━O13.

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—¿Irás a clases? —preguntó atónita la directora del establecimiento. El rubio asintió con una mirada dormida y apretando su almohada entre sus brazos.

—Sí, lo estuve pensando y es un poco solitario estos lados —bostezó y Nirt estrechó sus ojos, manteniendo una expresión interrogativa que prontamente se transformó en una exuberante sonrisa.

—¡Que alegría! Al fin decides asistir a las clases normales. —La mujer unió sus palmas con alegría y Hoseok simplemente hizo el amague de sonreír.

—Sí, umh… Yo… —habló lentamente gracias al sueño—. Necesito los guantes, sin ellos no iré —mencionó suavemente frotando su mandíbula sobre la textura de su almohada, que era apresada por sus piernas flexionadas hasta su pecho y asomándose sus dedos en el borde de su silla en la oficina de la adulta.

—Ah, eso. Está bien, pero hasta que no sepas controlar tu habilidad, nada de quitarte tus guantes o mantener contacto… —ordenó y el rubio parecía estar durmiendo, si no lo conociera bien, ella también habría pensando que sus ojos cerrados era signo de un profundo sueño—. Mírame, Hoseok. Mírame y prométeme eso.

—No es como si me los quisiera sacar a voluntad. No te preocupes, tampoco me gusta la idea de usar mi habilidad —respondió ahora pegando totalmente su cara a la suave almohada, silenciando sus palabras con cada centímetro menos.

Nirt suspiró y sus comisuras se elevaron contentas.

—Ahora ve a prepararte, probablemente comiences hoy o mañana, yo te aviso. —Le guiñó un ojo y Hoseok arrastró sus pies hasta la puerta y desaparecer.

Nirt suspiró nostálgica y retomó su papeleo.

[•••]

Los bonitos orbes morados observaban el simple techo decorado meramente por un ventilador con un foco. En la otra cama, Seokjin se encontraba leyendo en silencio y él no sabía qué hacer. De vez en cuando le prestaba atención a los pensamientos del peli-verde para escuchar a su mente leer pero se perdía en la lectura muchas veces, así que se resignó. No sabía cuál era su posición en ese establecimiento y lo comenzaba a frustrar. Al menos su compañero de habitación tenía actividades luego de clases o deberes. Tampoco quería molestar a Seokjin para que entablen una charla, temía que se fastidie y se enfade con él hasta gritarle y cuando se harte de su existencia, se alejaría de él.

El color de sus ojos parpadeó.

Sus dientes se clavaron en la carne de sus labios.

¿Y si salía a caminar un poco? Aunque la última vez que salió a caminar, se encontró con Min Yoongi y las cosas se tornaron extrañas con un tercero. Ahora que lo pensaba… ¿Por qué actuaban tan raro cuando se trata de él? ¿Tan mal les cae o hizo algo realmente muy malo para excluirlo así? Entonces no era buena idea salir ahora… ¿O sí?

Sacudió su cabeza confundido. Tenía un hueco en su pecho, hueco que persistió por muchos años e intenta ignorar: ¿pero cómo ignorar algo que es parte de ti? Es decir, se sentía tan… Vacío. Hasta confesaría tener envidia de los demás al tener una meta, gustos; sueños, disgustos, miedos y muchas cosas que lo hacían sentir vivos. Sin embargo… Él no tenía una meta y lo único que puede afirmar de él mismo es que, es un completo cobarde que esconde la cabeza entre sus manos y no bajo tierra porque le tiene miedo a tanta oscuridad y soledad, la privacidad de saber lo que pasa y hay en tu alrededor, simplemente terrorífico. Piensa mucho y suele ahogarse en ellas muchas veces… No solo en los suyos, también en los ajenos y eso lo atormentaba.

Todo el tiempo desea no tener telepatía. Su corazón es demasiado débil para soportar el lado oculto que se niegan a sacar a la luz las personas. Siempre contradiciendo las palabras que soltaban sus bocas con sus pensamientos.

Es por eso que odia tener telepatía. Y siempre le recordaron lo repugnante que es.

—Jimin —llamó Seokjin, sacándolo del lago que se estaba formando bajo su cuerpo. El peli-verde se acercó a su cama con muchas interrogantes en sus alargadas iris—. ¿Sucede algo? —Se sentó en el borde de la cama con su remera negra y pantalones grises, se veía muy cómodo.

—Seokjin-nim-

—Seokjin hyung —corrigió el mayor con una sonrisa que mostraba sus colmillos, antes de darle miedo el filo de estas, le parecía relajante el gesto amable—. Puedes llamarme Seokjin hyung si quieres, somos amigos, ¿no? Entonces, ¿sucede algo que quieras contarme?

Los orbes morados destellaron y Jimin asintió repetidas veces totalmente efusivo por tal afirmación. Seokjin se permitió reír por lo contento que se veía el peli-azul y como su mirada se iluminaba.

—Bueno… —comenzó con vergüenza. Rara vez compartió sus pensamientos o sentimientos con alguien, no, nunca pudo expresarse y era tan buena esa sensación de desahogo—. Me preguntaba cuál es mi meta, es decir… Umh, veo a todos muy determinados con sus objetivos pero yo aún no tengo uno en claro y… No sé, siento que todos avanzan excepto yo, ¿eso es muy malo? Porque… —Sus cortos dedos jugaron entre sí, intentando evitar la mirada inquisitiva de Seokjin. Era tan embarazoso confesar algo así, ¿y si molestaba a Seokjin con sus dudas existenciales? Lo menos que querría sería alejar a su nuevo amigo… ¿Único amigo?

Escuchó los pensamientos del peli-verde.

“Mírate, pequeño lapislázuli, me lees la mente”, se sorprendió y Seokjin carcajeó.

—Jimin, no te preocupes, continúa. Yo te escucharé —afirmó y los dientes del menor rasparon su labio inferior. Abandonó un poco de aire bruscamente y prosiguió.

—Porque… No me quiero quedar atrás, no me quiero quedar solo —confesó. Cerrando sus ojos con fuerza.

—Oww, lapislázuli. —Jimin cerró sus ojos con fuerza, esperando una burla— Eso es totalmente normal, son cosas que uno llega a plantearse en un determinado tiempo pero no debes apresurarte o presionarte, vendrá el momento donde lo tendrás claro —habló suavemente Seokjin, a pesar de sus palabras, él también tenía muchas dudas pero como él mismo dijo: sabía que el momento de ser respondidas llegaría, así que no se apresuraba. Su corazón se ablandó al ver los ojos brillantes de Jimin y le arrebató una sonrisa, ¿cómo es posible que se haya encariñado tan rápido con ese niño?

—Yo- yo… También le tomé cariño, Seokjin-nim, digo- Seokjin hyung. —El nombrado no entendió sus palabras hasta que posó sus manos sobre su cabeza al recordar la habilidad del menor, se sintió como imbécil nuevamente y el peli-azul rio por su comportamiento torpe— De todas formas… Muchas gracias por sus palabras —agradeció sinceramente mostrando la paleta torcida de su dentadura y unas hermosas medialunas que flotaban sobre pintura rosada.

—Ains, ven aquí. —Seokjin se lanzó a Jimin para envolver su cuerpo con sus brazos. El peli-azul no supo cómo reaccionar pero al escuchar los pensamientos del mayor, supo que no era nada malo y sonrió, correspondiendo el agarre.

[•••]

—Soy Jung… Hoseok —Jimin estaba sorprendido ante la aparición de ese chico rubio en la clase. Sus párpados luchaban con mantenerse abiertos y la clase quedó desconcertada al ver que el nuevo apretaba una almohada contra su torso. Los pensamientos ajenos no tardaron en llegar al peli-azul que se tensó en su lugar cuando Naeun posó su mirada sobre Seokjin y él.

—¿Por qué no te sientas con ellos? —Los apuntó y el somnoliento chico caminó hasta ellos y les regaló una perezosa sonrisa al par. Jimin le correspondió tímidamente y Seokjin mostró una pequeña sonrisa ladeada.

—¡Bien! Como prometí en la última clase, hoy tocaremos el tema de reproducción y la luna azul. —Las miradas del trío se desviaron a la profesora que gruñó cuando escuchó una queja colectiva— Ay, no sean tan inmaduros. Pronto les servirá esta información.

Jimin sacó su libreta y Hoseok a su lado repitió sus acciones pero solamente dejando en la mesa un cuaderno y una lapicera. El peli-azul comparó sus útiles y los del rubio eran más escasos y simples; por su lado, la tapa de su cuadernillo estaba lleno de dibujitos que hacía en clases. Se avergonzó de ese hecho pero le llamó la atención los guantes que cubrían las manos del chico.

»Empecemos con la reproducción. Para entenderla hay que hablar sobre el ‹clímax› o palabras más exactas: ‹clímax de poder› y su nombre es ‹clixpa›. Esta es como la "pubertad" en los humanos, en nuestro caso, se genera cuando un mutante despierta una emoción que termina por liberar el componente que nos otorga nuestras cualidades de mutantes, esto suele suceder entre los 16-18 años de edad. Aquí se termina por desarrollar: nuestras habilidades, rango de poder, nuestra cantidad de poder y organismo. El completo desarrollo de nuestro sistema nos permite la posibilidad de reproducción. También se puede ser afectado por la luna azul si ya pasaste por tu clixpa.

Jimin mordió sus uñas.

“¿Yo ya habré pasado por esa etapa y no me habré dado cuenta?"

»Ahora pasemos a hablar de nuestra reproducción. Ante nuestra primera experiencia  sexual, nuestra organismo define su función: esto se presenta como dolores en el abdomen bajo tanto en hombres como mujeres. Esto quiere decir que un hombre mutante puede procrear si su organismo –ya desarrollado– responde a los estímulos del primer encuentro. Así, esta se va transformando para adecuarse a la acción de procear. ¿En otras palabras? Su organismo se amolda a las necesidades de supervivencia que se fueron evolucionando en el tiempo para que nuestra raza no se extinga. De un lado tenemos a los que pueden embarazarse –ya sea hombre o mujer– y del otro lado, tenemos a los mutantes que desarrollan un componente que segregan a la hora del orgasmo para embarazar a su pareja.

A ese punto, el rostro de Jimin era rojo por la información que jamás había oído antes. ¿Hombres que podían embarazarse? Si los humanos escucharan esta conversación, seguramente lo tomarían como un mal chiste.

»Esto puede sonar muy cool pero… Tiene sus peligros. Entre los más habituales está: las relaciones entre humano-mutante no son recomendables ya que el humano, al quedar en gestación, el embrión absorbe su energía vital para desarrollar su componente G… En muchos casos, termina en la muerte del humano. ¿Por qué digo humano y no mujer humana? Porque el hombre, a pesar de ser humano, ante la posibilidad de ser compatible con su compañero, puede recibir la sustancia correctamente en el orgasmo y producir un cambio en su organismo para poder reproducirse; en todo caso, si no son compatibles, no hay embarazo de por medio. El embarazo tiene las mismas prevenciones que las humanas, por eso mutancitos, usen condón. —Hubieron reclamos ante esa pícara sugerencia pero otros estaban neutrales y luego estaban los curiosos como Hoseok, Jimin y un chico de blancos cabellos que discretamente miraba el frente mientras fingía no prestarle atención a la explicación— Si alguno de ustedes siente alguno de estos síntomas: dolores abdominales, fiebre y tensión, vengan a la enfermería rápidamente ya que probablemente estén pasando por un cambio en su organismo —informó con un porte serio—. Continuando con el tema. Las relaciones más comunes son entre mutantes puros, el riesgo es mínimo; por otro lado, también existen las relaciones entre mutantes puros y mitadis, si un mitadis queda en gestación, no hay muchos riesgos como en los humanos, sin embargo, deben tomar precauciones como una buena alimentación y una buena administración de nutrientes. Traer a un mutante al mundo es complicado y hay que ser precavidos con sus cuidados.

Jimin se puso a pensar en cosas que antes no le tomó importancia. No se podía imaginar en ese tipo de situaciones, exponer su desnudez y dejarse tocar. Un escalofrío rozó su espalda. Un albino inspeccionaba a las personas a su alrededor hasta recaer en la figura del chico de cabello azul, entrecerrando un poco los ojos al analizarlo.

»Ya sabiendo esto, podemos hablar de ‹la luna azul›. Este es un fenómeno que sucede cada año a mitad de este y solo afecta a los mutantes que ya pasaron por su ‹clímax de poder›. Es como nuestra temporada de apareo al tener un efecto que nubla nuestros sentidos y en ocasiones, ha puesto violento a los mutantes ya que somos muy susceptibles a ser muy sensibles en este estado, hasta enojarnos y cometer locuras. Por ello no deben confiarse porque bajo los efectos de este fenómeno, no estamos conscientes de lo que hacemos, aunque, ‹la luna azul› tiene diferentes niveles de efectos en nosotros. En otras palabras, este fenómeno le afecta más a unos que otros.

—Tengo una duda. —Todos los ojos se desviaron hacia el mutante rubio que abrazaba su almohada.

Naeun sonrió y acomodó sus lentes.

—¿Cuál es?

—¿Qué hacen en esa época para prevenir cualquier incidente? —La profesora pareció feliz ante la pregunta y Hoseok solo parpadeó esperando una respuesta.

“¿Por qué demonios le dejan traer una almohada?”

“Me da sueño solo verlo, demonios”.

“Quiero su almohada”.

“Que buena pregunta, Dorothy“.

“Yo también quiero saber”.

“Tengo hambre”.

“Tengo sueño”.

—La forma en la que actúa Hillsborough frente a estas circunstancias es: las personas que son afectadas, son encerradas en sus habitaciones y son tranqulizados con un sedante que desarrolló nuestro laboratorio, descuiden, no se trata de agujas o nada que los expongan a un peligro. Mientras que las personas que no son afectadas por este fenómeno, atribuyen a la protección del lugar y mantener todo estable.

Ahora fue Seokjin quien levantó su mano.

—Usted mencionó que debemos estar encerrados en nuestras habitaciones, ¿qué sucede con las personas que comparten cuarto? ¿Qué sucede si uno de ellos reacciona de forma violenta? —Jimin tragó saliva cuando escuchó el pensamiento del mayor: “no me gustaría pensar que… Jimin, ya deja de leerme la mente”, el nombrado abrió sus párpados aún más y agachó la mirada avergonzado.

—No es como si pudiera controlarlo —mencionó en un murmuro.

—No sé si se hayan dado cuenta pero, hay una línea que atraviesa la mitad de sus cuartos, todos, sin excepción. Bueno, esa línea al momento de ser activada, crea un muro de una fina capa azul que tiene la misma dureza que el metal y también actúa como sensor. Si en la oficina de control ven que se activa un sensor porque uno de los mutantes tiene una reacción violenta e intenta romper el dispositivo, es sedado.

“Interesante…”, pensó Hoseok y Jimin estuvo de acuerdo.

¿Qué más maravillas traía este mundo?

»—Un dato curioso que les quería dejar antes que la hora termine… —Le echó una ojeada a su reloj— Es que se le otorga el nombre de ‹luna azul› porque los ojos de los mutantes se tornan de un color azul brillante.

Hoseok alzó un poco su vista de su almohada, estando realmente curioso por el tema.

[•••]

Unos dedos con largas uñas pintadas de negro se paseaban por la superficie del tanque. Los filosos ojos fríos se encontraban fijos en el cuerpo desnudo dentro del líquido. El ser con una mascarilla conectada a una máquina frunció el ceño y unas burbujas se perdieron en la cúspide del cilindro.

—Eso precioso, despierta… —Una ancha sonrisa desquiciada se pintó en los labios rojos cuando los párpados del niño se abrieron de repente mostrando unos orbes amarillos.



















































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Perdón por la espera. Sé que este arco les puede resultar aburrido, pero estos capítulos son necesarios para adentrarse un poco más al universo del mutaverse. Como dije antes, esta historia contendrá arcos y actualmente estamos en el primer arco, y esta es para presentar un poco el mundo, un poco a los personajes y en el próximo arco, ya tocará el tema de las habilidades y nuestro antagonista. 💛💛💛

Descuiden, los capítulos así ya terminaron (que son meramente informativos) y ahora PODREMOS TENER MÁS YOONMIN y los demás personajes nuevos (Tae, Nam, Hobi Jungkook & Yugyeom) ahora tendrán más enfoque.

¿Les da curiosidad el mutaverse? ¿Entendieron el tema de Clixpa, Reproducción y Luna azul? ¿O fue muy enredado? TwT

¿Por qué Hobi tendrá que usar guantes? ¿Qué trae entre manos Yoongi? ¿Quiénes son las personas experimentan en las escenas aisladas?

¡Muchas gracias por leer!

Nos leemos luego. 💛💛

mysverse©

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