𝙓𝙓𝙑𝙄𝙄

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Kim Seokjin

Decido esperar afuera del consultorio, qué digo del consultorio, de todo el edificio. No importa si mamá se enoja, igual ya les ha hecho pasar y no puede echar a mis amigos por más de que su capricho de que yo esté presente no vaya a cumplirse.

Saco mi teléfono para llamar a Tae, podría aprovechar que mi hyung está arriba para irme con el alfa.

Al primer timbre contesta.

—Hola, omega— suelta con voz profunda y me estremezco por dentro. ¿Siempre tiene que usar esa voz al iniciar una conversación conmigo? —¿Estás en tu casa?

—No Tae Tae, salí— sonrío cuando le escucho quejarse de inmediato —ya te contaré cuando nos veamos.

—¿Todavía nos veremos hoy?— no puedo evitar notar la esperanza en su voz. Hace que sonría de nuevo.

—Oh bueno, estaba pensando que sí pero si quieres seguir postergándolo no hay problema— juego con él.

—¡No!— gruñe —¿Dónde estás?

Quedamos en un lugar para encontrarnos y me apresuro a tomar un taxi, el centro de la ciudad queda lejos.

En menos de quince minutos ya estoy frente a Taehyung en el distrito comercial de la ciudad sin tener la más mínima idea de qué quiere hacer aquí. No hablamos, él solo sonríe con suficiencia en su lugar quedándose estático. Me apresuro a llegar a su lado, ¿estará molesto porque cambié los planes? No espero a aclarar mi duda cuando ya estoy pasando mi nariz por su mejilla, dándole mimos.

Sorprendentemente ya no me avergüenzo.

—¿Por qué sonríes?

Antes de responder sus manos sostienen mi cintura, apegándome más a su cuerpo y juntando más nuestros rostros.

—Estás usando la corona de cortejo— ronronea. Oh, era eso.

—¿Qué? ¿Esta cosa?— sacudo mi cabeza a propósito no solo para mostrar el adorno, sino para restregar más nuestras mejillas.

Entonces pellizca justo debajo de sus manos. Me aparto quejándome acariciando mi espalda baja, justo donde comienza a aparecer la picazón.

—¡Oye!— le golpeo ligeramente el brazo.

—Te dije que no le llamaras "cosa"— me muestra todos sus dientes en una sonrisa cuadrada inclinándose hacia adelante —pero está bien, Jinnie. Puedo darte más regalos, seguro que te gustan más que la corona— se encoge de hombros —igual tendrás que usarlos— susurra pasando por mi lado.

Frunzo el ceño.

—¿Y quién me va a obligar?

Él solo sigue caminando por delante hasta que corro a alcanzarlo.

—No habrá necesidad de que te obligue— y con toda la confianza y seguridad del mundo, que sinceramente no sé de dónde sacó, pasa un brazo por detrás de mi cintura pegándome a su costado. Supongo que lo va a retirar después de haber creado más cercanía pero me equivoco, pues empezamos a caminar así por la calle.

Cuando volteo a mirarlo su rostro está rojo y él baja la cabeza. Sin poder controlarme más suelto una carcajada.

—No te burles— me habla serio.

Nuestras miradas se conectan y dejo de reír. No me estaba burlando solo es que me parece extremadamente tierno que actúe de esa manera para luego solo avergonzarse y sonrojarse. ¡Es tan lindo! En la escuela no podemos tener ese contacto por las reglas pero en la calle creo que no hay problema, solo es que no estamos acostumbrados y...

Sus manos llegan a mis mejillas y acerca nuestros rostros.

—Te dije que no te rieras— se queja para acortar la distancia y besarme calmadamente.

Sus labios solo rozan los míos y siento cómo por unos segundos pasa su lengua sobre mis belfos. Quiero reír de nuevo pero esta vez por lo tímido que yo estoy siendo al no hacer nada. Se separa de mí.

—Sigamos— habla bajito otra vez retomando la posición inicial donde yo caminaba pegado a su costado por su agarre en mi cintura.

Es difícil caminar así.

—Oye, cuando fuí a tu casa estaba el señor Jeon en tu puerta.

Frunzo el ceño. Todavía no me he recuperado del beso y me sale con otro tema. ¡Déjame asimilarlo Tae!

—¿Ah sí? No sé qué estaría haciendo.

—¿Por qué no estabas en tu casa, Jinnie?

Oh no, ¿estaría bien explicarle la razón? ¿Seguirá molesto con Namjoon o...?

Miro su rostro como tratando de sacar la respuesta de ahí. De inmediato voltea a un costado para devolverme el gesto y dejamos de caminar. Se queda observándome. No sé porqué siento que está juzgándome porque ya sabe la verdad. Es que su mirada es tan profunda que no puedo hacerme otra idea.

—Prometo que aceptarás ser mi pareja— dice de repente.

¿Y eso a qué ha venido?

—Estaba con mi hermano— respondo a su anterior pregunta decidiendo que mejor guardo los detalles por ahora —y tú no puedes prometer eso— me río bajito ahora respondiendo a su anterior afirmación.

—Pero puedo prometer hacer todo en mis manos hasta que me aceptes— sonríe de lado.

—Tae, sabes que ya hubiera aceptado— me agacho hasta tocar su pecho con mi rostro, quiero sentir su aroma más de cerca —pero estamos haciendo esto del cortejo así que toma más tiempo.

—Un omega tan perfecto como tú merece el cortejo y todo lo que un alfa como yo le pueda dar.

Levanto la cabeza rápidamente al oírlo decir eso.

Alza su barbilla y ladea la cabeza.

—Estás que ardes hoy, ¿eh?— bromeo dándole un golpecito en el hombro para volver a caminar, ahora yo avanzando delante de él para que no vea mi sonrojo.

Atrevido Taehyung con sus palabras bonitas e inesperadas.

Kim Taehyung

Observo desde atrás como se ha adelantado. Me encojo de hombros, seguro que se ha sentido avergonzado o en el peor de los casos... incómodo. Pero ya no hay vuelta atrás. Muchas personas se han estado interponiendo y tengo que avanzar más con Jinnie así que ahora dejaré que mi lobo lo haga a su manera. De todas formas solo digo cosas que siempre he querido soltar pero que no hacía por vergüenza o miedo al rechazo.

Oh~ pero ahora sé que no me rechaza.

La calle está casi desierta porque estamos todavía lejos de los centros comerciales, así que no hay personas que me impidan la vista a mi hermoso omega desde aquí, dónde me he quedado parado. Estaba tan feliz y ansioso cuando nos encontramos que no reparé mucho en su apariencia hasta hace unos minutos cuando prometí que me aceptaría como pareja después de ver su precioso rostro. Y así será.

Ahora que lo veo mejor, está vestido bastante simple, como si hubiera salido de su casa al apuro. Usa unos pantalones de chándal grises y un sweater celeste que se ciñe a su cuerpo ligeramente pero no deja de ser largo. Ah~ tan hermoso, de solo ver el contraste de sus hombros y caderas con su fina cintura mi lobo y yo queremos correr a apresarlo.

—¿Ese no es Seokjin?

—Oh, claro que lo es. Reconocería ese cuerpo donde sea.

Volteo irritado hacia las voces que han hablado. Son un par de alfas que no conozco pero no importa, están hablando de mi Jin. Ruedo los ojos, seguro que él ni siquiera sabe de su existencia. Me quito mi chaqueta para correr hasta alcanzar a mi novio y pasarle la prenda por los hombros.

—¿No tienes frío, Jinnie?

—No— trata de quitarse mi chaqueta pero prendo mis manos de sus anchos hombros y no le dejo completar su acción —¿Pero qué haces? Esto huele a tí, no me gusta— dice con voz burlona y alzando la barbilla. Quiere provocarme.

Indignado me prendo ahora de su cintura quedando ligeramente agachado. Al menos espero que esos idiotas nos hayan visto.

—Deberías ir acostumbrándote a llevar mi olor.

—Yo huelo mejor que tú— pone una mano en mi frente tratando de apartarme. Lo conozco, solo quiere sacarse mi ropa para que siga estando expuesto.

Entonces cojo su mano y lamo su dorso. De inmediato Jin la aleja.

—No puedo refutar eso, bonito. Hueles y sabes delicioso.

—¿Pero qué ocurre contigo?— se empieza a carcajear con su peculiar risa limpiaparabrisas que me vuelve loco. Claro que cuando éramos niños me parecía demasiado raro y solo me contagiaba pero con el pasar de los años he aprendido a amarla.

Seguimos caminando y ya no intenta quitarse mi prenda.

Llegamos al centro comercial donde está la joyería que quiero que visitemos. Sin embargo no podemos ir allí apenas entremos, no hemos estado juntos ni una hora y quiero darle el regalo al final.

—Muero de hambre— se queja viendo el patio de comidas —y hace calor. ¿Ya puedo quitarme tu casaca o...?

—De acuerdo— cedo pero soy yo quien se acerca a quitársela. Tiene razón, hace calor aquí adentro, aunque me encante que use una prenda mía debo resignarme. ¿Y si lo está diciendo por el olor y no estaba bromeando antes?

Mi lobo se queda intranquilo ante ese pensamiento y me impulsa a hacer algo arriesgado.

Una vez que saco la ropa me agacho hasta tocar su cuello con mi cabeza, justo como cuando estamos aburridos en el salón de clase y empezamos a restregar nuestros rostros en el hombro del otro. Solo que ahora es justo el punto de dónde se desprende su olor. Lo siento una vez más antes de cubrirlo por completo con el mío.

Asustado, no voy a negarlo, me aparto para ver su reacción.

Está quieto.

Empiezo a temer que se ha molestado conmigo por mi accionar, cuando él empieza a hacer escándalo.

—¡Ah~ Kim Taehyung! ¡¿Te has atrevido a marcarme con tu olor sin mi permiso?! ¡Ah~ cómo te atreves! ¡Eres un alfa posesivo y malo!— me golpea ligeramente en la cabeza mientras sigue hablando en ese típico tono de niño quejón.

Solo hace que quiera besarlo.

—Hyung— le hablo haciéndome el inocente —¿Acaso te desagrada mi olor?— escondo que a pesar de que me parece cómico sigo temiendo que esté hablando enserio. Por eso he usado el hyung.

Deja de quejarse para mirar a otro lado. Un sonrojo se posa en todo ese precioso rostro. Cierra por un instante los ojos y aprieta sus carnosos labios rosados.

—P-puede que ame tu olor— dice frotándose la naricita tan adorable que tiene.

A pesar de ser algo lanzado a veces con mis comentarios nada evita que me sonroje emocionado por lo que ha dicho. No le pediré que lo repita porque sé que no lo hará.

Tomo su mano en la mía y meto ambas en el bolsillo de la chaqueta que ahora yo llevo puesta.

—Puede que quiera marcarte con mi olor más seguido.

Min Yoongi

He entrado a la consulta con Namjoon porque no tiene familiares ahora mismo y Hoseok es un niño inquieto que se ha quedado embobado con la pecera de la recepción.

Quiero gruñir, no es como si escuchar y presenciar la revisión de Namjoon haya sido lo que había planeado hacer esta tarde. Pero supongo que para eso están los amigos, ¿no?

Meh, yo me largo.

—Siéntense ambos, por favor— habla la fisióloga. La mamá de Seokjin es muy bonita, ya veo de quién sacó la apariencia él —mi hijo me habló de tu caso, jovencito— sonríe amable. No parece para nada la mujer algo distante, exagerada y loca que describe Jin-hyung cuando nos habla de su familia —voy a proceder a hacerte algunas preguntas. ¿Y tú eres?

—Min Yoongi— digo mi nombre aunque ni me lo ha preguntado. Alguien tiene que ser el educado aquí, ¿no? Por lo visto Namjoon no va a hablar ya que ni se ha molestado en saludar y mucho menos en presentarse —En recepción nos dijeron que el paciente tenía que pasar con un acompañante.

—¡Oh~! ¡Eso es tan lindo de tu parte!— chilla sobresaltándonos —ya decía yo que mi Jinnie tenía buenos amigos además de ese niño alfa— ¿Se supone que habla de Taehyung? —hablando de Seokjin. ¿Dónde está? ¿No ha venido con ustedes?

Al ver que ni esa pregunta Namjoon está dispuesto a contestar lo hago yo.

—Nos trajo con su hijo mayor, pero recibió una llamada— corto mi explicación. No soy quien para avisarle sobre lo que hace Seokjin o no, solo vine por mi amigo y agradezco que Jin nos haya prestado esta ayuda, o más directamente, su mamá. Así que nop, no pienso dar más detalles, sobretodo porque fue lo mejor que hyung se fuera.

—Oh— alcanzo a ver cómo rueda los ojos —bueno ya no importa. A ver— saca una libreta de uno de los cajones de su escritorio y le pide sus datos a Namjoon, a qué edad se presentó, su especie, la especie de sus padres, de qué zona de Corea es, etc. Me aburro en extremo deseando haberme quedado afuera viendo los peces con Hoseok, hasta que se dirige a mí.

—Bien, quiero escuchar la historia de parte de ti— indica y deja la libreta a un lado.

¿Y por qué yo primero?

Esto de visitar a la fisióloga fue mi idea así que me resigno. Es que realmente creo que podría ser de ayuda, no es un doctor ya que solo ve problemas con el lado animal, nuestros lobos, celos, embarazos...pero no de manera tan especializada como lo haría un urólogo o un ginecólogo o lo que sea, pero por lo que nos enseñan en la escuela debería servir de algo al menos de manera general.

¿No?

—Namjoon ha pasado por depresión y ansiedad causados por su lobo.

—Eso tú no lo sabes— me interrumpe canturreando burlonamente.

—Me ha preguntado lo que pasó— me contengo para no rodar los ojos y sigo sin esperar a que me conteste —causados por su lobo porque dice que...— me interrumpo ahora yo, ¿debería mencionar el nombre de su hijo? Estaría metiendo a Jin en esto, aunque en sí es parte del problema pero...meh —dice que un omega es su destinado, porque lo siente sin embargo Namjoon no está enamorado de él ni nada, solo es su parte animal.

La señora Kim no responde por varios minutos y las feromonas de Namjoon empiezan a llenar la habitación. Argh~ si hay algo que no tolero es el olor de otro alfa, pero no puedo irme, se supone que estoy siendo un apoyo para Kim.

Descanso la barbilla en mi mano sabiendo que esta será una tarde muy larga.

Kim Taehyung

Miro embobado cómo Jinnie engulle su tercera hamburguesa. Por alguna razón verlo comer tan a gusto hace que mi lobo se sienta tranquilo, mi omega está feliz y satisfecho.

—Ah~ ¡Eso estuvo delicioso!— chilla contento —¿Me esperas, Tae Tae? Iré a pedir otra— se levanta tomando la bandeja.

—¿Otra más?— esas hamburguesas no son nada pequeñas.

Me hace pensar que no le dan comida en su casa.

—Jeje, es que estoy teniendo algunas restricciones— se rasca la nuca apenado —¿No te lo había comentado?

Me paro indignado de mi asiento.

Veo mi propia bandeja con la hamburguesa intacta. He estado tan distraído con Jin que ni me molesté en tocar mi comida.

—Ve comiendo, Jin— le paso la bandeja de plástico —iré yo a pedir más.

Sin esperar a su respuesta voy lo más rápido que puedo hacia el puesto que visitamos apenas entramos a la zona de comidas.

No puedo creer que le estén poniendo algunas restricciones en casa. ¿Pero qué les sucede a sus padres? De acuerdo, habré sido muy cercano a su familia pero jamás han estado tan pendientes de Jin, casi siempre solo éramos él y yo de niños en su casa. Su asombroso hyung, que creo que le sigue pareciendo así hasta ahora, siempre estaba en sus talleres y actividades extracurriculares mientras Jin y yo jugábamos sin supervisión en el hogar de los Kim. OK, no conozco del todo a los señores pero, ¿qué les haría restringirle la comida a Jinnie? ¿Por qué no me lo dijo antes? Debe ser algo reciente ya que él me cuenta todo.

Volteo hacia nuestra mesa para verlo llenando su boca de comida de nuevo.

¿O no me cuenta todo?

Llego al principio de la fila en poco tiempo y hago el pedido. Tardan menos de cinco minutos en llamarme de nuevo para que recoja la bandeja ahora llena. A medida que me acerco a nuestra mesa me doy cuenta de que el aroma de Seokjin ya no es tan dulce, es un olor distinto. Desprende temor.

Esto no se quedará así. Dejo descuidadamente la bandeja sobre la mesa para acercarme a mi omega con la intención de calmarlo. Apego su cabeza a mí y desprendo feromonas para tranquilizarlo.

—¿Qué está pasando, Jin?— exijo saber —¿Quién te está restringiendo comer? ¿Tus padres?

Mi lobo empieza a inquietarse aún más en mi interior ante la falta de respuesta de su parte. Miles de escenarios se empiezan a reproducir en mi mente hasta que una idea loca pasa por mi cabeza y se filtra por mi boca.

—¿Y si te vienes a vivir conmigo?

De inmediato oigo una risita baja contra mi abdomen, dónde estaba su cabeza, porque se separa para mirarme con gracia en sus ojos.

—Oh Tae Tae, ¿pero qué dices? Estoy bien— sonríe tranquilizándome solo por un instante.

—He olido tu temor y preocupación. ¿Qué te tiene así, omega? Sabes que sea lo que sea me tienes para tí, siempre me has tenido— digo lo último casi en un susurro cuando temo que tal vez él no me dice porque no soy la persona que quiere que lo escuche ahora, no soy de confianza esta vez para él.

¿Será ese el motivo?

—Alfa tonto— dice poniéndose de pie haciendo que yo retroceda. Mira mi silla como indicándome que tome asiento y obedezco al instante. Solo sería capaz de doblegarme por Jin —te contaré ya que te he preocupado, ¿está bien? En realidad no he estado comiendo porque me he saltado varias comidas familiares, o sea casi las tres veces al día últimamente...

Hace una pausa para hacer algo que acelera mi corazón en demasía, ni siquiera tengo tiempo de asimilar que se ha sentado en mi regazo. ¡Mi omega se ha sentado en mi regazo! ¡En público! Mi lobo quiere rugir de felicidad al saber que está así de pegado a mí y todos esos alfas y betas que no le quitaban la vista de encima desde las otras mesas nos están observando.

Entonces dejo mi emoción de lado un momento para volver a la realidad dónde Jinnie me observa esperando que responda algo sobre lo ha dicho. Un momento...

¿Comidas familiares?

—Pero, ¿no me habías dicho que de esas solo tenías unas pocas a la semana? Incluso al mes— recuerdo cada cosa al detalle que Jin me cuenta, siempre lo he hecho desde que éramos cachorros y solía tener el gusto de pasar horas y horas escuchando su hermosa voz infantil contándome cada secreto y sueño suyo, incluso si pasado el tiempo él mismo los olvidaba.

—¡Exacto!— gime haciendo una pataleta olvidando tal vez que está encima mío y eso solo hace que su trasero se... —Por alguna extraña razón ahora se les ha ocurrido que quieren ser una familia unida con hyung y conmigo, por eso los últimos días han estado comiendo con nosotros siempre. No habría problema pero es que, ¡es que se están esforzando por ser tan insistentes con un tema que...! ¡Argh!— chilla de nuevo mientras sigue removiéndose —¿Ves por qué no se puede comer con ellos ahí? Solo quieren sacarme de mis casillas y no lo soporto— termina su berrinche cruzándose de brazos.

Me quedo quieto regulando la respiración. Debería respirar hondo para calmar a mi lobo que solo se ha visto provocado, igual que yo, con los movimientos del imprudente omega. ¿Cómo quería que lo escuche si estaba haciendo eso de restregarse encima mío?

Me toma unos momentos calmarme y terminar de procesar lo que dijo.

Entrecierro mis ojos y con pasos pequeños acerco más la silla que ambos estamos ocupando a la mesa, haciendo que su cuerpo ejerza más presión sobre el mío cuando veo que tenía intención de escapar de nuevo a su asiento.

—Hay algo más, estoy seguro— y digo eso por dos razones, la primera es que mi instinto de verdad me dice que hay algún detalle que Jin está evadiendo y la segunda razón, tal vez la de más peso, es que quiero tenerlo aquí sentado en mis piernas por más tiempo. ¿Qué? No es mi culpa yo...

—Bien Tae Tae— suspira —te contaré t-todo.

Otra vez vuelvo a oler su preocupación y olvido por un momento mis problemas hormonales de alfa contento por la cercanía con su omega para prestar atención a lo que dirá. Todo lo que le esté molestando me incumbe en sobremanera, siempre lo ha hecho y siempre lo hará.

No estaré tranquilo hasta que él lo esté.

—Dime— lo animo aferrando mis manos a su cintura y acercándome a su cuello, para dejar otra vez mi olor. Creo que no importa si más gente nos ve, nunca me ha importado.

Suspira sonoramente antes de contestar.

—¡Es que Seokjoong-hyung es un chismoso!— grita haciendo que me sobresalte —mis padres ya sabían que yo estaba saliendo con un alfa, osea tú. ¿Bien? Bien— ahí empieza su adorable berrinche escandaloso —¡Pero hyung solo llegó a meterles ideas en la cabeza! Ellos estaban bien con eso hasta que se les ocurrió enfadarse porque no les había mencionado lo del cortejo y ahora quieren conocerte por eso. ¡Ya te conocen! Hasta pensándolo bien, para la gran cantidad de tiempo que pasan conmigo— noto su sarcasmo y es cómico —¡Podría afirmar que te conocen tanto como me conocen a mí! ¿Entiendes?— se altera y oh no, vuelve a moverse inquieto sobre mí. ¿Seokjin por qué eres así? —Y ahora se hacen los locos molestándome en cada comida familiar que tenemos los cuatro con esa estúpida idea de que porque eres un alfa menor ellos no están de acuerdo. ¡Todo el tiempo me dan su opinión cuando no se las he pedido! Ah no~ ¡¿Pero sabes qué sucede con su opinión?!— salta exaltado y hace que definitivamente esté cerca de mi límite, si no se baja ahora yo... —¡Kim Seokjin dice que se la pueden meter por--!

—J-Jinnie— hablo con dificultad, interrumpiéndole. Quiero mantener mi auto control y no lo conseguiré mientras sigue frotando su trasero sobre mi miembro sin darse cuenta —¿Qué tal si nos vamos a otro sitio? Sigues m-muy alterado y...

—¡Tienes razón!— vuelve a gritar y ahora sí se quita rápido de encima.

Me quedo unos momentos quieto en mi asiento, recuperándome mientras Jin apurado guarda las hamburguesas en sus cajitas y las mete en el bolso que había traído consigo.

Lo observo esperando a que termine para irnos y seguir hablando, pero ahora sin él provocando sensaciones extrañas en mi cuerpo.

—Tae Tae, ¿nos vamos?— me sonríe ya listo.

Me quedo quieto aún mirando su bellísimo rostro.

Siempre causa sensaciones extrañas en mí. Siempre lo ha hecho y siempre lo hará.

Nota editada*:

Aquí ponía que he añadido que la historia es slow building. Para escribir no me gusta que todo se dé de la noche a la mañana y se centre solo en una cosa, por eso les pido paciencia si se están aburriendo.

*31 Marzo 2020. Historia terminada en proceso de edición.

*21 Julio 2020. Este es mi fic que más me da cringe al re leerlo ;-; seguirá en proceso de edición un tiempo más.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro