❜ ⌗ 02

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜

Jay aprovechó y se levantó del suelo para separar a los dos.

—Venga, vamos. Quien de los dos sepa arreglarlo.

—Pero... si el reto es de Hee... —habló RiKi, pero JungWon le volvió a tapar la boca.

—Obviamente voy a ir solo a supervisar de que este inepto sepa arreglar eso. No me quiero morir de frío. —dijo SungHoon, siguiendo a Jay.

HeeSeung rodó los ojos.

"Si tan solo pudiera callarte la boca. Lo daría todo", pensó el rubio, caminando detrás de SungHoon y Jay, quienes los dirigían al segundo piso de la casa.

Una vez arriba, Jay se acercó a la puerta y la abrió, revelando unas escaleras que conducían hacia el ático.

—El calentador está subiendo las escaleras. No tiene pérdida. —comentó, apoyando la espalda en la pared mientras se cruzaba de brazos.

—¿Ya arreglaron eso? —la voz de Sunoo se escuchó en el pasillo y los tres se giraron para mirarlo. —¿Por qué se tardan tanto? Hace frío.

HeeSeung soltó un suspiro y subió las escaleras, mientras Sunoo se acercaba y observaba cómo la silueta del rubio desaparecía escaleras arriba. Miró a SungHoon y sonrió con malicia.

—¿No que ibas a asegurarte de que lo arreglara bien? ¿Qué haces aquí y no entras? —empujó a SungHoon por la espalda, haciendo que el pelinegro forcejeara.

—¿Qué? Sunoo, espera... —pero antes de que SungHoon pudiera girarse para salir, Sunoo cerró la puerta y el sonido de la cerradura hizo que su corazón diera un vuelco. — Mierda, no. ¡Sunoo! ¡Abre!

—¡No! —gritó desde afuera.

SungHoon golpeó la puerta con fuerza y forcejeó con la perilla, pero esta seguía con seguro.

⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜




⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜

—¡Sunoo! Abre la maldita puerta. —sintió que su respiración se aceleraba. —NO ME PUEDES DEJAR AQUÍ ENCERRADO CON ESTE IDIOTA.

—¿Idiota? ¿Por qué siempre vives insultándome? —la voz de HeeSeung llegó a los oídos de SungHoon, quien se giró para mirar escaleras arriba, donde se encontraba el rubio de brazos cruzados.

—Nos dejaron encerrados, ¿por qué no bajas y me ayudas a abrir? —dijo enojado el pelinegro, forcejeando nuevamente con la perilla. —¡SUNOO! —gritó y pegó su oreja a la puerta tratando de escuchar afuera. —No escucho nada. ¿Se fueron?

HeeSeung bajó las escaleras renuentemente y apartó a SungHoon de la puerta. Buscó en sus bolsillos su billetera, pero al no sentirla, se llevó la mano a la frente.

—Mierda.

—¿Qué? ¿Qué pasó?

—Dejé mi billetera y mi teléfono abajo. —comentó HeeSeung.

"¿Me estás jodiendo? ¡NO PUEDO QUEDARME CONTIGO AQUÍ!", pensó SungHoon, sintiendocómo su corazón se aceleraba cada vez más ante la cercanía de HeeSeung.

—¿Traes tu billetera? —preguntó HeeSeung.

SungHoon revisó sus bolsillos, sintiéndose ansioso con la esperanza de encontrarla, pero fue inútil. Levantó la mirada hacia el rubio, quien esperaba pacientemente, y negó.

—Joder. —se quejó el rubio, golpeando ligeramente la puerta. —¡KIM SUNOO! —llamó, alzando la voz y asustando a SungHoon.

Ante la reacción del pelinegro, este pasó saliva y apartó la mirada hacia las escaleras. Se alejó de HeeSeung y subió los escalones, sintiendo cómo la mirada confusa del rubio lo seguía.

SungHoon se atrevió a subir las escaleras, y una vez arriba, observó el pequeño espacio. Se dio cuenta de que no había ningún calentador, solo muchas cajas y HeeSeung sentado en el suelo con la espalda apoyada contra la pared.

—¿Solo te vas a sentar?

—¿Qué quieres que haga? No puedo partir la puerta, Park. —respondió Hee Seung sin mirarlo.

—Tú no, pero yo sí. Y voy a buscar algo para romper la perilla. —avanzó el pelinegro hacia las cajas, atrayendo la atención de HeeSeung, quien se acercó y le agarró las muñecas.

—Sé que detestas estar conmigo, pero ya abrirán. Solo es parte de sus juegos. —habló HeeSeung, mirándolo, lo que provocó que SungHoon se quedara sin habla.

—Lo dices tan tranquilamente... —se soltó del agarre. —Hace demasiado frío aquí, quiero irme.

—Créeme, yo también. No quiero esperar más aquí. Pero parece que nos han gastado una broma. ―rió HeeSeung.

SungHoon levantó una ceja y lo miró enojado.

—¿Te parece gracioso? ¿En serio? —se cruzó de brazos el pelinegro, indignado.

⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜


⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜

Al cabo de unos minutos, SungHoon aún estaba sentado, abriendo cajas, mientras HeeSeung permanecía con los ojos cerrados y la cabeza apoyada contra la pared. Se abrazaba a sí mismo debido al frío, y ya empezaba a verse el vapor de su respiración. SungHoon soltó un suspiro y cerró la caja al no encontrar nada útil. Divisó una caja cerca de HeeSeung, y estando en una pequeña repisa, se acercó hacia ella con sigilo, sintiendo cómo el frío se aferraba a su piel con más intensidad en cada paso. Estirándose para alcanzarla, notó que la repisa estaba un poco alta, así que optó por ponerse de puntillas. Una vez que sus manos agarraron la caja, intentó bajarla, pero su peso lo hizo tambalearse hacia HeeSeung, quien terminó cayendo sobre él, despertándolo de golpe.

Las manos de HeeSeung se posaron en las caderas de SungHoon al sentir el peso de este encima suyo. La situación era comprometedora, ya que el pelinegro estaba ahora en el regazo del rubio, con sus rostros demasiado cerca. SungHoon sintió cómo se le erizaba la piel al percibir sus respiraciones agitadas mezclándose por la proximidad.

—Definitivamente no podías quedarte quieto... —susurró HeeSeung, haciendo que el corazón de SungHoon diera un vuelco. — ¿Te golpeaste? —preguntó, preocupado.

SungHoon aún no sabía qué decir, pues estaba perdido en los ojos del rubio, y sentía cómo las manos de este apretaban sus caderas. Este pasó saliva con dificultad y apartó la mirada avergonzado, lo que hizo que HeeSeung soltara una carcajada.

—Puedes quitarte de encima, si quieres. —volvió a susurrar HeeSeung, haciendo que SungHoon entrara en un caos consigo mismo al tener tantas emociones revueltas, más aún sabiendo que él mismo las provocaba.

—Pe-Perdon... —SungHoon se movió en el regazo del rubio para levantarse, pero recibió un jadeo de este, lo que lo dejó helado.

—No te levantes así, SungHoon... —murmuró HeeSeung, apretando las caderas del pelinegro.

Las mejillas de SungHoon se sonrojaron por completo, y se levantó de golpe del regazo del rubio. Se alejó sin mirarlo y tomó asiento al otro lado de la habitación, escondiendo su mirada. HeeSeung levantó una ceja curiosa y se acomodó en el suelo, apoyando su cabeza nuevamente contra la pared y cruzando los brazos, mirando a SungHoon detenidamente.

—¿Qué? ¿Te dio vergüenza? —molestó el rubio, con una sonrisita burlona.

El cuerpo de SungHoon comenzó a temblar aún más por el frío.

—Cállate. —atacó SungHoon sin mirarlo.

—Pude ver cómo se te sonrojaban las mejillas, Park. —rió HeeSeung, mordiéndose el labio inferior, lo que hizo que SungHoon levantara la mirada con rapidez. —Y ahí siguen.

SungHoon se tocó las mejillas y negó enojado.

—E-Es por el frío. Me estoy congelando. —dijo con la voz temblorosa.

—También yo, y no veo sábanas por ningún lado. —dijo HeeSeung. —Joder, ya ha pasado mucho y no han abierto.

SungHoon volvió la mirada hacia las escaleras, esperando ver algún movimiento en la puerta, pero nada. Era una broma pésima.

HeeSeung volvió a quedarse mirando a SungHoon, provocando que este soltara un suspiro.

—¿Qué me miras?

—Nada, solo que nunca te había escuchado pedir perdón tan nervioso. —sonrió HeeSeung con malicia.

—Solo fue un maldito accidente. Me tropecé por tus pies; estabas mal acomodado. —se quejó SungHoon. —Duerme bien la próxima vez; eres un estorbo.

HeeSeung levantó las cejas sorprendido ante los insultos del pelinegro, pero en vez de enojarse, soltó una carcajada.

—No entiendo por qué te gusta insultarme tanto, cuando sabes que el culpable fuiste tú. —dijo HeeSeung.

—No me hubiese caído si tú no estuvieses ahí. —SungHoon apartó la mirada hacia susmanos.—Si yo no estuviese aquí, tu trasero se hubiese lastimado. Agradece que caíste encima de mí. Te amortigüé la caída. — respondió HeeSeung.

El cuerpo de SungHoon se tensó al recordar la escena en la que estuvieron tan cerca, y eso lo enojó aún más. Su cuerpo temblaba aún más por el frío, y trató de abrazarse para darse calor, pero era inútil.

HeeSeung notó los temblores del pelinegro y se levantó del suelo para acercarse a él. SungHoon levantó la mirada renuentemente al sentir la presencia de HeeSeung, y lo vio quitarse su chaqueta. Se la puso entre las piernas y los pies de SungHoon para taparlo un poco.

—Te... Te odio... —la voz le tembló por el frío.

—No, no lo haces, SungHoon. —el rubio se sentó a su lado una vez que notó que los labios del pelinegro se estaban tornando de un morado bajo.

SungHoon soltó un suspiro y cerró los ojos con fuerza, rogando porque dejara de sentir frío, pero recibió a cambio un contacto que no habían tenido en mucho tiempo: HeeSeung lo estaba abrazando.

—Estás temblando demasiado, SungHoon... —susurró cerca de su rostro.

—No... A-Aléjate —empujó SungHoon, pero HeeSeung lo atrajo más hacia su cuerpo.

—No seas tan idiota, quitémonos un poco el frío. —pidió HeeSeung, aferrándose al cuerpo del pelinegro, quien aún forcejeaba para alejarse, pero su fuerza iba debilitándose cada vez más por el frío.

HeeSeung soltó una bocanada de aire, sintiendo también cómo el frío se apoderaba completamente de su cuerpo. Abrazó más fuerte a SungHoon, buscando un poco más decalor y recibió las respiraciones agitadas del pelinegro en su cuello. Su corazón latía con fuerza, mientras el contacto con SungHoon despertaba sensaciones que había tratado de ignorar por mucho tiempo.

Se lamió los labios algo nervioso ante la cercanía que tenían que las respiraciones agitadas de SungHoon en su cuello solo provocaban que temblara un poco más.

"Está agitado..." pensó SungHoon al sentir el corazón agitado a HeeSeung.

Abrazó el torso del rubio lo cual a HeeSeung le sorprendió por tal contacto por parte del pelinegro. SungHoon se movió en el cuello del rubio y rozó sus labios contra el cuello de este provocando que HeeSeung sintiera una ola de calor por todo su cuerpo ante el contacto. Apretó más a SungHoon contra su cuerpo esperando más contacto de él.

—Hee... HeeSeung... —la voz temblorosa del pelinegro hizo que retrocediera un poco para mirarlo.

Estaba sonrojado, nuevamente. Algo que a HeeSeung le parecía maravilloso y hermoso. Su corazón se aceleró al verlo así de vulnerable, y por instinto, posó sus manos en las mejillas del pelinegro para acariciarlas. SungHoon tembló por los escalofríos cuando sintió el pulgar del rubio rozar sus labios, que estaban algo morados y cuarteados por el frío.

—No me odies más por esto, SungHoon... —Aquellas palabras fueron la antesala para que los labios del rubio se encontraran con los del pelinegro.

Al principio, SungHoon se quedó estupefacto ante el beso inesperado. Sus ojos se cerraron lentamente mientras HeeSeung movía sus labios con suavidad sobre los suyos. Aunque el frío no disminuyó, empezó a sentir algo de calor en su interior gracias a la sensación que HeeSeung le proporcionaba.

⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜

⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜

SungHoon siguió el ritmo del beso lentamente, dándole paso a Hee Seung paraque lo profundizara, lo cual le resultó más fácil de lo esperado. Apartó sus manos de las mejillas del pelinegro y las posó en su nuca, empujando para abrirse paso en sus labios y entrelazar sus lenguas en un beso más apasionado.

Las respiraciones agitadas pronto se unieron al sonido de sus besos, llenando el pequeño espacio con su intimidad. Aquellos sonidos, entre pequeños jadeos, hicieron que HeeSeung se acercara más a SungHoon, deseando sentirlo aún más cerca. El pelinegro llevó una mano a la camisa del rubio y la agarró con fuerza, atrayéndolo con más ansias hacia él.

HeeSeung cortó el beso dejando caer la cabeza hacia atrás soltando un jadeo en los labios del pelinegro. Abrió los ojos con dificultad y se encontró con la escena mas linda de SungHoon jadeante y sonrojado. Sin pensarlo nuevamente, el pelinegro tomó asiento en el regazo del rubio a ahorcajadas encima de él, HeeSeung sorprendido por tal acto, quería decir algo, pero las manos de SungHoon se posaron en el cuello de este y estampó nuevamente sus labios en los del rubio.

Con ansias, SungHoon lo besó buscando un poco más de él. Las manos de HeeSeung llegaron a las caderas del pelinegro moviéndolas encima de su regazo. Le mordió el labio inferior SungHoon entre beso provocando que este soltará un gemido.

El rubio apartó una de sus manos de la cadera del pelinegro y la metió por debajo de la camisa del mismo, para acariciar su espalda, cosa que hizo que SungHoon la arquera al sentir la mano fría. Los labios de HeeSeung bailaron en el cuello del pelinegro haciendo que la piel se le erizara ante la nueva sensación de deseo que experimentaba. Poco a poco el frío ya no era tan intenso, pues entre los jadeos y besos, habían logrado disminuir cierto grado de frío.

Las caderas de SungHoon se movieron encima del regazo del HeeSeung haciendo que este jadeara. Regresó sus manos a la cadera del contrario y movió sus caderas debajo de este sintiendo el roce el cuerpo de este.

—Mierda... —susurró sintiendo como su cuerpo reaccionaba ante la fricción.

Volvió a estampar sus labios junto con los de SungHoon y guío las caderas del pelinegro en su regazo, moviéndoselas circularmente gozando de la sensación.

—Mmm... SungHoon... —murmuró entre besos.

—Tu empezaste... ―respondió agitado el pelinegro. Se mordió el labio inferior cuando volvió a sentir los labios del contrario en su cuello y como apretaba su cadera con fuerza para obtener más de él.

SungHoon agarró las muñecas del Hee Seung y las llevó arriba de la cabeza de este tomando el control de sus caderas. Con una sonrisa malciosa, se movió un poco más rápido creando una fricción contra el regazo del rubio. Algo que lo estaba dejando loco.

—Sun-Sunghoon... Mierda... —jadeó el rubio agitado.

—Parece que tú tampoco me odias tanto... —se burló SungHoon haciendo que HeeSeung riera y con un movimiento rápido se soltó del agarre de este.

Posó sus manos nuevamente en las caderas del pelinegro y las levantó un poco, cambiando de posición rápidamente. Dejó caer lentamente el cuerpo de SungHoon contra el suelo y se acomodó entre sus piernas, acercó sus labios a los labios del contrario y volvió a besarlo con ganas mientras deslizaba sus manos dentro de la camisa de SungHoon provocando que este jadeara.

⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜


⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜

Bajó sus labios al cuello de SungHoon y se abrió paso entre los pantalones del pelinegro, pero antes de que pudiera hacer algo más, el ruido de la puerta los hizo separarse de golpe. Agitados, se miraron y vieron el rostro de Jay aparecer en su campo visual.

—¿No se murieron? —cuestionó Jay, retrocediendo unos pasos al notar las ropas desacomodadas de ambos. Creo que llegué en mal momento...

SungHoon se levantó del suelo y empujó a Jay para quitarlo de su camino, luego bajó las escaleras corriendo y desapareció. Jay volvió la mirada hacia HeeSeung, quien selevantaba a duras penas del suelo. Cogió su chaqueta y la usó para cubrir la parte delantera de sus pantalones, lo que provocó la risa de Jay.

—¿De qué te ríes? —preguntó HeeSeung de mala gana, sintiendo dolor en su entrepierna.

—Sí, ya sabía que tenían que calentarse en algo. —se cruzó de brazos burlándose de HeeSeung. —¿No se supone que se odian?

HeeSeung rodó los ojos y se dirigió hacia las escaleras.

—¿Por qué tardaron tanto en abrir? Casi me matan aquí dentro. —hizo una mueca haciendo reír a Jay.

—Pues, parece que te estaban matando lentamente... —bromeó Jay. —Sunoo aseguró la puerta y este ático no tenía llave, así que estábamos tratando de encontrar la llave de repuesto. ¿No escucharon? —HeeSeung negó con la cabeza. —SungHoon dijo que estaba bien.

El rubio frunció el ceño y miró a Jay.

—¿Qué?

—Sí, le dijimos a SungHoon. ¿No escuchaste? —Jay levantó una ceja con curiosidad.

"Oh, SungHoon...", pensó HeeSeung, y una sonrisa maliciosa se escapó de sus labios.

—Vamos, te llevaré a casa. —dijo Jay bajando las escaleras junto con HeeSeung.

Sunoo apareció en el pasillo, cabizbajo.

—Perdooon..., les juro que lo hice con buena intención. —se disculpó acercándose aHeeSeung.

HeeSeung rió y se inclinó para susurrarle a Sunoo:

—Aunque tu broma haya terminado siendo un accidente, la disfrutamos...

Sunoo se tapó la boca sorprendido y HeeSeung le guiñó un ojo.

—¡Soy todo un cupido! —exclamó Sunoo dando algunos saltitos y acercándose a su novio, quien cerraba la puerta del ático mientras observaba a Sunoo celebrar.

Jay lo tomó por las caderas atrayéndolo a su cuerpo para mirarlo, la sonrisa de Sunoo se esfumó ante el acto repentino de su novio.

—¿Sabes? Creo que debo regañarte por estas bromas un tanto peligrosas... —lo miró de pies a cabeza para luego morderse el labio inferior.

El corazón de Sunoo dio un vuelco y pasó saliva apartando la mirada de su novio para verificar que estaban solos.

—¿Ah, sí? —ladeó la cabeza con una sonrisa inocente.

—Uhm... No me mires así, amor... —llevó una de sus manos a la mejilla de este y Sunoo le besó el dorso. —Bien, Heeseung puede esperar unos minutos. 

—¿Eh? —acto seguido, Sunoo fue arrastrado dentro del cobertizo y Jay cerró la puerta acorralándolo contra ella. 

—Yo quiero un reconocimiento por haber ayudado en este plan... —susurró acercando sus labios a la oreja de su novio, quien soltó un suspiro al sentir a su novio tan agitado.

Sunoo llevó sus manos a la nuca de Jay y lo atrajo a sus labios para besarlo con intensidad, provocando que su novio soltara un jadeo entre besos y apretara su cuerpo con ansiedad al suyo.

—Ya sabes que nos pueden escuchar... —Sunoo susurró en los labios de Jay.

Una sonrisa maliciosa se formó en los labios de este y se encogió de hombros.

—Es mi casa despues de todo, amor. 

⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜


⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜

Y hasta aquí este au cortito <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro