Temp 02 ~10~

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Cuando terminó la reunión "familiar" Todos se fueron llendo, empezaron a levantarse y dirigiéndose al ascensor.

-Amm... Tu niño! -cinco se dio la vuelta -Quédate- este solo asintió.

Ocho se levanto al terminar su tercer Whisky, camino hacia el ascensor pero cinco la agarro del brazo, ella sabiendo quien era se dio la vuelta.

-¿Que quieres? - pregunto ella irritada.

-¿Ahora me tratas así? - pregunto con cierta irritación en su voz.

-Oh! Perdón, tengo que tratar bien al hombre que me dejó aquí atrapada durante años?! - se soltó de su agarre - No, creo que no-

El ascensor seguía abierto y sus demás hermanos la estaban esperando dentro.

-¡Hablemos después porfavor! - grito Cinco desde la distancia.

Ella solo le sacó el dedo sin darse la vuelta se metió al ascensor con sus hermanos. Como si no hubiera pasado nada, Ocho miraba el ascensor viendo que no había ningún rastro de sangre.

Klaus estaba tirado en el suelo por el espectáculo que hizo Ben dentro de su cuerpo.

-Amm.. Ocho- la mencionada se giro hacia Vanya- Podríamos ir juntas? Tengo bastantes preguntas-

-Claro - respondió ella simple.

Cuando se abrieron las puertas del ascensor empezaron a salir todos. Mientras en el pasillo Ocho paro a Luther, el la miro con una ceja alzada.

-Klaus aún no ha salido- dijo y el grandote se fue a por el.

Cuando salieron a la calle cada uno se fue por su lado, Ocho se giro hacia Vanya.

-Vamos en coche o a mi manera? - le preguntó a Vanya mirando al su alrededor, su mirada cayó en la mujer que estaba mirandolas.

-Vanya- la llamó la mujer, la mencionada la miro.

-Bueno... Creo que yo me iré- Vanya asintió de acuerdo - Recuerda que si me necesitas para lo que sea... Solo grita mi nombre -

Se apoyo en un árbol que estaba cerca de ellas, tenía una mala sensación. A ellas no pareció importarlas ya que se besaron incluso dentro del coche sabiendo que ella estaba ahí.

Ocho se iba a ir pero oyó como alguien encendía un mechero y miro hacia el vacío, vio a un hombre mirando a su hermana y a la tal Lizzy.

No le dio una buena espina pero tenía que irse, había dejado demasiado tiempo a Dilan solo y no sabía controlarse muy bien.

Empezó a andar para coger un poco de carrerilla para la transportación, cuando salto hacia la casa que tenían Dilan y ella no se esperaba lo que sus ojos observaban.

Todo estaba patas arriba, la televisión estaba rota con marcas de balas, el sofá también tenía golpes de bala, mejor dicho todo a su alrededor tenía marcas de bala.
Sin mencionar que había hielo aquí y haya.

Un grito desgarrador la saco de sus pensamientos y corrió hacia donde provenía, llegó hasta la Sala principal, intento abrir la puerta pero estaba cerrada.

-¡¡Ocho!! - se alarmó aún más cuando oyó el grito de Dilan. Volvió a intentar abrir la puerta pero no podía.

-¡Dilan! - se hecho para atrás y con un golpe limpio de su pierna se rompió la puerta.

Dilan estaba en el suelo lleno de sangre por su rostro y brazos, tenía la boca tapada con un trapo y se preguntó cómo pudo gritar su nombre.

Rápidamente corrió hacia en arrodillandose en el suelo frente a el y le quitó el trapo de la boca.

-Tienes que salir de aquí Ocho.. - murmuro el algo cansado por los golpes que tenía.

-Ni loca te dejo aquí Di - empezó a desatarle las cuerdas de las manos hasta que sintió como una pistola se posicionaba en su cabeza.

Levanto la mirada y puso los ojos en blanco.

-Encargada-

-Ocho-

-¿Tu le has torturado? - preguntó con un tono enfadado.

-Pues claro querida, necesitaba motivarte de algún modo- dijo la mujer con simpleza haciendo que la chica se enfadara más.

-Que necesitas bruja- dijo lo último con un tono de asco.

-Necesito que mates a unas personitas que me traicionaron, con ellos fuera del camino puedo gobernar la Comisión- bajo el arma de su cabeza.

-¿Y ya esta? - La encargada asintió -Pues fácil, quien y donde-

-No es tan sencillo- se sentó en el sofá cruzando sus piernas - la mayor pregunta es cuando- Ocho negó con la cabeza.

-Tendré que utilizar un maletín? -

-Exacto querida, matalos y no lo mató - señaló con el arma a Dilan que estaba escuchando todo con atención. -¿Tenemos trató? - extendió su mano y sin dudarlo la estrechó - No será nada fácil querida, son muy peligrosos.

-Ya me conoces, nadie es más peligroso que yo-

-Eso lo se, te estaré vigilando de cerca, espero que cumplas tu trato. -Se levanto del sofá y sacó un maletín y se lo extendió -Cuando lo abras te llevará al año y el lugar, hazlo a mañana a primera hora, será cuando se reúnan-

Ocho asintió de acuerdo y la encargada con otro maletín desapareció.

Con un movimiento de mano ocho líbero a Dilan de las cuerdas.

-Tumbate en el sofá, te curare todo eso-


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