━O14.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng





—No entiendo —murmuró Jimin mientras miraba al chico albino a la distancia, cerca de los árboles comiendo un sándwich de pollo. Seokjin alzó una ceja sin entender a qué se refería y el peli-azul al leer su mente, tartamudeó e intentó explicarse—. Me refiero a que- umh. ¿Por qué no puedo hablarle? Es decir… Él también es uno de los nuestros, ¿no? ¿Entonces…?

Seokjin suspiró.

"Mierda. No pienses, no pienses, no pienses".

Jimin frunció el ceño cuando el muchacho se rehusaba a revelar información a través de su cabeza. Ni por equivocación.

»—Seokjin hyung… ¿No hay algo que me querrá decir? —Infló una de sus mejillas y dejó a un lado su comida mientras observaba con duda como el mayor se atragantaba con su almuerzo y abría en grande los ojos, haciéndose el desentendido.

—¿De- de qué hablas? —preguntó tragando sonoramente el pedazo de carne y golpeaba su pecho con ímpetu a la vez que comenzaba a toser. Jimin le dio unas palmaditas en la espalda y cambió su expresión interrogativa a una preocupada.

—¿Estás bien?

—Sí-sí —tartamudeó y la duda volvió a los destellantes ojos del menor.

Seokjin se sentía aprisionado.

—¿Por qué lo tratan así? —preguntó nuevamente y el mayor desvió su vista al cielo con los labios apretados en una intensa línea rojiza. Jimin sabía que ocultaban algo y sospechaba muchísimo pero no podía distinguir la causa: ¿por qué tanta necesidad de aislar a Min Yoongi? Sí tenía una apariencia intimidante y el misterio siempre lo rodea; además de que los momentos donde podía leer sus pensamientos siempre su tema central era la comida. Sin embargo, cuando hablaron –las escasas veces que hablaron–, el albino no tenía intenciones de golpearlo o algo por el estilo. Aunque sí, era franco al hablar pero –aunque era raro– le agradaba.

—Porque… Porque… —Seokjin tartamudeó y el nerviosismo era obvio. Jimin entrecerró sus ojos y el morados de sus orbes se volvió un claro destello que persuadía al chico serpiente a decir la verdad.

—¿Me pierdo de algo? —De repente habló una voz a un lado de ellos. Saltaron en sus lugares por la sorpresa y se voltearon a ver con asombro a la figura. Nirt sonreía divertida por la expresión de horror en los jóvenes— Tomen este susto como venganza por haber causado un alboroto en mi oficina. —Su sonrisa se ensanchó y Seokjin rodó los ojos. Jimin miró a Nirt con concentración pero como en otras ocasiones: no oía nada de parte de ella. Ningún pensamiento, ninguna palabra.

—De nada realmen-

—¿Puede resolver una de mis dudas? —interrumpió Jimin a Kim y la directora abrió los ojos curiosa. Asintió y se sentó en el puesto libre a la izquierda del peli-azul. El banco en el jardín ahora era ocupado por el trío que permaneció en silencio esperando la duda del más pequeño de ellos. Aunque Seokjin ya sabía cuál era su pregunta, no podía dejar de mostrarse ansioso por lo que pudiera decirle a la directora y cómo ella respondería. La adulta podría ser muy comprensiva la mayor parte del tiempo pero… En esta situación desconocía de muchas cosas…

»—¿Quién es Min Yoongi…? ¿Por qué no puedo acercarme a él…? —preguntó con cautela esperando que la expresión imperturbable de Nirt se deforme a negatividad… No vio nada de ello más que calma y una suave sonrisa que prontamente se transformó en una de cariño.

—¿Te importa él? —Jimin ahora fue el que quedó estupefacto. Nirt soltó una carcajada cuando vio al chico murmurando cosas por lo bajo, mareado al no saber una respuesta y teniendo un fuerte sonrojo en sus mejillas. A los mayores se les hizo tierno el gesto.

—No. Digo, sí. No, no pero sí. Es decir, no… Bueno, sí. Es que- bueno, no diría que él me importa… Digo, sí, él es un compañero y-y- quisiera saber por qué no puedo ser su amigo… —Cuando terminó de hablar, bajó la cabeza y arrugó su entrecejo al analizar sus torpes palabras. "Cosita tierna", escuchó de Seokjin y a esta altura parecía un tomate por lo avergonzado que estaba de su torpeza en las oraciones.

Nirt suspiró y miró a Seokjin. El chico serpiente tragó saliva porque tampoco sabía cómo detener la curiosidad del peli-azul. "No me mires así, yo tampoco sé cómo lidiar con esto", Jimin al oírlo infló una de sus mejillas con molestia. No estaba contento con tantos secretos.

—Bien —finalizó la adulta.

—Jimin, ella no sabe na- espera, ¿qué dijo? —El de mechones verdosos se tocó el pecho conmocionado pero fue el único con esa reacción, ya que, mientras él digería la situación; Jimin y Nirt ya se estaban yendo en dirección a la oficina de la adulta.

»—¡Oigan! ¡No me dejen atrás!

A la distancia, Yoongi probó el último bocado de su sándwich y con los párpados desplomados en su sosegada expresión: sus pestañas barrieron el aire con calma hasta mostrar sus orbes inyectados en sangre bajo su cabello blanco. Su mirada estaba fija en el banco vacío donde estaban aquellos tres. Palmeó su pantalón y guardó sus manos dentro de su chamarra para comenzar a caminar con silenciosos pasos en la dirección que el trío desapareció. Su postura no revelada nada más que una tranquilidad perturbadora.

—Siéntate por favor —sugirió Nirt—, será una larga historia.

Jimin tomó asiento y se tensó en su lugar. Seokjin no estaba presente porque la directora le pidió que fuera a ayudar a Naeun con sus libros. Le pareció raro que el mayor haya accedido rápido y sin quejas. Y ahora se encontraba allí, en silencio y a solas con tantas preguntas en su cabeza y ninguna salida de la mente de la adulta; ese era otro punto que le causaba intriga: ¿por qué su poder no funcionaba en la directora Nirt? Pero eso podría hablarse después, le causaba más novedad saber más sobre el misterio llamado Min Yoongi.

»—Bien… ¿Por dónde empiezo? —Cruzó sus dedos sobre el escritorio con una rígida postura que no dejaba espacio al descanso— Cuando fundé Hillsborough, era muy joven para saber a qué me enfrentaba: tenía tontas ideas de una adolescente. Sueños de un mundo perfecto y ser la salvación de muchos mutantes. Ser la familia de esos mutantes y poder formar una comunidad que tenga una convivencia tranquila… Y como dije, fueron sueños tontos de una persona joven y sin experiencia.

Jimin ladeó la cabeza sin entender por qué le contaba todo aquello y cómo la mirada de Nirt se volvió suave y nostálgica: supo en ese segundo el resultado de esos sueños… El final de aquella fantasía. Lo único que podía percibir era dolor y en ese dolor, habitaba cenizas y pérdidas.

»—Probablemente te preguntas por qué te cuento esto. Puede ser porque siempre elijo comenzar desde las raíces del árbol en una larga charla, me gusta empezar desde la causa. —Apretó sus dedos y sus ojos estaban en suspenso sobre sus nudillos blancos, recordando…

Jimin pasó saliva y se quedó callado. Sin preguntas, sin quejas, completamente en silencio.

»—Cuando era joven, yo y un grupo de personas decidimos crear un lugar donde pudiéramos recibir a los mutantes, salvarlos y que sea un hogar. El lugar fue creado, al principio fue solo una pequeña casa con pocos miembros que realmente eran amigos, luego fuimos encontrando más mutantes que se unieron a nosotros al no tener un hogar al cual regresar. —Sus comisuras se levantaron pero fue imperceptible, las memorias del pasado volvieron y Jimin sabía cómo era ese sentimiento de ardor en el pecho, una sensación que quemaba todo su cuerpo trayendo una amarga agonía que no quería rememorar— El lugar creció. Nos mantuvimos ocultos hasta que ya no podíamos entrar en un lugar tan pequeño y ampliamos nuestro hogar con trabajo duro. Recibimos a más mutantes y otra vez, el lugar se volvió pequeño… La historia se está volviendo larga, así que no entraré demasiado en detalle —se interrumpió con un largo suspiro y el peli-azul no reprochó, podía verlo en su mirada que ella se estaba acercando al fuego—. Nació finalmente Hillsborough… Y terminó nuestra fantasía.

De alguna forma, Jimin sintió tristeza. Pudo sentir la esperanza que fue apagada de repente, como un soplido que desaparece la débil luz de una vela.

»—Los mutantes comenzaron a ser cazados en masa: familias enteras, incluídos niños, ancianos y enfermos. Todos y cada uno de ellos fue asesinado o vendido. Nuestra especie sufrió por años una matanza pero esta vez… En aquella época fue el apogeo de la caza, un gran número de mutantes asesinados. Nuestro peor miedo era escuchar: "se extinguieron". Se extinguieron al Oeste de Asia, al Norte de África… Eran cada vez más noticias de la completa exterminación de mutantes en ciudades enteras. —Jimin abrió los ojos horrorizado y sus labios temblaron. Su mirada era un cristal empañado y los puños de Nirt eran envueltos en ira e impotencia— Hillsborough se creó y no podiamos quedarnos sentados sin al menos mover un dedo, queríamos hacer algo, la más mínima cosa que pueda hacer un cambio… Entonces, fuimos dispersados en misiones para encontrar mutantes que necesitaran nuestra ayuda.

Y a pesar de que lo último era positivo, ni Nirt, ni Jimin cambiaron sus expresiones; porque en esas palabras subyacia una triste realidad.

—¿Y qué pasó…? —Jimin afianzó el agarré sobre sus rodillas, teniendo la esperanza de escuchar buenas noticias.

—Murieron varios de los miembros originales.  —Nirt se quedó en silencio, uno que buscó con desesperación. El adolescente lo entendió y dejó que se tomara su tiempo— Los únicos sobrevivientes somos Naeun, Jaebum y yo —añadió y el menor se asustó por la escasa cifra, por la comparación de grandeza que había en un principio que se redujo a una minúscula cifra, en tres personas donde en sus hombros, recayó todo el peso—. Nuestro objetivo no cambió pero ahora fuimos más cuidadosos, creamos un sistema y así lentamente fue llegando a lo que es ahora. Costó mucho la verdad. Fue una decisión tardía enseñarles a los mutantes a pelear; no lo creíamos necesario porque queríamos convivir en paz y demostrar que no somos monstruos. Como dije, sueños tontos e ingenuos —suspiró y recién en ese momento, Jimin se preguntó cuál relación tenían sus palabras con sus dudas pero desaparecieron cuando Nirt habló—. Ahora que teníamos más experiencia, seguimos con las misiones y buscamos a mutantes que necesitaban ayuda… Y muchas veces fue tarde… Llegué tarde —La voz de la adulta fue un cristal roto en su última oración que se llevó su aliento. Oyó el arrepentimiento, la culpa y nuevamente la impotencia. Park se preparó para oír, para oír probablemente una pesadilla.

»—¿Conoces al clan Min?

—No, directora…

—Era un clan muy respetado… Un clan se diferencia de una familia porque comparten la misma habilidad por generaciones. El Clan Min fue uno respetado, antiguo y poderoso…

Lentamente las piezas encajaron en el cerebro de Jimin, quien levantó su mirada cuando tuvo una conclusión que realmente esperaba que fuera incorrecta.

—Fueron… Asesinados… —susurró y se tapó la boca cuando recibió un pesado asentimiento de parte de Nirt.

—Eran alrededor de más de 20 miembros, todos fueron asesinados… Todos excepto uno.

—Min Yoongi —concluyó Jimin bajando la cabeza. A su mente vino los ojos bañados en sangre del albino, su soledad y notable indiferencia que realmente era la máscara del dolor.

—Llegué tarde y lo único que me encontré fue una lluvia de sangre —suspiró rascando su mano—. Esa noche la luna se tiñió de carmín y el canto de la muerte resonó en una orquesta. Jamás olvidaré la expresión del niño parado en medio de un cementerio...

—Usted lo salvó… ¿Por qué…?

—Porque llegué tarde, porque realmente no lo salve. Ese día el alma de él se quebró y yo no pude evitarlo.

Sus palabras fueron duras y no daba paso a la duda o que refuten su pensamiento.

¿Por qué le contaba aquella triste historia?

—Lo entiendo —murmuró Jimin quedando con la boca sellada, hundido en sus pensamientos que rodeaban a Min Yoongi que ahora llamaba más su atención. Quería hablarle, quería ser su amigo, pero entonces…— ¿Y por qué no debo acercarme a él entonces?

Preguntó ahora con un pronunciado ceño fruncido.

Nirt abrió y cerró su boca sin haberse esperado esa reacción.

—Necesito mantenerlos a salvo —respondió y el peli-azul se mostró confuso, moviendo sus mechones algo irritado por la nube en su mente.

—¿A salvo de qué? —Nirt selló sus labios y plantó su mirada en la madera de su escritorio. Jimin iba a replicar nuevamente pero unos toques en la puerta lo distrajo cuando la directora vociferó un "pase". A la oficina entró Naeun que se quedó de pie cerca de la entrada, esperando estar a solas con la adulta. Park lo entendió y dio por finalizada esa charla, haciendo una reverencia y abandonando el lugar, insatisfecho por la respuesta inconclusa que le dieron a sus preguntas.

Una vez el joven mutante se retiró, la profesora se acercó al escritorio de Nirt.

—¿Sucedió algo?

—Solo que el cuervo que mandamos al otro establecimiento de mutantes, aún no regresa. —Ambas suspiraron— Más bien… ¿Debería preocuparme por el joven que acaba de salir de aquí y Min Yoongi? —preguntó con notable cansancio. Nirt inclinó su torso y miró fijamente los ojos de la contraria.

—¿Sucedió algo? —Naeun negó.

—¿Qué tan malo es que esos niños interactúen? El joven Jimin es el único que ha mostrado un perseverante interés en Min…

—Yoongi puede tener otros amigos que no sean Jimin —reprochó—. No le prohibo a nadie acercarse a Min.

—Excepto el joven Jimin.

—Sí, excepto él.

—¿Por qué? ¿Tan malo es que se acerquen? —No hubo enojo en su voz, más bien curiosidad. Nirt parecía cansada por la reciente conversación y ahora no estaba muy emocionada por discutir con Naeun.

—Lo hago para mantenernos a todos a salvo —soltó y su compañera quedó en silencio. Sabía de que hablaba, por un demonio que lo sabía.

—¿Y no hay otra manera? Es decir, siento que la precaución que estamos tomando es la incorrecta…

—Incorrecta… —gruñó por lo bajo Nirt y miró el techo de la habitación, pensando otras posibilidades pero viendo el riesgo en todas ellas—. Ambas escuchamos lo que dijo Hoseok, tenemos que ser cuidadosos o sino…

Será el fin de Hillsborough.

—¿Qué te dijo? —Jimin pegó un brinco y soltó un chillido cuando de repente la voz de Yoongi resonó a su costado. Este apareció de repente en la esquina de su habitación y rápidamente se preguntó cómo entró y dónde estaba Seokjin. No sabía si era correcto hablarle luego de la manera en la que Nirt habló sobre el tema, como si tuviera temor pero… Él sí quería hablarle y el hecho de no saber nada, le daba mayor motivación para meter las manos en el fuego.

—¿Qué me dijo quién?

"Nirt".

»—Ahh… Eso. —Jimin bajó la mirada y Yoongi frunció el ceño porque creía que la adulta le ordenó no acercarse a él. Estaba enfadado por vivir en la ignorancia, estaba harto de tantos secretos y charlas a escondidas: estaba harto de ver a ese chico peli-azul con mirada tímida y no saber por qué siempre su vista recaía sobre él. Estaba jodido, quería dejar de pensar en todo ello y en ese niño de lindos ojos. Por otro lado, Park abrió los ojos de sobre manera al escuchar los pensamientos del albino, quien estaba muy ensimismado en quejarse mentalmente y apretar los puños para notar el rostro rojo del nuevo mutante—. Umh, ¿le molesta algo?

—Me molestas tú —soltó con brusquedad y Jimin no ocultó su asombro ante su franqueza. Y aunque lo escuchó también en sus pensamientos con anticipación, eso no evitó que le doliera menos. Yoongi notó su error y alzó su rostro para explicarse pero Jimin se le adelantó.

—¿Le molesta mi presencia o le molesta no entender por qué llamo su atención? Porque también tengo un dilema similar —fue valiente al decirlo, su corazón latía muy rápido por temor a hacer enojar a Min Yoongi, porque a pesar de haber intercambiado pocas palabras, seguían siendo dos desconocidos en un mundo catastrófico. Por primera Jimin no oyó nada dentro de la cabeza del albino; entendió que este se quedó en blanco. Los ojos morados de Jimin resplandecieron y eso llamó la atención del pálido que retrocedió un paso a la vez que arrugaba su entrecejo.

—¿Cómo lo sa…? ¿Qué habilidad tienes? —preguntó con cautela al ver los orbes brillar desde el tono morado.

—Por lo que me dijeron, mi habilidad es telepatía —informó y Yoongi se llevó con ciudado una mano a su frente, tocando con suavidad la zona, confundido por el descubrimiento.

—Oh, vaya —respondió, ladeando la cabeza y repentinamente relajando su cuerpo. Asintió—. Ahora todo tiene sentido. ¿Tienes algo de comer?

Jimin abrió los ojos sin entender el cambio en el ambiente y la expresión despreocupada del muchacho delante de él. No pudo evitar soltar una pequeña risa que causó intriga en Yoongi por saber el origen de su diversión.

—¿Quieres pastel?

Jungkook estaba de pie en los límites del jardín, a su lado, su hermano estaba acostado en el césped descansando. Aunque ambos parecían tener la guardia baja, estaban muy atentos a su alrededor, sobre todo en el sonido de la brisa y los mensajes que transportaba. El cielo se veía calmado, despejado sin una sola nube y el mayor de los dos, esperaba una señal. Sus ojos estaban abiertos, la redondez de sus iris eran un espejo de su alrededor y su mirada fija era iluminada por el día. Estaba estático con la cabeza a lo alto. Yugyeom tenía los brazos cruzados detrás de su cabeza y sus facciones mantenían un semblante tranquilo. Eran conscientes del mundo a su alrededor, sin dejar escapar ningún detalle.

Entonces por fin hubo señal de vida en el rostro de Jungkook cuando un cuervo entró a su campo visual. Sin cambiar su expresión concentrada, nombró:

—Hay noticias.

Yugyeom abrió lentamente los párpados con la misma tranquilidad de antes.

Malas noticias.











































.
.
.

Lamento mucho la tardanza. Aquí nuevo capítulo. 🐥

¿Qué les pareció? ¿Qué opinan sobre el pasado de Yoongi? ¿Por qué Nirt se apega tanto a guardar el secreto? 🐥🐥🐥

Nos leemos luego. 🐼

©mysverse

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro