━Capítulo Siete

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❝ 𝐂𝐑𝐄𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐍𝐎𝐒𝐎𝐓𝐑𝐎𝐒 𝐒𝐎𝐌𝐎𝐒
𝐋𝐎𝐒 𝐌𝐀𝐋𝐎𝐒 ❞






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〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟕☼︎༄.✰ 〙
–— decisiones —–

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DESPUÉS DE LO SUCEDIDO LA NOCHE ANTERIOR, RYLIE NO PUDO DORMIR TRANQUILA. La rubia tenía pesadillas con caminantes invadiendo su tienda de campaña pero todo empeoraba cuando en estas aparecían zombies atacando a su hermano. Aquello la despertaba con el corazón casi saliendosele del pecho.

Rowan se despertaba asustado cuando ella se removía y susurraba cosas, solo la abrazaba con fuerza y acariciaba su cabello amorosamente mientras le decía por lo bajo que él estaba con ella y que solo era producto de su imaginación.

En la misma tienda donde estaban los niños se encontraba Glenn, quien luego de eso támpoco pudó dormir bien al igual que el resto. Velaba el sueño de los pequeños y vigilaba que no aparecieran caminantes o algo por el estilo.

De echo nadie había podido dormir tranquilos luego de lo sucedido. Casi todos estaban preocupados por Andrea, quien esa noche perdió a su hermana y permaneció abrazando y llorando sobre el cuerpo de Amy desconsolada.

Cuando la luz del sol estuvó sobre ellos parecía que sería un buen día y puede que lo seria pero, la sangre por todos lados e incluso por el suelo no era algo que se viera bien. Ademas de que cientos de cuerpos de caminantes estaban por todos lados asustando a todos.

Los adultos no quisieron que los niños
se involucraran o vieran aquello asi que creyeron que estarían mejor en la casa rodante de Dale mientras Rowan, quien era el mayor de ellos los supervisaba.

Eso les daba tiempo al resto de los adultos para encargarse de todos esos caminantes que estorbaban en el piso y echarlos al fuego para no dejar rastro.

—No hablas en serio. No podemos depender de ella —rebatía Daryl a Rick visiblemente molesto por la decisión —. La chica muerta es una bomba de tiempo.

—¿Qué sugieres que hagamos?

—Pegarle un tiro limpio en el cerebro desde aquí. Es imposible que falle desde esta distancia.

—No, solo dejanla en paz —intervinó Lori con cansancio dejandose caer en uno de los viejos asientos.

Todos se miraron entre si confusos
por lo que sucedería o lo que harían ante dicha situación. El arquero solo
los miró molesto y se alejó del resto
con un talache sobre el hombro para
ir a rematar a cualquier caminante.

Rápidamente Daryl incitó a que los demás continuaran su trabajo y con la ayuda de Morales se disponía a tirar un cuerpo al fuego pero, Glenn lo detuvó.

—Oigan, ¿que están haciendo? Aquí
van los zombies —exclamó molesto señalando otra parte del campamento —. Nuestra gente va allá.

—Todos están infectados.

—Nuestra gente va en esa fila de
allá —insistió el coreano sintiendo sus ojos cristalizarse a la vez que los obligaba a detenerse —. Nosotros no los quemamos los enterramos, ¿entienden? Nuestra gente va en esa fila de allá.

Daryl se quedó callado por unos pocos segundos y haciendo caso omiso con la ayuda de Morales arrastró el cuerpo a la fila que señalaba el coreano.

—Lo que va, vuelve.

—¿Por qué no te callas? —soltó Shane cansado de tanta insensibilidad y malos tratos por parte del arquero.

—Abandonaron a mi hermano. Lo tienen merecido —respondió Daryl señalando a la distancia con enojo mientras se alejaba del lugar.

Mientras tanto por otro lado Jim se disponía ayudar a Jacqui para remover un cuerpo de uno de los suyos cuando notó algo que llamo su atención justo en la camisa del hombre.

—¿Estás sangrando?

—Solo me manche con la sangre de los cuerpos —respondió Jim arrodillandose para ayudarle, restandole importancia al asunto.

—Esa sangre es fresca —recalcó la morena con firmeza, mirandolo seria —. ¿Te mordieron?

—Me hice un rasguño en el ataque.

—Te mordieron.

—Estoy bien...

—¡Muestrame, Jim! —exijió Jacqui poniendose de pie para encararlo.

—No les cuentes, por favor —musitó
el hombre mirando a su alrededor un tanto preocupado.

—¡Lo mordió, un zombie mordió a Jim!

En cuanto aquellas palabras salieron
de la boca de la mujer todos se pusieron de pie para ver a su compañero y de la nada empezaron a acercarse, dejandolo acorralado.

—¡Vamos, muestranos!

El hombre al ver a tantas personas rodeandolo se asustó y tomó una pala que estaba en el suelo listo para actuar si debía defenderse.

—¡Atrapenlo!

—Tranquilo, Jim —pidió Shane intentando calmarlo al verlo amenzarlos con la pala —. Baja eso.

Pronto T-Dog, quien estaba atrás de
él lo aprisionó entre sus brazos para
que no cometiera una locura.

Rápidamente Daryl se acercó presuroso y subió la camisa de Jim rebelandado la mordedura del caminante en su vientre. Claramente se veía que era reciente.

Ambos lo soltaron y se alejaron oyendo como Jim no dejaba de repetirles que se encontraba bien. Todos se miraron entre si de nueva cuenta compartiendo una mirada de preocupación, ahora tenían otro problema más con el que lidear.








































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—Demosles un hachazo en la cabeza a
él y a la chica muerta y acabemos con esto —sugirió Daryl con decisión a sus compañeros.

—¿Te gustaría eso? ¿Qué te hicieran eso?

—Sí, se los agradecería.

—Odio decirlo, nunca pensé que lo
haría pero creo que Daryl tiene razón
—comentó Dale creyendo que se estaba volviendo un loco por darle la razón.

—Jim no es un monstruo, Dale —
se apresuró a decir Rick buscando las palabras correctas —. Ni un perro rabioso.

—No digo que sea eso...

—Está enfermo. Es un hombre enfermo —continuó diciendo el sheriff alzando la voz exaltado por la insensibilidad —. Si vamos por ese camino, ¿dónde ponemos el límite?

—El límite está muy claro. Tolerancia cero para los zombies o futuros zombies —recalcó Daryl cansado.

—¿Y si podemos ayudarlo? Escuché que el CDCE está buscando una cura.

—Yo támbien lo escuche antes de que
el mundo se fuera al infierno —comentó Shane con gracia cruzandose de brazos.

—¿Y si el CDCE sigue funcionando?

—Amigo eso lo dudo mucho.

—¿Por qué? Si queda algo del gobierno, si hay alguna estructura protegeran al CDCE a toda costa, ¿no lo crees? Creo que es nuestra mejor oportunidad —explicó Rick intentando persuadir a su amigo y al resto —. Refugio, protección, rescate...

—Está bien. Tú quieres esas cosas, ¿no? Yo támbien —empezó a decir Shane algo exhaltado, interrumpiendolo —. Si existe está en la base militar Fort Benning.

—Está a kilometros en la dirección contraria —comentó Lori creyendo que era una locura.

—Exactamente. Y está lejos de la zona
de riesgo. Escuchenme, si sigue en pie tendran muchas armas y estaremos a salvo ahí —explicó el ex policia con la mirada puesta en sus compañeros, logrando que lo reflexionara.

—Los militares estaban al frente de esto.

—Los sobrepaso...

Mientras los dos amigos discutían sus diversas estrategias para mantener al grupo a salvo, a unos cuantos metros Jim escuchaba todo pensativo. Por otro lado, Daryl se debatía en ir y acabar con esto.

—El CDCE es la mejor elecció y la única oportunidad para Jim —insistía el hombre decidido ya sintiendo furia por la falta de apoyo de su amigo.

—Tú ve a buscar aspirinas. Haz lo
que quieras —comentó Daryl cansado mientras se alejaba del resto con su talache en mano —. Alguien debe tener agallas para hacerse cargo de...

Antes de que Daryl pudiera si quiera tocar a Jim, Rick lo detuvó al instante apuntandole a la cabeza con su arma cargada.

—No matamos a los vivos.

El hombre bajó la herramienta de jardineria mirandolo de mala forma, simplemente no le agradaba.

—Es gracioso que me lo diga alguien que me está apuntandome a la cabeza.

—Podemos dicentir en muchas cosas pero no en esto —comentó Shane ya mas tranquilo, teniendo la atención de Daryl —. Suelta el pico, anda.

Daryl simplemente dejó clavada la herramienta en el piso a un lado de la casa rodante de Dale y se fue molesto.

Rick rápidamente se acercó a Dale y lo ayudó a ponerse de pie apesar de como se sentía fisicamente.

—Ven conmigo.

—¿A dónde me llevas? —exijió saber
el malherido hombre siendo sostenido de los hombros por el sheriff.

—A un lugar seguro.




















































































——— ✮✧☾✧✮ ———
































—¿Por qué creen que gritaban allá afuera? —preguntó Sophia subida en un asiento intentando espiar por una de las ventanas sin exito.

—Vas a caerte, Sophia —aconsejó
Rowan apartando la vista de su libro para supervisar a la niña.

La rubia se bajó de donde estaba parada y tomó asiento ligeramente molesta poque ni siquiera pudó saber porque gritaban tanto allá afuera.

Carl estaba en el asiento de enfrente a las niñas repartiendole a cada una sus siete tarjetas para jugar Uno. Un juego de cartas que Dale les dió luego de que las encontrará en uno de los cajones.

Al menos jugar los haría mantenerse ocupados de no pensar en lo que estaba pasando. Aunque no eran tontos como para no darse cuenta.

Rowan por su parte intentaba hacer como que no pasaba nada para que no se asustaran más de lo que ya estaban.

Claramente esos gritos eran de Daryl, Rick y Shane. Y por lo que alcanzaba a escuchar están indecisos con respecto a lo que harían ahora con todo esto.

—¡Oye, no es justo! —exclamó Rylie molesta al ver que Carl le puso como tres más cuatro junto a Sophia —. Rowan eres mi hermano, diles algo.

El rubio se encogió de hombros sin saber que decir y continuó leyendo su libro, dejandolos que ellos se las arreglaran como pudieran.

—Anda, deja de llorar bebita y come tus cartas —se burló el castaño haciendole una mueca.

Rylie de mala gana comenzó a tomar varias cartas y mientras lo hacía miraba a Carl como si le quisiera sacar los ojos del coraje. Poco le falto para dejarlos sin cartas de tantas que agarró.

—Genial, ahora tengo este montón. Te odio, Grimes.

—Asi es esto de los juegos, rubia —contestó encogiendose de hombros mientras veía sus cartas con una cara
de traquilidad enorme —. Aunque si te sirve de consejo podrías ser una buena perdedora.

—Habló el maestro de los juegos de azar. Ahora verás de que soy capaz...

























































——— ✮✧☾✧✮ ———












































































Entre varios miembros del campamento logran cavar algunas tumbas en las que descansarian sus compañeros fallecidos.

Cavar bajo el sol infernal no era la mejor actividad del mundo pero, al menos sus cuerpos no estarían dispersados por el suelo a la vista de todos. Cerca de donde Jim cavaba se dispusieron a continuar.

Daryl llegó en una camioneta con
varios cuerpos en ella, listos para ser enterrados. Rápidamente bajó del vehículo y se acercó a sus compañeros.

—Es un error no quemar todos los cuerpos. Dijimos que hariamos eso, quemarlos todos. ¿No era la idea?

El resto del campamento venía atras de él a pie para ver lo que sucedería a continuación.

Rylie no recordaba haber asistido a un funeral así que ni sabia exactamente que se hacia en estos casos. Casi siempre lloraban pero no podría llorar por varias personas que no trató del todo ni que no la conocia. Ni siquiera recordaba haber llorado por sus padres, estaba en shock como para poder reaccionar al instante.

—Al principio —respondió Rick sin dejar de lado su trabajo.

—El chino se pone sentimental —comentó Daryl con molestia mirandolos escabar como si nada —. Dice que no lo hagamos, ¿y le hacemos caso? Esta gente debe saber quien diablos manda aquí y cuales son las reglas.

—No hay reglas...

—Ese es el problema —interrumpió
Lori acercandose al grupo con su hijo tras de ella —. No tuvimos ni un minuto para mantener nuestras costumbres. Necesitamos un tiempo de duelo y enterrar a nuestros muertos. Eso hace la gente.

Todos guardadon silencio y escucharon atentos. Tal vez Lori tenía razón y lo que necesitaban era darles por lo menos a los muertos un entierro digno.

Después de unos cuantos minutos llegó la ahora de enterrar los cadaveres. Con esfuerzo y tristeza, Andrea acercaba el cuerpo de su hermana fallecida para ponerlo en la tumba que hicieron.

Dale quería ayudarla, pero la rubia
se negaba a recibir su ayuda. Estaba dispuesta a hacer esto sola.

El resto de los miembros del pequeño campamento solo veían melancolicos la escena. Rylie se mantenía tranquila a un lado de su hermano, quien al igual que Lori tallaba sus ojos. No le gustaría pasar por algo parecido y sin querer ya estaba apretando la mano de la rubia entre las suyas.

Después del entierro de Amy todos volvieron de nuevo al campamento la rubia desacelero el paso al ver que Carl venía con una cara de tristeza venía un par de metros más atrás mientras que sus padres parecían hablar a lo lejos.

—¿Todo bien, Grimes?

El castaño se talló bruscamente lo que parecían ser lagrimas, no quería que una niña lo viera llorar y menos si esa niña era Rylie Everson. La rubia no supó con exactitud que hacer y actuando por impulso tomó su mano dandole un suave apretón que lo tomó por sorpresa.

—¿Crees que la vida que nos espera solo es sufrimiento y muerte? No quiero ver a nadie más morir.

—Nadie va a morir aún, tu papá nos
va a proteger —animó Rylie dandole una sonrisa reconfortante —. Él no dejará que nadie más muera. Ten algo de fe.

—Tener fe no siempre cambia las cosas, Everson.

Más tarde el resto de los sobrevientes
se encontraban reunidos alrededor de la fogata. Esperando a los demás. Mientras tanto la menor de los Everson estaba en el suelo dibujando en la tierra, quería de alguna manera animar a Carl. Por más que odiara que fuera molesto a veces no se acostumbrara a que no dijera nada.

No tardaron mucho en aparecer Shane, Rick y Dale después de estar un rato supervisando los alrededores para que no entrara al lugar algun zombie.

—Estuve pensando en el plan de Rick —comentó Shane con las manos en sus caderas llamando la atención de todos —. Oigan, no hay garantías en ningún caso. Soy el primero en admitirlo. Hace mucho que conozco a este hombre. Confio en su instinto. Creo que lo más importante es que todos estemos juntos, asi que los que esten de acuerdo salimos mañana a primera hora. ¿Está bien?
























































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—Muy bien gente, escuchen. Para los que tengan radio estaremos en el canal cuarenta —empezó a decir Shane a sus compañeros, frente a todos con un tono mandón —. No lo usen para conversar, ¿está bien? Si tienen un problema y no tienen radio, señal o lo que sea toquen
la bocina una vez. La caravana se detendra. ¿Alguna pregunta?

—Nosotros no vamos a ir.

En cuanto aquel comentario salió de
los labios de Morales todos lo miraron. Algunos confusos y otros lo entendía.
No se les obligaba a ir, cada quien elegía lo que cree conviniente hacer.

—Tenemos familia en Birmingham, queremos ir con nuestra gente —explicó Miranda Morales, la esposa del hombre con un tono melancolico mientras abrazaba a su hija.

—Van por su cuenta. Nadie les cuidara la espalda.

—Correremos el riesgo. Hare lo mejor por mi familia.

—¿Seguro?

—Ya lo hablamos —respondió el latino en voz baja mirando a su esposa y luego a Rick con decisión —. Estamos seguros.

Después de eso ambos amigos empezaron a hacer calculos en cuanto
a las rutas que tomarían y a buscar posibles soluciones si acaso se les presentaba algún imprevisto.

Luego de revisar hasta el más minimo detalle el sheriff se acercó a Morales y le entregó una pistola cargada. Creía que era mejor prevenir que lamentar. Shane tambien le entregó varias municiones.

—La caja esta por la mitad.

Rápidamente varias personas, entre ellas Lori seguida de Carol y Sophia se acercaron a despedir a los Morales. Era poco el tiempo que se conocieron pero, ya se sentian todos parte de una familia que solo el apocalipsis pudó formar.

Los Everson solo miraban desde el automóvil en el que estaban sentados,
o al menos Rylie quien estaba junto a Carl. Si bien no habían conocido a fondo ni tratado a los Morales les desearon suerte y esperaban que estuvieran bien.

Con tantas despedidas Rylie cada vez
se sentía más sola. Ni siquiera sabia si Morgan vendría y eso que les prometió a ambos que los alcanzaría pronto.

—Canal cuarenta si cambian de
opinión, ¿está bien? —repitió Rick recibiendo un asentimiento por parte del hombre.

Los demás vieron partir a sus antiguos compañeros a sus autos, listo para irse. Realmente esperaban que lo lograran.

—¿Por qué piensas que que nuestras posibilidades son mejores? Vamos.

Rick solo miró alejarse a su compañero algo confuso luego de escucharlo decir aquello.

—¡Adelante, nos vamos!

Dejar el campamento era extraño. Volver a la ciudad lo era. Ya no era algo que todos quisieran, era algo malo si no sabías moverte con cautela.

Una vez todos estuvieron en los
autos la autocaravana de Dale se pusó en marcha y los demás con él.

Rylie miraba con una cara triste el lugar del que poco a poco se alejaban. Aunque no iba a negar que los campos verdosos que atravesaban al entrar a la carretera eran preciosos. Perfectos para correr en la hierba fresca o ver animales pastar.

Los hermanos Everson iban en la camioneta con Rick y su familia incluyendi a las mujeres Peletier.

El sheriff no quisó dejarlos ir en la autocaravana pues no creía conviniente que vieran o escucharan los gritos de dolor de un agonizante Jim. Además de que les tomó cariño y estaba dispuesto a protegerlos como si fueran sus hijos.

—Veo, veo algo verde.

—Pasto —respondió Carl cansado del mismo juego aburrido mientras miraba mal a la rubia —. Este juego es tonto y ya me aburri. No quiero jugar más.

—No seas aguafiestas, Grimes —comentó Rylie dandole un golpecito divertido en el hombro —. No es divertido si no juegas. Prometo que esta vez será más divertido.

Carl la miró con los ojos achinados
casi queriendola lanzar por la puerta
del auto.

—Rick, tu hijo de nuevo esta dandome esa mirada de "voy a lanzarte por la puerta".

—Ya te dije que seas mas amable con Rylie, hijo —pidió Rick con voz calmada sin apartar la vista del volante —. Rylie solo trata de ser amigable contigo.

Instantaneamente una sonrisa malevola se dibujó en el rostro de la niña y le sacó la lengua victoriosa. Era algo molesto de digerir que de pronto ya no era el hijo favorito de su padre y una niña rubia de caracter fastidioso llegará a su vida y se adueñara de sus padres como si nada.

—Veo, veo a una rubia fastidiosa de ojos azules.

Ambas niñas se giraron a ver a Carl confusas. Las dos eran rubias y tenian los ojos azules.

—Sophia tú no eres molesta, Rylie si.

—Eso dolio, Grimes —respondió ella haciendo una mueca divertida fingiendo indiganción —. Solo espera a que sea de noche, abrire la cajuela y te tiraré.

El castaño soltó una risa que contagió a la niña y pronto a todos los que iban en el automóvil.

Al menos ahora sonreía.














































































































































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Rylie veía dormir atenta a Carl, le parecía gracioso verlo dormir recargado en su hombro. Sus gestos resultaban graciosos, arrugaba el entrecejo como si algo le molestara y quizás pensó que incluso en sus sueños seguía peleando.

Se entretuvó contando las ligeras pequitas en gran parte de su nariz y mejillas hasta que de pronto aquel castaño se removió inquieto. Al ver que estaba considerablemente cerca de ella se alejó con las mejillas sonrojadas.

—¿Acaso me dormí?

—Eso parece, pequitas —respondió
Rylie antes de arrugar un poco la nariz divertida —. Poco más y me babeas.

—Perdón, que pena...

—Era broma, Carl.

Y esa fue la primera vez que Rylie decía su nombre sin algun apodo de por medio ni con algun sentimiento de molestia.

Carl la miró reír en voz baja sintiendo de nueva cuenta lo que fuese que hacia que su estómago se revolviera de nervios y a la vez de una emoción destellante.

No paso mucho antes de que se detuvieran cuando la autocaravana de Dale hizó las señales dando a entender que algo iba mal.

—Te dije que no llegariamos muy
lejos con esa manguera, necesitabamos
la de la furgoneta —reprochaba Dale a Rick viendo como del motor del vehículo salía un montón de humo.

—¿Puedes repararla?

—Es lo que vengo haciendo hasta ahora. Es mas cinta aislante que manguera y no me queda cinta.

—Veo algo más adelante —informo Shane viendo a traves de unos binoculares —. Una gasolineria con suerte.

—Oigan, Jim está muy mal —se apresuró a decir Jacqui con una expresión de preocupación en su rostro bajando del vahículo —.  No se si va a poder aguantar.

—Rick, ¿quieres quedarte aquí? Yo avanzaré un poco y veré si traigo algo.

—Si yo támbien ire —interrumpió T-Dog luego de escuchar a Shane entretenido con los binoculares —. Te ayudare.

—¡Oigan, esten alerta. Volvemos enseguida!

Cerca del automóvil se encontraban
los tres niños supervisados por el adolescente. Sophia y Rylie jugaban tranquilas cada una a lo suyo. Sophia jugaba con sus muñecas mientras que la otra rubia parecía entretenida con los pequeños bichitos de la carretera.

Carl, siendo un curioso como siempre se acercó a ella por detrás logrando hacer que se espantara. Él solo sonrió timido y se pusó en la misma posición oara ver.

—¿Por qué los atrapas?

—Quiero tenerlos de mascotas —respondió Rylie con una sonrisa alegre viendo a la mariquita recorrer su mano.

—Es imposible, papá no te dejara ir con todos esos bichos.

—Puede que no, pero aún quiero verlos. Solo miralos —comentó ella acercandose su mano a la de su compañero para dejar en esta al bichito —. No te hara daño solo mira lo linda que es, ¿no?

El niño observó maravillado al insecto minuatura recorrer su mano sin hacerle ningun daño. La mirada de Rylie estaba llena de gozo, le enseñaba a su amigo algo precioso.

—¿Sabes, Carl? Yo creo que nosotros somos los malos —comenzó a decirle con voz calmada viendo al animalito aún en la palma de su mano —. Lo único que hacemos es pelear, destruir los habitats de los animales, matarlos para comerlos y dañamos nuestro planeta. Quizás por eso comenzo todo esto...

Sin proponerselo, Rowan a unos pocos metros escuchó con atención aquella vaga conversación entre su hermana y el pequeño Grimes. Era impresionante como una nila de apenas doce años se esmeraba en hablar con la madurez que lo haría un adulto responsable.

El apocalipsis había obligado a crecer
a los Everson. Rowan ahora era como un padre lara Rylie y ella debía pensar en las consecuencias y buscar soluciones a los problemas que se presentaran en el camino en caso de que él no pudiera estar para cuidarla. Aunque ningun niño estaba preparado para madurar con tanta rápidez.

Lastimosamente así eran las cosas.

Unos cuantos minutos después su animada charla se vió interrumpida con la llegada de Lori, quien les informó que era hora de volver a la camioneta e irse.

No tenían idea de a donde se dirigían con exactitud pero confiaban de manera ciega en el instinto de Rick y sabían que probablemente todo mejoraria.

Ese día no solo le dijeron ádios a lo
que podría ser un intento de vida tranquila si no que con ello dejaban a Jim támbien. El hombre sabiendo que no iba a resistir más antes de enloquecer les pidió que lo dejaran en un árbol y que continuaran su camino sin él.

Fue en ese momento que Rylie Everson comprendió que las personas siempre en su vida serian pasajeras. Un día los tenías y al otro desaparecian. A lo largo de su vida perdería amigos, familia y demás pero era parte de este mundo.

Este mundo ya no les pertencía y por ello llegarían al CDCE sin importar que, tenían un futuro que los esperaba.


















































































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SEPTIMO CAPÍTULO PUBLICADO

Hellou, volví con más actualizaciones. He estado con tanta inspiración que en menos de un mes termine casi un acto. I'm sorry but not sorry <3

¿Qué les parecio? Quite algunos dialogos entre los personajes para darles los suyos a la parejita principal. Aww, los amo a los dos.

Preparense porque el siguiente capitulo es el último de la primera temporada y se nos viene drama. Eso seria todo por hoy. Si desean pueden agregar el fic a sus listas de lectura, de igual forma algo que apreciamos los escritores son los votos y comentarios.

Ya saben si quieren seguirme en Wattpad o en mis redes sociales en mi bio aparecen (vivo activa en tt). Lxs adoro y a ti personita que se quedo hasta el final GRACIAS por tomarte la molestia de leer, espero verte en los próximos capitulos. Besitos 💘













































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