Venganza Navideña

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Importante: en mi perfil esta una encuesta para saber qué fanfic les gustaría ver pronto para los interesados.

Adicional a eso, recuerden que no quiero normalizar ninguna conducta vengativa a lo largo de este episodio. Es solo ficción.

Recuerden si una palabra o frase esta en negritas es porque está  en español. Si es un diálogo o escena completa y, adicional a eso, esta entre los dos separadores azules, es un recuerdo.

Nota importante al final del capítulo.





-Señor, escúchenos -suplicaba una joven de tes morena, cabello rizado y oscuros ojos como su corazón-, fue un accidente. Ella nos contó que amaba mucho los perros, queríamos darle una sorpresa por su cumpleaños, no esperábamos que se saliera de control.

Cuatro niñas estaban dentro de una carroza antigua, siendo transportadas por un hombro misterioso que las llevaba a ser juzgadas por sus crímenes.

-¡Exacto! Si hubiéramos sabido que estaban drogados jamás los hubiéramos dejado entrar. -explicaba otra niña, rubia y baja, tanto como la turbulencia del camino le permitía.

-Somos niñas, jamás haríamos algo así a propósito -la cabeza de la niña risueña chocó con la pared de la carroza, pero no demasiado fuerte como para herilda de gravedad-. ¡¿Podría tener más cuidado?!

-No. -respondió el conductor, siendo esa la priemra vez que hablaba.

-Escuche, buen hombre, se que usted solo hace su trabajo. Pero debe creernos, nosotras no somos las criminales, es ella. ¿A caso sabe usted quién es su padre? -hablaba Nathaly Robinson, usando la voz más angelical e inocente que podía formular.

-Todas sus excusas pueden decírselas al juez. -respondió el conductor, aparentemente enojado y deteniendo el vehículo de golpe.

-¿Por qué se detiene? -preguntó Ana, la rubia-. Seguimos en el bosque, aún no hemos llegado.

-La cosa es, que no le explicarán a un juez mortal sus excusas baratas como sus ropas. -por primera vez, el conductor dejó que su rostro fuese iluminado por la luna y una vez desapareció el rastro de la pasión multijugos se reveló la verdadera identidad del hombre: Gallert Grindelwald

-¿Pero qué cara...? -las palabras de Nathaly quedaron en el aire, cuando sintieron como el piso donde estaban apoyadas se abría, provocando que cayeran por un barranco.

Fueron arrastradas colina a bajo, golpeadas por bichos, rocas y arropadas por la tierra y desechos fecales de múltiples animales. La caída no fue mortal, pero si les provocó varios raspones y mucho mareo.

-Por cierto, chiquilla -Gallert salió de la carroza, agitando su sombrero en el viento con gracia y burla, mirando a las niñas desde la altura-. Si se quién es el padre de la niña a la que agredieron. ¡Soy yo!

El terror baño el rostro de las jóvenes cuando escucharon aquellas palabras. Confirmando sus más grandes miedos.

-Disfruten de su infierno, y recuerden. Ojo por ojo. -con esas palabras Gallert volvió a la carroza y arrancó, dejando en la oscuridad e incertidumbre a las menores.

-¡¿Él no estaba en la cárcel?! -gritó una castaña de pecas, abrazando su raspado brazo.

-¡Pues es obvio que logró salir! -respondió Nathaly, parándose como podía del suelo.

-¡Chicas! Creo que me he roto el tobillo.

Entonces, en la oscuridad del bosque unos ojos brillantes aparecieron.

-Naty...

-Tranquilas, solo es uno.

Un aullido llenó el lugar y miles de pares brillantes de ojos comenzaron a hacerse lugar entre las sombras.

-Son..., lobos. -comentó la del tobillo herido tanto como el miedo se lo permitía.

Todas comenzaror a llorar, y pedir perdón y compasión, asegurando que se arrepentían de sus actos. Pero eran viles mentiras.

Los lobos se abalanzaron sobre ellas sin darle tiempo de escapar, atacaron sus pieles, las bañaron de sangre y su vida se iba con cada rasguño.

La primera en morir fue Linsy, que tenía el tobillo herido y no había muchas esperanzas, le siguió Ana, luego Megan y así, pero los lobos se llenaron y una logró escapar, la que condenó a todas a su trágico final: Nathaly Robinson.

Tenía rasguños por todos lados y el brazo le goteaba sangre como regadera. Sus perfectos risos estaban hechos un desastre, llenos de tierra, hojas e insectos, un gran rasguño adornaba su cara, corriendo sin rumbo por el bosque, guiándose únicamente por la luz de la Luna que veía uno solo de sus dos ojos.

En su travesía se encontró con la figura de un cuerpo, un cuerpo femenino.

-¡Oigan! ¡Ayúdeme, por favor! -corrió con todas sus fuerzas hacia la sombra, esperanzada.

Pero la esperanza no duró mucho.

-Le dije a Dumbledore que les haría pasar un infierno, malditas niñas -dijo la voz, provocando el retroceso de Nathaly-. Y yo cumplo mis promesas.

Fué la segunda vez esa noche que la Luz de la Luna reveló  el verdugo de la muerte de Nathaly.

-Se... Señora Grindelwald. -formuló tanto como sus miedos y dolores le permitían.

¿A caso nadie iba a ayudarla?

-¿Sabes que es estar en el trabajo, tranquila, y que de la nada llegue una carta diciendo que trataron de asesinar a tu hija, ¡en su cumpleaños!? -Meredith lanzó sus palabras con furia, una furia que solo una madre podría sentir.

Meredith mantenía su porte real, su cabello estaba perfectamente recogido en una cola de cabello, y usaba roba negra para camuflarse entre los árboles.

-Y-yo, lo siento mucho, de verás que no quería... -Nathaly tropezó con una raíz de árbol y cayó, cayó igual que sus mentiras.

-¿Sabes que es ver como tu hija tiembla de miedo, cuando ve al perro que meses atrás amaba tanto? ¡¿Sabes que es ver como se esconde en su habitación por miedo a ver al perro que ella misma nombró, mientras él está del otro lado llorando creyendo que hizo algo mal?! -con cada paso que daba Meredith al frente, Nathaly se retrocedía arrastrándose hacia atrás-. ¡¿SABES QUÉ ES SABER QUE TU HIJA PUEDA TENER UNA CICATRIZ EN SU CUELLO PARA TODA LA VIDA?!

-Y-yo lo siento, en serio. No creí que terminaría así. -Nathaly trataba de excusarse, pero era en vano, Meredith tenía un objetivo claro cuando entró al bosque.

-Ojo por ojo, hija de puta -Meredith alzó su varita, brillando en su rostro una sonrisa de oreja a oreja. Nathaly corrió, tanto como podía, pero en vano, nada la salvaría de su final-. ¡Avada Kadabra!

Nathaly Robinson había muerto, junto con sus secuaces. Con ello, la venganza se había logrado.

-¿Necesitas que te lleve, amor mío? -preguntó Gallert, apareciendo detrás de Meredith, aún en su carroza.

-No te molestes, debo llevar a nuestra hija a la casa de un amigo, la invitaron a almorzar. -respondió Meredith, limpiándose los minúsculos rastros de tierra que quedaron su mano. Admirando como el sol comenzaba a asomarse por el horizonte.

-¿Se puede saber el apellido de ese amigo? -preguntó Gallert, curioso-. Nunca me cuentan nada.

-Se supone que estas preso, Gallert -un supiro salió de los labios rosados de Meredith, quedando una nube de humo frente a ella. El frío era insoportable, aún más en el bosque Grindelwald-. Su apellido es Scamander.

-¡¿SCAMANDER?! -Gallert salió furioso de la carroza, quedando frente a su esposa-. ¡¿MI HIJA ES AMIGA, DE UN SCAMANDER?!

Bleyck se encontraba frente a la mansión Scamander, llevaba puesto un pantalón de jean, un sueter negro, y una chaqueta azul que le llegaba hasta las rodillas. Su cabello estaba perfectamente peinado, había trato de esconder el mechón blanco con pinzas pero era imposible, así que no tuvo más remedio que dejarlo así.

En su cuello danzaban dos collares: una gargantilla marrón de la cual colgaba la inicial de su apellido y un collar más largo, donde una piedra azul destacaba. Era el collar de amistad que tenía con el cuarteto problemas.

Por desgracia, en su cuello también habitada una venda, todavía no era seguro usar magia para curarla, por lo que debía hacerse a la antigua.

-¡Bienvenidas! -Newt apareció en la puerta, con una sonrisa adorable en su rostro-. Por favor, pasen.

-Hasta aquí llega mi viaje, tengo un asunto en el Ministerio que atender -explicó Meredith, y se acercó a su hija para recibir un beso en el cachete como despedida-. Vengo por ti a las tres, que tengan buen día.

Con esas palabras, Meredith se retiró del lugar, moviendo sus caderas y su perfecto cabello como solo ella sabía hacerlo.

El estornudo de Blecyk llamó la atención de Newt, quién de inmediato se apartó de la puerta y la dejó ppasa-. Debes estar congelándote allá afuera, pasa, pasa.
Cuidado con el tapete, le gusta morder. -en el tapete de bienvenida, apareció una boca y trató de atacar los pequeñitos pies de Blecyk.

La mansión Scamander era muy distinta la de suya o a la casa de Fransheska, ésta era blanca, acogedora y cálida, con muchos animales corriendo por aquí y por allá. Alimentando la curiosidad de Blecyk.

Mientras Blecyk admiraba a una pequeña ramita con patas, sus ojos se posaron una pequeña de cabellos rubios que se escondía arriba en las escaleras. Parecía un dos años menor que ella.

-Oh, ella es mi hija, Eleonor Scamander. Es un año menor que Newt, supongo entonces que es igual contigo -explicaba el mayor, tomando los abrigos de Blecyk entre sus manos para dejarlos colgando en un dormilón perchero-. Hija ven, conoce a la amiga de tu hermana.

-En realidad, yo soy mayor que Charles por un año, pero como cumplo en noviembre la Carta no me llegó hasta que cumplí los once, entonces esperé un año hasta el próximo septiembre. Hace poco cumplí los 12. -explicó Blecyk, esperando pacientemente que bajara la niña.

Bueno, si "pacientemente" se refiere a que no tenía intenciones de hablar con la pequeña, le daba pánico hablar con extraños y en sus adentros rogaba que Charles apareciera, entonces si, esperaba pacientemente.

-Oh, ya veo.

La pequeña bajó, tenía el cabello rubio y le llegaba pri los hombros. Cuando sus oscuros ojos chocaron con los grices de Blecyk y una sonrisa apareció, sus mejillas brillaron en carmesí y salió corriendo a la cocina.

-Que raro, suele ser muy sociable -dijo Newt-. Me disculpo por ella, desde que Charles mandó una foto tuya dijo que estaba emocionada por conocerte, no se qué le pasó.

-Tal vez solo tiene hambre. -sugirió Blecyk, reflejando sus propios pensamientos en su teoría.

-Igual que tu, pasa al comedor, Tina ya debe estar terminando y Charles debe estar colocando la mesa.

Blecyk asintió con una leve sonrisa. No estaba acostumbrada a tanta hospitalidad, la única casa ajena que había visitado hasta el momento era la de Fransheska, donde ya no era considerada una invitada y la dejaba vagar libre por la casa.

El comedor no era pequeño, no exageradamente grande, era del tamaño justo.  Ahí se encontraba Charles, colcando la mesa y evitando que unos animales de origen desconocido para Blecyk se comiera la fruta.

Cuando sus avellanos ojos encontraron los ríos de Blecyk, una sonrisa iluminó el lugar.

-¡Bleyck, si viniste! -fueron sus palabras antes de salier corriendo y abrazar a su amiga.

-Tu me invitaste. -respondió obvia Blecyk, soltando risas que acompañaban el cálido abrazo de su amigo.

-Lo se pero es que no sería la primera vez que...

-¿"La priemra vez que..."?

-Nada, no te preocupes. Mejor toma asiento. -una sonrisa volvió a aparecer en el rostro de Charles, pero parecía más forzada que la última vez. Eso solo provocó una mueca en Blecyk.

La cena trascurrió con normalidad. O la normalidad que se puede cuando sientes que alguien te juzga con la mirada, pero trata de disimular; una niña muy torpe que se tumba todo al suelo y las miradas entre Charles y Blecyk que provocaban que se rieran de inmediato, aún si no decía nada.

Podría decirse que el único normal era Newt, pero no, porque alimentaba a su saco.

-Disculpe, ¿puedo hacerles una pregunta? -preguntó Blecyk, con cautela a los únicos adultos presentes una vez la hora del postre había llegado.

-Pues claro. -respondieron a la par.

Antes de eso, Blecyk iba a llevarse un trozo de helado a su boca, pero Charles, quien ya había probado el helado, tiró la cuchara al suelo.

-¿Qué coño? -preguntó Blecyk, tapándose la boca inmediatamente después de decir la grosería-. Perdón.

-¿Qué fue eso? -preguntó Newt.

-El helado tiene pasas, ¿no eras alérgica a las pasas, Blecyk?

-Oh, si, si lo soy -respondió Blecyk, procesando la acción del chico-. Gracias

-Disculpa, no tenía idea. Deja te traigo tarta de manzana, lo hizo mi cuñado, debe estar bueno. -Tina se levantó de la mesa en busca del dichoso pai, parecía más amable. Tal vez el casi matar a alguien te hace disimular más tus perjuicios.

-¿Estas segura de preguntarles? -susurró Charles cuando Tina salió del comedor y Newt limpiaba la mancha de jugo que causó Eleanor.

-Tu y yo sabemos que nuestros padres deberían estar muertos en la actualidad -respondió Bleyck, igual de susurrante, fingiendo que limpiaba su boca-. Si mi teoría es correcta, lo que a ellos los mantiene vivos es lo que custodia la bestia aquella.

A pesar de las palabras de Hermione, Bleyck había buscado información sobre Magos antiguos, descubriendo entonces el "Terrible Accidente de Nueva York". Según los registros, tres magos cayeron junto a un alquimista en una cueva, se decía que en busca de la captura de un criminal. Cuando salieron, más nunca los años le pasaron factura.

El libro donde encontró la información estaba viejo, y muy dañado, podía ser incluso un mito, pero todo encajaba. Porque al día siguiente del accidente, Gallert Grindelwald fue encarcelado.

-¿Qué querías preguntarnos? -dijo Tina, una vez Bleyck tenía su deliciosa, tarta.

-Bueno..., en la escuela nos mandaron investigar a un tal Nicolás Flamel, pero por nuestra cuenta, no se permitía usar los libros de la Biblioteca de Hogwarts, por eso nos preguntábamos si ustedes sabían de algo sobre él.

Newt y Tina se miraron, una lucha mental de la que los niños presentes no formaban parte. No hasta que Tina decidió hablar.

-Les contaremos sobre Nicolás Flamel.

•••

Bleyck no podía creerlo. Había descubierto quién era Nicolás Flamel, siendo entonces cierta su teoría de que el hombre que buscaban era mayor. «Toma eso, Hermione»

Por desgracia, una duda fué resuelta para darle paso a otra más.

Después de la cena, Bleyck y Charles salieron al patio a conversar, entre el malabar de conversaciones surgió el querer revisar el artefacto que se encontraba escondido en la oficina de Quirrell.

Ahí, descubrieron algo sorprendente, y muy espeluznante. Quierrell hablaba solo, pero parecía aterrado, aún así se notaba devoción y admiración en sus palabras. Estaba de espalda al espejo, pero la visión era limitada, solo se podía verlo a él. Pero algo era seguro, por la forma en la que hablaba, se vió que su tartamudeo era una farza.

Habló en la grabación sobre un tesoro, la esperanza de que regresara un Lord al poder. Charles lo entendió de inmediato al igual que Bleyck, buscaban lo que Nicolás había contenido en la piedra.

Ahora solo quedaba una duda, ¿por qué? ¿Quién era esa persona y por qué quería la piedra? Tal vez Snape y Quirrell trabajan juntos, pero la voz qué hablaba no era igual a la de Snape, era más suave y áspera, como la de una serpiente.

Ahora había un misterio más a la bolsa: ¿quién era el hombre misterioso con el qué hablaba Quirrell?

Mientras Bleyck resolvía misterio y compraba sus teorías -siendo un perfecto récord de dos de dos-.

Fransheska se había dirigido a su hogar una vez se separó de Bleyck y Malfoy -para su suerte-, fue recibida en su hogar por un gran banquete junto al resto de su familia que esperaban ansiosos su llegada.

Durante las vacaciones la familia de Kobayashi viajo a Japón, en específico a un pueblo en la región de Hida que estaba cerca del centro del país, el pueblo donde los Kobayashi tenían sus orígenes y eran muy venerados al ser de las familias que sus ancestros ayudaron a la creación del pueblo por lo que eran bastante conocidos. Viajaron hasta allí más que todo para que los más pequeños conocieran más sobre sus raíces y sus tradiciones algo que emocionaba bastante a la castaña. Fransheska durante su estadía en ese pueblo aprendió y práctico varías tradiciones tanto generales como dentro de su familia, entre ellas un ritual que presentó como espectáculo frente a todo el pueblo que le rendían tributo a un dios que gracias a el llegó el arroz a Japón desde China.

En este ritual Fransheska se subió sobre un pequeño escenario y ejecutó un pequeño baile que había practicado con su abuela para luego ponerse de rodillas frente a un plato de arroz del cual mastico un poco y luego escupió en una pequeña taza para dejarlo fermentar creando a lo que llamaban "sake". Esto lo hacían cada año y según la creencia este ritual solo podian realizarlo las jóvenes vírgenes y doncellas ya que según era la saliva más apropiada para darle un mejor sabor, llamándolo "sake de mujer hermosa".

Ese y mucha más costumbres práctico la castaña junto a su familia durante su estadía en el pueblo. En Navidad fueron a un festival que se realizaba en la comunidad con varios shows sobre todo para los niños y luego en la casa tuvieron una gran cena familiar. Y en fin de año salieron a las calles del pueblo para cuando tocaron las 12 ver los fuegos artificiales y recibir el año nuevo juntos como la gran familia que eran.

Durante estás fechas Fransheska también recibió regalos de sus amigos. Hermione le regaló un libro sobre una princesa Disney, específicamente específicamente Blancanieves, esto se debe a que un día la castaña descubrío a Greanger viendo estás animaciones en un extraño aparato muggle, como vio el gran interés de la asiática por este tema decidió enviarle un libro de una que talvez podría gustarle.

Por otro lado Harry solo le envío una bolsa con dineral con una carta que decía: "Disculpa no se muy bien tus gustos, compra lo que quieras", algo que hizo reír mucho a la castaña. Ron le había enviado un suéter de los que teje su madre, algo que Fransheska aprecio bastante por lo que se lo puso varías veces.

Y por último pero no menos importante, Bleyck le envío una caja con varias cosas, como pulseras, anillos, collares y una carta escrita a mano. La cuál Fransheska guardo en un a caja de madera de tamaño medio donde tenía todo ese tipo de detalles -mayormente por parte de la azabache- guardados como lo que ella sentía que eran, un preciado tesoro.

Las Navidad de Bleyck fueron un poco más distintas que la de Fransheska, pero no por eso menos satisfactorias -o eso quería creer ella-.

Bleyck no viajó a ningún lado, pero su alergía se fue con te de hiervas de su mamá, aún le asustaba su mascota, pero ya no salía corriendo cuando la veía.

Leyó muchos libros de fantasía en las fiestas, hizo muñecos de nieve, habló con Nigth, escapó al techo de noche, vió una lluvia de estrellas, horneó galletas navideñas con su mamá, se peleó con su mamá y lloró, jugó al escondite con Nigth, les contó a los fantasma y a "Delfy", su elfina doméstica, sobre Hogwarts y sus amigos.

Hablando de sus amigos, les escribieron muchas cartas mientras estuvo en su casa, provocando que Bleyck comenzara a sentir lástima por tantos viajes que hacía la lechuza.

Sus vacaciones fueron normales, hasta que llegó la Gran Noche: Navidad.

Su padre la visitó y nunca se sintió más feliz ante eso, salió corriendo y lo recibió con los brazos abiertos, llenado su ropa de ceniza.

Gallert se alegró tanto al ver como en los ojos de su hija se reflejaban estrellas cuando lo vió y le contó sus aventuras en Hogwarts, le contó cómo fue su primer partido, con representación gráficas, actuaciones y diálogos, que no tuvo el corazón para preguntarle si en verdad se había hecho amiga de un Scamander.

No le temblaba la mano al matar, pero si al destruir la ilusión y felicidad del Sol en su tormento.

Durante Navidad, Bleyck recibió muchos regalos de sus padres, enserio, muchos. Incluso Nigth le regaló una rata muerta, la cual por obvias razones terminó en el patio bajo tierra.

Por otro lado, Charles le había regalo cinco pares de guantes distintos, explicando que era uno para cada día de la semana invernales, sumándole los otros dos que ya tenía.

Mandy le envió un caja entera de "cosas de chicas" con cremas, perfumes, mascarillas muggles, cremas para el cabello, de entre todo lo que había, su característica es que todo era morado, debido que era el color favorito de Bleyck.

Will le envió una lámpara en forma de media luna, al principio no supo cómo se instalaba, pero por suerte su papá tenía paciencia suficiente para pedirle ayuda a Meredith.

Hermione le regaló libros de historias muggles, resulta que Bleyck le había agarrado una fascinación extraordinaria a la era victoriana y los acontecimientos de la primera hora segunda Guerra Mundial.

Ron le envió dulces caseros, y una bufanda tejida a mano, al principio Bleyck se sorprendió, creyendo que había juzgado mal las habilidades manuales del pelirrojo, hasta que vió la carta que traía:

"Le pedí a mi mamá que te tejiera una bufanda para el frío, porque si yo lo hago parecerá caca de dragón.

Con cariño, Ron.

Pos-data: ¿te gustaba el azul, no? Porque le dije que la hiciera de ese color"

Harry le envió un block de dibujo, el de lentes había notado los pequeños bocetos de dibujos que llenaban los pergaminos de Bleyck en clase, y las manos rayadas de Charles con tina por los dibujos de la misma.

"Pido perdón, no sabía que más regalarte así que pensé que te gustaría algo que te fuese útil y así no te regañarían por hacer garabatos en tus trabajos de clase.

Con cariño: Harry.

Pos-data: si, mi nombre es con dos "rr", no con una como creías."

Tratando de ignorar el último mensaje de Harry, Bleyck abrió el último regalo que le falataba: el regalo de su mejor amiga.

Fransheska le había regalado a la azabache un recuerdo que había traído del pueblo a donde viajo. Era una lámpara pequeña en forma de Pez Koi -un pez popular en Japón- que alumbraba con una hermosa y brillante luz azul, está lámpara también era mágica y cobraba vida flotando a los alrededores de la habitación como si estuviese nadando bajo el agua.

Con esta lámpara también venía una carta escrita a mano por la asiática, la cual decía:

"Querida Bleyck, espero que disfrutes este regalo tanto como disfrute yo mientras te lo enviaba. Está vez decidí enviarte algo de mi cultura con un gran significado como lo es el Pez Koi, representa fuerza y perseverancia, palabras que a mí parecer te quedan genial. Pero también es un símbolo de amor y amistad.

Por esa razón este regalo me pareció perfecto para hacerte saber el gran cariño que te tengo y te tendré siempre. Te quiero y aprecio muchísimo Bleyck, espero que tengas una muy feliz navidad, también deséale una feliz navidad a tu madre de mi parte.

Atte y con amor: Fransheska"

Hola! 💗

¿Les gustó el capítulo?

Esta fue la lámpara que le regaló Fransheska a Bleyck jsjs

Les tengo dos noticias, una buena y una mala:

La mala: ya se está por terminar este primer libro de opuestos, nos quedan solo unos 4-5 capítulos para darle fin a esta aventura.

La buena: que habrá otro libro, donde ahora veremos la historia de Bleyck y Fransheska contra el heredero de Slytherin y tengo muchas ideas.

Quisiera tomarme un tiempo para agradecerles a tod@s por su apoyo a lo largo de este libro, juro que al principio creí que si llegaba a 100 vistas era mucho y ahora hay más de 195K vistas, los quiero mucho y agradezco todo su apoyo

Para celebrar, he creado una cuenta de Instagram dedicada a publicaciones, editd, dibujos y demás sobre este y mis otros libros. La cuenta se llama: "Va11e_122"

Recuerden que los amo un montón y que si gustan puede pasarse por mis otros libros.

Eso es todo, bay💗

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