Kim Seokjin

Es tan extraño estar en una cita con Ken. Somos amigos y él me gusta, pero siempre nos tratamos con confianza, incluso mostraba mi lado más extraño con él. Hacía mis bromas y contaba mis chistes, pero esta noche es tan diferente. Para empezar, él me ha traído a un restaurante y eso no deja de ser rarísimo.

—Jin-hyung— me llama —Usted es realmente hermoso.

Y esos comentarios se sienten tan incómodos también. Nunca creí que me llegaría a sentir con tanto... rechazo. ¡Pero no soy yo! Yo estoy encantado, amo la comida que nos han servido y me gusta la cara bonita de Ken.

¿Entonces qué está mal?

—Me gusta la foto que ha posteado de nuestra cita, hyung.

Levanto la mirada y veo mi publicación de hace veinte minutos en la pantalla de su celular. Eso lo hice solo para convencerme a mí mismo de que estoy feliz y disfruto esta cita. Pero dentro mío hay algo inquieto, molesto. Argh, espero que solo sea que aún tengo hambre, porque Ken me ha tratado estupendamente toda la velada.

Veo su rostro y me está mirando, si pudiera sonrojarme a voluntad, lo haría. Debería estar sonrojado pero estoy seguro de que mi expresión es seria en estos momentos, no siento que nada de lo que está pasando tenga gracia alguna. Intento sacar un tema de conversación, decirle algo. ¡Lo que sea!

—Ya te dije que puedes dejar de llamarme hyung— le sonrío para aligerar el ambiente. El rubio baja la cabeza y niega repetidas veces.

—Ni siquiera deja que sus propios amigos cercanos lo traten con tanta confianza, no sería correcto.

—Bueno, es una situación diferente— ahora yo me rasco la nuca —Pero deberías saber que tú puedes, Ken.

Él me sonríe y vuelve a mirar la foto en su celular. No es una gran foto, la tomé cuando él estaba distraído, es una selca con mi rostro en primer plano y Ken de fondo, mirando a otro lado. Nada especial.

—¿Y pasó algo con Chanyeol ayer?

Detengo mi impulso de rodar los ojos. No quiero parecer maleducado, pero algo está incomodándome demasiado y me impulsa a actuar así. ¡Este no soy yo! Y no creo que sea mi omega tampoco... porque él debería ser igual a mí, ¿cierto? No creo que sea posible que mi lobo quiera comportarse de otra manera.

—¿A qué te refieres?

De verdad no entiendo. No pasó nada, solo salimos a caminar y me compró un helado, hablamos y no fue nada interesante. No pasó nada interesante. Aunque tampoco fue desagradable, él parece buena persona, pese a que recién lo he conocido ayer. Pero la sensación era la misma que estoy sintiendo ahora, como si estuviera haciendo algo malo a consciencia.

¡Malo Seokjin!

—Todos decían hoy en la mañana, que Chanyeol nunca había lucido tan feliz en ninguno de sus años de preparatoria.

Ni que él hubiera estado en la preparatoria toda una vida.

—...

—Eso es extraño, hyung— me explica al darse cuenta de que no tengo ninguna intención de comentar algo al respecto —Es un alfa de último año y jamás había salido con nadie, al menos no con gente que no le haya rogado hasta el cansancio.

Sí, Kookie ya me dijo eso, pero realmente no importa mucho... ¡Debería importarme! Debería sentirme orgulloso, soy el primero que aparentemente despertó interés en ese alfa, pero de alguna forma yo siento que da igual. Es frustrante.

Pero he pensado que él podría ser mi destinado. Soy un idiota. ¿Pero qué puedo decir? Hay algo dentro mío que se aferra a encontrar a mi destinado o una pareja siquiera. Pero no hay necesidad, es tan patético. ¿Esa es la naturaleza de los omegas? Debería indagar al respecto, supongo. Al final dije eso de Chanyeol frente a mis amigos, a pesar de que por dentro no me sentía así. No lo sentía correcto.

—Pero bueno, no me sorprende mucho— sigue hablando solo —Usted es el omega más hermoso de la escuela, J-Jin-hyung.

De acuerdo. Ahora mismo quiero tener el poder de sonrojarme a voluntad. ¡Anda Seokjin, sonrójate! Que el chico no se sienta mal.

—Bueno...— esto no está funcionando. Todo se siente demasiado fuera de lugar. Yo estaba emocionado por esta cita, pero ahora es todo lo contrario —¿Y tú cómo sabes eso de Chanyeol? Pensé que eras nuevo.

Bravo, logré cambiar el rumbo.

—Es bastante popular entre omegas— se encoge de hombros y ya no me mira. Diablos, seguro esperaba una reacción mía ante su halago. Yo también la esperaba.

—Pero tú eres alfa.

—Ya, pero tengo amigos omegas.

Sonrío, suena a lo que ha dicho Kook esta mañana. ¿Qué tal le estará yendo? Al final de clases me fui bastante rápido, uno, para alistarme para esta cita y dos, para huir de Namjoon que seguía de mal humor y de Taehyung que por alguna razón se veía en otro mundo, distante y no me gusta cuando se pone así, no habla con nadie. Ni siquiera conmigo. Así que Kookie me tranquilizó y dijo que no pasaba nada, que habían planeado una pijamada en casa de Hoseok.

—¿Ese no es el niño del salón?— Ken llama mi atención.

¿Niño?

Volteo a ver y me encuentro con una silueta que viene corriendo sin importar que se encuentre en un restaurante. Esquiva las mesas y sonríe como si estuviera en un parque de diversiones.

—¡Hyung! ¡Aquí estás!— grita Jungkook sentándose a mi lado, había una silla vacía que Ken y yo dejamos, porque sólo había mesa para tres.

—¿Qué haces aquí, Kookie?

Un flash bloquea mi vista y luego recién puedo ver a Kook. Este sonríe muy contento.

Kim Taehyung

—¡Déjame! ¡Es mi última canción!— chilla Hoseok-hyung mientras intenta que Yoongi no le quite el micrófono. Han improvisado un karaoke con una computadora y un micrófono inalámbrico.

—Es mi turno, deja de ser un bebé— el pálido intenta arrebatárselo de nuevo.

Hace rato están así, Hobi ya ha cantado más de seis canciones seguidas y no le deja a nuestro otro hyung participar. Namjoon por otro lado, se ha quedado dormido luego de su primera ronda de karaoke mientras que Jimin y yo esperamos nuestro turno. En realidad no tanto, yo solo observo a los hyungs discutir infantilmente mientras mi amigo de las mejillas regordetas solo está al pendiente de sus redes sociales.

—¡Basta!— Namjoon ha despertado —Ustedes me dan vergüenza— baja la cabeza, negando —Traigan eso.

—¡No lo rompas!— se burla Hobi-hyung, pero le da el micrófono.

Nam-hyung le pasa el micro a Jimin indicándole que ya es su turno. Mi amigo se levanta del suelo y se acerca a la computadora para seleccionar su canción. Hemos estado así un buen rato luego de no encontrar ningún juego de mesa que nos divirtiera a todos. Casi quedamos en UNO, pero yo no entendía bien las reglas y como según ellos todo este asunto de la noche de alfas es para animarme, lo dejaron pasar.

Pienso en qué canción podría cantar hasta que algo vibra encima de mi pierna. Jimin me ha dejado su celular y yo ni cuenta me había dado. Veo a mis hyungs y parecen muy entretenidos con su rap, así que decido no interrumpirlos, yo mismo revisaré la notificación de Jimin, quien no acostumbra tener su celular con contraseña.

Apenas enciendo la pantalla salta una notificación que indica que Kookie ha publicado una foto. Pobrecito, ¿a dónde habrá ido después de que lo echaron de aquí?

Sonrío tiernamente al ver la fotografía.

Jungkook sonriente con Jinnie a su lado, quien al parecer no tuvo tiempo de prepararse para la selca.

"Si no me dejan animarte, yo puedo hacerlo a mi manera. ¡Él está a salvo conmigo, V!"

Suelto una risita. V es como el apodo que usa Kookie conmigo cuando se trata de cosas muy secretas o bueno, solíamos usar aquello cuando éramos más jóvenes. Recuerdo que Kook solía gritarle a Jin que V quería casarse con él.

—¿Has visto, Tae?

Asiento ante la pregunta de Namjoon-hyung, que también me muestra la foto del sonriente Jungkook en su teléfono.

—Ese chiquillo— suelta hyung antes de apoyar su cabeza de nuevo en el respaldo del sofá, para seguir durmiendo.

Kim Seokjin

Entro a la preparatoria de muy buen humor, Jungkook logró salvar la noche de ayer con su repentina llegada. Lo malo es que hizo que Ken se aburriera y se fuera, luego me llevó a otro sitio. Para tener quince años conoce muchos lugares, fuimos a un parque que no había visto nunca. Y se nos hizo tarde así que llegué a casa tarde y por consiguiente, desperté tarde. En parte no me molesta venir tan descuidado a la preparatoria, así al menos no me miran. Sé que Taehyung amenazó a mucha gente para que me dejara en paz, lo cual fue muy tierno, pero aún así siempre hay alfas y betas que no se reprimen para decirme cualquier cosa cuando paso por los pasillos. Hoy solo visto una camiseta holgada de mangas cortas y unos pantalones deportivos, he tapado mi cabello con una gorra que sé que me harán quitar apenas ingrese al salón, pero bueno, ahí dentro no me importa estar tan despeinado.

—¡Esa camiseta resalta tus curvas, precioso!

Ese es uno de los tipos sueltan halagos innecesarios, pero de los que intentan no ser vulgares. Por otro lado...

—¡Estás para comerte entero!

Sip, el otro tipo de alfa.

Entrecierro los ojos y me aferro más fuerte a las correas de mi mochila. ¿Qué de atractivo le ven a un omega con ropa holgada y ojeras hasta la mitad de su rostro? Encima creo que me falta una ducha y... ¡No! ¡Con la prisa olvidé echarme el perfume!

Y no, no no no. Justo Chanyeol está caminando hacia aquí. Acelero el paso para que no nos encontremos. Sí, dije que la cita con él me incomodó, pero tal vez solo fue por lo que dijo de mi olor. Yo realmente quiero darle una oportunidad, es guapo y...

—Hola Seokjin.

Oh.

—Ah, hola Chanyeol-hyung— le saludo y me detengo para que estemos separados. No puede sentir mi olor. No debe sentirlo.

—Me enteré que ayer saliste con un tipo, ah— mira a otro lado —No recuerdo el nombre.

—Ken— le ayudo, aunque no entiendo porqué me está preguntando. Él espera que yo sepa porqué pregunta, entiendo puesto que se ha quedado en silencio, como si fuera obvio que yo tuviera que seguir la conversación.

Pero no lo haré. Tengo prisa.

—Debo irme a clase, adiós— le sonrío y camino de lado para pasar lo más lejos posible de él.

—¿A dónde crees que vas?

Un agarre en mi cintura que me deja sin aliento. ¡No hagas eso!

Algo de nuevo se remueve inquieto en mi pecho y por Dios, no no no.

Mi mano se mueve sola y saca bruscamente el brazo de Chanyeol. Ni yo puedo creer que haya reaccionado tan rápido y con tanta firmeza. Siento algo raro en mi cara, yo... creo que estoy molesto. ¿Estoy molesto?

—Bien— me mira y se va a paso rápido.

¿Qué me ha pasado? ¡Ese no he sido yo!

Kim Taehyung

Sonrío porque Jin le ha demostrado quién manda justo antes de que me acercara a matar a ese enorme alfa horrible que se atrevió a tocarlo. Si Jin no lo quitaba, creo que no hubiera sido capaz de controlar a mi lobo.

Sigo mirando la escena pero ahora ya no hay nadie en esa esquina. Seguro que ya se ha ido al salón, es tarde.

No puedo ocultar mi buen humor, así que durante las primeras horas de la mañana, me encuentro sonriendo como idiota. Y creo que también tiene que ver con que el olor de Jinnie hoy sea más intenso de lo normal, ya no ese feo perfume que no hacía más que tapar su verdadera fragancia.

—Para eso están las horas fuera de la institución, joven Kim— llama el profesor.

—¿Profesor?— pregunto, supongo que se ha referido a mí, ¿verdad?

—Dígale a su compañero Kim de al lado que deje de hacer eso. Están distrayendo a los demás.

Frunzo el ceño, ¿de qué rayos habla? Volteo a mi costado para ver qué está haciendo Jinnie. Apenas me doy cuenta de que está muy cerca, mordisqueando mi hombro sobre mi camiseta. ¿Cómo no lo noté?

Sonrojado, el omega se aleja y asiente. ¡¿Cómo no lo noté?! ¡Maldición! Debería haber disfrutado al menos un poco.

Luego de eso el profesor ya no nos vuelve a hablar más, solo se dedica a explicar su clase. A cada que tengo oportunidad acerco mi cabeza a Seokjin para preguntarle porqué estaba haciendo eso, pero siempre fallo, pues él se esconde bajo su flequillo y finge revisar sus apuntes. Debe ser muy interesante ver una página de garabatos en tu cuaderno, ¿verdad, Jin? Taehyung no te cree nada.

Solo quería explicar que desde esta parte Jin va a empezar a ser uno con su omega, este va a poder controlar sus acciones y solo quiere decir que si es que no hubo suficiente Taejin hasta ahora, a partir de este capítulo va a haber bastante.

Solo eso, ¡infinitas gracias por su apoyo!