【𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟻𝟼】

𝐝𝐨𝐦𝐢𝐧𝐠𝐨, 𝟒 𝐝𝐞 𝐟𝐞𝐛𝐫𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟒

𝓓afne

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𝐄𝐋 𝐄𝐂𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀𝐒 𝐎𝐋𝐀𝐒 𝐑𝐎𝐌𝐏𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 𝐒𝐔𝐀𝐕𝐄𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐀 𝐋𝐀 𝐂𝐎𝐒𝐓𝐀 𝐋𝐋𝐄𝐍𝐀𝐁𝐀 𝐄𝐋 𝐀𝐈𝐑𝐄, y una suave brisa acariciaba nuestros rostros mientras caminábamos por la arena.

La elección de dirigirnos hacia esa playa no fue fortuita; pues estaba estratégicamente ubicada a unos minutos de la Bresh, el lugar donde habíamos pasado la noche entregados al ritmo de la música y la compañía de nuestros amigos. Ahora, este lugar nos ofrecía la oportunidad de escapar del tumulto y sumergirnos en la serenidad del amanecer. Era como si el universo hubiera conspirado para brindarnos un momento de tranquilidad y conexión.

Nos acomodamos en la suave arena, eligiendo un rincón donde las olas acariciaban suavemente nuestros pies descalzos. Desde esa posición, nuestras miradas se perdieron en el horizonte, donde el cielo comenzaba a teñirse con los primeros brotes de luz del alba.

El cielo se iluminaba gradualmente con una paleta de tonos rosados y anaranjados, mientras el sol ascendía con parsimonia sobre el horizonte, como si se tomara su tiempo para deleitarnos con su esplendor. Las primeras luces del amanecer danzaban sobre las olas del mar, creando destellos dorados que se deslizaban sobre la superficie cristalina del agua. El cielo se llenó de tonos suaves y vibrantes, pintando nubes dispersas de colores púrpuras y dorados.

La salida del sol era una de las cosas que me recordaban que la vida continuaba, incluso en medio del dolor.

Una brisa marina, cargada con el aroma fresco y salino del océano, jugueteaba con nuestros cabellos. El murmullo constante de las olas, como una melodía eterna, llenaba el aire y creaba una atmósfera de calma.

Estábamos sumergidos en un silencio cómodo, permitiendo que la belleza del amanecer nos abrazara con su magia, donde el tiempo parecía detenerse y solo existíamos nosotros.

En ese momento, Matías sacó uno de sus cigarrillos y lo encendió con destreza. Observé cómo el humo ascendía lentamente hacia el cielo tras su primera calada. Con un gesto casual, me ofreció el cigarrillo, y yo lo acepté con una sonrisa agradecida.

Inhalé profundamente, permitiendo que el humo llenara mis pulmones y me brindara un instante de calma. Cerré los ojos por un instante, dejándome envolver por la paz que aquel acto sencillo me proporcionaba.

Luego de disfrutar de la calada, le devolví el cigarrillo a Matías, quién lo recibió con elegancia. Observé cómo tomaba una profunda calada y, al exhalar, el humo emergió de sus labios en forma de aros, los cuales se elevaban hacia el cielo.

─ Che, mirá vos, parece que le agarraste la mano a hacer esos aros de humo desde la última vez que lo intentaste, ¿eh? ─comenté con sorpresa, admirando la perfección de los aros.

Matías dejó escapar una risa suave, sus ojos brillaban con una chispa traviesa y juguetona.

─ Bueno, todo el mérito se lo lleva mi profe, ¡una grosa total! ─respondió con una pizca de broma, dedicándome una sonrisa cómplice.

Una sonrisa se dibujó en mis labios al escuchar su respuesta, recordando que, apenas una semana atrás, le intenté enseñar a Matías a hacer aros de humo. Fue un momento divertido, lleno de risas y complicidad, pero quedó grabado en nuestra memoria como un recuerdo especial.

Me acerqué un poco más a él, sintiendo su calidez irradiando a través de su cuerpo mientras me apoyaba en su hombro.

─ ¿Molesto? ─pregunté con una sonrisa, tratando de mantener el tono ligero.

─ Para nada ─respondió él con una sonrisa, pasándome el cigarrillo una vez más.

Tomé otra calada, dejándome envolver por la atmósfera serena del amanecer. Antes de soltar el humo, decidí hacerle una pequeña broma, girando hacia él y soltando el humo directamente en su rostro.

─ Si volvés a hacer eso, voy a pensar que estás re interesada en chaparme ─bromeó Matías, utilizando las mismas palabras de la primera vez que intentamos hacer aros de humo juntos.

─ Y mirá que sí, eh. Estoy re interesada en chaparte ─respondí con una risa pícara─. No se me ocurre otra razón para tirarte el humo en la cara.

Aquellas palabras resonaron en mi mente como un eco de lo que me hubiera querido expresar desde el primer día que conocí a Matías. Esa cercanía, ese beso, quedó suspendido en el tiempo, pero el destino nos guió hacia este momento, aquí, compartiendo este amanecer especial.

Me sentí abrumada por la gratitud, por la forma en que las cosas habían evolucionado entre nosotros, por la complicidad que se forjaba en cada mirada y cada gesto compartido.

Apagué el cigarrillo y lo deposité cuidadosamente a un lado, recordándome que tendría que recogerlo más tarde para no ensuciar la playa.

Matías se aproximó lentamente a mí, su rostro bañado por los destellos del sol naciente. Sentí cómo un cosquilleo ascendía desde mi estómago, anunciando la inminencia de lo que estaba por acontecer.

Sus ojos, intensos y cautivadores, buscaron los míos con una mirada llena de significado. En ese instante, el tiempo pareció detenerse, y me vi sumergida en un mar de emociones compartidas.

Sentí su mano deslizarse con delicadeza por mi mandíbula, atrayéndome con ternura hacia él. Y entonces, sus labios se encontraron con los míos en un beso lleno de promesas y pasión, desatando una explosión de emociones que me dejó sin aliento. En ese instante, el mundo a nuestro alrededor se desvaneció, sumergiéndonos en un universo paralelo donde solo existíamos él y yo.

El cálido abrazo del sol acariciaba nuestra piel, pero era insignificante en comparación con la intensidad del fuego que ardía en nuestro interior. Mis dedos se enredaron en su cabello, aferrándome a él con fuerza, como si fuera el ancla que me mantenía firme en medio de la vorágine de emociones que me invadía.

Con una ternura inconfundible, nos separamos lentamente, pero aún permanecíamos cerca, nuestros corazones latiendo al unísono en la quietud del amanecer. Matías me regaló una sonrisa suave, sus ojos destellaban con complicidad mientras el sol ascendía perezosamente en el horizonte, iluminando el cielo con tonos dorados y rosados.

Juntos, compartimos en silencio cómo el amanecer pintaba el mundo a nuestro alrededor con colores vibrantes y cálidos, perdiéndonos en el espectáculo natural que se desarrollaba frente a nosotros.

─ ¿Te parece si nos sacamos una foto para subirla a Instagram? ─preguntó Matías con una chispa de emoción en sus ojos, sacando su móvil del bolsillo y mostrándomelo con entusiasmo.

Sonreí ante su propuesta y asentí con la cabeza. Matías se levantó ágilmente, con determinación, buscando el mejor ángulo para capturar la magia del amanecer y nuestra complicidad en una imagen. Con destreza, colocó su teléfono sobre unas rocas estables, asegurándose de que estuviera perfectamente alineado para obtener el mejor resultado.

Una vez todo estuvo preparado, regresó a mi lado, rodeándome con un brazo mientras esperábamos la cuenta regresiva del temporizador. Repetimos el proceso unas cuantas veces, pues Matías quería asegurarse de que las fotos quedaran perfectas antes de dar por finalizada nuestra sesión fotográfica improvisada.

dafnehildebrandt: ❤️

fans_de_mati: todo iba bien hasta que vi esto

juani_x_dafne: ¿quién sufrió más? jesucristo (murió crucificado) o las matilovers (matías subió una foto con su mina)

matiasrecaltfans: acabo de despertarme, veo la foto de matías y juani bailando con dafne, miro la historia de juani con el beso y ahora me encuentro con esto. alguien que me diga que todo esto es una joda o que lo soñé, porque ya me veo parada en un balcón del quinto piso

recaltfans: gritos internos de inenarrable dolor y agonía cuya expresión escrita o por cualquier otro medio de comunicación no bastaría para describirlos en su totalidad

cataalvarez: por dios, no sé con qué derecho se sienten para andar opinando de su vida privada, ¡solo somos fans! ↴

marina_2002: totalmente de acuerdo con el comentario de arriba, hay gente a la que se le olvida ese pequeño detalle

dafnehildebrandt_fans: che, ¿se hacen las boludas o qué? algunos comentarios están re mil fuera de lugar. está bien que amen a matias, pero ¿se imaginan como se va a sentir cuando lea algunos comentarios? es probable que se sienta mal con tanto odio injustificado hacia su novia, en cualquier momento matías va a desaparecer de las redes y luego llorarán. sean más comprensivas y respetuosas ↴

dafnehildebrandt: esto

juanicar: matías acaba de oficializar con dafne, ya ganamos. viva el amor ↴

pipegonzalezotano: ❤️ ↴

vogrincicenzo: sus corazones pintaron el más bello de los paisajes ↴

emiemiemi: sigan juntando momentos así de copados ↴

melvega: los re banco, chicos ↴

santivacanarvaja: ¡qué lindos son! ↴

franromerofran: que piolis se ven juntos gordis

𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐃𝐄𝐒𝐋𝐈𝐙𝐀𝐁𝐀 𝐌𝐈 𝐃𝐄𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐋𝐀 𝐏𝐀𝐍𝐓𝐀𝐋𝐋𝐀, interactuando con los comentarios y compartiendo risas con algunos de ellos, la voz de Matías interrumpió mi concentración.

─ Che, ¿y vos qué onda con nosotros? ─preguntó Matías, sus ojos brillando con una mezcla de nerviosismo y expectativas.

Al escuchar su pregunta, una sonrisa se dibujó en mis labios. Era evidente que esta conversación era inevitable y, aunque la habíamos estado posponiendo, ahora, estando a solas, sentía que era el momento perfecto para abordarla. Sabía que Matías quería hablar sobre nuestro vínculo y el futuro que nos esperaba juntos.

─ Creo que estamos armando algo re lindo, ¿no te parece? ─respondí, buscando su mirada con la mía, llena de complicidad y afecto─. Me hacés sentir de una forma que nunca antes sentí, y cada momento con vos es un regalo ─expresé sinceramente, dejando que mis sentimientos se manifestaran plenamente─. ¿Y vos, Mati? ¿Qué pensás al respecto?

─ Yo me siento muy bien contigo, Dafne. No pensé que me iba a sentir así con alguien tan rápido ─comenzó Matías, su voz transmitiendo sinceridad y calma─. Pero... quiero estar contigo de una manera más formal. Por eso te quería preguntar algo, ¿Dafne, querés ser mi novia?

Al escuchar la pregunta de Matías, un torbellino de emociones recorrió mi interior. Me invadió una sensación de felicidad abrumadora al darme cuenta de lo genuino que sonaba. Un cosquilleo de felicidad se apoderó de mi mientras miraba sus ojos llenos de sinceridad.

Era un momento que había imaginado muchas veces, pero ahora que estaba sucediendo, la realidad superaba cualquier expectativa.

En ese momento, un cálido sentimiento de certeza se apoderó de mí. Sabía que mi padre estaría feliz por nosotros, que aprobaría nuestra relación. Matías era el tipo de hombre que cualquiera desearía tener a su lado: comprensivo, leal y lleno de bondad. Él representaba todo lo bueno en mi vida.

Con una sonrisa radiante asentí suavemente, sintiendo que mi corazón se expandía con la certeza de que estaba tomando la decisión correcta.

─ Sí, Matías. Quiero ser tu novia ─respondí con una mezcla de felicidad y emoción, dejando claro que estaba lista para dar ese paso importante en nuestra relación.

Así dio inicio nuestra relación, un vínculo que se formó con la misma rapidez y naturalidad con la que sentimos esa conexión especial entre nosotros. Cada paso que dimos juntos parecía estar marcado por el destino, como si nuestras vidas estuvieran destinadas a cruzarse en ese momento exacto. Sin embargo, lo que sentía por Matías trascendía cualquier etiqueta.

No sabía qué nos depararía el futuro, pues estaba lleno de incertidumbres y posibilidades. No sabíamos qué desafíos nos depararían ni que alegrías nos aguardarían más adelante. Pero una cosa estaba clara en mi mente y en mi corazón: deseaba compartir cada amanecer, cada momento especial, cada obstáculo y cada triunfo con él a mi lado.

FIN

NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR!!!!❤️❤️❤️

💌nota de la autora:
estén atentxs, porque en breve publicaré el epílogo y en los próximos días subiré unos cuantos capítulos extra, como pequeños regalos para prolongar la historia de matías y dafne un poco más, porque su amor nunca se va a agotar, y siempre van a tener más historias para contar