POV T/N
Después de llorar por mamá me fui directamente al Salón donde rompí un jarrón con mis poderes... Me asusté.
Esto es lo peor de mis poderes, que están conectados a mis sentimientos...
Me senté en el sofá mirando a un punto fijo y sin expresión alguna, pensando en salvar ahora a Klaus.
De repente Luther y Diego vinieron hacia mi.
-Sabes porque han entrado esos tipos de antes? - me pregunta Número Uno.
-Habrán venido a por Cinco... O a por mi. - lo último lo dije en un susurro y veo que nadie lo ha oído.
-Bien, pues vamos a buscar a Cinco para ver qué querían esos infelices- dijo Diego levantándose del sofá y llendose por la puerta, Luther y yo lo seguimos.
Luther nos conducía a una camioneta.
Por el camino me parece a pensar en... Cuanto tiempo había Estado en mi habitación secreta? O en mi habitación? Parece ser que horas... Muchas horas...
-Bien, es aquí- dijo Luther y levante la mirada.
Digo y Luther intentaban entrar por la misma puerta, inútiles.
Fui a la puerta del piloto y la abrí, ellos seguían discutiendo .
Empecé a buscar algo que me pudiera servir y lo encontré.
El libro de Vanya, lo abrí y solo había ecuaciones.
-Chicos, creo saber donde esta- dije para luego mirarlos.
(...)
Me encuentro ahora en una biblioteca, en el último piso, mirando y mirando cada pasillo para encontrar a Cinco, pero... Nada! Absolutamente Nada!!.
Después de unos minutos nos reunimos los tres.
-Nada verdad? - pregunto Diego.
-Oh! No! Lo he encontrado, por si no lo has visto esta aquí al lado- hable con sarcasmo y solo recibí un cuchillo por parte de el.
Si, como lo oís, Diego me había tirado un cuchillo que iba directamente a mi cara, pero con un ágil movimiento pude cogerlo con una sola mano y lanzarselo a el.
-Basta, tenemos que encontrar a Cinco- hablo Luther.
-Llamaré a la policía! - exclamó una mujer a lo lejos.
Mire a mis hermanos y me hicieron un gesto de que vaya yo primero, vaya mierda.
Al ver tal escena saque rápidamente mi móvil y le hice una foto.
-Cinco esta...? - dijo Luther pero Diego lo interrumpió.
-Borracho hasta las trancas-
-¿Porque abraza así a ese maniquí? - fue lo primero que dije después de guardar mi móvil.
-¿Celosa? - pregunto Diego con algo de Picardía en su voz.
-Yo? De un pedazo de plástico? Me estas tomando el pelo?! Además aunque me gustara cinco el nunca se fijaría en mi... Solo... Ahg!! Luther cargalo, nos iremos. -
(...)
Ahora estamos yendo hacia un gimnasio que desconocía.
De repente Cinco despertó e hizo una arcada.
-Como me comités encima... - amenazó Luther.
-Sabéis que es lo peor? Que vuelvo a la puñetera pubertad y T/N con ese uniforme tan pegado que resalta sus pechos y con la falda tan corta, no ayuda nada.. - dijo Cinco abrazando más fuerte al maniquí.
-Enserio cinco? Que haces con un maniquí? - pregunte mirando al maniquí con algo de asco.
-Es Dolores, la única mujer de este mundo que me ama, y yo a ella- dijo cinco.
-Amm... Sabes que es un pedazo de plástico verdad? - dijo ahora Diego.
-No insultes! Mamá es un robot y no te lo hecho en cara! - se defendió Cinco.
De repente me queje por el tobillo.
Si, el tobillo, me lo torcí en la batalla de casa y ahora me duele como el diablo, pero parece ser que he vuelto a pisar mal.
-Hey... Quieres que te lleve? - pregunto Diego, yo solo sentí y me cargo como princesa.
Nos pusimos al lado de Luther y de Cinco , yo recargue mi cabeza en su brazo mirando al cielo.
-Hey!! Que haces?! Sueltala ahora mismo, es MIA!! - grito Cinco
-Tu tienes al maniquí Cinco, además no es nada tuyo. - me defiende digo, yo suelto una rosilla.
-No! Ahora mismo la sueltas- levanto el tono de voz cinco.
-Tiene el tobillo mal, no puede andar - dijo Diego mirando al frente y siguiendo su camino.
-Entonces sueltame Luther, yo la cargare- dice Cinco.
Luther me mira y yo me encojo de hombros.
-Bien-
Luther deja a Cinco de pie en el suelo y va hacia Diego.
-Damela- dice firme y paso de estar en los brazos de Diego a estar en los de Cinco.
-Contento Cinco? Pensaba que estabas bien con el maniquí- dije apoyando mi cabeza en su pecho.
-Se llama Dolores y la quiero -
-Si llimi Diliris y li quiiri- me burló de el y solo suelta un bufido como gato.
-Pensé que solo me querías a mi... - susurro para mi misma pero por lo tensó que se acaba de poner se que me ha oído.
Cerré los ojos y me distraje en mi mundo, sin darme cuenta ya habíamos llegado al gimnasio.
(...)
Ahora sólo estamos Luther, Cinco y yo.
Cuando llegamos sentí mi tobillo mejor y cinco me dejo en el suelo, minutos después estaba en la cama durmiendo.
Diego se tubo que ir a ayudar a su ex.
Luther ahora está sentado en una silla al lado de Cinco.
Yo estoy "volando" A la altura de Luther con las piernas cruzadas como indio.
-Puedo preguntarte algo? Es que necesito averiguarlo - me pregunta Luther levantando la cabeza para mirarme.
Me baje un poco en la misma posición y ahora estábamos cara a cara.
-Dispara- le dije.
-Como es que sigues pequeña? -
-Ya te dije, los poderes- hice un movimiento con la mano.
-Sabes que no me lo trago verdad? Ahora dime, ¿porque sigues pequeña? -
Maldeci por lo bajo y lo mire a los ojos.
-Bien... Tu ganas.. - hice una pausa y mi mirada se perdió en un punto fijo. - Cuando me fui de la Academia no fue nada fácil, pero poco a poco pude pagar un piso, al igual que comida y bebida para sobrevivir... Un día me metí por un callejón para llegar antes a casa, estaba algo cansada y solo quería dormir - ahora lo mire a el - en ese callejón apareció una mujer, me ofreció un trato, tenía que trabajar para ella - me quedé callada, no sabía si decirle todo.
-Que te ofreció a cambio? - me preguntó.
Suspire y mire a un punto fijo
-Me contó que Cinco estaba atrapado en el tiempo y estaba perdido, lo estaban vigilando... Me dijo que si trabajaba para ella haría que Cinco hubiera mejor vida y que sería feliz.. - ahora mire a Cinco.
-Aceptaste solo para que Cinco fue feliz? - asenti
-Acepte el trato y me llevo a un lugar llamado "La Comisión" Era bastante rara la cosa pero tenía que aceptar, el contrato era simple, 5 años trabajando y ellos harían su parte del trato - mire a Luther - me dijo incluso su nombre "La Encargada" ¿Siniestro verdad? - el solo asintió - bueno el caso era que yo mataba a gente, a gente que alterará el espacio tiempo, me encargaba de que lo que tenga que pasar pasé... Pero un día, mientras dormía tuve una visión... El Apocalipsis se acerca Luther y muy pronto - lo mire - rompí el contrato y me fui, solo estuve ahí 4 años... Para escapar necesitaba un maletín y en ese momento todos estaban custodiados por un amigo que tuve - quité mi mirada de Luther y mire al suelo - le dije que me iba a ir y necesitaba un maletín, me dijo que lo cogiera y saliera de allí rápidamente.
-Cuando salí el ya no estaba, supuse que tenía que ir al baño o algo, pero no, me jodio el maletín... Al volver aquí me quedé atrapada en este cuerpo... Jodido ¿eh? Bueno la cosa es que desde entonces me buscan para matarme, torturarme o incluso para volver al trabajo... Una mierda por cierto, y cada día me cargo a más hombres que de costumbre -
-Pero... Seguiais un patrón o algo? - pregunto Número Uno.
-No, Luther, te indicaban a que personas matar, inocente o no alteraba el tiempo y simplemente lo matabas - hablo Cinco, me gire a mirarlo y estaba sentado en la cama mirando a Luther.
-Cuanto tiempo has Estado escuchando? - pregunte.
-Todo-
Oh shit.
-Entonces eras una asesina? - guaro a verme Luther.
Me encogió de hombros mientras asentia.
-Pero eso es homicidio- volvió a decir Luther.
-Joder Luther, ya no somos niños de 5 años, madura de una vez! - respondió Cinco.
-Mira Luther no espero que lo entiendas- le dije yo tranquila.
-erais asesinos! - se alteró.
-Mira Luther, soy la puta cuarta jinete y se acerca el Apocalipsis así que estas mejor callado que lo que menos debería preocuparte es que fuera una asesina- le dije firme poniendo mis pies en el suelo y yendome a sentar el el sillón.
Meti mi mano en el bolsillo de la chaqueta de la Academia y encontré mi Cubo de rugby, sin más me puse a montarlo y desmontarlo mientras ellos hablaban.
Después de varios minutos la puerta se abre de golpe y viene un Diego bastante cabreado y mirando a cinco, iba a por el.
Todos los ponemos de pie y rápidamente me pongo en frente de Diego.
-T/N apartate no quiero hacerte daño - dijo el he intento ir a por Cinco.
-Oh no, no, no - de mis manos salia fuego y mi pelo empezaba a frotar y seguramente mis ojos se hayan puestos rojos.
Diego en ese momento se quedó quieto delante de mí mirándome.
-Tranquilizante cuchillos... - le dije, el suspiro y se le notaba más calmado.
Volvi a mi Estado normal y me volvi a sentar con mi Cubo.
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