━━ 𝟒𝟗

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【𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟺𝟿】


𝐬á𝐛𝐚𝐝𝐨, 𝟑 𝐝𝐞 𝐟𝐞𝐛𝐫𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟒  


𝓓afne

juanicar: devoraste en la pasarela, amiga personal

dafnehildebrandt: devoré🎀


matiasrecalt: estoy re orgulloso. aguante vos❤️

dafnehildebrandt: sos un amor❤️


vogrincicenzo: tenés que estar atenta a las entrevistas, te estás perdiendo un montón de cosas copadas

pipegonzalezotano: ❓🤫

blaspolidorii: dejá de joder, enzito

dafnehildebrandt: o encito?

vogrincicenzo: enzo está bien jajaja


dafnehildebrant_fans: no puedo creer lo lejos que llegaste, daf. estoy re feliz por vos💚💚


emiemiemi: amé compartir este momento con vos

melvega: fue una locura, estoy re orgullosa de nosotras

dafnehildebrandt: ❤️‍🔥 ❤️‍🔥 ❤️‍🔥 ❤️‍🔥 ❤️‍🔥 ❤️‍🔥

𝐄𝐋 𝐀𝐈𝐑𝐄 𝐄𝐒𝐓𝐀𝐁𝐀 𝐈𝐌𝐏𝐑𝐄𝐆𝐍𝐀𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐀𝐑𝐎𝐌𝐀 𝐈𝐑𝐑𝐄𝐒𝐈𝐒𝐓𝐈𝐁𝐋𝐄 𝐐𝐔𝐄 𝐃𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐓𝐀𝐁𝐀 𝐌𝐈 𝐀𝐏𝐄𝐓𝐈𝐓𝐎 𝐃𝐄𝐒𝐏𝐔É𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐄𝐌𝐎𝐂𝐈𝐎𝐍𝐀𝐍𝐓𝐄 𝐉𝐎𝐑𝐍𝐀𝐃𝐀 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐑𝐄𝐋𝐀.

Camareros y camareras elegantemente vestidos se movían entre los invitados, ofreciendo cócteles sofisticados y champán para celebrar el éxito del evento. Las elegantes mesas estaban decoradas con una exquisita selección de canapés, mini sándwiches y brochetas de frutas frescas, junto con dulces tentadores dispuestos de una manera impecable.

Me aproximé a una de las mesas adornadas y tomé un pequeño plato. La diversidad de sabores y texturas era tan cautivadora como compleja, haciendo que la elección de la comida fuera todo un desafío. Finalmente, me decidí por unos deliciosos canapés y algunas brochetas de frutas frescas. 

Saboreé cada bocado con deleite mientras intercambiaba animadas conversaciones con mis compañeros, compartiendo risas y anécdotas del día. 

El bullicio del lugar cobró fuerza de repente cuando un grupo de fotógrafos y un periodista, acompañado por su camarógrafo, se acercaron al grupo con un gran entusiasmo. 

Los flashes comenzaron a parpadear mientras los fotógrafos nos pedían que nos agrupáramos para capturar el momento de triunfo en una foto grupal. Con una sonrisa contagiosa, nos reunimos y posamos con naturalidad, celebrando el éxito en la pasarela.

Luego, el periodista, cuyo rostro reflejaba una palpable curiosidad, se acercó a mí mientras su camarógrafo continuaba grabando. 

─ Hola, sos Dafne Hildebrandt, ¿verdad? ─preguntó con una voz llena de profesionalismo, su tono detonando un enfoque directo y decidido.

Asentí con una sonrisa mientras lo miraba detenidamente. Su mirada transmitía una experiencia acumulada a lo largo de los años, una sabiduría que brillaba en sus ojos y una pasión evidente por su trabajo. Calculé que debía tener entre 35 y 40 años. 

─ Estamos en vivo en este momento ─siguió el periodista, con un tono profesional y enérgico─. ¿Podrías tomarte un momento para responder algunas preguntas?

─ Por supuesto, sin problema alguno ─respondí con una sonrisa, aceptando la solicitud del periodista. 

Nos desplazamos hacia un rincón apartado, buscando un poco de calma para nuestra conversación, lejos del ruido de la multitud. Una vez en el ambiente más sosegado, el periodista lanzó su primera pregunta. 

─ ¿Qué onda ser la primera en desfilar? ¿Sentiste más presión por eso? ─inquirió, su tono reflejando un genuino interés por conocer mi experiencia en la pasarela. 

Me tomé un instante para meditar sobre la pregunta, ponderando cada palabra con cautela antes de responder.

─ Ser la primera en desfilar fue re emocionante, un honor de verdad para mí ─respondí con sinceridad, mi voz transmitiendo entusiasmo y gratitud─. Obvio que, en esas situaciones, siempre hay más presión, pero también lo tomé como una chance para ponerle onda al desfile. ¡Y eso fue algo que me re copó hacer!

El periodista asintió con una sonrisa, mostrando su agradecimiento por mi respuesta antes de continuar con la siguiente pregunta. 

─ ¡Gracias por contarnos eso! Ahora, ¿qué onda con tus compañeros? ¿Sentían más nervios o emoción antes de salir a la pasarela?

Me tomé un pequeño instante para reflexionar sobre mi respuesta antes de contestar. 

─ Sí, definitivamente hubo nerviosismo entre nosotros, pero también estábamos muy contentos y emocionados por la oportunidad ─expliqué, dejando entrever la intensidad del momento─. Todos le metimos mucha garra para llegar hasta acá, así que fue una mezcla de emociones bien intensa. 

A continuación, el presentador se ajustó el pinganillo que tenía cerca de su oreja, lo que me hizo notar que estaba recibiendo alguna información adicional. 

─ Me están tirando data por el pinganillo que sos re activa en las redes y que hay algunos rumores pululando por ahí ─soltó él, a lo que yo me tensé un poco─. ¿Qué onda con Matías Recalt y Juan Caruso? ¿Algo que quieras contar? ─sus ojos se centraron en mí, buscando alguna respuesta.

Una mueca involuntaria se dibujó en mi rostro mientras escuchaba la pregunta. ¿En serio tenían que adentrarse tan abruptamente en un tema íntimo?

Mi mente se llenó de pensamientos rápidos mientras buscaba una respuesta que pudiera mantener mi privacidad intacta. La incomodidad se apoderó brevemente de mí, pero opté por manejar la situación con elegancia. Levanté la mano en un gesto de despedida y me alejé con paso firme hacia mis amigas. No estaba dispuesta a permitir que las cámaras penetraran en aspectos de mi vida personal. 

Pronto me uní a Melanie y Emilia, quienes estaban deleitándose con una de las brochetas de fruta. 

─ ¡Che, volviste re rápido! ─exclamó Melanie, sorprendida al verme regresar tan pronto, notando que la entrevista apenas había durado dos minutos─. ¿Todo piola?

Les conté lo ocurrido, detallando cómo el periodista intentó escarbar en mi vida privada al preguntarme sobre Juani y Matías. Sus expresiones pasaron de la sorpresa a la indignación mientras escuchaban atentamente mis quejas. 

Para ser franca, la situación me indignó profundamente, y no pude evitar sentirme frustrada por la intrusión en mi vida personal.

Si bien comprendo que parte de las tareas de los periodistas son buscar información relevante, considero que hay límites que no deberían sobrepasar. Me resulta difícil comprender por qué algunos sienten que tienen derecho a husmear en aspectos tan personales de nuestras vidas.

Para aliviar la tensión en el ambiente, Melanie decidió hacer una de sus típicas bromas y agarró una uva de la brocheta.

─ ¿Qué andás tramando ahora, loca? ─pregunté entre risas, contagiada por su humor.

─ Dale, aléjate y abrí la boca ─respondió con una sonrisa traviesa, desafiante y juguetona. 

Nos reímos mientras me colocaba a unos metros de distancia de ella, lista para atrapar la uva que iba a lanzar con destreza. Con una sonrisa, obedecí su indicación y abrí la boca, lista para el lanzamiento.

La uva, lanzada con maestría por Melanie, pareció tener un destino propio al desviarse inesperadamente. Observé con sorpresa cómo la pequeña fruta golpeaba de lleno a uno de los diseñadores, quien se encontraba a pocos metros de nosotros y buscaba con la mirada al responsable del suceso. La expresión de confusión en su rostro era evidente, mientras el resto de nosotros conteníamos la risa ante la situación inesperada. 

Ante la mirada inquisitiva del diseñador, mi instinto fue buscar a Melanie y Emilia, quienes apenas podían ocultar su culpa. Comprendí al instante su gesto y me uní al disimulo, fingiendo inocencia mientras las risas amenazaban con escaparse de nuestros labios. La situación, aunque incómoda, tenía un toque de humor que intentábamos controlar mientras continuábamos con nuestras conversaciones, tratando de no llamar la atención sobre el incidente. 

Fue entonces cuando percibí el contacto de una mano sobre mi hombro, lo que me hizo dar un respingo de sorpresa. ¿Había descubierto el diseñador nuestra travesura? La idea de las posibles consecuencias me llenó de nerviosismo, y un escalofrío recorrió mi espalda mientras me giraba lentamente para enfrentar lo que fuera que estuviera detrás de mí. 






NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR!!!!❤️❤️❤️

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