━O12.

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La nariz de Nirt tocó la unión de sus manos, las palabras de los mellizos la dejó al borde de un acantilado.

“—Hemos perdido contacto con 42 y 33…

Seokjin arrugó su nariz y sus párpados afianzaron su agarre de pestañas, la cuchara con comida entre sus dedos regresaron al recipiente de comida y bufó antes de abrir los ojos.

—¿Por qué están aquí? —interrogó a los dos mellizos que comían en silencio en la misma mesa que ellos. Jimin infló sus mejillas

—No sea grosero por favor. —El mayor volteó indignado.

—Traidor, tenías que estar de mi lado —comentó lo mismo que su mente pensó. Jimin rio y se volteó hacia los mellizos que ignoraban a Seokjin y le daban importancia a su presencia.

—¿Hace cuánto llegaste a este colegio? —interrogó con una sonrisa Yugyeom, este dejó de comer para prestarle atención a las mejillas rosadas. Jungkook siguió comiendo pero con el oído atento a las palabras de Jimin.

—No hace mucho… Umh… ¿Hace algunas semanas? —Sus ojos morados destellaron al recordar lo asustado que estaba al llegar. Hasta había pensando que Seokjin era alguien malo que le haría daño con esos filosos colmillos, que equivocado estaba. Encontró a gente agradable dentro de esos establecimientos, su pecho comenzaba a atrapar ese extraño calor que lentamente se acercaba.

—Oh… ¿Y cómo fueron encontrados? —Había deducido que a todos los habían acercado a las instalaciones de la misma forma que él. ¿En serio Hillsborough se tomaba todo ese tiempo? Wow, impresionante.

Los mellizos se miraron, parecía que compartían un lazo telepático de mellizos. Yugyeom sonrió mostrando una sonrisa amable.

—En realidad, ya conocemos el lugar pero nos trasladaron. —Jimin ladeó la cabeza sin entender lo dicho, aún había muchas cosas que desconocía de ese lugar, y cuando estuvo a punto de preguntar, Seokjin lo interrumpió.

—¿Y qué habilidades tienen? ¿Algo llamativo? ¿Cruel? ¿De bajo perfil? ¿Poderoso…? —Llevó un pedazo de fruta a sus carnosos labios. La sorpresa en las expresiones de los mellizos se reflejó en sus verdosos ojos venenosos y los nuevos no se inmutaron ante la presencia de una serpiente.

—Nada en especial, no somos muy fuertes. —Alzaron sus hombros y un destello de curiosidad –que no pasó desapercibido por los Jeon– apareció en los cristales morados— Controlamos el estado de la materia, dulce caramelo morado. —Yugyeom sonrió y Jimin enrojeció hasta sus orejas por el vergonzoso apodo, apretando sus regordetes dedos sobre la tela de su pantalón.

Seokjin chasqueó su lengua y una de sus cejas se elevó con gracia.

—¿Dulce caramelo morado? —Su voz se baño en un jarabe de burla que los mellizos respondieron con sonrisas hipócritas.

—No eres el indicado para juzgarnos por un apodo —contraatacó indiferente Jungkook, logrando que Seokjin frunciera su ceño confundido y mirara a Jimin en busca de ayuda. Gran sorpresa suya al ver que el pequeño traidor miraba en la dirección contraria conteniendo la risa y con su cara roja.

—¿Por qué todos me ponen esos apodos?

Seokjin bufó.

—Deberías estar consciente de la peligrosa ternura que brotas —Yugyeom respondió con una sonrisa inocente y Seokjin sacó la lengua asqueado, atrayendo el cuerpo de Jimin hacia él.

—No te acerques al niño, depravado. —El chico fingió desentendimiento.

—¿Yo? ¿Depravado? —Se apuntó a sí mismo.

—Puedo verlo en su sonrisa. —El mayor dibujó un camino con sus dedos que partía de sus ojos a los grandes ojos de ese "depravado".

Jimin replicó en contra del mayor. ¿Por qué le gustaba tanto discutir con los demás? Aunque… era divertido. Y no contuvo su risa. Seokjin y los mellizos lo miraron pasmados por los ojos brillantes que aparecieron luego de que su risa cesó. Quedaron encantados.

—Y luego se pregunta por qué le ponemos apodos —comentó Yugyeom recibiendo un golpe en su nuca por parte de su hermano. Se quejó e infló su mejilla a la vez que Jungkook volvía a su tarea de acabar con su flan.

—Deja de ser un baboso confianzudo y come tu comida, no la has tocado. —Yugyeom arrugó su nariz y antes de pinchar su alimento, le guiñó el ojo a Jimin y recibió un siseo por parte de Seokjin. Jungkook le sonrió a Jimin antes de volver a su tarea, Jimin arrugó sus cejas cuando escuchó un: “no veo nada extraño por ahora…”

¿A qué se refería?

Decidió ignorar el pensamiento del contrario y le prestó atención a su platillo. Los ingredientes fueron escogidos por Seokjin que se tomó el tiempo de traer ambas bandejas –aunque él haya insistido que no hacía falta– pero el mayor era terco y no le permitió levantarse de su asiento. En su interior disfrutaba esos actos, ser mimado y tratado como un niño.

Seokjin lo observó de reojo y sonrió de manera sutil al ver esos ojos brillantes nuevamente. No le gustaba observar ese hermoso color opaco que era destinado a destellar.

Las pestañas acariciaban sus pómulos blancos y sus párpados crearon la boca que destapaban la lava de un volcán. Soltó un suspiro con su mirada carmín fija en el techo monótono y una de sus mejillas se ahuecó. Dos brazos eran utilizados como almohada y sus facciones pasaron de la tranquilidad a un mar tempestuoso que golpeaba con sus gigantes olas las costas con sus arenas blancas. Las grietas no tardaron en romper la lisa capa entre sus cejas pobladas, los recuerdos no esperaron en molestar su existencia y no había respuesta o descripción para la sensación que fluía en sus venas, trayendo un pasado escondido fácil de olvidar.

Pellizcó sus labios y sus orbes se encendieron.

No solo su pasado lo estaba acosando, también la maldita actitud que de repente adoptó la autoridad del establecimiento con él. No era reacio a la idea de estudiar o vivir allí, sino que la única persona que tiene su confianza, que ahora esté moviendo piezas por debajo de la mesa sin explicarle el por qué, lo mantenía en un constante estado de irritación.

Desde que llegó ese niño de cabello azul las cosas comenzaron a tornarse extrañas.

La ignorancia no era parte de él cuando se trataba de las dos siluetas que últimamente notó cerca de él.

Gruñó exasperado.

¿Por qué de repente comenzaron a aislarlo?

Tampoco es como si antes convivía mucho con los demás mutantes, pero le era molesto el exagerado monitoreo que tenían con él.

¿Acaso perdieron la cabeza?

Un toque en su puerta lo exaltó. Se obligó a calmarse al saber que no era nada nuevo. Sus pies descalzos tocaron el frío suelo y abrió la puerta dejando pasar a Nirt quien miró analítica a su alrededor. Estrechó sus ojos cuando el adolescente se paró delante de ella con los brazos cruzados.

—Hola, Yoongi. —Sonrió la mujer cerrando la puerta.

—¿Qué sucede? ¿Qué quieres? —Nirt exhaló acercándose al peli-gris que retrocedió con una mueca neutral.

—Solo vine a verte, ¿qué hacías? —preguntó cariñosa, su vista vagó por el ambiente y se estancó en la cama hecha un desastre, siendo lo único fuera de lugar de la habitación gris que tenía como lujo un póster random. También había un armario, una biblioteca pequeña pegada a la pared; un pequeño escritorio –con cajoneras– que tenía su propia luz; había varios cuadernos en pila y lápices sobre ella. Los materiales de entretenimiento tampoco faltaban: una guitarra, útiles y etcétera, tenían su posición en el suelo.

Su habitación era la última en el pasillo.

Nirt se preguntó si Yoongi no se sentía vacío ante la ausencia de un compañero. De todos modos, no podía hacer mucho cuando el mismo Min hizo el pedido de ese detalle.

—Nada, solamente pensaba por qué tanta vigilancia conmigo —gruñó y Nirt masajeó sus sienes, desconcertando aún más a Yoongi que intensificó las arrugas en su frente.

—Ya hablamos de esto, Yoongi.

—Sí, "es por mi propio bien", no sabía que tratarme como un criminal es por mi propio bien. —La habitación murió en el silencio. Era un tema delicado y sabía la adulta que debía manejarlo con delicadeza teniendo en cuenta la difícil actitud de Yoongi.

—Lo sé, sé que suena mal y se ve mal la situación… Pero debes creerme, es por tu bien y-

—¿Ya terminaste? Tengo sueño. —Nirt mordió su labio inferior y se resignó a guardar silencio para prevenir una fuerte discusión. Dio media vuelta para irse pero el tono de voz que rozaba las rocas la detuvo— ¿Quién es el chico de cabellos azules?

La mujer se congeló en su lugar.

Yoongi estaba preguntando por otra persona.

—¿Hablas de Park Jimin?

—Eh… Sí, eso creo.

Nirt no se volteó.

—¿No oíste su presentación cuando llegó?

—Probablemente dormía.

Soltó una calada de aire. Menos mal que desarrolló una poderosa paciencia.

—Un mutante que fue encontrado hace poco en estados deplorables, Yoongi.

Sin permitir otra pregunta, abandonó el lugar a pasos rápidos y entre cada pisada, el nivel de fuerza aumentaba. En su interior se desató una enredadera de hilos y sus orbes eran un punto de una hoja blanca.

¿Es lo que ella suponía…?

Y en otra parte, precisamente en una oficina ostentosa privada de la completa luz del día, con apenas un foco encendido…, se encontraba una mujer de prominente busto y larga melena. Su mirada prometía la guerra y su sonrisa la desgracia… Y delante de ella se encontraba la victoria.

Dos fotos de sus experimentos.

Su lengua peinó el cuero de sus labios pintados de un encendido rojo… el rojo de la sangre.

Ya quiero probar mis juguetes…

La calamidad estaba a punto de liberarse...

















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Holaaa, perdón por la tardanza.

Solamente diré esto: Lo chido ya se viene, bye. 🐥💛

mysverse©

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