♡~MARATÓN NAVIDEÑO 3/3~♡

JiMin, se encontraba en el suelo frío del baño del hospital Central De Seúl, ¿Cómo había llegado allí?

Todo fue culpa de su Hyung...

NamJoon le había dicho que su admirador se encontraba en el hospital. El día anterior había sufrido un accidente automovilístico.

Todo era su culpa, el le cerró la puerta en la cara...

Ahora escuchaba a el peligris hablando con un doctor, mientras que el mayor acariciaba su espalda con delicadeza.

—JiMin, vamos a la cafetería —propuso alejando su mano de la espalda del cachetón —Nadie a comido nada, nos vendrá bien un café—.

—No quiero dejar a NamJoon Hyung, solo —admite con la mirada gacha —Todo es mi culpa si to no hu—.

—Deja de decir tonterías —interrumpió rápidamente la rubio mirándolo con desaprobación —Tú no tuviste nada que ver. Un carro sobrepasó el límite de velocidad y estrelló su moto. Tú no tienes nada que ver ahí—.

—Me sigo sintiendo culpable —susurro bajito cerrando los ojos por un momento —Vamos por un café—.

El no tomaba café, prefería un chocolate caliente. Pero hoy, justo hoy... Necesitaba un café.

—¿Esta jugando conmigo? —pregunta retóricamente el más bajo —Quiero verlo, esto es una tontearía —espeta seriamente intentando pasar el cuerpo del moreno —Hyung, déjese de juegos. La vida de él corre peligro y usted está tonteando—.

—Lo siento, JiMin, prometí que iba a proteger su identidad de ti —se excusó poniendo su cuerpo firme para que el pelinarnaja le costará más empujarlo —Estas perdiendo el tiempo... Es mejor que te vayas —pidió seriamente entrando a la habitación colocando un seguro para que nadie pudiera entrar—.

Chispitas...

Ahhhhhahhhaahhhhhhahaahahhhhaahhhhh

¡Quería ver a su Hyung!

¡Tonto NamJoon! >:c

¡Quedas en mi lista negra Kim!

—¿Qué sucede JiMin? —preguntó el rubio con su bebida a medio tomar —¿Por qué NamJoon le puso seguro a la puerta? —preguntó con curiosidad intentando abrir la nombrada—.

—¡Es un idiota! —espetó con enojo y un puchero muy notable el cachetón —No quiere que entre a ver a Hyung, sólo porque le prometió que iba a resguardar su identidad—.

—Te mando a casa, ¿No? —preguntó el mayor a lo que el contrario asintió —Es mejor que te vayas, te avisaré si algo pasa —sugerió bebiendo un poco del líquido en el vaso—.

—Prométalo—.

—Te lo prometo, JiMin—.

La habitación de el menor era un total desastre. Había ropa tirada y esparcida por el suelo, libros abiertos en la cama, en el escritorio. Su computador yacía en el baño, por alguna extraña razón. Y entre todos los libros habían una que otra carta en la cama.

Y todo por no encontrar su brazalete que le dio su Hyung en su primera cita al cine.

FlashBack

—Al final ni miedo me dio —espetó el más bajo con autosuficiencia —Fue muy aburrida—.

—Ah, mira tu —murmuró el pelimenta por lo bajo —¿Cómo explicas ese grito y tus manitas sudadas —preguntó con burla mirando como el contrario bajaba la cabeza —¿Qué pasó Minnie? —.

—¡U-usted se está B-burlando de M-mi! —exclamó entrecortadamente subiendo su abrigo para tratar de dejar de mostrar sus clavículas —Toy enojado —aviso con un puchero en sus pomposo labios—.

—¿Puedo hacer algo para que bebé Mochi ya no esté enojado? —preguntó el mayor siguiéndole el juego al contrario —¿Quieres pizza? —preguntó a lo que el menor negó —¿Helado? —otra negación —¿Pollo y cerveza? —otra negación más un puchero —¿Un besito de Hyung? —propuso sonriendo a medias por el cubrebocas—.

—Si me da un besito no voy a cerrar los ojos —dijo con seriedad el pelinarnaja haciendo contacto visual con el contrario—.

—Entonces, pídeme otra cosa, te la daré —aseguró arreglando su cabello con sus manos—.

—Quiero un brazalete con nuestras iniciales —pidió muy seguro el cachetón —Ya se que sus iniciales son la M y la Y. Pero, no sé si primero es su nombre o su apellido—.

—Esta bien, un brazalete, entonces —aseguró tomando la mano del más bajo—.

—Para usted también —pidió con voz suave a lo que contrario apretó un poco su mano en señal de asentimiento—.

Fin del FlashBack

Ahora estaba con una sonrisa boba en sus labios, recordaba cómo su Hyung le había tomado la medida a su manita y le decía a la chica que debía quedar perfecto.

Su Hyung era alguien muy bueno, lo amaba muchísimo. Aunque todavía no sabía el aspecto de su rostro. Sabía su manera de pensar y de ser. Eso por ahora era más que suficiente para él.

Con lágrimas en los ojos tomo una carta y la leyó.

Perdí la cuenta
de cuantos textos
en prosa escribí
para ti.

Empezaba hablando
de la luna
y las estrellas.

Pero, terminaba
hablando de tus ojos.

Eres mi musa,
la más grande
de mis inspiraciones...

Me faltaría esta
y la otra vida,
para decirte
lo maravilloso que eres.

Su teléfono empezó a sonar.

—JiMin —se escucho por la otra línea al mayor —Él, despertó—.

Día 3
"intentando que Hyung pase con Mochi las fiestas"

Fue un total fracaso.

Pasen por mi historia
"Nuestro bosque"
Les prometo
que no se arrepentirán💖
Por cierto...
Falta muy poco
para Navidad :^