaguardia ayudándole a subir una y otra vez para que cayera justo en su pene, sus embestidas no iban siendo rudas pero tampoco delicadas, un ritmo habitual que les hacía jadear satisfechos porque ese placer era fabuloso, él lo sentía porque esa entrada lo apretaba deliciosamente, joder, de ser así se correría pronto.

De hecho en la mayor parte lo besaba para callar los gimoteos descontrolados y sonoros del más chico, aunque no podía silenciar el vulgar eco que hacían sus pieles chocar creando ese "chapoteo", la adrenalina de saber que podrían descubrirlos incrementaba la experiencia, un éxtasis que los sacó del panorama. Llegó un momento en que sintió las piernas y brazos aflojarse de su cuerpo, y al no escuchar los casi gritos de su novio. Le restó importancia.

—Aprovechado...

Lo hizo hasta que la voz lo sacó de su vehemencia, paró respirando agitado y vio el rostro ruborizado del oficial, notando que éste suspiraba tranquilizando su sistema al por fin estar quieto unos segundos. Es de resaltar que sus ojos volvieron a ser verdes. Zhadow entró en pánico.

—¿Q-qué dijiste?

—Que eres un idiota aprovechado —repitió— luego de que los malditos me dejarán inconsciente soñé que estaba perdido en una pradera, aunque más se parecía al cabello de Zamy... y despierto aquí, contigo, haciendo esto —señaló hacia abajo con algo de incomodidad; esperó despertar en la base con su novio preocupado, no en un sitio desconocido y encima en medio coito.

—Pe-perdóname. Hay una buena explicación solo... Chaos, no te muevas, acabaré con esto —susurró con la idea de salir de su pareja, fue detenido cuando una mano le frenó apretando su hombro con brusquedad haciéndole estremecer.

—Comprométete con lo que iniciaste, erizo —pese a su reclamo molesto y el típico ceño fruncido, el moreno lo acomodó mejor y le llenó la cara entera de piquitos, luego bajó a sus hombros con suaves besos y de último a morder levemente su cuello, entonces consiguió ablandar el genio del jefe y que se riera, es como si el rojinegro fuese un minino rogando su atención; tomándole de las mejillas se acercó a darle un beso tierno, pintando sus pómulos de un rosa bonito por la vergüenza—. Sí, también te quiero. Y sabes que me gusta cuando me haces el amor...

—Al menos has vuelto a la normalidad, hmph, estaba acostumbrándome a que fueras más expresivo —antes de que lo golpeara fue más rápido y volvió a penetrarlo, Zonic jadeó por imprevisto llevando sus manos a la pared como buscando soporte, gruñó por lo bajo.

—¡Ngh~! ¿Q-qué tanto se supone que hice...? —escuchó risillas provenientes del pelinegro e hizo que se sintiera estúpido, patético, ofrecido, de todo, para que terminará así debió comportarse fatal.

Echó la cabeza a un lado-arriba cuando la dentadura fina empezó a llenar su pecho de mordiscos y chupetones, su novio tendía a ser muy celoso y posesivo cuando hacían su "ritual amoroso" (como le decía Zhadow) no dejaba parte sin marcar. Nada de esto estaba en el plan original: que su novio lo estuviera haciendo gozar con cada una de sus estocadas y que evidenciara su pertenencia con mordiditas y succiones, que estuvieran en un lugar remoto, que un montón de flechas adornarán el cielo... y que por alguna razón estuviese contraminado a una pared que parecía querer desplomarse, diablos, le empezaba a doler la espalda. Un recuerdo le pasó volando, chilló involuntariamente.

—¿Pasa algo? ¿Fui muy brusco? —se detuvo y lo miró, notando que su azul estaba afligido— ¿Zon?

—Mi comida... Se volvió a enfriar...

—Tenemos un microondas, no te preocupes —dijo comprensivo— y, esta ha sido la mejor experiencia que ambos hemos tenido en uno de nuestros festejos... Si tan solo no hubiera un ejército buscándonos, claro. Pero realmente me gusta estar así contigo, demostramos cuánto nos amamos... Tú eres mío y yo soy tuyo. Te amo mucho, Zon —mencionó ruborizándose, evitando el contacto visual por hablar de lo más sincero, entonces sintió un nuevo abrazo.

—Eres adorable, cariño~ —ronroneó, colgando sus bracitos de fideo alrededor del cuello negro para atraerlo y darle un ósculo no solo francés, sino también descargando su amor; no sería hasta después de un largo rato en que terminó por correrse ensuciando el uniforme nítido y su "vestido" de pordiosero, exhaló perdido, posteriormente su amante hizo lo mismo y le hizo ver estrellas por un rato; cuando creyó que terminaron, el vetado sacó su hombría, dándole una sonrisa coqueta y ojos seductores, antes de voltear su cuerpo y que ahora su mejilla estuviera pegada a esa textura rígida mientras su novio se apropiaba de sus partes íntimas—. Carajo, Zhadow, ¿en serio quieres más?

Preguntó aún sabiendo la respuesta.

Todos los oficiales estaban realmente preocupados porque los dos erizos más fuertes llevaban desaparecidos ya dos días enteros, la isla había sido inspeccionada de arriba a abajo incluso con visión térmica, nada, el cuartel estaba hecho una maraña de nervios al suponer que les había pasado algo malo. Zilver y Zamy fueron de nueva cuenta a visitar al científico mayor para ver si encontraba algo, teniendo como respuesta una negativa y más decepción al ver que los esfuerzos no parecían rendir frutos.

A mediodía, y como si se hubieran escuchado sus plegarias, un anillo transportador acaparó la atención en la sala principal, de inmediato todo el personal presente se dirigió allí y se permitieron gritar aliviados y felices de ver a sus líderes sanos y salvos, casi, porque limpios no estaban. El mayor de ellos con el uniforme arrugado y desordenado, como si se lo hubiese puesto a prisas, y el otro con harapos descosidos de color blanco y beige; ambas pieles llenas de picaduras y mordeduras de animales, o era lo que suponían los demás.

—¡Gracias a Chaos! ¿¡Están bien, alguien los secuestro, se perdieron!? —la primera que se acercó fue Zamy, seguida de Zilver, Zespio, Zally, Zector... media base los abrazaba cortándoles el oxígeno, no fue hasta que el zorro adulto los separó del dúo.

—Los hemos estado buscando como locos, ¿se puede saber en dónde se metieron? —preguntó con recelo, esperando una excusa verídica o por lo menos creíble, aunque estaba seguro que obtendría la segunda.

Ambos se vieron entre sí, entonces Zhadow lo abrazó por los hombros y lo apegó a él de forma cariñosa y protectora—. Estuvimos disfrutando de nuestro aniversario, ¿por qué?

Zonic se cubrió la boca para no reír cuando vio la cara desfigurada del coraje que puso su mentor al escuchar eso, ahogando una carcajada cuando el grupo se confundió sin entender aquello. Zails era respetuoso con su vida privada, pero seguía sin aceptar su relación por completo, y eso que dijo Zhadow solo le prendió leña al fuego; es que su novio tenía una forma tan indirecta-directa de decir las cosas... Ah, bueno, igual así lo amaba, y quiera o no "celebrar" de esa forma su quinto año de noviazgo le resultó inolvidable.

Admitámoslo, a la mayoría se nos olvido que este libro existía (me incluyo y eso que soy la autora, ptm). ¿Qué fue, un año? Mancheees, mis bloqueos si me agarran bien feo x,d

Y les apuesto a que se quedaron con cara de ª cuando no vieron el capítulo 1 ser publicado de primero, y como dije en el apartado introductorio como nota reciente, las partes se publicaran conforme vayan saliendo, así tipo pan caliente, no importa si es el número 5 y luego el 24 y se pasa al 17, lo decidí de esta forma para que no me pase lo de la otra vez, que por sacar capítulos apresurados al que yo quería terminaba haciendo desmadre a los otros, por lo que ahora me tomaré el tiempo de mirar a cada uno sin respetar el orden (estudio leyes y me importa un pepino las leyes, ajuas 😎)

Admito que me va a costar un poquito readaptarme al smut, ya que últimamente le he metido ganas al angst, literalmente con SOLO LA REVISIÓN, porque no cambié este cap si se dieron cuenta, me anduve muriendo de risa y cringe más de media hora, JAJAJAJA, como que me gusta burlarme de mí misma XD

Aún así trabajaré duro para hacer algo decente, quiero que este remake supere al anterior y deje algo fresco y traumático en ciertas ocasiones (?

Muchas gracias a todos los que se han tomado el tiempo de espera y aún continúan, mil gracias por su apoyo, nos leemos pronto ❤️✨

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