El timbre de la casa sonó y el omega se apresuró a ir a abrir, aunque en su camino asía la puerta casi se cae por culpa de un juguete que estaba tirado en el piso.

—¿Día muy ajetreado? — pregunto con una pequeña risita el francés mientras entraba a la casa después de que el canadiense se hiciera a un lado para que el pudiera entrar.

— Un poco. — contesto el menor y cerró la puerta de entrada para luego rápidamente regresar a la sala.

— Ajá, solo un poco... — susurro Esteban pero de todas formas el más bajo lo escucho y lo volteó a ver mal.

Esteban no se equivocaba, hoy había sido un día muy ajetreado para Lance y se podía notar en las ojeras que llevaba en su rostro y su pelo más desordenado de lo normal, aunque eso era culpa de Lane quién aparentemente hoy había amanecido con una fascinación por el cabello de su papi y se pasó toda la mañana desordenando y jalando este.

— Tiou. — llamo el pequeño niño al ver a su tío favorito -que eso no lo sepan Mick y Chloe- entrar a la sala.

— Copito de miel. — pronunció con una enorme sonrisa el alfa acercándose al pequeño bebé, quien al instante extendió sus pequeños brazos para que su tío lo cargará y por supuesto que Esteban lo cargo al instante.

Lance solo sonrió al ver la linda escena que formaban su hijo y su mejor amigo, le alegraba ver a su pequeño más animado pues los últimos días estuvo muy enfermo y también decaído.

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—Sigo sin entender como es que lo haces dormir tan rápido, a mi me cuesta eternidades hacer eso. — se quejó el omega haciendo un puchero.

— Simplemente se canso de jugar toda la tarde. — le respondió el otro con una pequeña risita.

Lance simplemente hizo otro puchero por lo que dijo su amigo y se dirigió a la cocina a buscar sus galletas favoritas porque tenía hambre y se había olvidado porque completo de su estricta dieta.

— Oye, Lance. — llamo el alfa y el omega se giro inmediatamente para mirarlo, y Estaban al ver al menor con una galleta en la boca no pudo evitar reír un poco. —¿Cuál fue el diagnóstico? — pregunto ya en un tono más serio, aunque Esteban amara pasar tiempo con su tierno sobrino y su mejor amigo la razón real de ir ese día a visitarlos a ambos había sido porque estaba preocupado por la salud del omega y su cachorro quienes habían estado muy mal toda la semana.

— Lo de siempre, que Lane necesito la presencia de su otra parte paterna para que su lobo se desarrolle sin problemas y también necesita más de mi presencia. — respondió ahora viendo con tristeza la galleta que tenía en la mano.

—¿Y tú diagnóstico? —hizo otra pregunta el francés aunque sabía que el canadiense no querría responderle.

Lance se quedó unos segundos en silencio terminando de comer su galleta para luego soltar un pequeño suspiro y girarse para abrir el refri que estaba detrás de el para hacer como que buscaba algo y no darle la cara al francés.

— Que mi lobo aún sigue encariñado de Sergio y se siente abandonado por no tener su presencia. — respondió después de un rato quitándole importancia a las palabras que salían de su boca.

Esteban solo quedó en silencio tras la respuesta del menor, sabía que si bien Lance si le ponía importancia a su propia salud siempre trataba de hacerce el fuerte y trataba de lidiar con todo el solo, así había sido siempre, siempre se guardaba las cosas y trataba de resolver todo el solo sin ayuda de nadie.

—¿Entonces que harás para no estar tanto tiempo lejos de Lane? — Esteban decidió ignorar por el momento la también preocupante salud del omega pues sabía que este prefería ignorar el tema, por lo que mejor pregunto sobre la solución al problema de Lane.

— Lo tendré que llevar a las carreras... No veo otra solución. — le respondió, el no quería sacar a su cachorro al ojo público pero no podía poner más en riesgo la salud de su cachorro por pasar mucho tiempo lejos de el.

El alfa ante la respuesta del menor solo suspiro, las cosas se estaban poniendo demasiado complicadas.

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Una nueva temporada había comenzado y ya se habían llevado una gran sorpresa pues para todos fue sorprendente ver a Lance Stroll llegar al paddock con un pequeño cachorro en brazos. Hasta donde todos sabían el omega no tenía pareja así que no entendían como es que este tenía un hijo.

—¿Enserio si es su hijo? — los murmullos en todo el paddock ahora solo se concentra van en el omega canadiense y su cachorro.

—¿Quien será el padre del niño? ¿Será otro piloto? — y por supuesto que las teorías no se hicieron esperar, todos en ese lugar eran unos chismosos y estaban más ansiosos que la prensa por descubrir como apareció el niño tan de repente.

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Un suspiro frustrado se escuchó en la habitación después de que el omega canadiense apagó su celular harto de ver cómo ahora el único tema en redes parecía ser su pequeño cachorro y los orígenes de este.

Lance volteó a ver a su pequeño cachorro que estaba dormido a su lado con una manta sobre el, ahora el omega se sentía mal por haber sacado a su cachorro al foco público, y Lance estaba a punto de sumergirse en un mar de pensamiento malos y arrepentimientos de no ser por los pequeños golpes que sonaron en la puerta de la habitación.

— Pase. — dió permiso el omega para que la otra persona entrara a la habitación.

Tras el permiso la puerta se abrió dejando ver quién era la persona tras ella, y definitivamente Lance se sorprendió al verlo a el ahí.

—Hola, ¿Que tal estás? — saludo un poco vacilante el omega español.

—Bien, gracias. — respondió el menor en un tono un poco más bajo, realmente estaba desconcertado por la presencia de Carlos ahí.

Después de esas pocas palabras la sala quedó en completo silencio, ninguna de las dos personas ahí sabía que decir.

—¿Que edad tiene? — cuestionó el español con un poco de nervios de que sus sospechas fueran ciertas, pero con mucha curiosidad de saber la verdad.

Al escuchar esa pregunta Lance se pedrifico y trago en seco a sabiendas de porque Carlos hacía esa pregunta, pues las únicas personas que supieron de la "relación" que hubo entre el y Sergio fueron Carlos, Esteban y Mick, y el sabía que la pregunta que hacia Carlos ahora era porque creía que el cachorro de Lance también era hijo de Sergio.

Por un momento el omega canadiense pensó en mentirle al español diciendo que Lane tenía otra edad de la que en realidad tenía, pero no podría hacer eso, pues ahora Lane también formaría parte de su vida pública y no podía mentir sobre su edad.

Lance suspiro frustrado, esto definitivamente era una mierda.

—Dos años. —en un tono más serio respondió el menor.

El español se quedó en silencio por un momento, su vista estaba fija en el niño dormido, el cachorro realmente se parecía más a Lance pero tenía unas pecas que solo le hacían recordar a una persona.

—¿El es hijo de...— quiso preguntar pero fue interrumpido por el otro omega.

—No. — respondió antes de que siquiera el otro pudiera preguntar.

—¿Entonces de quién es hijo? — cuestionó, sabía que Lance mentía pero tampoco podía asegurar que ese niño fuera 100% hijo de Checo.

—No lo se. —con una seguridad respondió y realmente hizo dudar un poco de sus sospechas a Carlos.

—¿Cómo que no lo sabes? — pregunto con una notable expresión de condición.

—Asi como lo escuchas, no se quién es su padre. — dijo serio, cualquiera diría que no mentía pero Carlos no le terminaba de creer. — Simplemente una noche fui a una fiesta tome de más y termine acostandome con alguien que no recuerdo, después resultó que salí embarazado y no tuve corazón para abortar así que ahora tengo un hijo. — conto la misma historia que le había dicho a sus padres y hermana.

Carlos se quedó callado después de que escucho, ¿De verdad era cierto lo que decía Lance? Realmente lo dudaba pero quién sabe talvez si podría ser cierto.

—¿Y no has tratado de buscar quien es su padre?

—¿Para que? Si es mi cachorro y no necesita a nadie más que a mí. — Carlos pudo notar toda la posesividad en esas palabras pero realmente era algo que se esperaba pues los omegas suelen muy posesivos con sus cachorros y lo son el doble cuando están solos.

El español estaba a punto de decir algo más pero unos pequeños golpes en la puerta lo interrumpieron y el permiso de Lance para pasar no lo dejaron decir nada más.

—¿Dónde estás mi sobrino? — pregunto Mick con un poco -mucha- felicidad y hiperactividad entrando a la habitación.

Lance en respuesta simplemente le hizo un gesto con la mano para que no hablara muy fuerte y señaló a dónde estaba su cachorro descansando.

—Ay, que bonito. — dijo en un susurro acercándose a dónde estaba el pequeño durmió.

—Hola Carlos. — saludo el francés que venía detrás de Mick.

Y hasta ese momento fue que el omega rubio se dió cuenta de la presencia del español.

—Hola Carlos. — saludo igual el rubio. —¿Que haces acá? — cuestionó desconcertado, y no era el único confundido pues al francés también se le hacía raro ver al español ahí.

—Nada, solo vine a saludar a Lance. — explicó — Ya me iba así que adiós. — se despidió y salió de la habitación.

—¿Que hacia el aquí? — pregunto Esteban viendo a Lance.

— Vino a preguntar sobre Lane. — respondió en un suspiro entre frustrado y triste.

—¿Tu crees que el piense que mi sobrino es hijo de...? — cuestionó Mick con duda y preocupación.

—Lo más seguro es que si. —con tristeza dijo.

Lance se sentía demasiado frustrado con ese tema y también un poco hartó.

—Bueno eso no importa porque Lane es tu hijo y la rata inmunda de Checo no se puede venir a hacer el responsable ahora, y además si lo hace le voy a dar una pata en el culo porque las ganas de pegarle las ando desde hace mucho. — dijo Mick tratando de lucir amenazante.

—Y dicen que el agresivo soy yo. — con una pequeña risa dijo el alfa, y al instante recibió una mala mirada del rubio.

Lance solo río ante las tonterías que decían esos dos. De verdad los quería a ambos, eran los únicos que lo hacían alegrarse cuando estaba mal.

—¿Abrazo? — ofreció Mick a Lance mientras extendía sus brazos y ponía ojitos de cachorro.

— Bueno. — acepto Lance con una sonrisa.

Al instante Lance sintió como era envuelto con fuerza por los brazos de Mick.

—Ay, yo también quiero un abrazo. — se quejó el alfa y hizo reír levemente a los dos omegas.

— Ven para acá alfa gruñón. — dijo Mick y después extendió uno de sus brazos para jalar al francés a dónde estaban ellos.

A los segundos los tres estaban envueltos en un mismo abrazo.

—Los quiero. — susurro Lance mientras respiraba profundo para sentir las feromonas de tranquilidad que dejaban salir sus amigos.

—Y nosotros a ti Lancie. — dijo Esteban.

—Lo que dijo la baguette. — dijo el rubio haciendo reí al otro omega.

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— Si es tu hijo realmente no lo sé, pero la verdad yo creo que si lo es. —dijo el español mientras observaba al otro.

— Que tenga pecas no significa que sea mi hijo. — dijo Sergio algo frustrado, de verdad no sé creía que algo así le estuviera pasando justo ahora.

— Ya lo se, pero también tiene la edad y además... — hablo pero se callo a los segundos sin saber si seguir.

—¿Además que? — con el ceño fruncido pregunto.

Carlos se quedó un segundo en silencio, sabía los problemas que podría traer para Sergio que el cachorro de Lance también era su hijo pero...

— Además del aroma a leche que tienen los cachorros tenía el aroma de Lance y el mismo aroma raro a Tequila que tienes tú... Y sabemos que los cachorros solo pueden tener el aroma de sus padres... — continuó las palabras que dejó a medias.

Después de escuchar esas palabras Sergio dejo salir un suspiro frustrado.

— Puta mierda... — susurro con obvia frustración el alfa.

Lance papá 🛐✨

No era lo que imaginé pero es lo que hay...