𝙓𝙑𝙄𝙄

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Kim Taehyung

Mi corazón late tan rápido, mi lobo está tan emocionado y yo tan eufórico que me doy cuenta de que es un error. Y aún así no me aparto, solo abro los ojos.

Y por segunda vez en la noche me arrepiento de mirar a Seokjin. El omega tiene los ojos cerrados, una expresión tan calmada en su bonito rostro que hace parecer que lo que sea que le haya hecho llorar cuando lo encontré y el haber pasado por ese estado de pánico ya no lo recuerda más. Se ha borrado.

Sus labios están entreabiertos, ni alcanzo a verlos bien por la cercanía de nuestros rostros. Inhalo y exhalo para cerrar los ojos y retroceder de nuevo a mi asiento.

Jin se queda en esa posición, esperando, por varios segundos en los que no dejo de mirarlo mientras mi alfa se queja y gruñe en mi pecho, pero no está a discusión.

Puede que sea reciente, que apenas nos estemos conociendo y de frente lo haya traído a vivir conmigo y al inicio haya sido solo por ayudarlo. Que me atraiga físicamente pero que mi lobo se niege rotundamente a aceptarlo como pareja. Pero aún así, debería respetar que ahora tengo una.

—Jin, no— murmuro sintiéndome como un completo cobarde, incapaz de hablar fuerte y claro y darle mis razones concretas. Tengo miedo de lo que vaya a pensar de mí, es la verdad —tengo... un omega.

Los ojos de Jin se abren de a poco y no me miran al inicio, solo hacia abajo. Hacia la palanca de cambios o al piso del automóvil.

Mi lobo ruge más y se retuerce y debe tener ganas de matarme en este preciso instante. No estamos tan en desacuerdo respecto a eso, estaría bien que lo haga.

—Ya lo sé.

No le presto atención al hecho de que no tengo idea de cómo él lo sabe. En lugar de preguntar, que seguramente es lo que debí haber hecho, le recuerdo otra razón por la que somos solo amigos.

—Y tú tienes un alfa.

Instintivamente me pego a la ventana de mi lugar al ver sus ojos volverse amarillos, sus colmillos salir y un gruñido escapar por sus labios abiertos en menos de un segundo después de que he hablado. Mi alfa deja de moverse en mi interior y siento que se me corta la respiración por la impresión.

—No es cierto— gruñe —no uses como excusa eso porque no es cierto.

Algo en su voz suena diferente, suena estable y seguro, dispuesto a pelear y retarme sin miedo aunque sea solo un indefenso omega encerrado en un auto con un alfa que podría hacerle cualquier cosa, pero sabe que no, yo no.

—Yo te dije que te amaba— sigue gruñendo —sigo enamorado de tí. No tengo otro alfa ni otra pareja, sabes bien que lo que tengo es diferente, es un arreglo.

—Tú amas a Jungkook.

El omega bufa rodando los ojos. Sus orbes vuelven a ser avellana y sus colmillos se esconden. Cierra los labios y traga saliva.

—Tú no sabes lo que yo siento.

Me río en mi interior. De hecho hasta siento lo que él siente, en este momento solo emoción y miedo, llego hasta a confundir mis emociones con las de él.

No, son solo las mías. Porque que yo sienta las del omega es imposible, sería probable si compartiéramos un lazo, pero no es así.

"Sigo enamorado de tí".

Pura emoción por haber oído esas palabras. Miedo por verlo llorar de nuevo o porque me odie de verdad ahora que lo ha dicho en voz alta y solo puedo rechazarlo.

—Tú te apartaste del beso, el cobarde aquí eres tú, no hables ni decidas por mí— la seguridad se va de su voz, solo habla rendido con suspiros cansados entre palabras.

Pero tiene razón al final. No estoy evitándolo porque ame a mi pareja, no. Eso sería hacer lo correcto y no tendría porqué sentirme culpable. La razón es otra.

Mi alfa gime en mi pecho, ya no lucha contra mí solo me implora que lo detenga, la mano de Jin está en la puerta listo para irse.

Y nos duele dejarlo ir tan triste y devastado. Solo sé que se siente así.

—Sigue con el seguro puesto.

Asiento.

Jin vuelve a gruñir, notablemente molesto. Empieza a bufar, sus fosas nasales se abren y cierran, hiperventilando.

Alzo una ceja, jamás lo había visto en ese estado, podría llegar a golpearme en cualquier momento.

•°•

Kim Seokjin

Empiezo a forcejear con la puerta. Taehyung ha arrancado el auto de nuevo.

No soportaré más tiempo aquí dentro con su presencia y olor colándose en cada parte de mi sistema. Necesito aire, mi nuca escuece tanto que quiero sacarme la piel. Debe ser el pelo.

Cortaré el jodido mullet. Ya no me importa que me recuerde la inexistente marca, ya no me importa que me recuerde a Taehyung.

—Vas a romperla.

No me importa, sigo tirando de la manija de la puerta.

—Regresa ahora.

—No te dejaré salir en ese estado, es casi media noche.

Suelto la manija y me dedico a observarlo furioso. ¿Está bromeando?

—Estábamos frente a mi casa.

—Ahora ya no.

—No quiero estar aquí contigo.

Casi me voy hasta adelante cuando detiene el auto abruptamente. Me volteo listo para insultarlo, lo hizo a propósito estoy seguro.

Pero no puedo.

Sus labios han cubierto los míos. No me muevo ni cierro los ojos, los de Tae están cerrados. Él se mueve, ambos seguimos el beso hasta que sentimos que falta el aire. Se siente tan increíble, como dos partes de un todo que han vuelto a juntarse. Siento tantas cosas arremolinadas de forma tan violenta que podría volver a llorar de nuevo y esta vez sin saber el motivo.

—Yo sí— murmura al separarse, pero no del todo. Todavía he sentido su aliento chocar contra mi boca en esas dos cortas palabras que han salido casi como suspiros. El alfa conserva los ojos cerrados.

Suspiro también observando como Taehyung aprieta los ojos y se queda estático.

—Te amo— veo como se muerde el labio y aprieta las mejillas. Inhalo hondo, no quiero enojarme de nuevo. Taehyung no va a decirlo, está bien. No puedo alterarme por eso, mucho menos enfadarme con él. No es su culpa, ¿no? Estoy molesto conmigo, la verdad.

Por reaccionar así solo movido por todo lo que me ha pasado en este largo día, por emocionarme con la presencia del alfa, por seguir diciendo que lo amo y dejándome desprotegido, por sentirme seguro a la vez bajo sus ojos y por mi lobo que se siente como si nos clavaran mil dagas en el pecho solo porque se apartó en el primer beso. Y por sentir como si mi corazón fuera a explotar, otra vez guardando esperanza de ser amado simplemente porque nuestros labios se juntaron una última vez.

Y seguir emocionado a pesar de que Taehyung todavía no abre los ojos, casi como si se rehusara a afrontar las consecuencias de lo que acaba de hacer.

No Jin, en realidad estás molesto contigo porque estás dispuesto a seguir rogando. Taehyung llegó a hacerlo antes, cuando éramos jóvenes y los problemas apenas comenzaban.

Lo necesito tanto ahora.

—Te amo y creo que tú también lo haces— me trato de convencer. Algo dentro mío lo asegura tan fervientemente, es como si ya me sintiera amado sin necesidad de que Taehyung lo diga. Y no tiene explicación porque en mi cabeza todavía recuerdo bien que hace meses cuando nos volvimos a ver de nuevo el alfa lo negó, lo negó de una forma tan cruel que me dejó devastado y herido.

Pero ya sané.

•°•

Kim Taehyung

Escucho con atención cada palabra que sale por la boca de Jin. Cada confesión de amor con el corazón en mi mano, hasta que ya no hay más. En el primer sollozo aprieto sus mejillas y lo beso de nuevo, una y otra vez.

Todas las que sean necesarias para ambos. No quiero alejarme, ni dejarlo. Llego hasta a frotar mi cara con la suya húmeda, intentando secar las lágrimas de la forma menos normal posible y aún así no importa.

Tal vez él tenga razón al creer que yo también siento lo mismo.

—Regrésame a mi casa— pide entre murmullos después de otro beso largo. Solo niego con la cabeza.

—Esta noche no.

No, porque cada gota que derrama por esos bellos ojos se siente como una punzada. Si me separo siento como si fuera a morir.

La misma sensación de todos los días pero con mil veces más intensidad. O quizá es así de fuerte golpeándome a diario, solo que llevo tantos años suprimiendo a mi lobo e ignorando todo relacionado a él que puedo bloquear los impulsos incluso sin darme cuenta.

Pero ahora que tengo a Jin cerca no puedo seguir ocultando la sensación de vacío, con él esta desaparece y sé con certeza que una vez el omega vuelva a irse la sensación regresará.

Y no quiero. Podría llorar solo de volver a sentirme así de nuevo.

No quiero.

—Te amo, Taehyung— suelta con la voz más apagada posible, quedándose dormido poco después.

Solo cuando su respiración es pausada y estable me atrevo a abrir los ojos.

—¿A pesar de todo? ¿Aún ahora que ya no eres mío?

Jin no responde, es obvio. Duerme como si nada.

Descubro que yo tampoco quiero regresar a mi casa. Incluso si dormimos los dos en este auto por lo que resta de la noche sé que me sentiré bien, como si estuviera completo.

Pero el despertará adolorido. No quiero que duerma alejado de mí aunque sea solo en un asiento al costado del mío. Quiero sentirlo en mis brazos, así tal vez la paz que inundó mi pecho cuando lo estreché contra mi pecho en la calle hace rato regrese.

Y luego se irá cuando amanezca, porque sabré que Jin se quedó dormido llorando diciendo que me amaba quizá porque ya estaba triste desde antes.

No falta mucho para su boda. Es lo único en mi cabeza mientras conduzco por las calles vacías buscando un lugar para pasar la noche con él. La última juntos y realmente es lo único que necesito, cargarlo hasta un lugar donde pueda descansar, acostarme a su lado y escuchar su respiración calmada como un arrullo hasta quedarme dormido también.

Y en la madrugada, cuando no he podido conciliar el sueño, demasiado atormentado intentando calmarme con los suspiros entre sueños que suelta Seokjin a mi lado en la cama, cierro los ojos y vuelvo a preguntar a la nada.

—¿A pesar de todo, Jin?

Dejo de respirar cuando una dulce voz contesta.

—A pesar de todo lo que hemos pasado, sí— volteo para ver su rostro —te amo.

Está oscuro, ni siquiera lo veo. La luz tenue de la luna entra por la ventana pero no alumbra el rostro del omega, debe estar alumbrando el mío.

Me acomodo de costado.

—¿Aún ahora que ya no eres mío?

La silueta de su rostro se mueve.

—Puede parecer que ya no lo sea— su voz no suena como si recién hubiera despertado —pero yo lo siento.

Poco a poco nos vamos acercando.

Su aroma es tan dulce, pero no sólo es él. Llena mis fosas nasales con otro dejo, está combinado con el mío. No entiendo como su olor puedo percibirlo mezclado con el mío, pero no es tan importante ahora.

Amanecerá pronto.

—Yo también lo siento.

Siento que es mío y que está sonriendo también.

Y siento que está muy cerca.

Deja un beso en la comisura de mis labios. Dulce.

—Entonces es verdad.

Volvemos a besarnos hasta que empieza a amanecer.

Quisiera que fuera verdad.

•°•

Kim Seokjin

Sonrío para la única foto que sé que tendré de mi graduación universitaria. Una donde me encuentro solo, evidentemente ya que nadie llegó.

No me molesté en invitar a nadie tampoco así que no me quejo, solo sonrío para mi selca mientras hago ademán de acomodar el gorro típico de estas graduaciones.

A lo lejos mis compañeros se toman fotos entre ellos y llegan a llamarme para que me una. Mientras posamos juntos ignoro el celular vibrando en el bolsillo del pantalón de vestir. Ya de regreso a casa leo que se trataba de un mensaje de Jungkook, está en la empresa y ya envió la lista de invitados por su parte a la agencia.

Aunque casi ya no nos veamos, él esté distante y todo parezca haber cambiado radicalmente entre nosotros desde la última vez que pisé su casa, sé que igual en menos de un mes tendremos que casarnos.

Así que después de recoger las invitaciones que voy a molestarme en entregar por mí mismo, intento animarme solo. Juego un poco en mi celular, contesto a algunos mensajes de mi hyung y termino de ver las fotos de la graduación. No es nada que me alegre de todas formas, aunque tenga un título y parezca capacitado para empezar a entrar al mundo de la empresa de mis padres sé que no llegaré ni a pisar la entrada del edificio. No está en sus planes.

El primero en llegar al café es Jimin, acompañado de Hoseok.

Preguntan por Jungkook y después de que les digo que estaba ocupado no insisten en nada más. Pero sí logran hacerme reír. Tanto que termino muy avergonzado cuando Yoongi carraspea detrás de mi asiento y me saluda con un regaño por hacer tanto escándalo.

—Oí la risa limpia vidrios desde la calle, ¿qué edad tienes Seokjin?

Bajo la mirada apenado. Espero que esté exagerando.

—¡Mira!— Jimin pone un dedo sobre mi mejilla —Hyung todavía se sonroja, es tan tierno~

—¿Qué quieres decir con "todavía"?

—Nada— ríe hacia Hoseok, con una mirada cómplice.

Yoongi revuelve su cabello tomando asiento a mi lado.

—No insinúa que estás demasiado viejo como para sonrojarte, claro que no.

La risa contagiosa y también escandalosa de Hobi hace que todos sonriamos.

—No hay edad para sonrojarse, Suga.

—Ugh, ese apodo suena casi tan viejo como Seokjin.

—¡Tengo un año más que tú!— golpeo el hombro del alfa viendo como sonríe mostrando las encías, tan lindo.

Estando ya completos ordenamos todavía entre bromas y risas. Siento que el tiempo pasa cada vez más lento con ellos, no quiero que termine pero lastimosamente Jimin empieza a quejarse diciendo que se le hace tarde.

—Igual seguro que llegas tarde a todas partes— bufa Yoongi —quédate un rato más, Jimin-ah. Aún no nos da las invitaciones.

Apenas recuerdo que es para eso que los reuní. Hobi aplaude sonriendo. Pide ser el primero y recibir la de Namjoon también, él está ahora en el extranjero y no pudo venir.

—¡Pero estará en la boda, Jinnie-hyung!— sonríe y muestra sus pequeños hoyuelos —No se lo perdería por nada.

Asiento sonriéndole a Hobi también, muestra tanto entusiasmo que espero que sea quien me anime a sonreír el día de la boda. Ah, le pediré que grite y haga alboroto desde su asiento para que yo me sienta animado también.

—Más te vale que en mi invitación diga que soy el padrino también— Yoongi extiende la mano hacia mí demandante pero sonriente.

Trago saliva. Tampoco he decidido eso.

No sé qué responder y tanto Jimin como Hobi lo notan, ambos ríen bajito empezando a murmurar cosas para fastidiar al alfa mayor. Gracias a dios algo me salva de tener que responder.

—Lamento llegar tarde— una voz agitada detrás de mi asiento —olvidé que Hobi-hyung me dijo que era hoy.

Cierro los ojos empezando a maldecir a Hoseok.

—¡Ah~ Tae Tae!— el alfa se levanta —Justo a tiempo para venir a pelear el papel de padrino con Suga.

Jimin ríe sonoramente rodando por su asiento. Veo de reojo a Yoongi, dándome una mirada de lástima, preocupación, enojo, no lo sé pero él comprende que esto es bastante incómodo para mí.

—¿Quiénes más están...?— Taehyung no parece haber oído el comentario de Hoseok, sólo camina hasta otra mesa para traer otra silla y colocarla al lado de Jimin. Entonces me ve por fin.

La sonrisa que me dedica solo me traslada de regreso a la mañana que despertamos juntos, desnudos y se despidió de mí con un beso.

Se supone que ambos nos despedimos y se cerró todo. Porque, Seokjin va a casarse con otro alfa y Taehyung ya tiene una pareja.

Por más increíble que parezca, lo acepté. Ambos lo hicimos. No había forma de que algo saliera bien si ambos seguíamos así, inevitablemente terminaríamos heridos. Mi matrimonio es algo inminente. Fue un acuerdo de ambos por nuestro bienestar.

No se suponía que iba a aparecer hoy, semanas después.

Y no se supone que sienta calor en mi rostro por la forma en que nos quedamos mirando el uno al otro.

—Ahm, sí— la mano de Yoongi toca la mía haciendo que le preste atención. Está intentando quitarme la invitación —como sea, yo llegué primero así que el derecho es mío. Dame eso.

Siento la mirada pesada de Taehyung sobre cada uno de mis movimientos.

—Yoongi-chi— hablo bajito como si quisiera esconder hasta mi voz del alfa de cabello oscuro y olor a especias fuertes, amargas, picantes. No debería olerlo, no —dame eso.

—¿No es para mí?— juega el alfa de piel blanca sonriendo juguetón mientras alza una ceja.

Frunzo el ceño, no quiero seguir siendo el centro de atención en la mesa.

—Déjame revisar si esta es la tuya— vuelvo a susurrar.

—Si es la que dice padrino entonces es la mía— dice acercándose más a mí y logrando arrebatarme de a poco el papel.

Me quedo mirándolo molesto, intentando reprenderlo solo así. Está arrugando la invitación y estamos haciendo una escena frente a nuestros amigos. Los ojos de Min brillan traviesos.

Todo lo hace a propósito, estoy seguro. Seguro es su venganza por la llamada en medio de su ensayo de hace tiempo.

—¿Por qué se susurran cosas?— ni siquiera llego a parpadear, Taehyung nos quita el papel a ambos y aleja nuestros rostros jalando del hombro de Yoongi con la otra mano.

Veo como Jimin alza las cejas y se mira con Hoseok, otra vez cómplices. Quisiera saber qué piensan para hacer esos gestos. Y cuando miro a Yoongi él también tiene una expresión pícara en el rostro, observando divertido cómo Taehyung aprieta el papel en su mano y sigue con la vista puesta en mí. El entrecejo fruncido.

No entiendo qué...

—Ya arrugaste esa así que te la quedas tú— suelta Yoongi y busca su taza de café en la mesa. Se la lleva tranquilamente a la boca como si nada hubiera pasado.

—Con gusto, Yoongi-hyung— dice todavía frunciendo el ceño —Por cierto, ¿qué es...?

Me muerdo la mejilla mirando a otro lado. Sí, la mesa a nuestro costado con ancianitas es más interesante que ver cómo Taehyung descubre lo que es ese papel que nos quitó a Min y a mí sin saber nada.

No planeaba invitarlo. Tal vez. Bien, no estaba seguro. No iba a invitarlo pero no me iba a sentir tan culpable porque sabía que de todas formas alguno de nuestros amigos le daría la noticia.

Solo no quería tener que ser yo quien lo hiciera.

—Hyung, ¿y la mía?— pide Jiminie haciéndome voltear a la mesa de nuevo. Asiento buscando en mi bolsa sin dejar de ver como Taehyung frunce el ceño más y su expresión se endurece mientras va leyendo la tarjeta.

No hay mucha charla entre los cinco después de eso. Jimin se retira diciendo que asistirá y que espera verme el día de la boda feliz y radiante, igual que a Jungkook.

Cuando nos debemos despedir Hoseok y Yoongi también confirman que estarán el día de la boda. Taehyung se queda en silencio.

No sé cómo sentirme al ver alejarse a mis dos amigos alfas mientras que el tercero y más joven de ellos todavía no se mueve de la entrada del café. Me resigno a no recibir respuesta de confirmación de su parte, es mejor así.

No sé qué podría pasar si llego a verlo ese día. Pienso en un millón de posibilidades mientras veo mis zapatos.

—Estaré ahí— alzo la vista. El alfa abre la puerta para irse después de decir solo dos palabras, pero entonces sonríe y suelta la perilla, da dos pasos hacia mí.

Niego con la cabeza, retrocediendo.

—No tienes que ir si no quieres.

Siento que puedo chillar cuando escucho su corta risa ronca.

—Iré Jinnie.

•°•

Por favor, recordemos la última visita de Jungkook, Taehyung todavía cree que todo lo que le dijo es verdad.

¡Cuatro capítulos para el final! :0

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro