𝙓𝙇𝙄𝙄𝙄

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Penúltimo capítulo

Kim Seokjin

Es extraño pensar cómo está terminando todo. Siempre fui libre de hacer lo que quisiera, y aún así nunca falté a las reglas ni dí motivos para que las personas cercanas desconfiaran de mí. Siempre llegando después de la escuela a hacer todo lo que me habían indicado, siempre siendo un buen alumno, un buen hijo, me atrevo a decir que un buen hyung para mis amigos también.

Se supone que empiezo una nueva etapa, pero es tan difícil de asimilar que lo hago de esta forma.

Preso.

Quisiera tirar la cabeza para atrás mientras me carcajeo sonoramente de mí mismo y mi exageración, pero sé que no podría. No es gracioso en absoluto.

Será por eso que me cuesta aceptar tanto las cosas que me pasan, nunca fui plenamente consciente de mis desdichas, no. Aún así tampoco era capaz de reírme de mí mismo, no había gracia en hacerlo. Hacía caso y obedecía porque por dentro igual sabía que era totalmente libre aunque ahora comprendo que eso no era libertad, era un estado de abandono. Los únicos que estaban pendientes de mí eran mis lindos dongsaengs.

Yoongi dándome la comida que no le gustaba, Jimin y Hoseok haciéndome reír tanto y alegrando mis días, Jungkook con sus quejas e insolencia, Namjoon siempre dispuesto a escuchar y ayudándome con su madurez.

Taehyung.

Ah~ ni siquiera sé si podría contar con precisión todo lo que debería agradecerle a Taehyung.

Él me escuchaba al mismo tiempo que me hablaba, reclamaba mi atención pero me daba la suya, me protegía y tácitamente pedía ser protegido.

Me amaba pero no pedía ser amado.

Saber que me alejaré solo hace que me pese el corazón. 

—Lo compré hoy mismo, creo que es un gasto que vale la pena permitirnos— como si no nos estuviéramos pudriendo en dinero —lo usarás.

Asiento a las palabras de mamá, quiere que use ese traje rojo vino que ha comprado para la fiesta de graduación que nos han preparado los de segundo año.

Si supiera que me da igual lo que vaya a vestir, solo quiero asistir y pasarla bien con mis dongsaengs. Iría hasta con pijama con tal de salir de aquí y volver con las personas que más quiero en este mundo.

—Se verá mal en ese traje— habla mi hyung.

Se ha sentido culpable por mi encierro y ha intentado ganar puntos conmigo de nuevo. No sé si lo vaya a conseguir, tengo el presentimiento de que en unos meses ya no lo odiaré más. Ni a hyung, ni a abba ni a eomma. Seokjoong sabe que odio ese color. Como sea, ahora mismo él intenta ayudar a que algo de lo que suceda conmigo en las próximas horas finalmente sea a mi gusto y para mi alegría, empezando por mi indumentaria.

Pero no me importa en lo absoluto.

—Cariño, nadie pidió tu opinión.

Joong rueda los ojos y sale de mi habitación.

Jungkook entra en su lugar.

Pasa tanto tiempo en mi casa últimamente que no me sorprendería que lo hagan mudarse aquí.

—Bien Jinnie— deja el colgador con el traje encima de mi cama —cámbiate. Tu papá les prestará uno de los autos para que lleguen bien, nada demasiado lujoso— se ríe bajo su mano —no queremos hacer sentir mal a sus amigos pobres, después de todo ya no los verás más. Quiero que la pases bien esta noche, cariño.

Se acerca y deja un beso en mi frente. Me abstengo de rodar los ojos y al contrario, intento disfrutar de la leve caricia que me ha dejado mi mamá.

Las dos personas dejan mi habitación.

Intento no sentirme mal y otra vez trato de reírme de mí mismo.

Fallo.

Kim Taehyung

—¿Oh, es en serio?

Jimin no luce nada conforme con el lugar. Apenas entramos y ya lo oímos quejarse. A mí me daría exactamente lo mismo si la fiesta fuera aquí o en un sitio peor o en la calle o en el bosque. No es el lugar por lo que vine.

Hoseok entra sonriendo detrás de Yoongi y no deja de sonreír incluso cuando ya ha visto todo. No está tan mal, el gimnasio ha resultado estar muy bien decorado con luces de colores pero conservando el ambiente oscuro. Las mesas son cubiertas por manteles de telas delgadas y con encajes en los bordes, encima el menaje para la cena como si de una premiación de Idols se tratara. Nombres de grupos de alumnos se aprecian en un papel encima. Tan rápido como Nam entra se va hasta el fondo de la sala a buscar nuestra mesa.

Han instalado un escenario parecido al que había en el certamen de belleza. Me pregunto para qué lo usarán. La música se oye fuerte por los parlantes y unos pocos estudiantes se encuentran bailando en una improvisada pero bonita pista de baile. No le veo lo malo como para que Park parezca estar observando todo con disgusto.

—¿Qué está mal?— me animo a preguntarle siendo los dos los únicos que nos hemos quedado en la entrada de la fiesta.

Jimin mueve los dijes en sus clavículas, pues su traje negro y camisa permiten que su cuello quede al descubierto. Lleva una rosa blanca en las manos por si consigue una pareja durante la noche, así tiene algo que darle a su pareja para que ambos "combinen" puesto que él lleva un pañuelo blanco en el bolsillo del traje, eso venía diciéndome en el camino aquí.

—Oh no hay nada malo— sonríe —es solo que imaginé que harían algo más extraordinario con todo el dinero que ganaron en el certamen. Ya sabes, cobraron la entrada para ver a Jin-hyung.

Siento mi ojo izquierdo temblar. Sí, todavía recuerdo eso.

Aprieto el porta ternos en mi mano. Hablando de Seokjin, me pregunto si ya habrá llegado o al menos estará cerca.

—¡La mesa está por aquí!— grita Hobi animado desde el otro lado del gimnasio.

Prometo no arruinarles la fiesta a mis amigos con mi mal humor como pasó con la graduación en la mañana. Tomaré el consejo de Yoongi, voy a hacerme la idea de que Jin debe venir acompañado de Jungkook. Es la verdad y no puedo hacer nada al respecto.

Miro el porta ternos de nuevo.

Oh, claro que puedo.

—No puedo creer que Yoongi sea el único con pareja y ni siquiera la haya traído— se carcajea Hobi apenas nos sentamos —podrías haber sido más caballeroso, eh amigo.

Yoongi hyung hace un gesto y se rasca la oreja, despreocupado y en actitud relajada.

—No voy a estar en la fiesta con ella de cualquier forma, voy a quedarme con ustedes.

Jimin muere de ternura y se abalanza encima de Suga, abrazándose de su cuello.

—¡Ah~ hyung! ¡Sabía que nos querías!

Yoongi da media sonrisa.

—Sí bueno— se mira las uñas —también para que vean que yo sí puedo conseguir una pareja, no como otros.

Hoseok se empieza a carcajear mientras que Mochi se separa completamente ofendido. Por unos momentos parece meditar algo, luego se pone de pie.

—¿A dónde vas, Jimin-ah?

Toma la rosa en sus manos pequeñas y nos guiña el ojo, lleva su otra mano a su rostro en una pose.

—Iré a conseguir una pareja para que este hyung presumido vea— dicho eso desaparece entre la creciente multitud.

Namjoon-hyung y yo nos miramos sonriendo, él sirve un poco del contenido de las botellas en el centro de la mesa para cada uno. Se ha teñido el cabello de rubio y también lleva un traje negro.

Todos lucen bastante bien esta noche.

Minutos después reímos cuando vemos a Jimin regresar sin la rosa blanca, con una cara de sorpresa en el rostro. Deja atrás un grupo de chicas omega que sueltan risitas. Park vuelve a tomar asiento y bebe un poco de su copa.

—Si hubiera sabido que invitar a alguien iba a ser tan sencillo no me hubiera mortificado tanto.

Namjoon-hyung ríe y niega con la cabeza.

—Eres popular, Jimin-ah.

—E-Eso parece— suelta tímido y de inmediato voltea sobre su asiento para señalar a Suga con su dedo índice —¿Lo ves, hyung?

Yoongi asiente y al no prestarle demasiada importancia a Jimin como este último esperaba sólo se encoge de hombros y empieza a jugar con Hoseok.

Termino el contenido de mi copa pensando cómo haré cuando vea a Jin.

No podía retener a mi lobo y no podía no verlo y sentir de inmediato las ganas sobrenaturales de querer marcarle. Pero cuando lo beso o lo marco con mi olor puedo quedarme tranquilo por un rato. Hasta que regrese a casa y otra vez mi lobo se ponga en acción, quejándose porque el omega sigue ahí afuera sin llevar nuestra mordida en el cuello.

De verdad quiero esperar a que Jin se sienta listo, pero no tengo idea de cuando vaya a suceder o si yo podré esperar... He estado pensando bastante en eso y creo que si es que ya tenemos un lazo por ser destinados sólo deberíamos reforzarlo con la marca. Mi lobo se siente preparado tanto como yo, es que es obvio. ¿Cómo no iba a sentirme preparado y ansioso siendo que llevo amando a Jin años de años? Debo tener paciencia, Jin me ama pero apenas ha podido decírmelo, hasta que quiera aceptar la marca pasará un tiempo.

—Ya están aquí.

Volteo hacia la entrada del lugar después de la afirmación de Hoseok.

Y ahí veo a mi hermoso Jin como si mis pensamientos lo hubieran invocado, entrando tímido del brazo de Jungkook.

No le presto atención al menor, me dedico a repasar a Jin con la mirada una y otra vez. Sus ojitos miran el lugar con curiosidad, haciendo que brillen y yo lo note desde mi asiento. Sus labios gruesos tienen más color y los rasgos de su precioso rostro lucen tan delicados siendo tocados por las luces de la fiesta. Su cabello sedoso y brillante está peinado de tal manera que deja su frente descubierta haciéndolo ver sexy. Oh, pero el traje que lleva contribuye bastante a esa provocativa imagen. Frunzo un poco el ceño al notarlo más delgado, el traje color vino se ciñe tan bien en su cintura. No lleva ningún accesorio, lo que me hace sonreír porque he traído todo lo necesario.

Aunque después de verlo así comienzo a dudar sobre darle o no lo que he traído para él, ya se ve demasiado hermoso.

—Argh— ni siquiera dejo de ver a mi omega cuando escucho el gruñido de Yoongi —Taehyung ya estás apestando todo a tu olor de perro excitado. Namjoon, ¿has traído perfume?

—Yo no uso perfume, hyung...

—Ujum, claro.

Entrecierro los ojos y abro la boca indignado cuando observo como la cintura de mi Jin Jin es envuelta por el brazo de Jungkook, posando para una foto.

Ya se llevó todas las fotos de la graduación, ni loco va a ganarme aquí.

Me levanto con el porta ternos y agito un poco la cabeza para sacarme el flequillo de la frente. Recién me fijo que Jungkook lleva un traje gris pero la corbata del mismo color del conjunto de Jin. ¿Están combinados a propósito? A Jinnie ni siquiera le gusta ese color.

Me detengo detrás del fotógrafo, no lo había visto antes. Seguro porque los chicos y yo llegamos relativamente temprano. Me cruzo de brazos esperando a que termine de fotografiar a la "pareja".

Definitivamente voy a entregarle a Jin mi presente para dejar en claro quién es la pareja real aquí.

Y para hacer sonreír a Jinnie, por supuesto.

Kim Seokjin

Ha sacado más de diez fotos, estoy bastante seguro.

—Una más, Jin-hyung— suelta Jungkook cuando me he separado. Yo no quiero sacarme fotos, quiero ir a buscar a los chicos y porqué no, beber algo.

Beber algo lo más antes posible. Y luego buscar a Taehyung, el alcohol da valor, eso dicen.

—¿Ya es mi turno?

Me quedo sin aliento por la voz ronca de Taehyung llegando a mis oídos tan repentinamente. A quién engaño, adoro su voz pero lo que me deja sin aliento en realidad es lo malditamente bien que luce en ese traje gris con textura y su camisa desabotonada hasta más allá de las clavículas.

Mi omega empieza a babear.

De acuerdo... Tal vez soy yo quien babea.

—¿Y bien?

Taehyung ni siquiera me ha mirado, en realidad le estaba hablando al fotógrafo que nos interceptó a mí y a Kook desde que pusimos un pie en la fiesta.

Aprieto mis puños. ¿El fotógrafo no es omega?

—Jin-hyung... Estás empezando a oler...

Me voy caminando dando fuertes pisotones en el suelo de madera pulida evitando refunfuñar, alejándome de allí. No quiero que Taehyung me huela si lo que murmuró Kookie es cierto y tampoco quiero ver como Taehyung habla con el fotógrafo omega mientras yo estoy ahí parado frente a sus narices.

Paso por el costado, casi pegado a la pared dirigiéndome al otro extremo del salón. Realmente quería ver a Tae y luego provocarle un poco... Tal vez conseguir algo de mimos de su parte y darle otros en compensación por lo de la graduación, casi ni pudimos estar cerca. Pero tenía que llegar y ver que ni me prestó atención.

Es el traje, el rojo vino no es mi color. Seguro que no le llamé la atención lo suficiente y por eso...

—¿A dónde crees que vas?

Me detengo justo antes de chocar con el pecho casi descubierto del alfa. Joder, no estaba tan alto la última vez que lo ví, ¿o sí?

Seokjin, la última vez que lo viste fue hace diez segundos allá en la entrada de la fiesta cuando te dio un ataque de celos.

Tú cállate, lobo.

—Te ves precioso.

Se acerca y ahora sí choco con su pecho.

—Quería que nos tomáramos una foto pero ya que estamos aquí, sería mejor que te dé tu regalo y entonces te cambias y...

¿De qué habla?

Ya ni me importa el fotógrafo, estoy ocupado olfateando la piel descubierta. Ni siquiera me ha saludado, solo ha venido a decirme cosas que no entiendo. Aunque no importa realmente, estoy escuchando su voz y sintiendo su olor picante y rico. Es suficiente.

—Hola— murmuro y pego mis manos a su torso, para acercarme más. No a su pecho descubierto, no. Como dije, quería beber algo para tener valor como tanto dicen los chicos de mi edad y aún no he tomado nada así que sigo sintiéndome como el Jin algo nervioso de siempre, no tocaré su piel descubierta.

—¿Has escuchado algo de lo que te he dicho?

Niego con la cabeza.

—Te perdono por ignorarme por el fotógrafo— digo para no dejarlo hablando solo y hundiendo mi nariz en su pecho, tal vez no necesito alcohol para tener valor. Podría acostumbrarme a esto de pegarme a su pecho por cuenta propia, especialmente si está al aire.

Sigo ronroneando internamente por lo satisfactoria que es la sensación de sentir a mi alfa tan cerca cuando de la nada él toma mis muñecas y me aleja.

Gruño sonoramente.

—N-No hagas eso, ¿quieres?— pide sonando dos octavas más bajo.

Gruño de nuevo en respuesta, pero alzando la cara. Mala idea. Estaba tan distraído en su cuerpo enfundado en ese traje casual que no había visto su rostro hasta ahora. El cabello lo tiene negro, diablos. Negro.

Sus facciones se ven más maduras.

Más alfa.

Su flequillo está peinado perfectamente. Tal vez no tanto, deja ver un poquito de su frente porque al parecer se ha movido pero igual se ve tan sexy. Taehyung es sexy, no lo había pensado antes pero...

—¿Estás babeando?

—¡No soy yo!— grito por verme descubierto —¡Fue mi omega!

Taehyung se ríe y toma mi barbilla en su mano derecha. Su pulgar pasa por debajo de mis labios sin tocarlos realmente, solo sacando un rastro de humedad.

Espera, ¡¿entonces literalmente sí estaba babeando?!

Mátate, Seokjin.

—Me halagas demasiado, precioso— saca su mano —pero me has gruñido en la cara justo antes de examinar mi cara mientras babeabas— recalca la última palabra —Estoy ofendido.

Ruedo los ojos volviendo a la normalidad, saliendo de su encanto.

Ah~ ¿por qué he hecho eso? Conozco a Taehyung, nunca me dejará olvidar este momento vergonzoso.

—Oye— vuelve a hablar a pesar de no haber recibido ninguna respuesta de mi parte a su anterior comentario. Tampoco la va a recibir, no me ha permitido seguir deleitándome con su olor mientras me entierro en su piel y menos poder mirarlo en paz ya que se ha burlado de mí. No, yo tengo orgullo. Mejor me concentro en ver la fiesta que hasta ahora no he tenido la oportunidad de apreciar. Todo está adornado con globos y luces tenues de colores. Hay mucha gente y... —No dejes de mirarme.

Vuelvo a observarlo por esa voz.

¡¿Esa voz?!

Jadeo sorprendido y retrocedo dos pasos para señalarlo con mi dedo índice, acusador.

—Ji-Jinnie...

—¡Has usado tu voz de alfa!— exclamo —¡Acabas de usar tu voz de alfa conmigo!

Sus mejillas se tiñen de rojo, sus orejas y cuello también. Hace que desvíe mi atención de nuevo a su pecho, también algo colorado. No no no, no te distraigas. ¡¿Cómo se ha atrevido a usar la voz de alfa conmigo?! ¡Jamás lo había visto usarla! ¡Nunca! Juraría que esta es la primera vez. Ni siquiera cuando estaba en celo en mi habitación intentando aprovecharse, tal vez ahí hubiera sido comprensible que la usara. ¡No ahora!

—¿Qué e-esperabas que hiciera? Me gusta que me mires... así, ya sabes— se rasca la nuca nervioso sin dejar de mirarme —nunca sentí que me miraras con ese deseo. Y dejaste de mirarme y prestarme atención así que yo solo... Ahm— baja la vista y el volumen de su voz —perdón Jin Jin, no debí usar la voz.

Pasa a ser tan terriblemente tierno con esa extraña disculpa. Sonrío a más no poder.

No lo estaba acusando seriamente... no es tan malo que use la voz solo que fue algo raro. Aunque ahora eso no es importante, ¿en serio ha dicho que yo nunca lo había visto así?

¿Está ciego o qué?

—Amor— intento canturrear pero no, no tengo valor para ser tan descarado después de lo tierno que se ve Tae aún mirando hacia abajo —claro que te miro con d-deseo, eres sexy— me golpeo mentalmente por tartamudear, ¡es que acaba de levantar la vista hacia mí demasiado rápido! —¡Tú no me veas ahora!— chillo por su intensa mirada.

¿Qué nos está pasando? Pareciera que apenas nos hemos conocido, actuando tan extraño el uno con el otro.

Kim Taehyung

Pasan largos segundos de silencio, entonces aún sin saber qué responder a su declaración solo tomo su mano y nos guio hacia afuera del improvisado salón de fiesta, en realidad gimnasio, para ir específicamente a los baños.

Jin no dice nada, solo se deja jalar por mí. Aprovecho que va atrás y no puede ver mi rostro, entonces comienzo a gesticular con la boca de la forma que mis gritos quisieran salir.

¡AAAHHH!

El Taehyung de trece o catorce años no se lo creería y estaría chillando como niña.

Seokjin, Kim Seokjin solo ha dicho que también me mira con deseo.

Dijo que soy sexy.

¡Diablos!

Decidido, dejaré a Jin en el baño de omegas para que se cambie y yo me iré al de alfas a resolver el asunto que tengo bajo los pantalones provocado solo por sus últimas palabras.

—¿A dónde me llevas, Tae?

Parece que la vergüenza se le ha ido, suena normal. Como si nada hubiera pasado. Debería hacer lo mismo.

—Te traje algo y quiero que te lo pruebes y si te gusta... Ya sabes, podrías usarlo.

Llegamos a la puerta, entonces suelto su mano y le extiendo el porta ternos que he estado cargando todo este tiempo.

Jin me mira ladeando la cabeza, notablemente confundido. Pero no tengo tiempo de explicarle, cada vez la cosa en el pantalón duele más y...

—Okay— recibe el porta ternos con una sonrisa, como si ya supiera de lo que yo estoy hablando —entonces...

Solo entra al baño y yo me voy en otra dirección.

Jeon Jungkook

—Hoseok, deja de ser cobarde, ve a bailar con la pareja de Yoongi.

El alfa niega con la cabeza y se abraza a mi cuello, tratando de evitar que Jimin y Yoongi sigan tirando de él de ambos brazos.

A lo lejos veo a la chica omega de la que hablan con una sonrisa enorme, extendiendo su mano hacia Hoseok. Lo que no entiendo es porqué quieren que Hobi vaya cuando han dicho que es la pareja de hyung. Raro.

No, lo raro es que desde que Jin-hyung se fue y Tae lo siguió a no sé dónde no los he vuelto a ver. Y ya han pasado dos horas desde eso.

—Jungkookie, no puedes dejar que me lleven con ella.

¿Qué si le pasó algo a Seokjin? Yo soy su pareja de graduación, sus padres se enojarán conmigo y creerán que soy un irresponsable, además se suponía que no debía acercarse a Taehyung aunque de todas maneras lo iba a hacer pero no por tanto tiempo y...

—¡Va a violarme!

—¡No te hará nada, gallina!

Hoseok-hyung se pega aún más a mí, haciendo que me sienta incómodo y por fin reaccione a lo que está diciendo.

—¿Por qué debe ir Hobi-hyung si ella es tu pareja, Yoongi-hyung?

Suga se cruza de brazos.

—Porque le prometí a la chica que si era mi pareja en algún momento de la noche iba a poder bailar con Hoseok.

Hobi se abraza más a mi cuello y con la otra mano señala a Yoongi.

—¡Mal amigo!

—Ah~ Suga-hyung eso es patético y vergonzoso— suelta Jimin y deja de jalar a Hoseok.

—La chica no sabía cómo acercarse a Hoseok.

—¡Porque me asusta!

Siguen gritándose entre ellos hasta que en algún momento logran arreglar sus diferencias y vuelven a prestarle atención a las botellas de alcohol en la mesa. Bufo, yo ni puedo probar porque Namjoon está muy atento a lo que hago.

—¿No habías venido con Jin-hyung, Kook?

Suspiro y asiento.

Antes solía contarle absolutamente todo a Jimin, o bueno por lo menos estos últimos meses que ya no podía contar con Taehyung como primera opción.

Jeje, porque sería demasiado estúpido de mi parte contarle a Tae lo mucho que quería estar con su omega, ¿no? En fin, por eso debía recurrir a Jimin. Pero después de que él empezó a regañarme en lugar de sólo escuchar dejé de contarle mis cosas. Actualmente solo las dejo pasar, sin embargo no es del todo bueno. Me siento mal. Entiendo que los hyungs apoyen primero a Taehyung con Jin porque prácticamente todos crecimos viendo el amor entre ellos, así que no me molesta. Pero igual... Namjoon-hyung me ha preguntado si vine con Jin-hyung cuando sabe perfectamente que sí. Lo que ha querido decir en realidad es; "Si viniste con Jin, ¿por qué no estás con él ahora?"

Y otra vez, él ya sabe la respuesta.

"Porque vine con Jin pero él se fue con Taehyung, ellos son novios después de todo".

Una pareja real, a diferencia nuestra.

Por eso solo suspiro y sé que Namjoon me ha entendido todo a pesar de que él no es Jimin y no le cuento mis problemas.

Pero es que Nam hyung es genial, puede entender muy bien las cosas como si tuviese telepatía.

—Hey— hyung se levanta y me extiende la mano —conozco a un chico muy bonito que seguro le encantaría conocerte.

Ruedo los ojos.

Seguro que con eso ha querido decir;"Voy a llevarte con alguien para que te empieces a olvidar de Jin y ya no te metas entre él y Taehyung".

Pero ya no me estoy metiendo entre ellos, lo juro.

—Jungkook, vamos.

Tomo su mano solo para impulsarme, luego la suelto. Sigo a hyung a través de la multitud de alumnos, seguro que ni siquiera son todos de último año, se ha debido colar otra gente.

Namjoon me presenta a un chico, tal y como dijo que haría. Sin embargo, no dejo de pensar en ningún momento en Jin y Taehyung, que quién sabe dónde estén justo ahora.

O lo que estén haciendo.

Kim Seokjin

El lago es precioso, después de las citas que he tenido con Tae Tae aquí, se ha vuelto mi lugar favorito.

¿Cómo podría no serlo?

La luna se refleja en sus aguas y brotes de hierba crecen en sus orillas. Toda la zona parece desierta y tan tranquila. Da tanta paz. El banco en el que alguna vez Tae intentó declararse con una canción y en el que en otra yo le canté sigue aquí.

—Así que... Crees que soy sexy, ¿eh?

Bufo, irritado.

—Nunca vas a olvidarlo, ¿eh?— respondo de igual manera.

Taehyung niega y recuesta su cabeza en mi regazo. Siento mi rostro arder, hace bastante tiempo que no hacía eso.

Desde arriba veo sus fuertes rasgos. Sus pestañas se voltean y parecen ser transparentes bajo el brillo de la luna, él está observando el lago.

Llevamos observando el lago mucho tiempo.

—Es que realmente quiero que lo vuelvas a repetir— antes de que yo pueda quejarme y avergonzarme él continúa hablando —serían los dos mejores recuerdos en el lago. El primero, la vez que me dijiste que estabas enamorado de mí justo aquí y el segundo, la vez que me dijiste que me veías muy sexy después de escaparnos juntos de la fiesta de graduación, también aquí.

Creería que estuvo nervioso al soltar eso si no fuera porque habló con una voz relajada y algo burlona.

—Ah~ eres un desvergonzado— suspiro y decido que debo darle el gusto por más que luego quiera que me trague la tierra —de acuerdo. Me pareces muy sexy, ¿contento?

Mueve su cabeza para quedar mirándonos frente a frente. En realidad, de arriba a abajo, ¿no? Sin embargo la lucha de miradas no dura mucho, yo desvío mi atención al lago de nuevo intentando olvidar lo que dije para no sonrojarme después.

El ambiente es tan gélido a nuestro alrededor. ¿Por qué a Tae se le ocurrió venir aquí justo en medio de nuestra fiesta de graduación? No tengo idea. Tampoco sé qué bicho le picó para darme el regalo que ahora llevo puesto.

No podía ocultar mi sorpresa y confusión cuando al abrir el porta ternos dentro del baño encontré una fina tela rosada. Con emoción me puse la indumentaria y al verme al espejo tuve ganas de llorar. Sentía como si yo mismo hubiera elegido aquel traje porque estaba a mi medida, en mi color favorito, con un estilo que ya me encantaba estar luciendo aunque fuera yo solito en el baño y llevara puesto el conjunto apenas unos cuántos segundos.

Al salir me encontré con Taehyung. No hablamos de eso, solo me tomó la mano y llegamos aquí media hora más tarde. No hablamos en el camino, estaba disfrutando tanto su mera presencia y la calidez en mi pecho por la gratitud y amor que me embargaba que no me llamaba la atención en absoluto tener que cortar ese ambiente tranquilo.

Su mano sobre la mía.

Pero ahora es distinto, también estamos en silencio pero siento todo tenso. Tal vez sea que en todos estos minutos que estuve recordando como terminamos aquí él no ha dejado de observarme fijamente.

Decido que puedo entablar conversación ahora, cualquier cosa para que deje de estar provocando que mi corazón se acelere bajo su atenta mirada.

—Gracias por el traje, no te lo había dicho.

No observo directamente a Taehyung pero sé que ni se ha movido.

Joder, parece que ni siquiera está respirando.

¿Está jugando a ponerme nervioso quedándose quieto?

Ah, debí saber que el ego se le iría al cielo solo por haberle confesado que también lo miro con deseo.

—Es hermoso— continúo hablando con la esperanza de que responda —me encanta. ¿Cuándo lo conseguiste? O bueno... ¿Por qué? Digo, no podrías haber sabido que iba a venir vestido al gusto de mi madre y que iba a querer cambiarme de ropa, ¿no?

El alfa ni siquiera parpadea.

—Y... Y me gustó mucho el detalle... Yo— no sé qué decir —argh, ¿puedes contestar? Siento que estoy hablando solo— soy parlanchín por naturaleza, nunca me había molestado hablar literalmente solo incluso cuando Taehyung estaba a mi lado pues yo sabía que me escuchaba. Ahora no estoy seguro de si me escucha o no, y lo que realmente me incomoda es que siga observándome de esta manera, por lo que mi reclamo va más por ese lado —solo di algo, ¿quieres? Lo que sea— y deja de observarme así, por favor. No, eso no lo agrego.

Empiezo a contar cuántos segundos pasan en mi cabeza, ya un poco alterado por el silencio.

—¿Lo que sea?— habla finalmente.

Ronco.

Asiento ahora viendo hacia el cielo. Al menos así su imagen intimidante que examina mi rostro no se cola ni por el extremo de mi ojo y puedo estar tranquilo.

Eso dura unos pocos segundos.

—Estoy muy excitado ahora mismo.

Trago saliva y me atraganto casi al instante de escuchar su frase. Empiezo a toser y me levanto de la banca bruscamente haciendo que él casi caiga al suelo.

Quiero disculparme pero no tengo ni tiempo, Taehyung ya está firmemente parado a centímetros de mí.

—Dijiste que podía decir lo que sea.

No sé si reír o pegarle.

—¡P-Pero no a-algo como eso!— chillo después de gritarle porque no esperaba que mi voz saliera tan horrible. No lo miro a la cara.

—No puedes llamarme "sexy" y luego esperar que no sienta nada— habla como berrinche y se cruza de brazos mientras por mi lado sus palabras siguen sonando y sonando en repetición dentro de mi cabeza.

Mi lobo agita la cola y me dan ganas de gritarle que se quede quieto. Ambos sabemos que a veces Taehyung dice cosas atrevidas a propósito y mantiene esa actitud, a veces dice cosas atrevidas a propósito pero se porta tímido después, a veces dice cosas atrevidas sin darse cuenta y luego ya se avergüenza y a veces dice cosas atrevidas sin darse cuenta pero sigue actuando inocentemente.

Justo como ahora.

—E-Es por eso que me estabas observando...— razono en voz alta abrazándome a mí mismo. Tengo la pequeña necesidad de cubrirme luego de que ha dicho eso.

—Bueno sí— sonríe como un niño y se rasca el cabello detrás de la nuca —es que te ves tan lindo en mi regalo de cortejo que estaba admirado viéndote pero luego recordé tus palabras de hace rato y comencé a calentarm...— se detiene. Y aquí está lo que decía, a veces Taehyung dice cosas atrevidas sin darse cuenta y cuando por fin lo hace, se avergüenza —...¿En serio te dije que estaba m-muy excitado?

¿Qué no lo había hecho conscientemente para molestarme?

Cuando Tae se voltea y camina unos pasos más allá, supongo que intentando evitar que yo note que se ha puesto todo rojo, fallando porque sí lo ví, me doy cuenta de que no. No había dicho que estaba en ese estado conscientemente y menos aún para molestarme.

...

Kim Taehyung

Miro a todos lados con la intención de encontrar un árbol y poder golpear mi frente contra su duro tronco.

¡Pensé que lo había dicho en mi mente, joder!

¡Se lo dije a Seokjin en la cara!

Me siento un cobarde por estar dándole la espalda justo ahora pero prefiero eso a que pueda ver mi pantalón levantado, si es que no lo ha notado aún. Argh, claro que debe haberlo notado si es que incluso me atreví a decirle que estaba excitado en voz alta. ¡Con razón actuó así!

Ah, vaya torpeza la mía.

Lo que se supone que tenía que ser una cita inolvidable en una noche especial para ambos terminó siendo... lo que sea que sea ahora.

No ha pasado desapercibido para mí el hecho de que Jin parecía querer cubrirse de mi mirada mientras se abrazaba a él mismo. Ha sido evidente, lo he asustado con mi desubicado comentario.

Camino unos cuantos pasos más, respirando hondo.

Yo estoy arrepentido pero mi alfa es todo lo contrario, aúlla triunfante dentro de mi pecho como si estuviera orgulloso de lo que le hemos dicho a Seokjin. Pero no, lobo bobo. Jinnie no quiere la marca y menos que lo reclame como mío mientras lo tomo y...

—¿Estás bien?

Su simple y más que inocente toque en mi hombro hace que me quede de piedra.

A esto me refería, ya no puedo controlar las reacciones de mi cuerpo y menos las de mi lobo. Son prácticamente lo mismo.

Jinnie ya me ha dicho que me ama, ya me aceptó como su alfa y esta noche dijo que me desea. Lo más lógico es que mi lobo se descontrole tomándose a pecho todas sus palabras. No es capaz de razonar que debemos esperar a que Jin esté listo por más que diga que...

—T-Tae, estás empezando a oler...

Me alejo de su toque lo más rápido que mis piernas me permiten, aunque estén entumecidas.

Debí tomar inhibidores. Mierda, ni siquiera estoy cerca del celo faltan meses pero debería tomarlos de igual manera para mantener a mi alfa suprimido.

Paro en seco cuando Jin aparece delante de mí.

—Podemos olvidarlo si quieres, ¿bien? Ya no estés incómodo solo se te escapó.

Ujum, claro. Solo se me escapó.

¡Es la verdad! Pero igual me siento ofendido aunque hace unos momentos no dejaba de sentirme culpable. O sea que a Jin no le ha afectado para nada lo que le dije.

Entonces no importa que vea mi pantalón levantado.

Bueno.

—¿Estás molesto?

Su vocecita sale tan inestable y baja comparado a lo que había dicho antes que ladeo la cabeza y me acerco más a él. ¿Habrá algún problema?

Sí, lo hay. Lo confirmo porque ahora el que retrocede es Jin.

Definitivamente esto no está saliendo como la cita perfecta que planeé. Si tuviera orejas de lobo estarían caídas, se debe notar en mi semblante.

El silencio nos gobierna de nuevo.

Poco a poco el calor que tenía en mi cuerpo va disminuyendo. No sé si es bueno.

Kim Seokjin

El olor de un alfa puede en ocasiones tener tanto poder sobre un omega como la voz. Si es tan fuerte la cantidad de feromonas que suelta, o está con su pareja, o están en espacios cerrados, o está en celo.

Recuerdo esa lección y doy algunos pasos más para tomar distancia.

Mi pecho sube y baja rápidamente y si no quiero tener que huir por mi omega asustado será mejor que cubra el olor sobrenaturalmente fuerte e intenso que está desprendiendo Taehyung ahora mismo. Diablos, ya me siento mojado y creo que no está bien porque al mismo tiempo su olor da miedo, altera a mi omega.

¿Pero cómo cubro su olor?

Una idea alocada surca mi cabeza. Suficiente extraña como para ser fervientemente aprobada por mi omega.

Así que aprovechando que Taehyung no me mira porque parece muy concentrado viendo tristemente el suelo, me acerco tan rápido como puedo y me cuelgo de su cuello. De inmediato comienzo a frotar, liberando mi olor sobre él.

Espero que sea lo suficientemente fuerte para cubrir el suyo.

Mi omega ronronea contento por estar haciendo esto con el alfa. Ambos somos posesivos, ya va siendo hora de aceptarlo.

Taehyung no se mueve, se deja hacer y lo agradezco porque si seguía ahí mirándome fijamente, oliendo tan bien para mí, después de haber dicho eso de que estaba e...

—Más— jadea colocando sus manos bajo mis muslos y cargándome.

—¿Q-Qué?— se supone que debía cubrir su olor con el mío para evitar una situación vergonzosa. Taehyung ahora está soltando aún más feromonas que antes, si es que eso es posible.

¿Y ahora qué?

—Mhm...— me baja al suelo de nuevo pero seguimos pegados. Se acerca a mi oído —que sigas haciendo eso. Me estás calmando.

Río irónico para esconder mis nervios. ¿Lo estoy calmando? Literalmente estoy sintiendo su bulto duro pegado a mi muslo, no me parece que lo esté calmando.

Más bien todo lo contrario.

...

¿Por qué no me molesta?

—Hueles tan bien, Jin Jin— sus manos suben y bajan por mi espalda.

Taehyung ronronea.

Estaba muy consciente de tener que calmarlo e ignorar a mi omega calenturiento y raro pero ahora ya no estoy tan seguro.

Me abrazo a su cuello, dejando que siga haciendo lo que sea que quiera. Pensé que estaba muy incómodo pero al parecer ya se le pasó.

Lo malo es que el que empieza a necesitar calmarse soy yo.

Kim Taehyung

—Entonces es otro regalo de cortejo.

Asiento.

—Me gusta mucho.

—Me alegra que te haya gustado, Jinnie.

Caminamos calle abajo después de haber dejado el lago hace rato. Para algún punto nos tuvimos que separar por iniciativa mía, claro. Si seguíamos así habría terminado diciendo o haciendo alguna otra cosa que nos hubiera devuelto a la incomodidad que Jin se encargó de eliminar cuando se pegó a mí a dejarme su delicioso olor.

Ah~ no creo que sea posible que esté más enamorado de él.

Volteo a mi derecha solo para verlo caminando a mi lado. Sonrío inevitablemente.

Puede que aún no sea el momento para nosotros, está bien. Puedo esperar, no pasa nada. Quiero que ese momento sea especial, mientras tanto puedo seguir calmando a mi lobo con los mimos de Jin y sus gestos inesperados. Me hacen igual de feliz.

No resultó ser una cita como tal, pero la última noche de preparatoria la pasamos bien y es lo que me importa. Pude hacerlo feliz. Estuvimos solo los dos juntos, tal como siempre quise.

Y ahora caminamos sin rumbo.

—Estamos en la calle de tu casa, Tae Tae.

Me sorprendo bastante al darme cuenta de que es cierto. De acuerdo, tal vez no estábamos caminando sin rumbo.

De un momento a otro regreso a la realidad. Jin debería ir a su propia casa y no estando acompañado por mí. Bufo sacando mi celular para llamar a Jungkook, es él quien debe dejarlo allí si queremos evitar que Jinnie tenga más problemas con su familia.

Los que por cierto, aún no me ha contado.

—¿Qué haces?

—Llamo a Jungkook— me pego el teléfono a la oreja, suspirando. Si sigue en la fiesta tendremos que regresar allí y...

—Dame eso— me recibe el celular y veo como bloquea la pantalla, cortando la llamada si es que Jeon llegó a contestar.

Ladeo la cabeza, con confusión.

—Ya es muy tarde Jinnie, debería ir a dejarte con Jungkook para que te lleve a tu casa. Si te ven aparecer conmigo solo...

—No— me interrumpe de nuevo y yo solo frunzo el ceño. ¿Qué pasa?

Jin se aleja de mí y camina más rápido entrando a la calle de mi casa y estoy seguro de que él lo sabe. Lo que no entiendo es porqué lo hace.

Me apresuro a llegar a su lado.

—Quieres dejarme con Jungkook— murmura con una voz triste.

Se me detiene el corazón al oírlo así de afligido tan repentinamente.

Hago que se detenga y tomo sus manos en las mías.

—No quise decir eso.

—¿Ah no?

Niego.

Antes de que pueda seguir hablando y luego preguntarle por qué se ha puesto tan melancólico de repente Jin salta chocando sus labios con los míos.

Sus dedos se cierran en los cabellos de mi nuca y abre la boca profundizando el beso desde el inicio. Parece desesperado.

Algo anda mal.

Amo besar a Jin más que a nada en el mundo, pero algo anda mal.

Me alejo con cuidado haciendo que no solo Jin se queje, sino también mi lobo.

—¿Todo está bien?

Sus ojos me miran directamente por unos instantes, luego se vuelve a colgar de mi cuello pero sorprendentemente no me besa.

Quiero quejarme, no debí separarme del anterior beso en primer lugar.

—Estabas tan descontrolado porque no puedes marcarme, ¿verdad?

El tema sale tan repentinamente que hace que un nudo se forme en mi garganta.

Entonces algo sí estaba mal.

—Quiero que seas sincero— exige escondiendo más su rostro en mi cuello, su nariz se mueve encima de mi piel.

—P-puede ser— suelto con dificultad, uno porque sus movimientos están empezando a "descontrolarme", como él dijo, de nuevo y dos porque no quiero que se sienta mal por mi respuesta.

Pero no parece sentirse mal, es lo que me dice que empiece a lamer mi cuello.

—Oye...— evito jadear o gruñir, ya me he avergonzado lo suficiente esta noche.

—¿Si me tomas podrías...?

Alterado por su pregunta sin completar me separo completamente y hasta retrocedo unos pasos. Mis zapatos al raspar con la acerca suenan.

Intento verme lo más serio que puedo como si su propuesta no me hubiera afectado.

—No voy a tomarte solo para no estar "descontrolado" o compensar el no poder marcarte, Jin.

Espero no haber sonado tan brusco.

Aunque no importa porque Seokjin se acerca de nuevo con decisión en sus ojitos enojados.

Su gesto deja una punzada en mi vientre bajo, joder.

—Mala elección de palabras, lo siento— admite —lo que quise decir era que...

Deja de caminar.

Contengo la respiración porque a pesar de lo oscuro de la noche puedo notar como sus orejas se ponen rojas en extremo igual que sus pómulos. Se muerde las mejillas y aprieta los ojos cerrados.

Yo conozco ese gesto.

¿Es en realidad lo que estoy imaginando?

—Jin.

Abre los ojos y frunce el ceño, se da ánimos solo, lo sé por su rostro aún contraído y semblante aparentemente serio.

—Quiero que me tomes.

Trago saliva.

No es lo que pensé que diría pero...

—Estaba usando como excusa lo de la m-marca porque es raro pedírtelo así y-y— desvía la mirada y arruga el traje al abrazarse a sí mismo con fuerza —¡Argh!— ruge adorablemente —¡Es tu culpa por ponerte así en el lago!

Después de gritar comienza a caminar rápido en la dirección en la que le estaba siguiendo antes de que habláramos.

Sí, hacia mi casa.

Lo sigo en silencio hasta que se detiene frente a mi puerta. Solo han sido unos pocos pasos.

Medito bien mis palabras antes de que tengan que salir por mi boca.

Él me ha pedido que lo tome, ¿cierto? No creo que lo haya imaginado, tengo mucha imaginación para estas cosas y años de experiencia fantaseando todo tipo de situaciones parecidas pero estoy bastante seguro de que ni en el más loco de mis sueños pensé que Jin podría pedirme que...

—Quiero.

Trago saliva de nuevo, seguro que ya me he lastimado la garganta por estar haciendo eso.

—Q-Quieres.

Sonríe y joder, vuelvo a tragar duro.

Deja ya eso, Taehyung.

Jin toma mi mano y recarga su cabeza en mi pecho. Nuestras miradas no se conectan y creo que por el momento es mejor así.

—Quiero, Taehyung— frota su nariz en mi pecho descubierto por la camisa con los primeros botones abiertos que elegí especialmente para sorprenderlo esta noche —de verdad.

Mi alfa aúlla en mi pecho, pidiéndome lo mismo porque ambos lo sabemos.

También estoy muriendo por tomar a mi omega.

Aclaraciones:

"La voz" : Es un recurso de los de la especie alfa para someter a omegas, betas e incluso algunos alfas de más bajo estatus. Al hacer uso de esta el otro lobo obedecerá al alfa. No es muy común usarla, sólo en ocasiones que lo ameriten.

Me prepararé para el próximo capítulo 😂 espero salga bien, ya saben lo que se viene.

¡Ya llegamos al penúltimo capítulo! Gracias por seguir aquí y espero que nos encontremos de nuevo en el segundo libro. 💜

El final lo subiré en unas horas.

PD. Les dejo las imágenes de cómo me imaginé a Taehyung y Jin en este capítulo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro