━O15.

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Jimin notó movimiento en el establecimiento, no de parte de los estudiantes, sino de la seguridad y en el actuar de los superiores. Se comenzó a preocupar cuando Seokjin fue llamado, así quedando solo en la habitación donde leyó libros hasta cansarse y salir afuera, descubriendo que la noche cayó sobre ellos. Estaba seriamente cuestionándose si ir a revisar que todo andara en órden o ir al jardín para distraer su cabeza. Sin embargo, el pensamiento fue apartado cuando escuchó la puerta vecina abrirse, de la abertura se asomó la cabellera albina de Yoongi junto a sus gatunos ojos.

—¿También te encuentras curioso? —preguntó Min cuando se cruzó con los morados ojos de Jimin, quien asintió sin atreverse a negarse. ¡Claro que estaba curioso de esa misteriosa reunión!

—¿Qué haces? —cuestionó cuando el pálido fue hasta la esquina del pasillo y le echó un vistazo a su alrededor. Jimin escuchó un claro: "viendo si hay guardianes, ¿no es obvio?". Eso ofendió de alguna forma al peli-azul, se sentía como un estúpido y- ¿a quién engañaba? También quería espiar y por eso fue junto a Yoongi a revisar si aún había guardianes a la vista. Para su suerte, la presencia de ellos en ese sector era nula por ahora.

—Si vamos a ir a la oficina de Nirt, no creo que podamos averiguar nada.

—¿Por qué?

—Porque son unos malditos mutantes, antes de que podamos pisar el mismo pasillo, seremos escoltados de nuevo a nuestras habitaciones y seguramente castigados.

—¿Y tienes un plan en mente?

—¿No que lees mentes? Ya sabrías que mi cabeza ahora está en blanco. De mi parte, solo quiero salir de mi habitación.

Jimin arrugó sus cejas confundido y a punto de decir algo, mas, guardó silencio al creer que el chico era un caso especial. No tuvo tiempo de reaccionar cuando fue tomado del antebrazo y jalado por los corredores, caminando con cuidado detrás del cuerpo del albino. Observó su espalda, notó las arrugas que formaba su remera sobre sus omóplatos y cómo se sentiría tocar esa zona, ¿sería tan rígido como lo veía? ¿Su piel sería tan suave como demostraba su nivea cabellera? Ni él mismo entendía por qué de repente pensaba en esas cosas; tampoco era muy complicado, simplemente era lo único que su vista captaba al ser Yoongi quien lo guiara por el camino a quién sabe dónde.

Bueno, su quijada cayó al suelo cuando se detuvieron frente a la cocina. De alguna forma debería estar sorprendido… Aunque era predecible. No se impresionó cuando Yoongi fue el primero en adentrarse al lugar vacío para ir directo a las grandes heladeras para sacar pedazos de carne.

—¿Quieres? —Le tendió un trozo mientras tenía la boca llena de comida. Se negó y se limitó a observar al muchacho devorar fácilmente el alimento. Entonces se debatió mentalmente sobre la profundidad de su estómago y la infinidad de su apetito. Aunque, curiosamente, se encontraba sonriendo levemente por la despreocupada situación. Fue nuevo para él ser parte de una travesura y antes no hubiera imaginado que esa primera travesura sería a un lado del chico de ojos rojos y aura enigmática.

—¿Por qué comes mucho? —No supo si fue grosero o muy atrevido cuando Yoongi se volteó a verlo fijamente, dejando de lado su comida y quedando en silencio.

"¿Él no lo sabe…?"

—Es parte de mi naturaleza —dijo por el contrario, siendo una respuesta que Jimin no creyó. Él no refutó nada; no tenía derecho a exigirle respuestas que el albino no quería revelar. De todas formas, lo respetaba. Aunque bueno, Nirt le contó cosas que deberían salir de la boca del pálido a su voluntad—. ¿Tú no tienes una dieta en especial…?

Jimin ladeó la cabeza y lo pensó. ¿Dieta…? Antes nunca había tenido preferencia en la comida y no lo había pensado tampoco… Porque simplemente ingería lo poco que le entregaban o encontraba.

—No —respondió y a juzgar por la expresión de Yoongi, este sospechaba que la respuesta estaba inconclusa pero al igual que Jimin: no podía obligarlo a responder nada.

—Toma, come. —Le tendió una bandeja donde había arroz con verduras y trozos de carne. A la vista se veía delicioso, aunque la moral de Jimin no sabía si aceptarlo; estaría mal tomar comida sin permiso y podrían ser regañados— Solo come… Será un secreto entre los dos —susurró y los ojos de Jimin destellaron levemente hasta intercalar del morado al azul hasta volver a su inusual color. Yoongi lo notó y le pareció precioso esos pequeños segundos.

Jimin tomó la bandeja, ambos comenzando a comer en la soledad de la gran cocina.

—Hoy llegaron unos cuervos del establecimiento Hyō con noticias —suspiró Nirt y los presentes se mostraron preocupados y expectantes; muchos ya esperaban la dirección de las noticias—. Se informó que se perdió comunicación con el establecimiento Egarden y necesitamos verificar la situación.

—¿Fueron atacados? —interrogó un chico de máscara: había exactamente cuatro de ellos presentes en la oficina junto a Jaebum, Naeun; Seokjin, una muchacha con el saco de los guardianes y unas figuras más que oían todo atentamente.

—No lo sabemos pero lo más probable es que sea correcto —comentó Nirt con la mirada ligeramente irritada por todo lo que estaba pasando: realmente esperaba estar equivocada—. Enviaré a un pequeño grupo para que haga un informe sobre la situación. Egarden no es una zona remota y tenemos que estar preparados para cualquier ataque, ¿se entendió?

—¿Y a quiénes enviará? —preguntó Seokjin algo preocupado y con la mirada fija en Nirt, ella lo comprendía.

—Necesitamos las habilidades de 54 y de los mellizos, ¿están de acuerdo? —El trío con máscaras asintió sin refutar nada. Nirt tenía planeado mandar a dos pero sabía que no podía separar a los mellizos o podría armarse un problema que preferiría evitar— Saldrán mañana a primera hora, traerán a todos los sobrevivientes que encuentren al inspeccionar la zona con cuidado. Si la situación se dificulta, abandonen el lugar y regresen tras cerciorarse que no fueron seguidos. Una vez aquí, buscaremos otro método. Su prioridad serán los sobrevivientes. —Ellos estuvieron de acuerdo y ahora Nirt dirigió su vista a Jaebum— Jaebum, por precaución, avanza en tus clases y Naeun, tú encargate de las habilidades de los chicos. Seokjin, tú mantén el órden en los estudiantes para que no surja un problema interno —ordenó y el chico serpiente recibió la órden—. Y tú. —Miró a la muchacha con los mantos— Vigilarás los alrededores, si detectas movimientos, debes notificarme rápidamente para responder de inmediato. El resto de ustedes estén alerta, no sabemos con qué estemos lidiando… Si son cazadores, podremos encargarnos de ellos —añadió y dio por terminada la reunión al levantar su mano. La mayoría desapareció de inmediato y el único en quedarse de pie en la sala, fue Seokjin. Nirt levantó una ceja.

—¿Por qué no me enviaste? —preguntó curioso—. Tengo experiencia y-

—¿Y dejar que te vayas aún con el obvio peligro? —contestó cruzando sus dedos frente a su nariz y con los hombros apoyados sobre el escritorio—. No sabemos con qué nos enfrentamos y además… Esta vez tengo la intuición de que será diferente a otras ocasiones —murmuró dejando angustiado al menor—. Además, no eres apto para esta misión y lo sabes. Necesitamos ser precavidos y las habilidades de esos tres son de gran ayuda en estas situaciones. No quiero escuchar un 'pero' de tu parte, jovencito —regañó.

—Está bien. Me aseguraré de mantener el orden entre los estudiantes —aceptó su derrota a duras penas.

—Bien. Ahora ve con Jimin.

—¿Ya terminó? —De pronto preguntó una voz perezosa, asustando a Seokjin cuando salía de la oficina. Bajó la mirada para encontrarse a un rubio sentado en el suelo a un lado de la puerta con una esponjosa almohada entre sus brazos. El peli-verde decidió que la situación era demasiado absurda y luego de echarle un vistazo a su alrededor preguntándose: "¿alguien más lo está viendo o debo a comenzar a preocuparme por mi estabilidad mental?", fue que se agachó a la altura de los ojos somnolientos del chico de hebras doradas al igual que sus orbes.

—Ya todos se fueron pero primero que todo, ¿por qué estás en el suelo? —Sabía que probablemente no recibiría una respuesta racional porque nada en ese establecimiento entraba en la definición de racional.

—Bueno… Estaba esperando y… El suelo se veía demasiado… Cómodo para tomar una siesta. Lo normal —explicó dando un bostezo.

"¿¡Eso qué tiene de normal!?", recriminó en su cabeza. Suspiró y negó con la cabeza.

—Ponte de pie, puedes coger un resfriado —comentó, ofreciendo su mano y extrañándose ante la reacción del muchacho; vio sobresalir pánico de su sosegada aura. Se sorprendió porque era un gesto que no imaginaba en ese rostro despreocupado.

—Puedo hacerlo solo —rechazó Hoseok, poniéndose de pie por su cuenta. Seokjin decidió no pensar mucho en el asunto y desvió su mirada hacia el pasillo.

—¿Eres nuevo aquí? —interrogó de repente al no recordar ver su rostro antes. El mutante pálido ladeó su cabeza aún con el objeto esponjoso en sus brazos.

—Eh… No, vivo aquí hace años… Solo que, solo que antes nunca había… Abandonado esta parte del edificio. —Refregó sus párpados con sus nudillos luego de comentar aquello. Caminó arrastrando sus desnudos pies hasta la puerta. Seokjin recién se dio cuenta que este andaba descalzo y se preocupó; podría contraer un serio resfriado.

—Oye —llamó antes de que el rubio entrara a la oficina—. Abrigate bien, por favor. Podrías enfermar.

Su corazón se aceleró cuando Hoseok se volteó con una sincera sonrisa pintado en su rostro.

—Gracias por preocuparte.

Jimin se detuvo en el marco de su habitación con una expresión satisfecha. Se giró para asomarse a ver a Yoongi, quien ya estaba adentrándose a su habitación pero antes de hacerlo, se giró para ver al peli-azul a los ojos. Park esperaba algo que ni él mismo podía describir y lo único que podía escuchar de la mente del mayor eran divagaciones. Ninguno se movió, había oraciones silenciosas en el aire que no captaban; entonces Park sintió que había algo que Nirt no nombró en su breve anécdota. Algo que era importante.

Su burbuja explotó cuando Yoongi, aún con la mirada en el suelo, murmuró con vergüenza:

—Gracias por acompañarme —soltó—. Buenas noches —agregó con la misma rapidez con la que se adentró a su cuarto. Jimin quedó estupefacto con sus mejillas comenzando a quemar por lo tierno que se vio el albino al decir eso.

Y con resistencia, sus ojos morados decayeron al bello azul.

Un rostro se asomó por el tronco del árbol y en el suelo, unos ojos que inspeccionaban sus alrededores. Del aire, surgió una tercera figura detrás de unos arbustos. A pocos metros se encontraba el establecimiento vecino, Egarden. Los jóvenes con máscara sintieron el aire más pesado y los malos presentimientos se avecinaron, tan denso y oscuro. 54 fue el primero en avanzar con sigilosos pasos y lanzó una roca al área continúa. Al ver que no había trampas, llamó al resto para proseguir con la misión.

El nivel de la misión era de rango A, estando en un escalón de dificultad superior al B pero, siendo menor al rango S. Por ello, la concentración del trío era impresionante. Avanzaron al territorio cuando ya habían analizado todos los alrededores del establecimiento previamente; no había nadie vigilando, lo cual era raro. Cuando salieron del bosque, se llevaron una grata sorpresa al llegar a la parte posterior del establecimiento: su idea inicial era entrar por el jardín e ir directamente al interior. Mas, el gigantesco agujero en el muro que separaba el interior de Egarden con su –ahora– destruído jardín los dejó sin palabras.

Uno de los mellizos se acercó a las ruinas y tocó los bordes con sus guantes puestos para tomar y acercar las cenizas cerca de su máscara. Las observó de cerca, notando una anomalía obvia en ellas. 54 era el que había puesto un pie en el interior primero y confirmó que allí no era tan diferente al desastre de afuera, sino que estaba peor. Los pasillos estaban llenos de polvo que aún flotaba en el aire, esto era prueba de que el ataque fue reciente.

Uno de los chicos detrás de las máscaras habló:

—No creo que hayan sobrevivientes. El impacto fue muy grande a juzgar por el agujero en el muro. Seguramente causó un terremoto —teorizó con un relajado tono característico de su suave voz.

—Entonces deben haber cuerpos bajo las ruinas.

—El lugar está totalmente destrozado —añadió 54—. Tenemos que entrar e informar sobre los hechos.

Asintieron y todos se dispersaron al instante.

El mellizo mayor se sacó uno de sus guantes negros y tocó una roca que se derritió bajo su toque en segundos. Se deshizo del obstáculo entre él y las habitaciones. Como era de esperarse, en ellas no había nadie y estaba todo destrozado: eran claros signos de una violenta pelea. Se topó con 54 en el corazón del edificio donde estaban las escaleras, este negó rastros de vida presente y las dudas inundaron su mente. Esperaba que su hermano tuviera más suerte en encontrar pistas, sin embargo, al verlo con las manos vacías y una negación de cabeza, supo que algo realmente raro sucedió en el lugar.

—Cuando hay terremotos, hay cuerpos con vida o sin vida debajo de los escombros. Yendo a la gran probabilidad de que no haya sido un terremoto y hubieran sido atacados, lo que explicaría las obvias peleas que hubieron aquí… ¿Dónde están los cuerpos? —Sus brazos cruzados sobre su cuerpo le daban firmeza a su postura y hablar. El par no habló, solo escuchó— Tampoco hay rastros de sangre. Probablemente algunos mutantes huyeron pero no recibimos noticias de nada y la primera regla que un sobreviviente piensa es huir al establecimiento más cercano. Como dije: no hubo noticias de ello. Además… —Caminó hasta el hoyo en el muro— No pudieron ser cazadores, no tienen la fuerza para causar tal magnitud de destrucción: agregando que es todo un nido de mutantes contra un reducido grupo de humanos —explicó. Era de conocimiento general que los cazadores trabajaban solos o en pequeños grupos con un armamento básico de caza; sería absurdo pensar que hayan vencido a tal número de mutantes con un par de disparos—. Luego está esto. —Alzó su mano con pequeños fragmentos de lo que era la pared hecho trizas— El color es anormal…

54 frunció el ceño.

—¿El material… Fue fundido…?

Ahora el mellizo menor entendió a lo que se refería su hermano.

—En otras palabras… Esto no fue hecho por humanos…











Fin del primer arco: “Un nuevo mundo”.

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Comienzo del segundo arco: “El silencio de la espera”.























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Hola, sí, me van a tirar piedras. Bien, ¡llegó el segundo arco! 🐥

Ahora sí, bienvenidos oficialmente a They don't know-how to love.

Espero que lo disfruten.

Nos leemos luego. 🐥

©mysverse

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